miércoles, 1 de febrero de 2012

Pequeñas Semillitas 1610

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1610 ~ Miércoles 1° de Febrero de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Hola…
Para ser un "hombre plenamente humanizado", el hombre debe buscar un camino seguro, el camino del propio crecimiento debe estar orientado hacia su destino. Su destino NO es la PERFECCIÓN, sino el DESARROLLO de sí mismo, hacia la felicidad, el servicio y el amor.
La perfección es Dios. Dios es nuestro origen. Dios es la felicidad y el amor, Dios es nuestro camino, la verdad y la vida!!!
Vamos a servirlo!!!


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen. Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: «¿De dónde le viene esto?, y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?». Y se escandalizaban a causa de Él. Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio». Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos. Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando.
(Mc 6,1-6)

Comentario
Hoy el Evangelio nos muestra cómo Jesús va a la sinagoga de Nazaret, el pueblo donde se había criado. El sábado es el día dedicado al Señor y los judíos se reúnen para escuchar la Palabra de Dios. Jesús va cada sábado a la sinagoga y allí enseña, no como los escribas y fariseos, sino como quien tiene autoridad (cf. Mc 1,22).
Dios nos habla también hoy mediante la Escritura. En la sinagoga se leen las Escrituras y, después, uno de los entendidos se ocupaba de comentarlas, mostrando su sentido y el mensaje que Dios quiere transmitir a través de ellas. Se atribuye a san Agustín la siguiente reflexión: «Así como en la oración nosotros hablamos con Dios, en la lectura es Dios quien nos habla».
El hecho de que Jesús, Hijo de Dios, sea conocido entre sus conciudadanos por su trabajo, nos ofrece una perspectiva insospechada para nuestra vida ordinaria. El trabajo profesional de cada uno de nosotros es medio de encuentro con Dios y, por tanto, realidad santificable y santificadora. Con palabras de san Josemaría Escrivá: «Vuestra vocación humana es parte, y parte importante, de vuestra vocación divina. Ésta es la razón por la cual os tenéis que santificar, contribuyendo al mismo tiempo a la santificación de los demás, de vuestros iguales, precisamente santificando vuestro trabajo y vuestro ambiente: esa profesión u oficio que llena vuestros días, que da fisonomía peculiar a vuestra personalidad humana, que es vuestra manera de estar en el mundo; ese hogar, esa familia vuestra; y esa nación, en que habéis nacido y a la que amáis».
Acaba el pasaje del Evangelio diciendo que Jesús «no podía hacer allí ningún milagro (...). Y se maravilló de su falta de fe» (Mc 6,5-6). También hoy el Señor nos pide más fe en Él para realizar cosas que superan nuestras posibilidades humanas. Los milagros manifiestan el poder de Dios y la necesidad que tenemos de Él en nuestra vida de cada día.
Rev. D. Miquel MASATS i Roca (Girona, España)


Santoral Católico:
Santa Brígida de Irlanda


Parece una contradicción, pero a pesar de su gran fama que la hace pasar por la santa más conocida de Irlanda y de estar unidos a su figura gran cantidad de elementos festivos y folclóricos se conocen muy pocos hechos históricos sobre su vida.

Fue Cogitosus que vivió del 620 al 680 su primer biógrafo, pero -lastimosamente- poco escribe acerca de la vida terrena de la santa; su escrito se pierde en descripciones sociales y religiosas en torno al monasterio de Kindale, probablemente mixto y con jurisdicción quasi-episcopal, fundado por Brígida. También existen himnos y poemas irlandeses de los siglos VII y VIII que en sí mismos testimonian el culto que se tributaba a la santa irlandesa.

Un poco más adelante, el obispo de Fiésole, Donatus, a mitad del siglo IX, escribe su vida en verso y este debió ser el vehículo de la rápida difusión de su culto por Europa. Pero de esta carencia de datos que impiden el diseño de un perfil hagiográfico completo; la religiosidad popular y el calor de las gentes por su santa ha suplido con creces la grandeza de su vida fiel al Evangelio y entregada a su vocación religiosa.

Del hecho de pertenecer Brígida a una tribu inferior en su tiempo, concretamente la de Forthairt, la fantasía la hace nacer del fruto de la unión -extraña al matrimonio- de su padre, Duptaco, con una bellísima esclava, con todos los problemas que esto produce en el entorno familiar legítimo, desde el disgusto de la esposa hasta la proposición de su venta. Claro que de esto se sacará la noble lección de que Dios puede tener planes insospechados para los espúreos inculpables que pueden llegar a las cimas más altas de la santidad y dejar tras de sí una estela de bien para la gente.

Heredada la extrahermosura de su madre, para no ser ocasión de pecado y no ser ya más pedida en matrimonio, pide a Dios que la haga fea. ¿Para qué quiere la hermosura quien sólo piensa en Dios? Ha decidido entrar en religión. Derrama lágrimas abundantes y son escuchados sus ruegos con un reventón del ojo; por este favor da gracias a Dios que luego le devuelve todo su esplendor. La lección está clara: quien posee al Amor desprecia lo que a tantas vuelve locas y vanas para alcanzar un amor.

También los pobres están presentes en el relato; no podría concebirse santidad sin caridad. Y ahora es la vaca su cómplice; nunca se secaron las ubres, una y otra vez ordeñadas por Brígida, cuando había que remediar a un menesteroso. La vaca ha quedado presente, como emblema, en las representaciones pictóricas de los artistas, junto a la imagen de la santa.

Y aún hay más; sí, son inagotables los relatos de bondades. Se habla de leprosos curados y de monjas tibias descubiertas; la muda Doria comienza a hablar y termina sus días como religiosa en el convento; frustra asesinatos; da vista a ciegos y... como expresión del estilo de un pueblo ¡convierte el agua de su baño en cerveza para apagar la sed!

Los himnos, versos, poemas y canciones populares -con sencillez y regocijo- muestran el calor de un pueblo por su santa y dice con sus leyes lo que las de la crítica histórica ni puede ni debe decir.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

La libertad suele ir vestida de harapos;
pero aun así, es muy bella,
más bella que todas las libreas de oro y plata.

Amado Nervo


Tema del día:
Celebrando el Tiempo Ordinario


El Tiempo Ordinario de la Liturgia, ordinario no significa de poca importancia. Ordinario no significa de poca importancia, anodino, insulso, incoloro. Sencillamente, con este nombre se le quiere distinguir de los “tiempos fuertes”, que son el ciclo de Pascua y el de Navidad con su preparación y su prolongación. Es el tiempo más antiguo de la organización del año cristiano. Y además, ocupa la mayor parte del año: 33 ó 34 semanas, de las 52 que hay.

El Tiempo Ordinario tiene su gracia particular que hay que pedir a Dios y buscarla con toda la ilusión de nuestra vida: así como en este Tiempo Ordinario vemos a un Cristo ya maduro, responsable ante la misión que le encomendó su Padre, le vemos crecer en edad, sabiduría y gracia delante de Dios su Padre y de los hombres, le vemos ir y venir, desvivirse por cumplir la Voluntad de su Padre, brindarse a los hombres... así también nosotros en el Tiempo Ordinario debemos buscar crecer y madurar nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor, y sobre todo, cumplir con gozo la Voluntad Santísima de Dios. Esta es la gracia que debemos buscar e implorar de Dios durante estas 33 semanas del Tiempo Ordinario.

Crecer. Crecer. Crecer. El que no crece, se estanca, se enferma y muere. Debemos crecer en nuestras tareas ordinarias: matrimonio, en la vida espiritual, en la vida profesional, en el trabajo, en el estudio, en las relaciones humanas. Debemos crecer también en medio de nuestros sufrimientos, éxitos, fracasos. ¡Cuántas virtudes podemos ejercitar en todo esto! El Tiempo Ordinario se convierte así en un gimnasio auténtico para encontrar a Dios en los acontecimientos diarios, ejercitarnos en virtudes, crecer en santidad...y todo se convierte en tiempo de salvación, en tiempo de gracia de Dios. ¡Todo es gracia para quien está atento y tiene fe y amor!

El espíritu del Tiempo Ordinario queda bien descrito en el prefacio VI dominical de la misa: “En ti vivimos, nos movemos y existimos; y todavía peregrinos en este mundo, no sólo experimentamos las pruebas cotidianas de tu amor, sino que poseemos ya en prenda la vida futura, pues esperamos gozar de la Pascua eterna, porque tenemos las primicias del Espíritu por el que resucitaste a Jesús de entre los muertos”.

Este Tiempo Ordinario se divide como en dos “tandas”. Una primera, desde después de la Epifanía y el bautismo del Señor hasta el comienzo de la Cuaresma. Y la segunda, desde después de Pentecostés hasta el Adviento.

Les invito a aprovechar este Tiempo Ordinario con gran fervor, con esperanza, creciendo en las virtudes teologales. Es tiempo de gracia y salvación. Encontraremos a Dios en cada rincón de nuestro día. Basta tener ojos de fe para descubrirlo, no vivir miopes y encerrados en nuestro egoísmo y problemas. Dios va a pasar por nuestro camino. Y durante este tiempo miremos a ese Cristo apóstol, que desde temprano ora a su Padre, y después durante el día se desvive llevando la salvación a todos, terminando el día rendido a los pies de su Padre, que le consuela y le llena de su infinito amor, de ese amor que al día siguiente nos comunicará a raudales. Si no nos entusiasmamos con el Cristo apóstol, lleno de fuerza, de amor y vigor... ¿Con quién nos entusiasmaremos?

Cristo, déjanos acompañarte durante este Tiempo Ordinario, para que aprendamos de ti a cómo comportarnos con tu Padre, con los demás, con los acontecimientos prósperos o adversos de la vida. Vamos contigo, ¿a quién temeremos? Queremos ser santos para santificar y elevar a nuestro mundo.

Autor: P. Antonio Rivero, L.C.
Fuente: Catholic.net


Pensamientos sanadores


Hoy pídele a Dios aprender a disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas.

Debemos aprender a estar satisfechos con nosotros mismos y con nuestras vidas.
Para muchas personas, las manzanas del huerto del vecino son más hermosas y sabrosas que las del propio jardín.
El pensamiento de que aquello que son o que tienen los demás supera lo tuyo es fruto de una fantasía que te impide disfrutar de los frutos del jardín que Dios ha sembrado en tu propia vida.
¿Sabes qué? El jardín de tu vida es único, aprende a disfrutar de él.
Cuando comiences a alabar a Dios por las manzanas de tu jardín, verás como éstas empezarán a crecer más rápidamente y, entonces, te darás cuenta de que ellas eran más dulces y bellas de lo que te parecían.

Si eres sabio, lo eres para ti; si eres insolente, tú sólo lo sufrirás. Proverbios 9, 12.


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio. Agregamos también un pedido especial por los niños todavía no nacidos y en peligro de ser abortados y para que el Señor guarde en su seno a los que desgraciadamente ya lo fueron.

Pedimos oración por el alma de Elisardo Raúl, de quien dentro de dos días se cumplirá un año más de su partida a la casa del Padre.

Pedimos oración por una familia de Olavarría, Argentina, (Dios conoce los nombres de cada uno de ellos), donde el padre ha sido diagnosticado con leucemia; la madre fue atropellada por un automóvil cuyo conductor huyó y le produjo múltiples fracturas; y sus hijos fueron asaltados en el negocio que atienden. Por todos ellos rogamos a Jesús Misericordioso que los proteja, que los levantes de sus caídas y les permita retomar poco a poco su vida normal.

Pedimos oración por la señora Yolanda, de 57 años de edad, que vive en Guatemala y que está afectada de problemas cardíacos, ha sufrido dos infartos y le harán un cateterismo para destapar sus arterias coronarias. La ponemos con mucha fe en las manos del Señor, para que según sea Su santa voluntad, le conceda la gracia de poder recuperarse.

Pedimos oración por la salud de Gerardo, de Rosario, Argentina, que fue asaltado y baleado siendo su estado delicado. Que el Señor lo toque con su mano sanadora para que pronto esté recuperado.

Sumamos a estos pedidos de oración, todos los que sean dejados por los lectores en nuestro muro de Facebook.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración.


"Intimidad Divina"


Cristo, nuestro todo

Jesús es el Camino, es el que ha venido a tomar al hombre de la mano para volverlo a la casa paterna. Es la fuente de vida porque ha merecido la gracia y continúa ahora dispensándola a sus fieles; es el Maestro que enseña el camino para ir a Dios; es el modelo que muestra con su ejemplo cómo se ha de vivir como hijos de Dios. Y habiendo hecho a los hombres partícipes de la vida divina que Él posee, los ha hecho dignos de ser readmitidos a la intimidad de la familia de Dios. “Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios” (Ef 2, 19).

En su última oración, como resumiendo la obra redentora, Jesús dice al Padre: “Yo les he dado la gloria que Tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno” (Jn 17, 22). Jesús da parte a los hombres en su gloria de Hijo de Dios haciéndoles, por gracia, hijos del Altísimo. Jesús da a los hombres parte en todo lo que posee: en su gloria de Hijo de Dios, en su vida divina, en los secretos del Padre y hasta en el amor con que el Padre le ama. En Él encuentra el hombre todo lo que puede desear y todo lo que necesita para su salvación, su santificación y su vida de unión con Dios.

Jesús es también nuestra meta… a la que debemos tender con la fe, el amor y el servicio generoso y constante, para luego poder gozarle eternamente en el cielo junto con el Padre y el Espíritu Santo. En Jesús, pues, encuentra el hombre a un mismo tiempo a su Mediador y a su Dios. Ir a Jesús es ir al Verbo, e ir al Verbo es ir al Padre y al Espíritu Santo, o sea, a la Santísima Trinidad. El Concilio Vaticano II declara: “Todos los hombres están llamados a esta unión con Cristo, luz del mundo, de quien procedemos, por quien vivimos y hacia quien caminamos” (LG 31).

¡Oh Señor! ¿No dices que eres el camino? ¿No dices también que eres la luz y que ninguno puede ir al Padre sino por ti? Perdida tu guía, ¡oh buen Jesús! No se acertará el camino. Sin Vos, ¿Qué soy yo Señor? Si no estoy junto a vos, ¿qué valgo? Si me desvío un poquito de Vuestra Majestad ¿dónde voy a parar? ¡Oh Señor mío, y misericordia mía y bien mío! Y ¿qué mayor le quiero yo en esta vida que estar tan junto a Vos, que no haya división entre Vos y mi? Con esta compañía ¿qué se puede hacer dificultoso? ¿Qué no se puede emprender por Vos teniéndoos tan junto…? No volveré las espaldas jamás con vuestro favor y ayuda… Pues de aquí en adelante, Señor, quiérome olvidar de mi y mirar sólo en qué os puedo servir y no tener voluntad sino la vuestra. (Santa Teresa de Jesús, Conceptos)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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