jueves, 16 de abril de 2009

Pequeñas Semillitas 0696

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0696 ~ Jueves 16 de Abril de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
Jesús va señalando las pistas que conducen a la verdadera felicidad. No es ley ni código ni norma moral, es Evangelio, anuncio gozoso de las actitudes para seguir a Jesús y ser auténticos discípulos. Jesús nos confía su secreto más querido: el corazón del Padre. Escúchalo y síguelo siempre !!!


La Palabra de Dios : Evangelio del día


En aquel tiempo, los discípulos contaron lo que había pasado en el camino y cómo habían conocido a Jesús en la fracción del pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando Él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros». Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. Pero Él les dijo: «¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo». Y, diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: «¿Tenéis aquí algo de comer?». Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. Lo tomó y comió delante de ellos.
Después les dijo: «Éstas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: ‘Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí’». Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, y les dijo: «Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas».
(Lucas 24, 35-48)

Comentario
Hoy, Cristo resucitado saluda a los discípulos, nuevamente, con el deseo de la paz: «La paz con vosotros» (Lc 24,36). Así disipa los temores y presentimientos que los Apóstoles han acumulado durante los días de pasión y de soledad.
Él no es un fantasma, es totalmente real, pero, a veces, el miedo en nuestra vida va tomando cuerpo como si fuese la única realidad. En ocasiones es la falta de fe y de vida interior lo que va cambiando las cosas: el miedo pasa a ser la realidad y Cristo se desdibuja de nuestra vida. En cambio, la presencia de Cristo en la vida del cristiano aleja las dudas, ilumina nuestra existencia, especialmente los rincones que ninguna explicación humana puede esclarecer. San Gregorio Nacianceno nos exhorta: «Debiéramos avergonzarnos al prescindir del saludo de la paz, que el Señor nos dejó cuando iba a salir del mundo. La paz es un nombre y una cosa sabrosa, que sabemos proviene de Dios, según dice el Apóstol a los filipenses: ‘La paz de Dios’; y que es de Dios lo muestra también cuando dice a los efesios: ‘Él es nuestra paz’».
La resurrección de Cristo es lo que da sentido a todas las vicisitudes y sentimientos, lo que nos ayuda a recobrar la calma y a serenarnos en las tinieblas de nuestra vida. Las otras pequeñas luces que encontramos en la vida sólo tienen sentido en esta Luz.
«Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí...»: nuevamente les «abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras» (Lc 24,44-45), como ya lo había hecho con los discípulos de Emaús. También quiere el Señor abrirnos a nosotros el sentido de las Escrituras para nuestra vida; desea transformar nuestro pobre corazón en un corazón que sea también ardiente, como el suyo: con la explicación de la Escritura y la fracción del Pan, la Eucaristía. En otras palabras: la tarea del cristiano es ir viendo cómo su historia Él la quiere convertir en historia de salvación.
Rev. D. Joan Carles Montserrat i Pulido (Sabadell-Barcelona, España)


Santoral Católico

Santa Bernardita Soubirous



El 11 de febrero, fiesta de la Santísima Virgen de Lourdes, nos recuerda las apariciones de la Virgen a una niña de 14 años que no sabía ni leer ni escribir, pero que rezaba todos los días el rosario, Bernardita Soubirous. Nació en Lourdes en 1844 de padres muy pobres. Por medio de ella la Virgen hizo surgir la prodigiosa fuente del milagro, a la cual acuden peregrinos de todo el mundo para reavivar su fe y su esperanza. Muchos regresan de Lourdes curados también en su cuerpo. La Virgen, durante la segunda aparición, le dijo: “No te prometo hacerte feliz en este mundo, pero sí en el otro”.

A pesar de haber sido dócil instrumento para extender la devoción a la Inmaculada, Bernardita no se contaminó con la gloria humana. El día que el obispo de Lourdes, ante 50.000 peregrinos, colocó la estatua de la Virgen sobre la roca de Massabielle, Bernardita tuvo que permanecer en su celda, víctima de un ataque de asma. Y cuando el dolor físico se hacía más insoportable, suspiraba: “No, no busco alivio, sino sólo la fuerza y la paciencia”. Su breve existencia transcurrió en la humilde aceptación del sufrimiento físico como generosa respuesta a la invitación de la Inmaculada para pagar con la penitencia el rescate de tantas almas que viven prisioneras del mal.

Mientras junto a la gruta de las apariciones se estaba construyendo un grande santuario para acoger a los numerosos peregrinos y enfermos en busca de alivio, Bernardita pareció desaparecer en la sombra. Pasó seis años en el instituto de Lourdes, de las Hermanas de la Caridad de Nevers, y en el que después fue admitida como novicia. Su entrada se demoró debido a su delicada salud. En la profesión tomó el nombre de Sor María Bernarda. Durante los quince años de vida conventual no conoció sino el privilegio del sufrimiento. Las mismas superioras la trataban con indiferencia, por un designio providencial que les impide a las almas elegidas la comprensión y a menudo hasta la benevolencia de las almas mediocres. Al principio fue enfermera dentro del convento, después sacristana, hasta cuando la enfermedad la obligó a permanecer en la cama, durante nueve años, siempre entre la vida y la muerte.

A quien la animaba le contestaba con la radiante sonrisa de los momentos de felicidad cuando estaba a la presencia de la blanca Señora de Lourdes: “María es tan bella que quienes la ven querrían morir para volver a verla”. Bernardita, la humilde pastorcita que pudo contemplar con sus propios ojos a la Virgen Inmaculada, murió el 16 de abril de 1879.

Fue beatificada el año 1935 y el Papa Pío XI la elevó al honor de los altares el 8 de diciembre de 1933. En Francia se la festeja el 18 de febrero




Pensamiento


"Enfrentemos nuestros obstáculos y hagamos algo con ellos. Descubriremos que no son la mitad de difíciles que pensamos que eran"
Norman Vincent Peale



Tema del día : Alas para volar



¿Sentimos temor por el futuro? ¿Estamos todavía tratando de salir de ese pantano? ¿Estamos agotados? ¿Equivocamos el camino y estamos perdidos en la oscuridad? ¿Deseamos que la vida ponga su punto final ahora? ¿Por qué?

El dolor puede ser enorme, la tristeza profunda, lo sucedido inolvidable… ¿Y si todo cambia? ¿Y si de pronto nos encontramos ayudando a otros a salir del pantano?

No hay ningún pájaro que haya volado toda su vida sobre un oasis o sobre un manantial... No.
Todos sienten en un momento deseos de no seguir.
Todos se enfrentan a grandes tormentas, a fuertes vientos que sacuden su vida entera.
Todos alguna vez se sienten ahogados por haber caído en tierras pantanosas...
Pero sin embargo sacuden sus alas aún hasta en sus últimos minutos con la esperanza de seguir y por sobre todo de volver a volar...

Extendamos nosotros también nuestras alas... Tengamos esperanza, apostemos a la vida, miremos el horizonte y solo giremos la cabeza para decir adiós a todo aquello que nos hizo perder nuestras ganas de seguir volando hacia el infinito.

Graciela Defilippis


Meditación breve



Cuenta una anécdota que un cristiano, que amaba mucho a la Virgen, todos los días hacía su visita puntual y breve a su altar pero que, su vida, tenía dos dimensiones muy distintas: era tremendamente fervoroso y doloroso cuando se encontraba frente a la imagen mariana pero... era, por oposición y contraste, indiferente y distante con aquellas personas y situaciones que en el día a día requerían su apoyo, consejo, ayuda, etc.
Un día, como todas las mañanas lo hacía, se acercó hasta la iglesia a la misma hora y con la misma fe. Y, cual fue su sorpresa, descubrió estupefacto que la imagen de la Virgen había desaparecido y que, en su lugar, había una nota escrita con mano celestial que decía: “estoy en la calle ayudando a uno que no puede llevar su cruz... si quieres puedes venir a verme y... de paso, me ayudas”.



Pedidos de oración



Pedimos oración por el joven Ricardo R. que vive en Guayama, Puerto Rico, para que Nuestro Señor Jesucristo lo libre de las drogas y lo lleve al camino recto para que sea un padre ejemplar. Nos unimos a este pedido de su mamá Luz Delia confiando en el poder de la oración.



Nuestra lectora Milena M. nos escribe desde Perú y nos pide oraciones por su amiga Katya O. para que Dios en su infinita bondad le de calma y entendimiento, y la guíe para que salga de ese camino doloroso del que le cuesta tanto abandonar. Rezamos por ella.



Pedimos oraciones por nuestra lectora Luz Amanda C., que vive en Nicaragua y que ha tenido que sufrir el fallecimiento de su esposo con el que compartió veinte años de vida matrimonial feliz. No habiendo tenido hijos, la partida inesperada de su esposo la ha dejado sumida en la desolación y en la tristeza, por lo que la encomendamos a la Santísima Virgen para que la acompañe, la consuele y la fortalezca con su infinito amor.


Nuestra lectora María Teresa S. nos pide oraciones por su hija Verónica Elizabeth que tiene dos hijos pequeños y ha sufrido un accidente cerebro vascular por lo cual está hospitalizada. Que el Señor Misericordioso esté junto a ella y le conceda la gracia de la total recuperación de su salud.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.



Palabras de Juan Pablo II


"Digan NO a la muerte, al odio, a la violencia, al terror, al error, a la maldad, a la degradación. Digan SI al bien, a la verdad, a la justicia, a la responsabilidad, a la vida, a la paz, al amor"



Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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