domingo, 17 de diciembre de 2017

Pequeñas Semillitas 3534

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3534 ~ Domingo 17 de Diciembre de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Viniste, Señor Jesús, y entraste de lleno en la historia humana. Llegaste con la intención de quedarte siempre con tus hermanos, los hombres y mujeres de la tierra. Decidiste compartir sus alegrías y fatigas e hiciste tuyos sus aciertos y fracasos. Ocupaste un puesto en la aventura humana y siendo uno más entre muchos ofreciste el Don de Dios a manos llenas.
Quienes te conocieron y recibieron se sintieron afortunados estando a tu lado. Ellos admiraron tu entrañable humanidad reflejada en la cercanía y el trato con todos. Quedaron sobrecogidos ante tu humildad y libertad, y prendados de tu amor verdadero.
Felices ellos pues te hospedaron en su casa y te acogieron como el Esperado de todos los tiempos. Y felices nosotros discípulos, apoyados en la fe por aquellos que te reconocieron Hijo del Hombre e Hijo del Altísimo, te decimos con anhelo sincero: «Ven a nuestra casa, Señor».

¡Buenos días!

Amor y paz
San Pablo recomendaba a los primeros cristianos tener los mismos sentimientos de Cristo Jesús, modelo del hombre renovado, según las complacencias del Padre. En este fragmento de  Colosenses 3, 12-15, podrás apreciar algunas facetas de ese amor de Jesús, siempre compasivo, benévolo, humilde, dulce, paciente, apacible.

Como elegidos de Dios, sus santos y amados, revístanse de sentimientos de profunda compasión. Practiquen la benevolencia, la humildad, la dulzura, la paciencia. Sopórtense los unos a los otros, y perdónense mutuamente siempre que alguien tenga motivo de queja contra otro. El Señor los ha perdonado: hagan ustedes lo mismo. Sobre todo, revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección. Que la paz de Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados, porque formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias.

Martin Luther King,  líder de la tolerancia racial, lamentaba que “hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos”. Que el Señor te conceda un corazón fraterno que busque unir a la gente en la gran familia humana, porque de ese amor surgirá la verdadera paz.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Éste vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por Él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron donde él desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle: «¿Quién eres tú?». Él confesó, y no negó; confesó: «Yo no soy el Cristo». Y le preguntaron: «¿Qué, pues? ¿Eres tú Elías?». Él dijo: «No lo soy». «¿Eres tú el profeta?». Respondió: «No». Entonces le dijeron: «¿Quién eres, pues, para que demos respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?». Dijo Él: «Yo soy voz del que clama en el desierto: ‘Rectificad el camino del Señor’, como dijo el profeta Isaías».
Los enviados eran fariseos. Y le preguntaron: «¿Por qué, pues, bautizas, si no eres tú el Cristo, ni Elías, ni el profeta?». Juan les respondió: «Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros está uno a quien no conocéis, que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle la correa de su sandalia». Esto ocurrió en Betania, al otro lado del Jordán, donde estaba Juan bautizando. (Jn 1,6-8.19-28)

Comentario:
Hoy, en medio del Adviento, recibimos una invitación a la alegría y a la esperanza: «Estad siempre alegres y orad sin cesar. Dad gracias por todo» (1Tes 5,16-17). El Señor está cerca: «Hija mía, tu corazón es el cielo para Mí», le dice Jesús a santa Faustina Kowalska (y, ciertamente, el Señor lo querría repetir a cada uno de sus hijos). Es un buen momento para pensar en todo lo que Él ha hecho por nosotros y darle gracias.
La alegría es una característica esencial de la fe. Sentirse amado y salvado por Dios es un gran gozo; sabernos hermanos de Jesucristo que ha dado su vida por nosotros es el motivo principal de la alegría cristiana. Un cristiano abandonado a la tristeza tendrá una vida espiritual raquítica, no llegará a ver todo lo que Dios ha hecho por él y, por tanto, será incapaz de comunicarlo. La alegría cristiana brota de la acción de gracias, sobre todo por el amor que el Señor nos manifiesta; cada domingo lo hacemos comunitariamente al celebrar la Eucaristía.
El Evangelio nos ha presentado la figura de Juan Bautista, el precursor. Juan gozaba de gran popularidad entre el pueblo sencillo; pero, cuando le preguntan, él responde con humildad: «Yo no soy el Mesías...» (cf. Jn 1,21); «Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros está uno a quien no conocéis, que viene detrás de mí» (Jn 1,26-27). Jesucristo es Aquél a quien esperan; Él es la Luz que ilumina el mundo. El Evangelio no es un mensaje extraño, ni una doctrina entre tantas otras, sino la Buena Nueva que llena de sentido toda vida humana, porque nos ha sido comunicada por Dios mismo que se ha hecho hombre. Todo cristiano está llamado a confesar a Jesucristo y a ser testimonio de su fe. Como discípulos de Cristo, estamos llamados a aportar el don de la luz. Más allá de esas palabras, el mejor testimonio, es y será el ejemplo de una vida fiel.
Rev. D. Joaquim MESEGUER García (Sant Quirze del Vallès, Barcelona, España)

Palabras de San Juan Pablo II
“Entre las figuras que la liturgia pone en nuestro camino de Adviento, encontramos hoy a san Juan Bautista. Hombre austero, «voz del que clama en el desierto» (Jn 1, 23), que el poder sacrificó por haber dicho sin miedo la verdad, sigue siendo profundamente actual. El evangelio de Juan nos lo presenta como el «testigo de la luz» (cf. Jn 1, 6). La luz que nos señala no es sólo una verdad moral; es la persona de Cristo, que no duda en decir de sí mismo: «Yo soy la luz del mundo» (Jn 8, 12), «Yo soy la verdad» (Jn 14, 6). Que la Virgen santísima, la humilde joven de Nazaret, que fue madre y discípula de Cristo, nos ayude a abrir los ojos a la luz. Ante el misterio de su Hijo divino, también ella debió hacer cada día su «peregrinación de la fe» (Lumen gentium, 58). Pidámosle que esté cerca de cuantos buscan sinceramente la verdad”

Predicación del Evangelio:
“Allanen los caminos”
Hoy, el tercer domingo de Adviento, tiene nombre propio. Se llama “Gaudete” de una palabra latín que significa alégrense. Se puede encontrar el tema de alegría en la oración colecta al principio de la misa y la segunda lectura. Se dice que deberíamos alegrarnos porque la espera para la Navidad ya es medio terminada. Pero, más profundamente, la alegría  es un planteamiento básico del cristiano. Pues el Señor Jesús, que conquistó el pecado y la muerte, nos prometió que vendría para premiarnos por los actos de caridad. Ya lo esperamos con confianza alegre.

Durante Adviento podemos apuntar a tres figuras que caracterizan el tiempo. Primero el profeta Isaías, cuyo libro domina las lecturas del Antiguo Testamento por estas cuatro semanas. Entonces la Virgen María hace un gran papel. No sólo celebramos dos fiestas de ella durante Adviento sino también la encontramos en una manera particular en las misas los días antes de la Navidad. Finalmente, Juan el Bautista ronda como un pregonero anunciando el tema del tiempo.

Siempre en la primera parte de Adviento celebramos las fiestas de la Inmaculada Concepción de María y de Nuestra Señora de Guadalupe. La primera celebración nos sugiere la necesidad del Mesías que esperamos. Pues la concepción inmaculada de María fue un evento singular en la historia. Todos los demás seres humanos hemos vivido bajo del peso de pecado, excepto a Jesús por supuesto. La Virgen de Guadalupe simboliza el socorro particular de Dios a los marginados. Su presencia en el cerro Tepeyac indica que nadie va a quedarse fuera del Reino simplemente porque es pobre o indígena o lastimado.  Como María espera dar a luz a Jesús, ella comparte con nosotros toda la alegría de una joven encinta con su primer hijo.

Juan sirve un papal doble. En primer lugar es el gran profeta del desierto llamando a la gente al arrepentimiento. Hay testimonio de él no sólo en los evangelios cristianos sino también en otros documentos del tiempo. Sin embargo, cuando examinamos sus palabras, se presenta a sí mismo como humilde, al menos en comparación con el Mesías a quien anuncia como cerca. Dice en el evangelio hoy: “…viene detrás de mí, (uno) a quien yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias”. Por su servicio y por su humildad Juan nos enseña el modo propio para esperar a Jesús.

Este año el tiempo de Adviento es el más corto posible. Tenemos sólo tres semanas y un día para prepararnos a recibir a Jesús. Sin embargo, no es la cantidad de tiempo que valga tanto como la calidad de nuestra espera. Si miramos la venida de Jesús con la esperanza que va a aliviarnos del pecado y la muerte, si mantenemos la alegría de ser hijas e hijos de Dios venga lo que venga, y si servimos a los necesitados en la solidaridad, entonces estaremos bien. Podremos acogernos a Jesús con brazos abiertos.  Y él nos llenará con la vida eterna.
© Padre Carmelo Mele O.P.

Nuevo vídeo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas

Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com 
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.

Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

Desde la provincia de Santa Fe, Argentina, María del Valle agradece a Dios, a la Santísima Virgen María y a todas las personas que rezaron por su nieta Maribel, de 16 años de edad, que estuvo internada en estudios por cefalea intensa, sin que se encontrara ningún diagnóstico de gravedad. 

♡ Desde Buenos Aires, Argentina, Alberto José H. P., agradece a Dios y a las personas que rezaron, ya que su operación de cataratas en ojo derecho del martes pasado ha resultado exitosa y se está recuperando favorablemente. Nos unimos en la acción de gracias.

  Desde Bogotá, Colombia, nos escribe Carlos para agradecer porque a su hijo Carlos C. A. le ha ido muy bien en sus pruebas académicas en Inglatera, gracias a las oraciones que han sido escuchadas por el Señor. Igualmente agradece por el éxito de la operación de mano de Elsita Q. y también por la gracia divina de la reconciliación de la pareja de Jairo y Liliana, un matrimonio que estaba presentando problemas en su relación y que paulatinamente van superando esas dificultades.

Meditaciones
Considera las cuatro fuentes de gracias, que nosotros tenemos en Jesucristo contempladas por san Bernardo.
La primera fuente es de misericordia, en la que nosotros podemos lavarnos de todas las suciedades del pecado. Está fuente se formó para nosotros con lágrimas y con la sangre del Redentor; el que, como dice san Juan, nos amó y nos lavó de nuestros pecados en su sangre.
La segunda fuente es de paz y consuelo en nuestras tribulaciones,  pues el mismo Jesucristo nos dice: “Invócame en el día de la tribulación y yo te consolaré” (Jn 7,  37).   “Quien pruebe las aguas de mi amor desdeñará para siempre las delicias del mundo, y se satisfará enteramente después, cuando entrare en el reino de los bienaventurados; pues que el agua de mi gracia le elevará de la tierra al cielo” (Jn 4, 13)
Así también la paz, que Dios de a las almas que le aman, no es la que ofrece el mundo en los placeres sensuales, que dejan en el alma más amargura que paz.
La que Dios de, sobrepuja a todos los deleites de los sentidos: ¡Dichosos, pues, los que desean esta fuente divina! 
La tercera fuente es de devoción. ¡Oh! Y cómo se hace devoto, y pronto a ejecutar las voces de Dios, y crecer siempre en la virtud, quien a menudo medita cuánto ha hecho Jesucristo por nuestro amor!
Él será como el árbol plantado en la corriente de las aguas.
La cuarta fuente es de amor. Quien medita los padecimientos y las ignominias de Jesucristo sufridas por nuestro amor, no es posible que deje de sentirse inflamado de aquel fuego santo que ha venido a encender en la tierra;  según aquellas palabras de David: En mi meditación se inflamará el fuego (Sal. 1, 3)
Con lo que va dicho se verifica cumplidamente que el que se aprovecha de estas dichosas fuentes que nosotros tenemos en Jesucristo, sacará siempre de ellas aguas de gozo y de salvación.

Los cinco minutos de María
Diciembre 17
La vida de la Virgen María fue una vida dura y sacrificada por lo pobre y humilde, carente de muchas comodidades. Su casa era de las más sencillas de la pobre ciudad de Nazaret. Los elementos de que disponía eran los más rudos y primitivos; ésa fue la vida que llevó María y ése el ambiente que la rodeó.
Nuestra vida, por ser cristiana, debe señalarse por la sencillez y la humildad, rehuyendo todo lo que sea lujo y ostentación y exceso de comodidad.
Nuestra Señora de la pobreza y humildad, concédeme un corazón simple y sencillo y ayúdame a rehuir el lujo, la ostentación y la comodidad.
* P. Alfonso Milagro

FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.