sábado, 11 de febrero de 2012

Pequeñas Semillitas 1620

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1620 ~ Sábado 11 de Febrero de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Hola…
Hoy estamos de fiesta. Hoy celebramos a la más amada… Hoy estamos festejando a nuestra Madre, la Santísima Virgen, en su advocación de Lourdes. Además de haberla proclamado Patrona de “Pequeñas Semillitas”, tenemos muchos motivos para estar felices en su día y dedicarle nuestra edición de hoy, que es apenas un mínimo reflejo de lo enormemente más trascendente que es la intención de dedicarle a Ella toda nuestra vida.
Y, como la Virgen de Lourdes es la gran intercesora por los enfermos, hoy se celebra también la Jornada Mundial por los Enfermos que fue instituida el 13 de mayo de 1992 por el querido Papa Juan Pablo II. Por ese motivo incluimos en esta edición una carta dirigida a un enfermo, escrita por el sacerdote salesiano Martín Ponce de León SDB y que nos fue acercada por otro querido discípulo de Don Bosco como es el Padre "Lucho" Félix Bruno SDB.
Jesucristo es el mayor ejemplo que tenemos para saber cómo afrontar las durezas de la enfermedad… Él sufrió hasta el extremo en la cruz por amor a nosotros. Y esta es la clave: el AMOR. En este día tan especial, tenemos que ponernos la meta de hacer que crezca el amor en nuestros corazones. Amor por la Santísima Virgen, nuestra Madre, nuestra intercesora y abogada permanente en el cielo... Amor por nuestros enfermos, hermanos que sufren por distintas causas, como algún día todos tendremos que sufrir, para crecer espiritualmente y poder ofrecernos a Dios en comunión con Cristo.
Pidamos entonces a María de Lourdes, en este día, que nos acompañe, que nos proteja y que nos fortalezca con la gracia de su Hijo, para que transitemos junto a Ella los caminos de esta vida buscando siempre llegar a Jesús, y uno de los mejores caminos para lograrlo es amar a nuestros hermanos y atenderlos en sus necesidades.


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, habiendo de nuevo mucha gente con Jesús y no teniendo qué comer, Él llama a sus discípulos y les dice: «Siento compasión de esta gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. Si los despido en ayunas a sus casas, desfallecerán en el camino, y algunos de ellos han venido de lejos». Sus discípulos le respondieron: «¿Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto?». Él les preguntaba: «¿Cuántos panes tenéis?». Ellos le respondieron: «Siete».
Entonces Él mandó a la gente acomodarse sobre la tierra y, tomando los siete panes y dando gracias, los partió e iba dándolos a sus discípulos para que los sirvieran, y ellos los sirvieron a la gente. Tenían también unos pocos pececillos. Y, pronunciando la bendición sobre ellos, mandó que también los sirvieran. Comieron y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes siete espuertas. Fueron unos cuatro mil; y Jesús los despidió. Subió a continuación a la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.
(Mc 8,1-10)

Comentario
Hoy, tiempo de inclemencia y desasosiego, también Jesús nos llama para decirnos que siente «compasión de esta gente» (Mc 8,2). Hoy, con la paz en crisis, puede abundar el miedo, la apatía, el recurso a la banalidad y a la evasión: «No tienen qué comer».
¿A quién llama el Señor? Dice el texto: «A sus discípulos» (Mc 8,1), es decir, me llama a mí, para no despedirlos en ayunas, para darles algo. Jesús se ha compadecido —esta vez en tierra de paganos— porque también tienen hambre.
¡Ah!, y nosotros —refugiados en nuestro pequeño mundo— decimos que nada podemos hacer. «¿Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto?» (Mc 8,4). ¿De dónde sacaremos una palabra de esperanza cierta y firme, sabiendo que el Señor estará con nosotros cada día hasta el fin de los tiempos? ¿Cómo decir a los creyentes y a los incrédulos que la violencia y la muerte no son solución?
Hoy, el Señor nos pregunta, simplemente, cuántos panes tenemos. Los que sean, ésos necesita. El texto dice «siete», símbolo para paganos, como doce era símbolo para el pueblo judío. El Señor quiere llegar a todos —por eso la Iglesia se quiere reconocer a sí misma desde su catolicidad— y pide tu ayuda. Dale tu oración: ¡es un pan! Dale tu Eucaristía vivida: ¡es otro pan! Dale tu decisión por la reconciliación con los tuyos, con los que te han ofendido: ¡es otro pan! Dale tu reconciliación sacramental con la Iglesia: ¡es otro pan! Dale tu pequeño sacrificio, tu ayuno, tu solidaridad: ¡es otro pan! Dale tu amor a su Palabra, que te da consuelo y fuerza: ¡es otro pan! Dale, en fin, lo que Él te pida, aunque creas que sólo es un poco de pan.
Como nos dice san Gregorio de Nisa, «el que parte su pan con los pobres se constituye en parte de aquél que, por nosotros, quiso ser pobre. Pobre fue el Señor, no temas la pobreza».
Rev. D. Carles ELÍAS i Cao (Barcelona, España)


Santoral Católico:
Nuestra Señora de Lourdes


Memoria de la Bienaventurada Virgen María de Lourdes. Cuatro años después de la proclamación de su Inmaculada Concepción, la Santísima Virgen se apareció en repetidas ocasiones a la humilde joven santa María Bernarda Soubirous en los montes Pirineos, junto al río Gave, en la gruta de Massabielle, de la población de Lourdes, y desde entonces aquel lugar es frecuentado por muchos cristianos, que acuden devotamente a rezar.

Bernardita de Soubirous fue la elegida por Dios para ser testigo y mensajera de tan extraordinaria iniciativa del Creador. La Madre de Jesús, nuestra Madre también, supo como siempre enamorar a las multitudes y convocar a los pueblos de las naciones alrededor de la majestuosa imagen que de Ella se difundió.

Lourdes ha sido fuente de sanación física para mucha gente, y quizás ha sido este el milagro más visible que Dios ha realizado para confirmar y sostener la fe en la obra. Pero sin dudas que la sanación espiritual, la conversión de las almas, ha sido el fruto más extraordinario que las generaciones han manifestado como evidencia de la potencia de los actos de Dios en esta tierra.

Bernardita fue también instrumento de confirmación del Dogma de la Inmaculada Concepción, para alegría de los que amamos la pureza de María, reconocida de este modo en las propias palabras de la Reina del Cielo: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. Hoy, después de más de150 años, las palabras de María resuenan en nuestros oídos con la misma fuerza, como un cristal puro que resuena y sacude con su timbre los tímpanos del mundo.

Gloria a Dios por Su Amor manifestado en regalo tan extraordinario. Nuestra Señora de Lourdes renueve nuestros corazones y nuestras mentes, para que emerja sonriente y esplendorosa nuestra propia conversión.

Para leer con más detalle sobre la aparición de Nuestra Señora de Lourdes el 11 de febrero de 1858, hacer clic acá

Para entrar al sitio oficial de Lourdes, clic acá


Palabras del Beato Juan Pablo II

«Los enfermos y los que sufren están en el mismo centro del Evangelio. Predicamos a Cristo crucificado, lo que significa que predicamos una fuerza que surge de la debilidad. Cuando los enfermos están unidos con Cristo, la fuerza de Dios entra en sus vidas hasta tocar el mundo. El sufrimiento humano puede mostrar la bondad de Dios. La experiencia del sufrimiento desanima y deprime a mucha gente, pero en las vidas de otros puede crear una nueva profundidad de humanidad: puede traer nueva fuerza y nueva intuición. El camino para comprender este misterio es nuestra fe»
Beato Juan Pablo II


Carta a un enfermo


Estimado Enfermo:

Motivan estas líneas el que hoy estamos celebrando el día mundial de oración por ti. Nuestra oración, hoy, la ponemos en las manos de María, Virgen de Lourdes, para que llegue a Dios, nuestro Padre.

Sobradamente sé que tu lucha no es fácil. Sobradamente sé que tu lucha no se resuelve de un día para otro. Luchas con lo que eres ante una enfermedad que afecta parte de ti mismo. Luchas contra tu enfermedad con todas las ayudas que pueden estar a tu alcance. Es una lucha nada sencilla puesto que todas tus ganas simplemente ayudan. En oportunidades esa lucha se vuelve desalentadora ya que no logras ver progresos sino que la luz de tu esperanza se va haciendo más y más débil.

Luchas y te desanimas. Luchas y te cansas. ¡Qué hermoso sería poder afirmar que el fin de la lucha siempre será el triunfo! Nadie en su sano juicio puede asegurar tal cosa. Lo único verdaderamente cierto es que tu lucha debe estar plena de sentido.

Tu lucha te permite unirte, de manera muy intensa, a esos muchos que también hoy luchan. Luchan por un mundo más justo. Luchan por un mundo donde nadie se sepa excluido. Luchan por un mundo más humano y más fraterno. Luchan y se desaniman. Luchan y se cansan. Son iguales a vos.

Ellos utilizan realidades ajenas a ellos para lograr esa transformación. Tú debes utilizar esa realidad que está en vos. Haz oración tu lucha. Vívela con amor y coraje. Vívela como ofrenda por todos esos que luchan contra tantas realidades para revertirlas.

Confíate a María y ella te ayudará a hacer de tu lucha una realidad que te dignifique. Confíate a María y ella te ayudará a que tu lucha no se quede en vos. Ponle a tu enfermedad la dignidad de hacerla razón de los demás. Ponle a tu lucha de cada momento la dignidad de hacerla identidad con tantos.

No pidas lo fácil de un milagro que muchas veces no se concreta. No pidas se cambie, en vos, el designio de Dios. Pide la fuerza para una lucha digna. Pide el coraje para no bajar los brazos. Pide el tesón para que el desánimo no te invada. Pide la generosidad para pensar en los demás. No te quejes por tu suerte ni te abandones a ella. Lucha con esa sonrisa que solamente poseen quienes se descubren siendo útiles. Lucha con ese desinterés de quienes se saben realizándose porque brindándose a los demás.

No tengas miedo de las caídas. Son parte de nuestra realidad y el Padre Dios nos comprende y acepta tal como somos. No te limites a ser solamente una persona con un quebranto de salud. Hacer tal cosa es ayudar a ser un poco más enfermos porque encerrados en nosotros mismos. Haz de tu lucha la razón de una historia más llena de Dios.

Confíate a María. Con ella de la mano lo lograrás. Te sentirás bien porque te descubrirás pleno de seres que esperan tu lucha fiel. Te sentirás útil porque te descubrirás haciendo, desinteresadamente, mucho por los demás. Te sentirás realizado porque aportando para un mundo mejor. Dios no quiere tu enfermedad sino que espera tu lucha realizadora y generosa.

Confíate a María y experimentarás la reconfortante sanidad de saberte persona útil. Confíate a María y sentirás la fuerza necesaria como para hacer que tu lucha sea valedera desde tu enfermedad. Confíate a María y te sabrás viviendo el milagro de Dios que, pese a nuestra fragilidades, nos hace valiosos.  

Padre Martín Ponce de León SDB


Poesía:
Lourdes

 Rincón de cielo en este suelo,
Todo el cuerpo llora en ansias de consuelo
Célica fuente de salud y calma
Y se sonríe el alma.

Como blanca paloma que reposa
Al borde de su nido de amores,
La Virgen de la Gruta, milagrosa
se muestra entre flores.

Floración de los besos de Maria,
Madre Virgen del Dios omnipotente;
La eterna noche se transforma en día
A su ruego clemente.

Por eso cuelgan de la Gruta santa.
Las promesas del triste y del dolor;
Y, en sublime concierto, todo canta
Las gracias del Señor.

Gines Perald


Nuevo video y artículo

Hay un nuevo video subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.

Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:



Pensamientos sanadores


Hoy pide la virtud de la humildad.

La soberbia es una serpiente tan sutil y peligrosa, que ninguna persona en este mundo, está exenta de ser mordida por ella.
Muchos cristianos que comenzaron santamente su camino, tras los pasos del Maestro, cayeron en esta sutil tentación y se desviaron de su senda.
En realidad, la soberbia es hija de la ignorancia, pues quien cae en este vicio ha olvidado que todo lo que tiene le viene del Señor. Por lo cual, cuanto más elevado está uno situado, sea por apellido, fortuna, triunfos profesionales, belleza o virtudes y logros apostólicos, mayor será la necesidad de humildad, para no caer en la tentación de la soberbia.
Principalmente, las personas espirituales son quienes más deben estar vigilantes.
Es necesario velar y estar atentos, recordando lo que decía santa Bernardita: que muchas humillaciones nos dejan un poquito de humildad.

Presérvame, además, del orgullo, para que no me domine; entonces seré irreprochable y me veré libre de ese gran pecado. Salmo 19, 14


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio. Agregamos también un pedido especial por los niños todavía no nacidos y en peligro de ser abortados y para que el Señor guarde en su seno a los que desgraciadamente ya lo fueron.

Pedimos oración por la aparición con vida de la niña María Paula, de sólo 4 años, secuestrada en Huehuetenango, Guatemala, intención que encomendamos al Niño Jesús para que haga que esta pequeña pueda volver a su hogar sana y salva.

Pedimos oración por las necesidades físicas, materiales y espirituales de nuestra amiga Elsa S., de Buenos Aires, Argentina.

Pedimos oración por Tobías Enrique, de 12 años de edad, que hace meses pasó por una cirugía por un tumor canceroso en la cabeza, el cual reapareció y motivó una nueva operación hace unos días. El niño sigue internado en Neuquén, Argentina, y necesita de la mano sanadora de Jesús para poder superar esta difícil situación. Oramos por él.

Pedimos oración por la salud de Vilma Esperanza, guatemalteca residente en Boston, quien padece de cáncer y está con quimioterapia. También pedimos por Alicia, de la misma nacionalidad, afectada desde hace varias semanas de bronquitis. Que la Santísima Virgen de Lourdes, en su día, interceda por ellas para que el Señor les conceda la gracia de la salud.

Sumamos a estos pedidos de oración, todos los que sean dejados por los lectores en nuestro muro de Facebook.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración.


Pedido de oración para mi hija


Como autor de esta página pido disculpas por transmitir este pedido de carácter personal (o familiar) pero siento la necesidad de hacerlo por mi hija Stefanía Lourdes, que con sus 25 años de edad, se va a dentro de diez días a vivir a Münich, Alemania, en busca de los horizontes que ella sueña para su vida.

Los padres tenemos que aceptar que no es que los hijos se van, sino que la vida se los lleva para que realicen sus propios sueños, porque han crecido, el nido de la casa ya no los puede seguir cobijando, sus raíces ya no caben en nuestra maceta, necesitan volar su propio vuelo.

Alguien dijo que los hijos son como navíos que parten a surcar los mares de la vida y a seguir sus propias rutas, dejando el puerto seguro de los padres. Es que los barcos no han sido creados para estar anclados en el puerto… necesitan navegar.

Y aunque a nosotros, los padres, nos cueste lágrimas verlos soltar amarras, debemos dejarlos partir poniéndolos en las manos de Dios y de María.

Por eso pido oraciones para que la Virgen de Lourdes, de la que lleva su nombre, la proteja con su amor y que Jesús, Buen Pastor, la guíe como a una de sus amadas ovejitas para que siempre elija con serenidad e inteligencia los mejores caminos para su vida.

Un favor más:
Pido a los lectores de “Pequeñas Semillitas” que tal vez tengan familiares o personas de su absoluta confianza viviendo en Münich, Alemania, o muy cerca de allí, que pudieran contactarlos conmigo, simplemente como para tener algo así como una red de protección cerca de mi hija por cualquier situación imprevista o necesidad que pudiera tener.


"Intimidad Divina"


La Eucaristía

En la santísima Eucaristía se contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, a saber, Cristo mismo, nuestra Pascua y pan vivo por su carne, que da la vida a los hombres, vivificada y vivificante por el Espíritu Santo. La iniciación cristiana emprendida por el bautismo y la confirmación, se complementa con la Eucaristía que, como alimento divino, nutre y aumenta en los fieles la vida de la gracia, elevándolos a la comunión viva, íntima y personal con Cristo. “Yo soy el pan vivo bajado del cielo –ha dicho Jesús– Si uno come de este pan vivirá para siempre; y el pan que yo les voy a dar, es mi carne por la vida del mundo… El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él” (Jn 6, 51-56)

No se trata de un símbolo, sino de una realidad, tan verdadera y concreta como misteriosa; la sustancia del pan y del vino se cambian en la sustancia del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Así como la vida natural tiene su comida para crecimiento y sustento del cuerpo, así la vida de la gracia tiene su alimento divino: Jesús, pan vivo, “viático para el camino” (GS 38) que alimenta y perfecciona hasta transfigurarla un día en la vida eterna. La Eucaristía tiene una dimensión eclesial, es decir, al unir íntimamente con Cristo al fiel que se nutre de ella y que alimenta en ella la vida de la gracia, perfecciona y conduce al mismo tiempo a plenitud su inserción con el Cuerpo místico de Cristo.

La Eucaristía es el alimento y viático de los individuos y por eso mismo lo es de todo el Pueblo de Dios; y si nutre y fortalece la unión con Cristo, así nutre y fortalece la unión entre los cristianos. La unión con nuestro Señor y la unión entre los fieles es la gracia característica de la Eucaristía, a la cual debe disponerse cada uno para recibirla en plenitud y portarse de modo que sea operante en la vida, poniendo en práctica la comunión con Cristo y con los hermanos.

¡Oh qué misterio de amor, y qué símbolo de la unidad, y qué vínculo de la caridad! Quien quiere vivir sabe dónde está su vida y sabe de dónde le viene la vida. Que se acerque y que crea, y que se incorpore a este cuerpo, para que tenga participación en su vida… Señor, que me embriague con la opulencia que hay en tu casa y dame de beber del torrente de tu delectación. En ti está la fuente de la vida. No en el exterior, fuera de ti, sino dentro, en ti mismo, ahí está la fuente de la vida. Ahí quiero entrar para vivir; no debo creerme suficiente, porque perecería; no quiero saciarme de lo mío, porque me agostaría; quiero aplicar la boca a la fuente misma, donde no falta el agua jamás. (San Agustín)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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