viernes, 1 de diciembre de 2017

Pequeñas Semillitas 3518

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3518 ~ Viernes 1° de Diciembre de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina) 
Alabado sea Jesucristo…
No te aferres al pasado ni a los recuerdos tristes. No abras la herida que ya cicatrizó. No revivas los dolores y sufrimientos antiguos. Lo que pasó, pasó…
De ahora en adelante, pon tus fuerzas en construir una vida nueva, orientada hacia lo alto, y camina de frente, sin mirar atrás.
Haz como el sol que nace cada día, sin pensar en la noche que pasó.
Sólo vivimos una vez. No hay tiempo de tener miedo. Entonces basta.  Haz algo que nunca has hecho. Atrévete. Olvídate que te están mirando. Intenta la jugada imposible. Corre el riesgo. No te preocupes por ser aceptado. No te conformes con ser uno más.
Sé tú mismo... Vamos, levántate… porque la luz del sol está afuera...

¡Buenos días!

Salvado del abismo
Suceden cosas en la vida que te hacen sufrir mucho, pero después de poco o de mucho tiempo adviertes que fue lo mejor que te pudo pasar. Como aquel señor que llegó tarde al aeropuerto por un embotellamiento del tráfico. Estaba todavía lamentándolo con un amigo, cuando se propaló la noticia de que el avión apenas remontado se precipitó fatalmente a tierra.

El pintor inglés Thornbill recibió el honroso encargo de pintar el interior de la cúpula de la catedral de San Pablo. Luego de muchos meses de arduo trabajo terminó este importante compromiso. Para mirar bien su obra de arte retrocedió poco a poco sobre el andamio para apreciarla en su conjunto. Sin darse cuenta estaba llegando al borde del andamio en lo alto de la cúpula. Medio paso más y hubiera caído fatalmente. Uno de sus ayudantes de inmediato tomó un pincel y empezó a pintar una raya horrible a través del cuadro. Indignado el pintor se lanzó hacia el culpable para arrancarle el pincel. Pero su ira se convirtió en gratitud cuando éste le dijo: "Te salvé la vida, pues corriste hacia delante y te alejaste del abismo".

A veces Dios hace lo mismo con nosotros: para salvarnos de desgracias irreparables dispone algún acontecimiento que nos duele, pero que en su designio de amor nos hará crecer en madurez, o superar un vicio que nos esclaviza, o prescindir de una amistad peligrosa, o abrir la mente a enfoques más generosos y altruistas… Confía en el Señor que te ama.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy 
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús puso a sus discípulos esta comparación: «Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca. Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán». (Lc 21,29-33)

Comentario:
Hoy somos invitados por Jesús a ver las señales que se muestran en nuestro tiempo y época y, a reconocer en ellas la cercanía del Reino de Dios. La invitación es para que fijemos nuestra mirada en la higuera y en otros árboles —«Mirad la higuera y todos los árboles» (Lc 21,29)— y para fijar nuestra atención en aquello que percibimos que sucede en ellos: «Al verlos, sabéis que el verano está ya cerca» (Lc 21,30). Las higueras empezaban a brotar. Los brotes empezaban a surgir. No era apenas la expectativa de las flores o de los frutos que surgirían, era también el pronóstico del verano, en el que todos los árboles "empiezan a brotar".
Según Benedicto XVI, «la Palabra de Dios nos impulsa a cambiar nuestro concepto de realismo». En efecto, «realista es quien reconoce en el Verbo de Dios el fundamento de todo». Esa Palabra viva que nos muestra el verano como señal de proximidad y de exuberancia de la luminosidad es la propia Luz: «Cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca» (Lc 21,31). En ese sentido, «ahora, la Palabra no sólo se puede oír, no sólo tiene una voz, sino que tiene un rostro (...) que podemos ver: Jesús de Nazaret» (Benedicto XVI).
La comunicación de Jesús con el Padre fue perfecta; y todo lo que Él recibió del Padre, Él nos lo dio, comunicándose de la misma forma con nosotros. De esta manera, la cercanía del Reino de Dios, —que manifiesta la libre iniciativa de Dios que viene a nuestro encuentro— debe movernos a reconocer la proximidad del Reino, para que también nosotros nos comuniquemos con el Padre por medio de la Palabra del Señor —Verbum Domini—, reconociendo en todo ello la realización de las promesas del Padre en Cristo Jesús.
Diácono D. Evaldo PINA FILHO (Brasilia, Brasil)

Santoral Católico:
San Eloy
Obispo
Eloy o Egidio nació en Chaptelat (Lemosín, Francia) hacia el año 590. Trabajó de platero e hizo numerosas obras de arte para las iglesias. Llegó a ser director de la ceca (casa donde se acuñaba la moneda) de Marsella en tiempo del rey Clotario. El rey Dagoberto I lo llamó a la corte y le encomendó misiones de confianza. Por su parte, rescató a prisioneros de guerra, fundó monasterios, realizó numerosas obras de piedad y de caridad. Muerto el rey, recibió las órdenes sagradas y en el 641 fue elegido obispo de Noyon-Tournai. Fue un pastor celoso, fomentó la vida monástica, hizo viajes apostólicos y de evangelización por Flandes. Murió el año 660 en Noyon (Francia). © Directorio Franciscano - Aciprensa    

Pensamiento del día

“Si a la orilla del mar encuentras a alguien con hambre;
no le regales un pez, enséñale a pescar”

Temas Médicos:  
¿Comemos lo necesario?
Puede que alguna vez te hayas hecho preguntas como: ¿Estaré comiendo las calorías que mi cuerpo necesita? ¿Serán suficientes para mantener el peso adecuado y tener un estilo de vida saludable?

Es muy frecuente que se nos presenten estos interrogantes ante tanta información que podemos obtener tanto de la web como de amigos o familiares que hicieron dietas o tratamientos. Por eso lo primero que debemos saber es que las necesidades nutricionales son la cantidad de energía y nutrientes esenciales que cada persona requiere para lograr que su organismo se mantenga sano y desarrollar sus funciones. Estas varían de persona a persona y dependen de muchos factores, entre ellos: la edad, el sexo, la actividad física y el metabolismo basal (es un conjunto de procesos que constituyen los intercambios de energía en reposo, como la respiración y circulación).

Para realizar los cálculos (calorías según edad, peso, actividad física y sexo) lo ideal es que lo realice una nutricionista capacitada para ello y así se lograrán los resultados esperados, pero para tener una noción general explicaré algunas cosas a tener en cuenta.

¿Qué necesitamos?
Las necesidades calóricas que necesitan los hombres y mujeres entre 18-30 años varían: hombres entre 2.250 y 3.800 kcal según su peso y actividad física; mujeres entre 1.700 y 2.750 kcal por día.

Para un adulto normal (sin patologías), es importante que la ingesta calórica (lo que comemos) esté en consonancia con el gasto calórico (lo que gastamos). Si hacemos algún deporte o ejercicio aumentarán nuestras necesidades calóricas pero también gastaremos más calorías.

Para todo ello necesitamos una determinada cantidad de nutrientes:
Hidratos de carbono en un 50-60%.
Proteínas en un 15-20%.
Grasas en un 15-30% del total de los alimentos consumidos.

Es importante mantener el consumo de sal por debajo de 5 gramos diarios para ayudar a prevenir la hipertensión y reducir el riesgo de enfermedad cardíaca y de accidente cerebrovascular.

El organismo obtiene estos nutrientes de los alimentos, por eso se recomienda que la dieta sea saludable, equilibrada y variada. Además, todos estos nutrientes los necesitamos a lo largo del día pero no es necesario ingerirlos todos en una misma comida, sino distribuirlos en distintas cantidades de manera separada durante la jornada.

Hay estudios que demuestran que consumir los alimentos distribuidos en 5 y 6 comidas a lo largo del día es mucho más beneficioso (menor peso corporal, niveles de colesterol más bajos, y mayor tolerancia a la glucosa) que aquellos que solo realizan 1 a 3 comidas diarias.

¿Cómo debe distribuirse adecuadamente las comidas en la dieta?
Lo más aconsejable es tener en cuenta las cantidades y la forma de administración de las comidas distribuyéndolas de la siguiente manera a lo largo del día:

Desayuno: debe aportar un 20-25 % de las comidas diarias.
Almuerzo: debe aportar un 35-45%  de las comidas diarias.
Merienda o colación: debe aportar un 10-20% de las comidas diarias.
Cena: debe aportar un 15-20%  de las comidas diarias

Ejemplos de alimentos para cada comida del día
Desayuno: lácteos, frutas y cereales, galletas, bizcochos sin relleno o pan con un poco de aceite de oliva, mantequilla o mermelada, miel, un puñado de frutos secos, un poco de fiambre no graso.
Almuerzo: si representamos la proporción indicada de comida en un plato, debería ser: 1/4 de plato de algún alimento proteico: carne magra, pescado, huevos, fiambre no graso, queso bajo en grasa; 1/4 de plato de algún alimento con hidratos de carbono: patata o papa, arroz, legumbres, pasta, guisantes o arvejas; 1/2 plato de hortalizas. También se puede agregar una fruta.
Merienda o colación: una fruta, leche, yogur, bocadillo pequeño. Bebe abundante agua o infusiones como té o café con moderación.
Cena: por lo menos 2 horas antes de acostarse y que sea ligera. Las proporciones de los alimentos son similares a las del almuerzo pero en menor cantidad (puede ser un plato más pequeño).

3 consejos nutricionales:
Respetar la distribución de 4 a 5 comidas diarias, es importante para mantener un peso saludable. Tengamos en cuenta que si la persona se saltea alguna, llegará con más hambre a la siguiente.
Realizar colaciones saludables: evitar pasar hambre y muchas horas sin comer. Elegir frutas, yogures, frutos secos, entre otros para llevar al trabajo o tener en casa.
Organizar las comidas con anticipación: no dejar para cuando llego el momento del descanso y uno con hambre compra y come en más cantidad y comidas muy calóricas.

Recuerda: si repartes los alimentos en 4 o 5 comidas diarias y a su vez respetas los horarios, tu cuerpo utilizará mejor los alimentos y nutrientes, y lo más importante: no pasarás hambre.
© María Eugenia Brun

Meditaciones
Quiero que mi Adviento sea una vivencia profunda que cambie mi vida. De la noche a la luz. Del dolor a la esperanza. En medio de la oscuridad buscando la estrella. En medio la noche encontrando a Dios escondido en mi alma.
Un tiempo para tocar a Dios en el camino. En mi camino a Belén. Quiero alegrarme con Jesús que camina a mi lado. En esa espera radiante del que no teme el futuro. El Adviento tiene mucho de velar en medio de la noche.
Nos ponemos en camino. En vela. Quiero acompañar a José y María en su senda a Belén. Guardar silencio. Rezar más. Contemplar más.
Pienso en cómo José contemplaría a María en esos meses de embarazo. Con qué ternura la miraría. Mientras dormía. Mientras caminaba. Me gustaría mirar así a María en este tiempo. Vivir muy cerca de Ella estas semanas en que las velas se van encendiendo en la noche. Una cada semana. Se van abriendo las ventanas del calendario interior.
Jesús ya está tocando la tierra en María. Se acerca. Ya está de camino. Y yo le preparo un lugar para que nazca en mí. Dentro de mi alma. Y me abro. Y miro hacia dentro del alma. Y lo espero. Y contemplo a María.
(Carlos Padilla Esteban)

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para Manuela L. H., de la ciudad de Medellín, Antioquia, Colombia, que se quedó sin empleo, para que el buen Señor permita que encuentre uno lo más pronto posible. 

Pedimos oración para Diego O., de apenas 30 años, de Bogotá, Colombia, quien sufre de un cáncer agresivo en el estómago; le colocamos bajo el amparo de nuestra Señora de Lourdes, siempre confiados en que el Señor posará sus Santas Manos Sanadoras sobre él. La Voluntad del Señor se haga sobre Diego y su familia.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados.  Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de María
Diciembre 1
Podríamos preguntarnos quién fue para la Virgen su prójimo.
Si recordamos que nuestro prójimo es simplemente todo aquel que tiene necesidad de nosotros, hemos de deducir que todos los hombres son para María “el prójimo”, porque todos necesitamos de ella y de hecho ella nos socorre a todos; así cumple ella el precepto de amar a Dios y al prójimo.
Nuestra Señora de la caridad, ayúdanos a descubrir el rostro de tu Hijo Jesús en el rostro de nuestros hermanos necesitados.
* P. Alfonso Milagro 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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