domingo, 31 de diciembre de 2017

Pequeñas Semillitas 3548

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3548 ~ Domingo 31 de Diciembre de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Gracias Señor por todo cuanto me diste en el año que termina,
Gracias por los hermosos días de sol y los nublados tristes, por las tardes tranquilas y las noches oscuras.
Gracias por la salud y por la enfermedad, por las penas y las alegrías.
Gracias por todo lo que me prestaste y luego me pediste.
Gracias Señor, por la sonrisa amable y por la mano amiga, por el amor y por todo lo hermoso y por todo lo dulce, por las flores y las estrellas, por la existencia de los niños y de las almas buenas.
Gracias por la soledad, por el trabajo, por las inquietudes, por las dificultades y las lágrimas. Por todo lo que me acercó a Ti.
Gracias por haberme conservado la vida, y por haberme  dado techo, abrigo y sustento. Gracias Señor.
¿Qué me traerá el año que empieza?
Lo que Tú quieras Señor, pero te pido fe para mirarte en todo, esperanza para no desfallecer, y caridad para amarte cada día más, y para hacerte amar entre los que me rodean.
Dame paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad, dame Señor, lo que tú sabes que me conviene y yo no sé pedir.
Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activas, y que me halle siempre dispuesto a hacer tu Santa Voluntad.
Derrama Señor, tus gracias sobre todos los que amo y concede tu paz al mundo entero. Amén.

¡Buenos días!

Oración por la familia
En la familia, aprendes a ser persona, a salir de la estrechez del yo egoísta para abrirte a los demás. La familia te habla de un mundo hecho para ser compartido, en la mayor armonía posible; de un espacio humano en que tus gustos no pueden ser la norma suprema, y en que las necesidades de los demás son reclamos a tu capacidad de amor y  servicio.

Señor, bendice a mi familia, a mis amigos y a sus familias. Revélales tu amor y tu poder. Señor, muéstrate en este momento: que donde haya dolor, nos des paz y consuelo y donde haya duda, tengamos confianza porque creemos en ti. Jesús, visita mi casa y llévate mis problemas, angustias y dolores. Señor, contágiame tu fuerza, para que yo también pueda aceptar la voluntad del Padre. Hoy vengo a ti, lleno de dolor, a llorar mis penas en tus brazos, Recurro a ti para que me libres y destrabes de todos los males que me acechan y me impiden ser feliz. Espero confiadamente en ti. Vivo confiadamente en ti.

La familia es una comunidad de personas que se aman y juntas forman el hogar. Pero, son personas con diversidad de caracteres, de intereses y de horizontes. La  misión de la familia es hacer crecer la personalidad irrepetible de cada uno, orientándola hacia Dios fuente y meta de toda vida. El Señor proteja y bendiga a cada miembro de tu familia.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.
Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel». Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción —¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!— a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones».
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él. (Lc 2,22-40)

Comentario:
Hoy, celebramos la fiesta de la Sagrada Familia. Nuestra mirada se desplaza del centro del belén —Jesús— para contemplar cerca de Él a María y José. El Hijo eterno del Padre pasa de la familia eterna, que es la Santísima Trinidad, a la familia terrenal formada por María y José. ¡Qué importante ha de ser la familia a los ojos de Dios cuando lo primero que procura para su Hijo es una familia!
San Juan Pablo II, en su Carta apostólica El Rosario de la Virgen María, ha vuelto a destacar la importancia capital que tiene la familia como fundamento de la Iglesia y de la sociedad humana, y nos ha pedido que recemos por la familia y que recemos en familia con el Santo Rosario para revitalizar esta institución. Si la familia va bien, la sociedad y la Iglesia irán bien.
El Evangelio nos dice que el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría. Jesús encontró el calor de una familia que se iba construyendo a través de sus recíprocas relaciones de amor. ¡Qué bonito y provechoso sería si nos esforzáramos más y más en construir nuestra familia!: con espíritu de servicio y de oración, con amor mutuo, con una gran capacidad de comprender y de perdonar. ¡Gustaríamos —como en el hogar de Nazaret— el cielo y la tierra! Construir la familia es hoy una de las tareas más urgentes. Los padres, como recordaba el Concilio Vaticano II, juegan ahí un papel insubstituible: «Es deber de los padres crear un ambiente de familia animado por el amor, por la piedad hacia Dios y hacia los hombres, y que favorezca la educación íntegra personal y social de los hijos». En la familia se aprende lo más importante: a ser personas.
Finalmente, hablar de familia para los cristianos es hablar de la Iglesia. El evangelista san Lucas nos dice que los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor. Aquella ofrenda era figura de la ofrenda sacrificial de Jesús al Padre, fruto de la cual hemos nacido los cristianos. Considerar esta gozosa realidad nos abrirá a una mayor fraternidad y nos llevará a amar más a la Iglesia.
Rev. D. Joan Ant. MATEO i García (La Fuliola, Lleida, España)

Oración de San Juan Pablo II
Que Cristo Señor, Rey del universo, Rey de las familias, esté presente como en Caná, en cada hogar cristiano para dar luz, alegría, serenidad y fortaleza. A Él, en el día solemne dedicado a su Realeza, pido que cada Familia sepa dar generosamente su aportación original para la venida de su Reino al mundo, «Reino de verdad y de vida, Reino de santidad y de gracia, Reino de justicia, de amor y de paz» hacia el cual está caminando la historia.
Que la Virgen María, como es Madre de la Iglesia, sea también Madre de la «Iglesia doméstica», y, gracias a su ayuda materna, cada Familia cristiana pueda llegar a ser verdaderamente una «pequeña Iglesia», en la que se refleje y reviva el misterio de la Iglesia de Cristo. Sea ella, Esclava del Señor, ejemplo de acogida humilde y generosa de la voluntad de Dios; sea ella, Madre Dolorosa a los pies de la Cruz, la que alivie los sufrimientos y enjugue las lágrimas de cuantos sufren por las dificultades de sus familias.
Que San José, «hombre justo», trabajador incansable, custodio integérrimo de los tesoros a él confiados, las guarde, proteja e ilumine siempre.

Predicación del Evangelio:
Hogares cristianos
Hoy se habla mucho de la crisis de la institución familiar. Ciertamente la crisis es grave. Pero no hemos de perder la esperanza. Aunque estamos siendo testigos de una verdadera revolución en la conducta familiar, y muchos han predicado la muerte de diversas formas tradicionales de familia, nadie anuncia hoy seriamente la desaparición de la familia.

Al contrario, la historia parece enseñarnos que en los tiempos difíciles se estrechan más los vínculos familiares. La abundancia separa a los hombres. La crisis y la penuria los une. Ante el presentimiento de que vamos a vivir tiempos difíciles, son bastantes los que presagian un nuevo renacer de la familia.

Con frecuencia, el deseo sincero de muchos cristianos de imitar a la Sagrada Familia de Nazaret ha favorecido el ideal de una familia cimentada en la armonía y la felicidad del propio hogar. Sin duda, es necesario también hoy promover la autoridad y responsabilidad de los padres, la obediencia de los hijos, el diálogo y la solidaridad familiar. Sin estos valores la familia fracasará.

Pero no cualquier familia responde a las exigencias del reino de Dios planteadas por Jesús. Hay familias abiertas al servicio de la sociedad, y familias egoístamente replegadas sobre sí mismas. Familias autoritarias y familias de carácter dialogal. Familias que educan en el egoísmo y familias que enseñan solidaridad.

Concretamente, en el contexto de la grave crisis económica que estamos padeciendo, la familia puede ser una escuela de insolidaridad en la que el egoísmo familiar, se convierte en virtud y criterio de actuación que configurará el comportamiento social de los hijos. Y puede ser, por el contrario, un lugar en el que el hijo o la hija pueden recordar que todos tenemos un Padre común, y que el mundo no se acaba en las paredes de la propia casa.

Por eso, no podemos celebrar responsablemente la fiesta de la Sagrada Familia, sin escuchar el reto de nuestra fe. ¿Serán nuestros hogares un lugar donde las nuevas generaciones escucharán la llamada del Evangelio a la fraternidad universal, la defensa de los abandonados, y la búsqueda de una sociedad más justa, o se convertirán en la escuela más eficaz de insolidaridad, inhibición y pasividad egoísta ante los problemas ajenos?
© Padre José Antonio Pagola

Nuevo vídeo y artículo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:

Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas

Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com 
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.

Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

♡  Desde Buenos Aires, Argentina, Isabel G. agradece a Dios y a quienes rezaron. Le fue diagnosticado un melanoma maligno y fue intervenida: el tumor se extrajo con éxito, estaba bien circunscripto y los tejidos adyacentes y los ganglios libres de tumor. 

  Desde la provincia de Santa Fe, Exequiel agradece las oraciones hechas esta semana en favor de las víctimas de la explosión e incendio en una cerealera de Puerto General San Martin, a la vez que seguimos rezando por los heridos que siguen bajo atención médica.

  Desde Cuba, Dania nos escribe y dice: “Estimado Felipe, antes que todo le deseo una Feliz Navidad a usted y familia. Quiero darle gracias a Dios por todo lo que me ha concedido este año, ya que después de nueve años pude volver a ver a mi hijo Alejandro, y celebrar no solo la Navidad sino también su cumpleaños que fue el día 24, con todos mis hijos y nietos reunidos, que desde hacía 16 años, por diferentes motivos no nos podíamos reunir en este día. También agradecer que la biopsia de una tumoración que mi hijo Ernesto tiene en una parótida dio benigna, aunque se la debe operar lo mismo. Y por el final feliz que tuvo la maestría de mi hija Liliana y por la familia tan linda que me ha dado. Agradecer también por todas las angustias y preocupaciones que he tenido y sigo teniendo, pero que me han servido como escalones para aumentar mi fe y confianza en Jesús y María, y hasta para propagar la fe. Por las amistades que me han dado su mano cuando lo he necesitado y por la existencia de Pequeñas Semillitas que tanto también me han ayudado en los momentos difíciles que nunca faltan. Deseo para todo el equipo y lectores de las Semillitas un muy feliz año 2018”

Desde Canadá, Elena escribe y dice: “Agradezco a Dios Padre/Madre que nos dio alegrías, penas, dolor, conocimiento, luz, paz, amor y todo lo que puso en nuestras vidas. Igualmente a este medio (Pequeñas Semillitas) y a los lectores que siempre han orado con amor por nosotros, aun siendo desconocidos. ¡Gracias infinitas y mil bendiciones! Dios nos envíe un 2018 cargado de paz, tranquilidad, unión, mucho amor y con salud y sanación de alma y cuerpo. Amén”. 

Desde Buenos Aires, Argentina, Cecilia Claudia escribe y dice: “Quiero agradecer al Señor por la salud, el trabajo y mis proyectos junto a Héctor, por mis hijos trabajadores y su buena salud”

Nuestra lectora y amiga Patricia León, de Argentina, escribe y dice: “Quiero agradecer a Pequeñas Semillitas su apostolado... que tanto bien nos hace. A su sembrador, Dr. Felipe, humilde, sensible, de gran corazón, elegido por el Señor para esta misión de amor... ¡Gracias! Y a todo su equipo y familia. Porque están diariamente en las alegrías y dolores cerca nuestro. ¡Feliz Navidad queridos amigos! Que Jesús traiga más bendiciones para sus vidas...

Pequeñas Semillitas” agradece a Jesús de Nazaret, a la Santísima Virgen de Lourdes, a San José y a San Juan Pablo II, nuestros permanentes inspiradores desde aquel lejano primer día (11 de julio de 2006), por este nuevo año de publicaciones que estamos terminando y al mismo tiempo pedimos su gracia y su acompañamiento para iniciar mañana el 13° año calendario consecutivo llevando la alegría del Evangelio.

Meditaciones
Es posible que este año que termina te resultase largo y para muchos también difícil. Este año ha tenido sus cosas buenas y sus cosas malas. Hemos reído y hemos llorado. Hemos ganado y hemos pedido... Simplemente espero que en lo personal, este año que está acabando haya sido benévolo con quienes leen este saludo, y les haya traído más experiencias agradables que de las otras...
En el año nuevo, tengamos presente que la felicidad la encontraremos en nosotros mismos si somos capaces de llenarnos de sentimientos nobles y generosos para con los demás. Es mi deseo y esperanza que este año tenga un final agradable y que el nuevo llegue con una carga de cosas positivas y felices. Y sobre todo, con la bendición de Dios para todos, expresada en estas palabras tomadas de las Sagradas Escrituras: “Que el Señor te bendiga y te proteja. Que haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su misericordia. Que el Señor vuelva a ti su mirada y te conceda la paz”.

Los cinco minutos de María
Diciembre 31
En este último día del año será bueno meditar que María Santísima fue la primera criatura pensada por Dios desde toda la eternidad.
María fue predestinada en el mismo decreto por el que Dios destinó a su Verbo eterno para hacerse hombre; porque Dios quiso hacerse hombre en el seno de una mujer y esa mujer era María.
María está así puesta en la cima de toda la creación, como la corona de la obra de Dios, la más sublime, la más perfecta después de Dios.
Terminemos el año con una alabanza a Dios por haber hecho a María tan maravillosamente buena y hermosa.
María, que dedique toda mi vida a vivir tu espíritu y difundir tu amor.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.