lunes, 20 de abril de 2009

Pequeñas Semillitas 0700

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0700 ~ Lunes 20 de Abril de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
El encuentro con Jesús resucitado es un regalo. Quien tiene un encuentro con Jesús resucitado, se llena de alegría y siente la necesidad de contagiar y comunicar su experiencia a los demás.
Y hoy nosotros, en "Pequeñas Semillitas" sentimos y compartimos la alegría de estar cumpliendo setecientas (700) ediciones.
Damos gracias a Dios.


La Palabra de Dios : Evangelio del día



Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, magistrado judío. Fue éste donde Jesús de noche y le dijo: «Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede realizar las señales que tú realizas si Dios no está con él». Jesús le respondió: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios». Dícele Nicodemo: «¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso entrar otra vez en el seno de su madre y nacer?». Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu. No te asombres de que te haya dicho: ‘Tenéis que nacer de lo alto’. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu».
(Juan 3, 1-8)

Comentario
Hoy, un «magistrado judío» (Jn 3,1) va al encuentro de Jesús. El Evangelio dice que lo hace de noche: ¿qué dirían los compañeros si se enterasen de ello? En la instrucción de Jesús encontramos una catequesis bautismal, que seguramente circulaba en la comunidad del Evangelista.
Hace muy pocos días celebrábamos la vigilia pascual. Una parte integrante de ella era la celebración de Bautismo, que es la Pascua, el paso de la muerte a la vida. La bendición solemne del agua y la renovación de las promesas fueron puntos clave en aquella noche santa.
En el ritual del bautismo hay una inmersión en el agua (símbolo de la muerte), y una salida del agua (imagen de la nueva vida). Se es sumergido con el pecado, y se sale de ahí renovado. Esto es lo que Jesús denomina «nacer de lo alto» o «nacer de nuevo» (cf. Jn 3,3). Esto es “nacer del agua”, “nacer del Espíritu” o “del soplo del viento...”.
Agua y Espíritu son los dos símbolos empleados por Jesús. Ambos expresan la acción del Espíritu Santo que purifica y da vida, limpia y anima, aplaca la sed y respira, suaviza y habla. Agua y Espíritu hacen una sola cosa.
En cambio, Jesús habla también de la oposición de carne y Espíritu: «Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu» (Jn 3,6). El hombre carnal nace humanamente cuando aparece aquí abajo. Pero el hombre espiritual muere a lo que es puramente carnal y nace espiritualmente en el Bautismo, que es nacer de nuevo y de lo alto. Una bella fórmula de san Pablo podría ser nuestro lema de reflexión y acción, sobre todo en este tiempo pascual: «¿O es que ignoráis que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte? Fuimos, pues, con Él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva» (Rom 6,3-4).
Fray Josep Mª Massana i Mola OFM (Barcelona, España)



Santoral Católico

Santa Inés de Montepulciano


Nació el año 1274 en Gracciano Vecchio, cerca de Montepulciano (Italia). A la edad de nueve años, Santa Inés solicitó a la comunidad de Montepulciano que le invistan el hábito de su congregación ya que decidió consagrar su vida y alma al Señor. Fue muy dada a la oración desde que tuvo uso de razón, y al parecer era una persona muy contemplativa.

A la edad de quince años abrazó la vida religiosa llamando la atención por su entrega sin limites a toda clase de sacrificios y a la más rigurosa vida de observancia regular, y pronto todas las monjas se fijaban en ella tratando de copiar sus virtudes. Ella, en compañía de Margarita, que había sido su maestra y guía en la vida monacal, dio comienzo a la fundación de un convento que pronto llamaría la atención por la irradiación de frutos de santidad que de él se desprenderían por toda aquella comarca. Fue el célebre convento de Proceno en el que a sus dieciocho años ya fue nombrada abadesa del mismo, atendiendo a todos con una profunda dedicación y humildad. Como la fama del convento iba extendiéndose día a día, los religiosos de Montepulciano quisieron que también allí, en su pueblo natal, hiciera otra fundación para que fuera una instancia de irradiación espiritual y recta conversión.

En poco tiempo obtuvo del Papa los permisos necesarios y el Señor empezó a obrar allí como lo había hecho antes en el convento de Proceno. Las gracias del cielo se multiplican; los éxtasis, milagros y mensajes que recibe del Señor son casi diarios, y son muchas las almas que por su intersección se enriquecen espiritualmente y se convierten de corazón.

La santa cae enferma a la edad de cuarenta y tres años, falleciendo el 20 de abril de 1317.



Pensamiento


"Como el Padre me envió, también yo os envío"
Jesucristo




Tema del día :
Aprende a orar en diez pasos


1.- Comienza por saber escuchar. El Cielo emite noche y día.

2.- No ores para que Dios realice tus planes, sino para que tú interpretes los planes de Dios.

3.- Pero no olvides que la fuerza de tu debilidad es la oración. Cristo dijo: "Pedid y recibiréis"

4.- El pedir tiene su técnica. Hazlo atento, humilde, confiado, insistente y unido a Cristo.

5.- ¿No sabes qué decirle a Dios? Háblale de vuestros mutuos intereses. Muchas veces. Y a solas.

6.- No conviertas tu oración en un monólogo, harías a Dios autor de tus propios pensamientos.

7.- Cuando ores no seas ni engreído, ni demasiado humilde. Con Dios no valen trucos. Sé tal cual eres.

8.- ¿Y las distracciones involuntarias? Descuida. Dios, y el sol, broncean con solo ponerse delante.

9.- Si alguna vez piensas que cuando hablas a Dios Él no te responde..., lee la Biblia.

10.- No hables nunca de «ratos de oración»; ten «vida de oración».

Enviado por Claudia Pacella



Historias : El candil de la nona



Ha quedado en mi recuerdo como uno de esos objetos sin edad. Como si a fuerza de estar y de alumbrar, hubiera logrado vencer el tiempo y permanecer.

Era una lámpara antigua de bronce. Tampoco podría afirmar, al revivirla hoy en mi recuerdo, si lo que la adornaba eran dibujos o simplemente arrugas con las que la vida y los acontecimientos habían ido ganándole un rostro. Tenía ese noble color del bronce, y la capacidad de alumbrar en silencio.

Era una lámpara con pie. Cuando se la encendía, se la colocaba siempre en el centro de la mesa familiar. De ahí que su recuerdo lo tengo acollarado a las noches de invierno. Porque en verano vivíamos a la intemperie, y entonces no se usaba la lámpara, sino un farol que se colgaba de las ramas del árbol del patio.

Pero la lámpara de bronce tenía esa rara cualidad de crear la intimidad. Objeto quedado, de entre miles de objetos idos, la vieja lámpara de bronce parecía haber asumido en lo más íntimo de sí su propia soledad, y quizá fuera de allí de donde sacara esa misteriosa fuerza para crear la comunión.

Cuando entrada la noche se encendía la lámpara, parecía que su luz quieta hiciera crecer a su alrededor el silencio, y no sé qué misterio viejo. Mirando su llamita, los niños dilatábamos las pupilas, y quietos de cuerpo y alma, remábamos tiempo adentro. Hacia esa época legendaria en que grandes vapores llenos de inmigrantes avanzaban por el mar hacia nosotros. En uno de ellos había venido a desembarcar en nuestra mesa aquella lámpara.

Entre nosotros su luz creaba esa misteriosa realidad de hacernos sentir con raíces, viniendo de un tiempo viejo. Sabíamos que en otros tiempos su luz había alumbrado fiestas bulliciosas; que en ocasiones había creado la sombra precisa para ocultar una mirada furtiva; y que su llama había mantenido la luz necesaria para alimentar las confidencias.

En aquellos tiempos viejos, quizá había sido en las noches de la llanura la única respuesta de luz en leguas a la redonda, para el diálogo de nuestros abuelos con las estrellas.

No la sentíamos vieja. Porque intuíamos que había superado el tiempo. De la misma manera no nos atrevíamos a llamar vieja a una fruta madura. Madura de alumbrar, había terminado por asumir la vida en sí misma. Uno sabía que esa madurez de vida era el combustible que le permitía seguir alumbrando quieto. Porque tenía una rara manera de alumbrar sin hacer ruido: tenía una luz mansa.

Aparecía entre nosotros a eso de la oración; y su presencia en la mesa familiar convertía en liturgia esos ritos primordiales de partir en cada plato la polenta humeante y el guiso oscuro y fuerte.

Cuando luego de unos años de ausencia volví a mi familia, la vieja lámpara ya no estaba allí con su color bronce y su luz mansa. Pero su ausencia seguía creando ese hueco de silencio familiar.

El candil de la nona fue en mi vida uno de esos objetos vivientes que me enseñaron que los humanos también tenemos raíces.

Por Mamerto Menapace.
La sal de la tierra, Editorial Patria Grande




Meditación breve



En éste, el momento actual, vivo, respiro y tengo mi ser en Dios. La vida adquiere para mí un nuevo sentido cuando comprendo que cada momento presente es parte del eterno ahora de Dios.
Cuando vivo en el presente no albergo lamentaciones sobre el pasado. Bendigo el pasado, pero no tengo deseo alguno de revivirlo rememorando lo que sucedió en él. Todo lo que sucedió anteriormente me ha traído al momento actual.
Mis pensamientos y actitudes en el ahora ayudan a prepararme para un futuro positivo. Mi capacidad de encarar lo que me espera está determinada por el empleo que doy a las oportunidades de hoy. Puertas que en el pasado parecían estar cerradas para mí pueden abrirse en este día. Nuevas oportunidades de amar, perdonar y comprender son eternamente mías en el momento actual de Dios.
Gra Baq



Pedidos de oración



Pedimos oración por Meverly O. S. que tiene 25 años, vive en Colombia, y en fecha próxima será operada de un problema en su columna vertebral, pidiéndole a Jesús de la Divina Misericordia que la acompañe a ella y a su familia para superar con bien esta enfermedad.



Pedimos oración por la salud de la niñita Nahomi M. C., que es nieta de Cris Carbone y está internada por bronquiolitis. Que el Niño Jesús esté a su lado y la acompañe hasta su curación.



Pedimos oración por Claudia, que se encuentra internada en el Hospital Español de Buenos Aires, Argentina, afectada de pancreatitis. Excelente madre, esposa, amiga, fiel creyente... necesita ahora de la fuerza de nuestras oraciones para que la Santísima Virgen interceda también por ella y se consiga su curación.



Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.



Palabras de Juan Pablo II


"Orar se convierte en una necesidad del alma. En la oración el corazón cambia y en esta conversión la visión interna se vuelve pura. Hay que orar con esperanza, fe y amor. Orar es tan necesario como la gracia que nos es concedida"



Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-



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