miércoles, 22 de abril de 2009

Pequeñas Semillitas 0702

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0702 ~ Miércoles 22 de Abril de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
Paz, Espíritu, Perdón, Misión, Fe, Vida. Son palabras que Jesús pronuncia y que resumen de modo genial las característica de sus seguidores y seguidoras para los nuevos tiempos de cualquier Nueva Semana.
El centro de la experiencia pascual es el encuentro con Alguien vivo, que nos libera del miedo y del desencanto y nos descubre el camino que conduce a la verdadera paz: la armonía del ser humano consigo mismo y con los demás, con la naturaleza y con Dios.



La Palabra de Dios : Evangelio del día



Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en Él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios. Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.
(Juan 3, 16-21)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos vuelve a invitar a recorrer el camino del apóstol Tomás, que va de la duda a la fe. Nosotros, como Tomás, nos presentamos ante el Señor con nuestras dudas, pero Él viene igualmente a buscarnos: «Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna» (Jn 3,16).
La mañana del día de Pascua, en la primera aparición, Tomás no estaba. «Pasados ocho días», no obstante su rechazo a creer, Tomás se une a los otros discípulos. La indicación está clara: lejos de la comunidad no se conserva la fe. Lejos de los hermanos, la fe no crece, no madura. En la Eucaristía de cada domingo reconocemos su Presencia. Si Tomás muestra la honestidad de su duda es porque el Señor no le concedió inicialmente lo que sí tuvo María Magdalena: no sólo escuchar y ver al Señor, sino tocarlo con sus propias manos. Cristo viene a nuestro encuentro, sobre todo, cuando nos reencontramos con los hermanos y cuando con ellos celebramos la fracción del Pan, es decir, la Eucaristía. Entonces nos invita a “meter la mano en su costado”, es decir, a penetrar en el misterio insondable de su vida.
El paso de la incredulidad a la fe tiene sus etapas. Nuestra conversión a Jesucristo —el paso de la oscuridad a la luz— es un proceso personal, pero necesitamos de la comunidad. En los pasados días de Semana Santa, todos nos sentimos urgidos a seguir a Jesús en su camino hacia la Cruz. Ahora, en pleno tiempo pascual, la Iglesia nos invita a entrar con Él a la vida nueva, con obras hechas según la luz de Dios (cf. Jn 3,21).
También nosotros hemos de sentir hoy personalmente la invitación de Jesús a Tomás: «No seas incrédulo, sino fiel» (Jn 3,21). Nos va la vida en ello, ya que «el que cree en Él, no es juzgado» (Jn 3,18), sino que va a la luz.
Rev. D. Manel Valls i Serra (Barcelona, España)



Santoral Católico

Santos Cayo y Sotero, Papas y Mártires



San Cayo era originario de Dalmacia y pariente del emperador Diocleciano. La violencia de la persecución le obligó a vivir ocho años en las catacumbas. Sus sufrimientos por la fe le merecieron el título de mártir.

San Sotero por su parte sucedió a San Aniceto en la cátedra de San Pedro. Eusebio nos ha conservado una carta en la que San Dionisio, obispo de Corinto alude la paternal bondad del Papa, especialmente con los que habían sufrido por la fe en Cristo. Además, San Dionisio manifiesta que en las iglesias de Corinto se leyó una carta escrita por San Sotero junto con la carta del Papa San Clemente, considerada por algunos autores como la famosa "segunda carta de San Clemente". La Iglesia venera a San Sotero como mártir, pero no existe ningún relato de su martirio.



Pensamiento



"No se puede enseñar nada a un hombre; sólo se le puede ayudar a encontrar la respuesta dentro de sí mismo"
Galileo Galilei


Tema del día :
A María de la Misericordia



Homilía del Siervo de Dios Juan Pablo II del día 19 de agosto de 2002 en el Santuario de Kalwaria Zebrzydowska (Polonia)

Vengo hoy a este Santuario como peregrino, como venía cuando era niño y en edad juvenil. Me presento ante la Virgen de Kalwaria al igual que cuando venía como obispo de Cracovia para encomendarle los problemas de la archidiócesis y de quienes Dios había confiado a mi cuidado pastoral. Vengo aquí y, como entonces, repito: Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia.

(........)

"Ea, pues, Señora, Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María!

Dirige tu mirada, oh Señora de las Gracias, a este pueblo que desde hace siglos permanece fiel a Ti y a tu Hijo.

Dirige la mirada a esta nación, que siempre ha puesto su esperanza en Tu Amor de Madre.

Dirige la mirada a nosotros, esos tus ojos misericordiosos, y obtennos lo que tus hijos más necesitan.

Abre el corazón de los ricos a las necesidades de los pobres y de los que sufren.

Haz que los desempleados encuentren trabajo.

Ayuda a los que se han quedado en la calle a encontrar una vivienda.

Dona a las familias el amor que permite superar todas las dificultades.

Indica a los jóvenes el camino y las perspectivas para el futuro.

Envuelve a los niños con el manto de tu protección, para que no sufran escándalo.

Anima a las comunidades religiosas con la gracia de la fe, de la esperanza y de la caridad.

Haz que los sacerdotes sigan las huellas de tu Hijo dando cada día la vida por las ovejas.

Obtén para los Obispos la luz del Espíritu Santo, para que guíen la Iglesia hacia el Reino de tu Hijo por un camino único y recto.

Madre Santísima, nuestra Señora de Kalwaria, obtén también para mí las fuerzas del cuerpo y del espíritu, para que pueda cumplir hasta el fin la misión que me ha encomendado el Resucitado.

En Ti pongo todos los frutos de mi vida y de mi ministerio; a Ti encomiendo el destino de la Iglesia; a Ti entrego mi nación; en Ti confío y te declaro una vez más:

¡Totus tuus, Maria! Totus tuus. Amén.

Homilía completa en:
http://www.vatican.va:80/holy_father/john_paul_ii/homilies/2002/documents/hf_jp-ii_hom_20020819_kalwaria_sp.html




Poesía



Hoy decidí ser feliz



Si mis pensamientos me hacen feliz o desdichado,
te agradezco Señor, la señal que me has dado...
¡Hoy, decidí ser feliz!

Y empezaré por sonreír, no hay nada como dar
y recibir una sonrisa, la vida no corre tan aprisa
y el corazón se regocija...

Gozaré cada momento del resto de mi vida,
comprendí que la felicidad es un trayecto,
no una meta...

Disfrutaré combinando mi pasado,
mi presente y mi futuro,
me conoceré mejor y limpiaré mi alma con amor...

No tengo límites ni sueños imposibles,
el éxito es sólo recompensa, pero,
¿de qué valdría, si no pongo mi amor y mi conciencia?

Entenderé más a los que amo,
sin intentar cambiarlos;
el afecto verdadero,
no conoce de condiciones ni requisitos...

Sacaré rencores del corazón,
arrepentido y perdonando todo error.
Dios tan grande y poderoso, perdonó...

Avivaré mi fe y mi esperanza,
tendré optimismo,
¡hasta para reírme de mí mismo!

Serviré sin esperar nada y desinteresadamente,
para seguir la felicidad, eternamente...
¡Hoy, decidí ser feliz!


Raúl Felipe



Meditación breve



Es preciso tener fuerza para ser firme, pero es preciso tener coraje para ser gentil.
Es preciso tener fuerza para defenderse, pero es preciso tener coraje para bajar la guardia.
Es preciso tener fuerza para ganar una guerra, pero es preciso tener coraje para rendirse.
Es preciso tener fuerza para estar en lo cierto, pero es preciso coraje para tener duda.
Es preciso fuerza para mantenerse en forma, pero es preciso coraje para mantenerse en pie.
Es preciso tener fuerza para sentir el dolor de un amigo, pero es preciso coraje para sentir los propios dolores.
Es preciso tener fuerza para soportar el abuso, pero es preciso coraje para hacerlo parar.
Es preciso tener fuerza para quedarse solo, pero es preciso tener coraje para pedir apoyo.
Es preciso tener fuerza para amar, pero es preciso tener coraje para ser amado.
Es preciso tener fuerza para sobrevivir, pero es preciso coraje para vivir.

Jorge Bucay
"El camino del encuentro" - Fragmento




Palabras de Juan Pablo II



"La libertad de buscar y decir la verdad es un elemento esencial de la comunicación humana, no sólo en relación con los hechos y la información, sino también y especialmente sobre la naturaleza y destino de la persona humana, respecto a la sociedad y el bien común, respecto a nuestra relación con Dios"



Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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