PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 7 - Número 1698 ~ Martes
1° de Mayo de 2012
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Hola…
El mes de María es una antigua y muy bella tradición, que
tiene sus inicios en Europa, continente que se caracteriza precisamente, por
sus profundas raíces cristianas, como lo testifica su historia, su cultura y su
religión.
El Mes de María se reza en Mayo, en el llamado “mes de
las flores”, que se llama así, porque con la llegada del buen tiempo y tras las
lluvias invernales, el campo y los jardines comienzan a cubrirse de un verde
intenso y de los colores y aromas de las flores. Es el apogeo de la primavera.
Y así, desde la edad media se consagró el "mes de
las flores" a la Virgen María para rendir culto a las virtudes y bellezas
de la Madre de Dios. La primera noticia
clara que se tiene de la consagración del mes de mayo a la Virgen, viene de
Alfonso X, "el Sabio", rey de España, en el siglo XIII. Este rey -
Juglar cantaba en sus "Cantigas de Santa María" los loores de mayo en
honor de la Virgen Santísima.
Con el florecimiento espiritual del siglo XVI se dio gran
impulso a esta hermosa práctica, con especiales ejercicios de piedad durante
todos los días, en los que se van considerando diversos misterios, títulos y
excelencias de la Madre del Señor. La universalización de esta práctica vino a
verificarse en el siglo XIX, cuando fue favorecida y enriquecida con
indulgencias por los sumos Pontífices Pío VII y Pío VIII.
Ya en el siglo XIII, el Rey Alfonso X, el Sabio invitaba
a alabar e invocar a María, ante su altar, en el mes de las flores. Y él mismo
escribió las Cantigas de Santa María, porque quería "trovar en honor de la
Rosa de las Rosas y de la Flor de las flores".
En Italia fue San Felipe Neri, en el siglo XVI, el
iniciador del Mes de Mayo dedicado a María, con la costumbre de invitar a los
jóvenes a cantar, llevar flores y ofrecer sacrificios a la Virgen.
En el continente de América, fueron los misioneros
españoles los que difundieron y promovieron la tradición de dedicar el mes de
mayo al mes de María. Por este motivo, existe una gran devoción popular y
afecto hacia la Madre de Dios, como así lo testimonian los innumerables
santuarios marianos bajo diversas advocaciones.
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Se celebró por entonces en Jerusalén la fiesta de la
Dedicación. Era invierno. Jesús se paseaba por el Templo, en el pórtico de
Salomón. Le rodearon los judíos, y le decían: «¿Hasta cuándo vas a tenernos en
vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente». Jesús les respondió: «Ya os
lo he dicho, pero no me creéis. Las obras que hago en nombre de mi Padre son
las que dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis porque no sois de mis
ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les
doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. El
Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar
nada de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno».
(Jn 10,22-30)
Comentario
Hoy vemos a Jesús que se «paseaba por el Templo, en el
pórtico de Salomón» (Jn 10,23), durante la fiesta de la Dedicación en
Jerusalén. Entonces, los judíos le piden: «Si tú eres el Cristo, dínoslo
abiertamente», y Jesús les contesta: «Ya os lo he dicho, pero no me creéis» (Jn
10,24.25).
Sólo la fe capacita al hombre para reconocer a Jesucristo
como el Hijo de Dios. Juan Pablo II hablaba en el año 2000, en el encuentro con
los jóvenes en Tor Vergata, del “laboratorio de la fe”. Para la pregunta
«¿Quién dicen las gentes que soy yo?» (Lc 9,18) hay muchas respuestas... Pero,
Jesús pasa después al plano personal: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Para contestar correctamente a esta pregunta es necesaria la “revelación del
Padre”. Para responder como Pedro —«Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo» (Mt
16,16)— hace falta la gracia de Dios.
Pero, aunque Dios quiere que todo el mundo crea y se
salve, sólo los hombres humildes están capacitados para acoger este don. «Con
los humildes está la sabiduría», se lee en el libro de los Proverbios (11,2).
La verdadera sabiduría del hombre consiste en fiarse de Dios.
Santo Tomás de Aquino comenta este pasaje del Evangelio
diciendo: «Puedo ver gracias a la luz del sol, pero si cierro los ojos, no veo;
pero esto no es por culpa del sol, sino por culpa mía».
Jesús les dice que si no creen, al menos crean por las
obras que hace, que manifiestan el poder de Dios: «Las obras que hago en nombre
de mi Padre son las que dan testimonio de mí» (Jn 10,25).
Jesús conoce a sus ovejas y sus ovejas escuchan su voz.
La fe lleva al trato con Jesús en la oración. ¿Qué es la oración, sino el trato
con Jesucristo, que sabemos que nos ama y nos lleva al Padre? El resultado y
premio de esta intimidad con Jesús en esta vida, es la vida eterna, como hemos
leído en el Evangelio.
Rev. D. Miquel MASATS i Roca (Girona, España)
Santoral Católico:
San José, Obrero
Hoy la Iglesia recuerda, en el día de los trabajadores, a
San José, obrero. Pablo VI se ha expresado al respecto: "Vosotros, los
hijos del trabajo, que durante siglos habéis sido los esclavos de la labor,
buscad a aquel que declara que la vida es sagrada, que el obrero es libre de
las cadenas que la primacía del materialismo y del egoísmo económico ha soldado
no sólo en torno de los puños de los trabajadores, sino en torno de su corazón
y de su espíritu... Buscad un principio, una razón que haga a los hombres
iguales, solidarios entre sí, y que les devuelva la fraternidad. Y ello no en
el odio contra otros hombres... Ya que todos viven en una comunidad natural,
que traten de formar una sociedad humana y que sientan la grandeza de ser un
pueblo".
El mundo humano es el mundo del trabajo, hecho por la
inteligencia, a través de las manos que en medio de la naturaleza señalaron el
camino del progreso y la cultura. Dios concedió manos a otras especies, pero
sólo a la mano del hombre le dio el carácter de herramienta. Toda la técnica
sobre la cual se asienta la civilización es prolongación de esa mano que Dios
otorgó al hombre.
Hoy celebramos al padre nutricio de Jesús, justo y
humilde carpintero de Nazaret, que pasa la vida no sólo en la meditación y la
oración, sino también en las fatigas de su artesanía. José es el símbolo de la
prudencia, del silencio, de la generosidad, de la dignidad y de la aplicación
en el trabajo; también lo es de los derechos y de los deberes respecto del
trabajo.
San José fue un auténtico obrero en el pleno sentido de
la palabra, y el único hombre que compartió con el Hijo de Dios la tarea de
todos los días.
Recordamos hoy a todos los trabajadores de nuestra patria
y del mundo, pidiendo al cielo para que sean instrumento de paz, de
evangelización, de serena inteligencia, de valor y de confianza en sí mismos,
de esperanzas de bien y de fervientes voluntad, dignos y sin retaceos en la
hermandad de los hombres.
Juan Pablo II enseña que los hombres descubren pronto la
cruz en su trabajo; precisamente por ello el esfuerzo humano es redentor, pues
Cristo lo ha unido a su pasión: también él fue obrero y predicó su evangelio
del trabajo conociendo íntimamente esta realidad que tiene por protagonistas a
todos los hombres y mujeres del mundo.
Fuente: EWTN
La frase de hoy
“Mayo es el mes en que, en los templos y en las casas
particulares, sube a María desde el corazón de los cristianos el más ferviente
y afectuoso homenaje de su oración y veneración. Es también el mes en el que
desde su trono descienden hasta nosotros los dones más generosos y abundantes
de la Divina Misericordia”.
S.S. Pablo VI
Tema del día:
El trabajo y la Iglesia
Se cristianizó una fiesta que había sido hasta el momento
la ocasión anual del trabajador para manifestar sus reivindicaciones, su
descontento y hasta sus anhelos. Fácilmente en las grandes ciudades se
observaba un paro general y con no menos frecuencia se podían observar las
consecuencias sociales que llevan consigo la envidia, el odio y las bajas
pasiones repetidamente soliviantadas por los agitadores de turno. En nuestro
occidente se aprovechaba también ese momento para lanzar reiteradas calumnias
contra la Iglesia que era presentada como fuerza aliada con el capitalismo y
consecuentemente como el enemigo de los trabajadores.
Fue después de la época de la industrialización cuando
toma cuerpo la fiesta del trabajo. Las grandes masas obreras han salido
perjudicadas con el cambio y aparecen extensas masas de proletarios. También
hay otros elementos que ayudan a echar leña al fuego del odio: la propaganda
socialista-comunista de la lucha de clases.
Era entonces una fiesta basada en el odio de clases con
el ingrediente del odio a la religión. Calumnia dicha por los que, en su
injusticia, quizá tengan vergüenza de que en otro tiempo fuera la Iglesia la
que se ocupó de prestar asistencia a sus antepasados en la cama del hospital en
que murieron; o quizá lanzaron esas afirmaciones aquellos que un tanto frágiles
de memoria olvidaron que los cuidados de la enseñanza primera los recibieron de
unas monjas que no les cobraban a sus padres ni la comida que recibían por
caridad; o posiblemente repetían lo que oían a otros sin enterarse de que son
la Iglesia aquellas y aquellos que, sin esperar ningún tipo de aplauso humano,
queman sus vidas ayudando en todos los campos que pueden a los que aún son más
desafortunados en el ancho mundo, como Calcuta, territorios africanos
pandemiados de sida, o tierras americanas plenas de abandono y de miseria; allí
estuvieron y están, dando del amor que disfrutan, ayudando con lo que tienen y
con lo que otros les dan, consolando lo que pueden y siendo testigos del que
enseñó que el amor al hombre era la única regla a observar. Y son bien
conscientes de que han sido siempre y son hoy los débiles los que están en el
punto próximo de mira de la Iglesia. Quizá sean inconscientes, pero el
resultado obvio es que su mala propaganda daña a quien hace el bien, aunque con
defectos, y, desde luego, deseando mejorar.
El día 1 de Mayo del año 1955, el Papa Pío XII, instituyó
la fiesta de San José Obrero. Una fiesta bien distinta que ha de celebrarse
desde el punto de partida del amor a Dios y de ahí pasar a la vigilancia por la
responsabilidad de todos y de cada uno al amplísimo y complejo mundo de la
relación con el prójimo basada en el amor: desde el trabajador al empresario y
del trabajo al capital, pasando por poner de relieve y bien manifiesta la
dignidad del trabajo -don de Dios- y del trabajador -imagen de Dios-, los
derechos a una vivienda digna, a formar familia, al salario justo para
alimentarla y a la asistencia social para atenderla, al ocio y a practicar la
religión que su conciencia le dicte; además, se recuerda la responsabilidad de
los sindicatos para logro de mejoras sociales de los distintos grupos, habida
cuenta de las exigencias del bien de toda la colectividad y se aviva también la
responsabilidad política del gobernante. Todo esto incluye ¡y mucho más! la
doctrina social de la Iglesia porque se toca al hombre al que ella debe
anunciar el Evangelio y llevarle la Salvación; así mantuvo siempre su voz la
Iglesia y quien tenga voluntad y ojos limpios lo puede leer sin tapujos ni
retoques en Rerum novarum, Mater et magistra, Populorum progressio, Laborem
exercens, Solicitudo rei socialis, entre otros documentos. Dar doctrina,
enseñar donde está la justicia y señalar los límites de la moral; recordar la
prioridad del hombre sobre el trabajo, el derecho a un puesto en el tajo común,
animar a la revisión de comportamientos abusivos y atentatorios contra la
dignidad humana... es su cometido para bien de toda la humanidad; y son
principios aplicables al campo y a la industria, al comercio y a la
universidad, a la labor manual y a la alta investigación científica, es decir,
a todo el variadísimo campo donde se desarrolle la actividad humana.
Nada más natural que fuera el titular de la nueva fiesta
cristiana José, esposo de María y padre en funciones de Jesús, el trabajador
que no lo tuvo nada fácil a pesar de la nobilísima misión recibida de Dios para
la Salvación definitiva y completa de todo hombre; es uno más del pueblo, el
trabajador nato que entendió de carencias, supo de estrecheces en su familia y
las llevó con dignidad, sufrió emigración forzada, conoció el cansancio del
cuerpo por su esfuerzo, sacó adelante su responsabilidad familiar; es decir,
vivió como vive cualquier trabajador y probablemente tuvo dificultades
laborales mayores que muchos de ellos; se le conoce en su tiempo como José «el
artesano» y a Jesús se le da el nombre descriptivo de «el hijo del artesano».
Y, por si fuera poco, los designios de Dios cubrían todo su compromiso.
Fiesta sugiere honra a Dios, descanso y regocijo. Pues,
ánimo. Honremos a Dios santificando el trabajo diario con el que nos ganamos el
pan, descansemos hoy de la labor y disfrutemos la alegría que conlleva
compartir lo nuestro con los demás.
Fuente: Catholic.net
Nuevo video
Hay un nuevo video subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.
Pensamientos sanadores
María y José, maestros de tu vida
Con frecuencia he oído a algunas personas hablar sobre la
escuela de la vida. ¿A qué se refieren los que usan esta expresión? Puedo decir
lo que yo creo: que cada día es único y está formado por una infinidad de
vivencias interiores y exteriores. También son diferentes las reacciones y el
modo de actuar ante estas situaciones de vida. En este sentido, cada día puede
ser un aprendizaje, si lo vivimos despiertos, con una conciencia atenta para
evaluar correctamente cada una de esas pequeñas vivencias cotidianas.
Yo me animo a decir que el creyente que se adentra en la
escuela de la vida, teniendo a la Virgen María como maestra y a San José como
modelo, aprende mucho más fácilmente y pasa los exámenes y las pruebas de la
vida con una calificación excelente.
El Señor cuida el
camino de los justos, pero el camino de los malvados termina mal. Salmo 1, 6.
Mayo, mes de María
"Nuestra Señora -decía Teresa de Calcuta- me acompaña
en todos los viajes; la llamo mi Compañera desde que un día, en Berhampur, le
dije al capellán de las Hermanas que me regalase una imagen de María Milagrosa
con las manos abiertas, derramando gracias sobre el mundo. Aceptó encantado,
embaló la imagen y la llevó a la estación. Era una imagen muy grande, casi de
tamaño natural, así que el jefe de estación quería que la facturase y pagase la
correspondiente tarifa. Pero yo tenía un pase en los ferrocarriles para mí y
una compañera, así que le dije: "ésta es mi compañera..." y me dejó
viajar con la imagen sin pagar nada por ello. Desde entonces, la Virgen me
acompaña siempre en mis desplazamientos. Nunca viajo sola"
Es ahora cuando puedes hablar con Santa María. Si quieres
puedes empezar diciéndole lo escrito a continuación; luego comenta algo más con
Ella.
María, siempre, pero de modo muy especial en este mes de
mayo, necesito que me acompañes, que estés conmigo todo el día. Me gustaría
darme más cuenta de que realmente te tengo a mi lado en todo momento; aprovecharé
-si me ayudas- cada imagen tuya que vea para decirte algo, recordarlo y contar
contigo. Gracias, "Compañera".
Texto del P. José Pedro Manglano Castellary
Tomado del Web Católico de Javier
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el
cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno,
así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu
Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las
familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Hoy especialmente pedimos para que a nadie le falte un TRABAJO digno.
Pedimos oración por la salud del niño Andrew J. que tiene
11 años de edad y pronto será operado del corazón en USA para que Dios junto
con su hijo Nuestro Señor Jesucristo, guie las manos de los doctores y todo
resulte bien, mientras que María, nuestra Madre en cuyo mes estamos, vela por
la mamá del pequeño, Jacqueline, para que encuentre consuelo y fe en estos días
tan difíciles.
Pedimos oración por César Augusto A. M., que vive en el
interior de Guatemala, al que han diagnosticado cáncer en los pulmones,
confiando en la Voluntad del Señor que será lo mejor para él y su familia.
Pedimos oración por Luis Fernando, que vive en Colombia y
tiene cáncer de próstata, para que el Señor lo ayude, dándole fortaleza física
y espiritual para pasar la prueba que le ha puesto en el camino.
Pedimos oración
por Raymundo G. quien vive en El Salvador y padece diabetes, se encuentra esperando la donación de un riñón
para ser trasplantado. También pedimos por Blanca C., de New York quien tiene
problemas de dolor en una pierna. También
por la salud de Margarita O. y por Kelly para que pueda conseguir un buen
trabajo donde pueda ejercer su profesión, ellas viven en El Salvador.
Pedimos oración por Lisa G. que vive en Texas, USA, y hoy
será operada de un tumor en el cerebro. Que el Señor la acompañe y guíe las
manos de los cirujanos para que todo resulte favorable.
Pedimos oración por un matrimonio de Rosario, Argentina:
Pedro, 55 años, internado por probable intoxicación con herbicida; y Nora
(50) con posible leucemia. Que el Señor Resucitado les conceda a ambos la
gracia de la recuperación de la salud.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo
ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Enviar los pedidos de oración a pequesemillitas@gmail.com
Estadísticas de los Blogs
El siguiente es un cuadro estadístico demostrativo de la
cantidad de visitas registradas en los dos blogs que llevamos adelante en
internet: "Pequeñas Semillitas" y "Juan Pablo II
inolvidable". Esta información se publica el primer día de cada mes.
Debe recordarse que las visitas se cuentan desde el
inicio de cada uno de ellos que ha sido en fechas distintas:
• "PEQUEÑAS SEMILLITAS" desde el 1º de Marzo de 2007.
"Intimidad Divina"
La esclava del Señor
Todos los maravillosos efectos que la gracia produce en
nuestra alma se realizaron en María con una plenitud, un realce, una fuerza y
un realismo totalmente particulares. Si toda alma en gracia es hija adoptiva de
Dios y templo del Espíritu Santo, la Virgen lo es por excelencia y en el modo
más perfecto, porque la Trinidad se entregó a ella en el grado más alto que
puede consentir la naturaleza en una simple criatura. En efecto, María “está
enriquecida con la suma prerrogativa y dignidad de ser la Madre de Dios y, por
tanto, la hija predilecta del Padre y el sagrario del Espíritu Santo, con un
don de gracia tan eximia, antecede con mucho a todas las criaturas celestiales
y terrenas” (LG 53). Querida y escogida por Dios desde toda la eternidad para
ser Madre de su Hijo, María ocupa el primer puesto entre los que el Padre
“eligió en Cristo antes de la constitución del mundo para que fuesen santos e
inmaculados ante él” (Ef 1, 4).
María vivió la filiación divina con un sentido
profundísimo de humilde dependencia, de amorosa conformidad con el querer
divino. El más hermoso testimonio de estas disposiciones es su respuesta al
mensaje del ángel: “He aquí la esclava del Señor” (Lc 1, 38). María es
consciente de su posición de criatura en el orden al Creador y aunque Dios la
haya elevado a tan alta dignidad, no encuentra nada más propio para sintetizar
y expresar sus relaciones con el Señor que declararse su “esclava”; palabra que
expresa magníficamente la actitud interior de la Virgen para con Dios: una
actitud no transitoria, sino permanente y habitual en todos los momentos y
acciones de su vida, semejante a la de Jesús, que, al entrar en este mundo,
dijo: “Heme aquí que vengo para hacer, ¡oh Dios!, tu voluntad” (Hb 10, 7).
Del mismo modo, María que había de ser la imagen más fiel
de Cristo, se ofrece a la voluntad del Padre celestial, diciendo: “He aquí la
esclava del Señor; se cumpla en mí según tu palabra” (Lc 1, 38). Y fiel a su
ofrecimiento, María aceptará incondicionalmente cualquier deseo manifiesto de
la voluntad de Dios… Estamos ciertos de que en toda circunstancia, en todo
momento, las disposiciones interiores de María fueron las mismas del día de la
Anunciación: “He aquí la esclava del Señor”. Este es el ejemplo y la lección
que nos da María: una dependencia humilde de Dios, una fidelidad absoluta a su
voluntad, y una perseverancia invencible en la vocación, a pesar de las
dificultades y sacrificios que podamos encontrar en nuestro camino.
¡Oh María, Virgen
purísima y Madre fecundísima!... tú desde la eternidad estabas presente en la
mirada divina… Verdaderamente, tú estabas delante de Dios increada, antes de la
creación, como después mereciste ser creada. Y por eso en el principio, cuando
todas las cosas debían ser creadas, gozabas ya de gran excelencia delante de
Dios, causándole grandísima complacencia. En efecto, el Padre gozaba por las
obras fructuosas que habrías de cumplir con su ayuda; el Hijo, por tu virtuosa
constancia; y el Espíritu Santo, por tu humilde obediencia. Pero el gozo del
Hijo del Espíritu Santo estaba también en el Padre; y el del Hijo era
igualmente el gozo del Padre y del Espíritu; y el gozo del Espíritu Santo era,
ni más ni menos, el gozo del Padre y del Hijo. Y como por ti gozaban todos de
un mismo gozo, también por ti sentían un mismo amor. (Santa Brígida de Suecia,
Las celestes revelaciones)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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