miércoles, 8 de abril de 2009

Pequeñas Semillitas 0688

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0688 ~ Miércoles 8 de Abril de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
Acompañar a Cristo en su pasión tiene que ser para nosotros un enraizarnos profunda y convencidamente en los aspectos más importantes de nuestra vida. El seguimiento de Cristo es para todos nosotros un atrevernos a clavar la cruz en nuestra existencia, concientes de que no hay redención sin sacrificio, no hay redención si no hay ofrecimiento.
Debemos ser para los demás testigos de que la soledad del alma es redentora, de que la soledad del alma tiene una capacidad de fecundidad que, quizá muchas veces, nosotros no somos capaces de valorar porque no la hacemos tesoro junto a Cristo. Contemplemos a este Señor nuestro que tanto ha sufrido por nosotros, para aprender también que nosotros podemos sufrir por Él.



La Palabra de Dios : Evangelio del día



En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos sacerdotes, y les dijo: «¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré?». Ellos le asignaron treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregarle.
El primer día de los Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua?». Él les dijo: «Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: ‘El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos’». Los discípulos hicieron lo que Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua.
Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce. Y mientras comían, dijo: «Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará». Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: «¿Acaso soy yo, Señor?». Él respondió: «El que ha mojado conmigo la mano en el plato, ése me entregará. El Hijo del hombre se va, como está escrito de Él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!». Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: «¿Soy yo acaso, Rabbí?». Dícele: «Sí, tú lo has dicho».
(Mateo 26, 14-25)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos propone —por lo menos— tres consideraciones. La primera es que, cuando el amor hacia el Señor se entibia, entonces la voluntad cede a otros reclamos, donde la voluptuosidad parece ofrecernos platos más sabrosos pero, en realidad, condimentados por degradantes e inquietantes venenos. Dada nuestra nativa fragilidad, no hay que permitir que disminuya el fuego del fervor que, si no sensible, por lo menos mental, nos une con Aquel que nos ha amado hasta ofrecer su vida por nosotros.
La segunda consideración se refiere a la misteriosa elección del sitio donde Jesús quiere consumir su cena pascual. «Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: ‘El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos’» (Mt 26,18). El dueño de la casa, quizá, no fuera uno de los amigos declarados del Señor; pero debía tener el oído despierto para escuchar las llamadas “interiores”. El Señor le habría hablado en lo íntimo —como a menudo nos habla—, a través de mil incentivos para que le abriera la puerta. Su fantasía y su omnipotencia, soportes del amor infinito con el cual nos ama, no conocen fronteras y se expresan de maneras siempre aptas a cada situación personal. Cuando oigamos la llamada hemos de “rendirnos”, dejando aparte los sofismas y aceptando con alegría ese “mensajero libertador”. Es como si alguien se hubiese presentado a la puerta de la cárcel y nos invita a seguirlo, como hizo el Ángel con Pedro diciéndole: «Rápido, levántate y sígueme» (Hch 12,7).
El tercer motivo de meditación nos lo ofrece el traidor que intenta esconder su crimen ante la mirada escudriñadora del Omnisciente. Lo había intentado ya el mismo Adán y, después, su hijo fratricida Caín, pero inútilmente. Antes de ser nuestro exactísimo Juez, Dios se nos presenta como padre y madre, que no se rinde ante la idea de perder a un hijo. A Jesús le duele el corazón no tanto por haber sido traicionado cuanto por ver a un hijo alejarse irremediablemente de Él.
P. Raimondo Sorgia Mannai OP (San Domenico di Fiesole-Florencia, Italia)


Santoral Católico

San Dionisio, obsipo de Corinto



Durante el reinado del emperador Marco Aurelio, San Dionisio fue uno de los más distinguidos hombres de Iglesia del siglo II. Además de instruir y guiar a su grey, el santo escribió; cartas a las Iglesia de Atenas, Lacedomonia, Nicomedia, Knosos y Roma, a los cristianos de Sortina y Amastris.

Casi todas las herejías de los tres primeros siglos provenían de los principios de la filosofía pagana por lo que San Dionisio se dedicó; hacerlo notar entre sus fieles y a descubrir la escuela filosófica que había dado origen a cada herejía.

Por otro lado, San Dionisio exhortaba a menudo a sus fieles y a las otras iglesias a practicar la caridad y solidaridad con aquellas comunidades cristianas que más lo necesitaban. Aunque es probable que Dionisio haya muerto naturalmente, los griegos lo veneran como mártir, por lo mucho que sufrió; por la fe.


Tema del día : Miércoles Santo


Las sombras y los nubarrones se van acercando. Se siente, se huele y se palpa la tormenta ya próxima. Los hijos de la noche, de las tinieblas, han trabajado duro para sacar ventaja. Tienen la correlación de fuerzas a su favor entre los poderosos (“todos frente al enemigo común”, “es preciso que muera uno por todo el pueblo”, son las consignasen el Sanedrín). Se han logrado infiltrar hasta en el círculo más cercano al Galileo (Judas va a colaborar). Solo falta buscar el momento propicio para neutralizar al pueblo sencillo que lo quiere y lo sigue… Y, si es posible, lograr ponerlo en su contra. ¡Ese pueblo tantas veces engañado y manipulado!

Jesús ya ha sido sentenciado antes de ser juzgado, aún antes de ser apresado. Y es que molesta a quienes han hecho de la religión un buen negocio y a quienes siempre defienden que estamos en el mejor de los mundos (el que conviene a todos los césares, reyes y dueños de la tierra, ayer y hoy). Nada debe cambiar y el Nazareno es peligroso: predica una paz y un amor incompatibles con el lucro, la ganancia y el poder abusivo…

Mañana es Jueves Santo. Volverá a decir que “el que quiera ser el más grande que se haga servidor de todos”, que nos deja “un mandamiento nuevo: que nos amemos”. Sí, volverá a insistir en ese camino que nos llevaría a reconocernos hijos del mismo Padre y hermanos entre nosotros.

Pero ese camino no ayuda a triunfar en nuestro mundo. Por eso hay que borrarlo. Y nada mejor que liquidar al ingeniero que lo ha trazado. Faltan dos días escasos para que lo logren, la suerte está echada.

No podemos esperar mejor suerte los que nos reclamamos “discípulos”, seguidores del maestro. El mismo nos lo dijo: “Si esto hacen con el leño verde ¿qué no harán con el seco?” Pero la recompensa es segura: “recibirán el ciento por uno en esta vida y, luego, la vida eterna”. Y lo sabemos por experiencia: Dios no se deja ganar en generosidad.



Meditación breve



Ya había sido profetizado mucho sobre el siervo de Yavé que padecerá para librar al pueblo de sus pecados. Se cumplirá todo hasta el mínimo detalle.
El amor no es sólo la satisfacción por el gozo con la persona amada. Es también querer tanto al otro -en este caso todos los hombres- que se busca librarlos de todo mal, se busca liberarlos de las garras del diablo, de las redes del pecado, de la muerte primera, y de la muerte segunda que es el infierno.
Ese amor le lleva a no poder soportar que se pierda ninguno. Que todo el que quiera salvarse lo pueda hacer. Por eso no rechaza el sacrificio. Se puede decir que lo ama, aunque el corazón tiemble y la carne se resista. Pero la voluntad es firme. Y el miércoles santo es un día de oración intensa y sin descanso, rodeado del cariño de los suyos, aunque no todos, pues Judas le odia.
Enrique Cases


Pedidos de oración



Pedimos oración por los mucho más de cien mil habitantes de la República Argentina que ya se encuentran afectados de Dengue (aunque el gobierno no lo reconozca), y por los muchos miles más que estamos en peligro de contraerlo frente a esta tremenda e incontenible epidemia que azota ya a medio país con riesgo de extenderse aún más. Que el Señor Misericordioso nos regale el milagro de detener el avance de esta enfermedad y cure a las miles de personas que se encuentran ya enfermas.



Pedimos oración por Carlos O., que tiene 35 años de edad y vive en el interior de la provincia de Córdoba, Argentina, que es celíaco, no puede llevar adelante una dieta adecuada por razones económicas y tiene un severo estado de desnutrición que ha motivado una reciente internación por su muy delicado estado de salud. Que el buen Jesús tenga misericordia de él y le ayude a superar las difíciles circunstancias de su enfermedad, y a la vez proteja y consuele a su familia.


Pedimos oración por Nora Rosario, de Lima, Perú, y por su familia compuesta por esposo e hijito, para que en estos días tan especiales en que conmemoramos la Pasión del Señor, obtengan la gracia de la sanación familiar.



Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.



El rincón de los lectores



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# Cristhian Ugarte Díaz - 7-Abril-2009 - Managua, Nicaragua
tosty8@yahoo.es

Hola Sr. Felipe:
Me dirijo a usted para compartir con los lectores de “Pequeñas Semillitas” el milagro que Dios ha hecho en mí en esta Cuaresma: hace un par de meses le hice un pedido de oración a usted para mi madre ya que estaba enferma y le comenté que en el mes de septiembre del 2008 mi primer hijo se me murió en mi útero, lo que fue un gran dolor su pérdida, gracias a Dios y a la Virgen Milagrosa ante ese dolor no encontré consuelo en ninguna adicción, sino en Dios y la Virgen Milagrosa a quienes me le aferré y me dieron fortaleza, en mis oraciones le pedía a Dios que me diera la oportunidad nuevamente de ser madre y que me diera la paciencia para esperar todo el tiempo que él dispusiera para hacerme ese milagro.
Pensé que ese tiempo serían años, pero Dios me ha concedido ese milagro en corto tiempo y hoy, después de seis meses de haber perdido a mi primer hijo, estoy embarazada de mi segundo bebé que tiene 4 semanas y 3 días de gestación.
Le pido que ore por él para que crezca sano, fuerte, completo, sin ninguna malformación física ni genética, y que se implante muy fuerte en mi vientre.
Gracias por sus oraciones.
Cristhian Ugarte Díaz.
Managua Nicaragua.


Palabras de Juan Pablo II


"Creer en el Hijo crucificado significa 'ver al Padre', es aceptar que el amor está presente en el mundo y que ese amor es más poderoso que cualquier mal en que están envueltos los individuos, la humanidad o el mundo. El amor puede cambiar al mundo"



Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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