martes, 5 de diciembre de 2017

Pequeñas Semillitas 3522

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3522 ~ Martes 5 de Diciembre de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Tú, Señor, eres nuestro Padre, desde siempre te invocamos como nuestro redentor. Señor, ¿Por qué nos extravías de tus caminos, y endureces nuestro corazón para que no te respetemos?
Cambia de actitud, por amor a tus siervos; por amor a las tribus de tu heredad. ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases; los montes se derretirían ante ti!
Tú bajaste, y los montes se derritieron en tu presencia. Jamás nadie vio ni oyó hablar de un Dios que actúe como tú con quien confía en él.
Tú acoges a los que actúan rectamente y no se olvidan de tus preceptos.
Estabas irritado, porque habíamos pecado; persiste nuestro pecado, pero tú nos salvarás.
Todos nosotros éramos impuros; nuestra justicia era un paño inmundo, nos marchitábamos todos como si fuéramos hojas y nuestras maldades nos arrastraban como el viento.
Nadie invocaba tu nombre, nadie salía del letargo para adherirse a ti, pues tú nos escondías tu rostro y nos entregabas a nuestras maldades.
Con todo, Señor, tú eres nuestro Padre, nosotros somos la arcilla, y tú el alfarero, somos todos obra de tus manos.

¡Buenos días!

Busca tiempo
“Busca tiempo para leer. Es una manera de perfeccionarte con el saber de los demás. Busca tiempo para orar. Es el modo de entrar en contacto con Dios y expresarle tu amor. Busca tiempo para meditar. Es un ejercicio necesario para llegar a la profundidad de tu corazón.

Busca tiempo para dialogar. Es la acción más noble del ser humano a través de la cual uno escucha y habla, recibe y da, y así crece y se consolida la amistad. Busca tiempo para observar a los demás. Es una actitud que te enseñará mucho y te ayudará a imitar lo positivo de los otros y a evitar sus defectos. Busca tiempo para contemplar la naturaleza. Es el arte de Dios, donde Él se ha manifestado en toda su belleza. Busca también tiempo para trabajar, hacer algo, diligentemente. Es el precio que has de pagar por realizarte a ti mismo, ser útil a los demás y construir una sociedad más justa y humana. Busca tiempo para viajar. Es una actividad que enriquece en gran manera, porque estás en contacto con gentes y culturas diversas que te pueden complementar.

Busca tiempo para evaluarte a ti mismo. Es un momento propicio para hacer balance y decidir con energía lo bueno que debes potenciar y lo malo que debes corregir. Busca tiempo para amar. Es la esencia de la vida, que brinda al ser humano sentido y felicidad”. Que estos valiosos objetivos te motiven a distribuir sabiamente el tiempo.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy 
Texto del Evangelio:
En aquel momento, Jesús se llenó de gozo en el Espíritu Santo, y dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar». Volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron». (Lc 10,21-24)

Comentario:
Hoy leemos un extracto del capítulo 10 del Evangelio según san Lucas. El Señor ha enviado a setenta y dos discípulos a los lugares adonde Él mismo ha de ir. Y regresan exultantes. Oyéndoles contar sus hechos y gestas, «Jesús se llenó del gozo del Espíritu Santo y dijo: ‘Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra’» (Lc 10,21).
La gratitud es una de las facetas de la humildad. El arrogante considera que no debe nada a nadie. Pero para estar agradecido, primero, hay que ser capaz de descubrir nuestra pequeñez. “Gracias” es una de las primeras palabras que enseñamos a los niños. «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios e inteligentes, y se las has revelado a los pequeños» (Lc 10,21).
Benedicto XVI, al hablar de la actitud de adoración, afirma que ella presupone un «reconocimiento de la presencia de Dios, Creador y Señor del universo. Es un reconocimiento lleno de gratitud, que brota desde lo más hondo del corazón y abarca todo el ser, porque el hombre sólo puede realizarse plenamente a sí mismo adorando y amando a Dios por encima de todas las cosas».
Un alma sensible experimenta la necesidad de manifestar su reconocimiento. Es lo único que los hombres podemos hacer para responder a los favores divinos. «¿Qué tienes que no hayas recibido?» (1Cor 4,7). Desde luego, nos hace falta «dar gracias a Dios Padre, a través de su Hijo, en el Espíritu Santo; con la gran misericordia con la que nos ha amado, ha sentido lástima por nosotros, y cuando estábamos muertos por nuestros pecados, nos ha hecho revivir con Cristo para que seamos en Él una nueva creación» (San León Magno).
Abbé Jean GOTTIGNY (Bruxelles, Bélgica)

Santoral Católico:
San Sabas
Abad
Nació el año 439 en Mutalasca, cerca de Cesarea de Capadocia (Turquía). Muy joven ingresó en el cercano monasterio de Flaviana, y a los 18 años marchó a Tierra Santa. Pasó por varias comunidades monásticas de tipo diverso, de vida en común o anacoretas, en sus grutas o eremitorios. El año 478 se estableció en el valle del Cedrón, cerca de Jerusalén. Pronto se le unieron discípulos que comenzaron a poblar las grutas cercanas, y así empezó lo que sería la Gran Laura, con celdas para los que se incorporaban a ella. El año 491 recibió la ordenación sacerdotal. La gran afluencia de vocaciones lo obligó a fundar nuevas lauras, y el patriarca Elías de Jerusalén lo nombró archimandrita, superior de todos los ermitaños de Palestina. Al mismo tiempo, defendió con entereza la fe católica proclamada en el Concilio de Calcedonia el año 451 sobre la doble naturaleza de Cristo. Murió en su Gran Laura, cerca de Jerusalén, el 5 de diciembre del año 532.
© Directorio Franciscano - Aciprensa    

Pensamiento del día

“El Adviento significa: La Venida.
Si Dios viene al hombre,
lo hace porque en su ser humano
ha puesto una dimensión de espera
por cuyo medio el hombre
puede acoger a Dios,
es capaz de hacerlo.”

Tema del día:
“Astutos como serpientes...”
1)   Para saber
Conocemos como ingenuo a aquella persona que no tiene malicia, es inocente y que incluso muchas veces es demasiado crédula por lo que se le puede engañar con cierta facilidad.
La etimología de este término es de lo más curiosa ya que encontramos el origen del mismo en el latín ‘ingenuus’ que era el vocablo con el que en el antiguo Imperio Romano se referían a aquellas personas nacidas libre y que nunca habían perdido su libertad como esclavos. El término acabó siendo utilizado para señalar la candidez e inocencia de aquellos que no han sido alterados, de alguien simple, llano, sin maldad y fácil de engañar.
El Papa Francisco advirtió que un cristiano no puede permitirse ser ingenuo y dejar que nos roben el tesoro que llevamos en nosotros: al Espíritu Santo. Recordó el consejo de nuestro Señor: ‘ser astutos como las serpientes y sencillos como la paloma’.

2) Para pensar
Charles Darwin, biólogo famoso del siglo XIX, relata en su biografía un suceso de su niñez: “En mis primeros años de escuela debía de ser un niño muy ingenuo. Un chico, llamado Garnett, me llevó un día a una pastelería, y compró unos pasteles que no pagó, pues el tendero le fiaba, cosa que yo no sabía.
Cuando salimos le pregunté por qué no los había pagado, y, al instante, contestó «¿Cómo? ¿No sabes que mi tío dejó una gran suma de dinero a la ciudad, a condición de que todo comerciante diera gratis lo que quisiera a quien llevara su viejo sombrero y lo moviera de una forma determinada?», y luego me enseñó cómo había que moverlo.
Entonces entró en otra tienda donde le fiaban, pidió una cosa de poco valor, moviendo su sombrero de la misma manera, y, por supuesto, la obtuvo sin pagar. Cuando salimos, me dijo: «Si quieres ir ahora tú solo a aquella pastelería (¡qué bien recuerdo su situación exacta!), te dejaré mi sombrero, y podrás conseguir lo que gustes, moviéndolo adecuadamente sobre tu cabeza.»
Yo acepté de buen grado la generosa oferta y entré, pedí algunos pasteles, moví el viejo sombrero, y ya salía de la tienda, cuando me acometió el tendero, así que tiré los pasteles, salí huyendo desesperadamente, y me quedé atónito cuando mi falso amigo Garnett me recibió riendo a carcajadas”.
Se comprende la ingenuidad de un niño, pero ya de mayores, no podemos permitirnos ser ingenuos y caer en los engaños y tentaciones de la corrupción.

3) Para vivir
Ante la astucia de la corrupción se debe responder con la astucia cristiana, pues los corruptos tienen un gran poder y pueden hacer mucho mal y, para evitar la corrupción, continua el Papa, “existe una actitud para quienes quieren seguir a Jesús de forma que no terminen mal, que no terminen devorados vivos por los demás. Que no terminen ‘comidos crudos’, como decía mi madre”.
Pero, ¿cuál es esta astucia que nos debe preservar de la corrupción?
El Papa apunta dos notas de la astucia cristiana: Primero, “tener una sana desconfianza que permita estar vigilantes ante los que prometen demasiado, los que hablan demasiado… Y segundo, reflexionar, ante las seducciones del diablo que conoce nuestras debilidades, meditar con la oración”. Hay que pedir al Señor que “no nos deje caer en la tentación”.
© Pbro. José Martínez Colín

No más PPS

Una vez más les recuerdo a los lectores
que reciben “Pequeñas Semillitas” por correo electrónico,
que –lamentablemente– los PPS no se envían más por cuestiones técnicas.

Meditaciones
Considera como Dios, después del pecado de Adán, dejó pasar cuatro mil años antes de enviar a la tierra su Hijo para redimir al mundo. Y mientras tanto... ¡Qué tinieblas de ruina ocupaban la tierra! El verdadero Dios no era conocido ni adorado sino en un ángulo del mundo apenas. Por todo reinaba la idolatría, siendo adorados por dioses los demonios, las bestias y las piedras. Pero admiremos en esto la sabiduría divina, qué difirió la venida del Redentor para hacerla al hombre más digna de agradecimiento; la difirió, para que se conozca mejor la malicia del pecado, la necesidad del remedio y la gracia del Salvador. Si luego de haber pecado Adán hubiese venido Jesucristo, se habría estimado poco la grandeza del beneficio.
Agradezcamos, pues, la bondad de Dios por habernos hecho nacer después que ya se ha cumplido la grande obra de la Redención. Ved llegado ya el tiempo dichoso que fue llamado la plenitud de todos ellos, por el lleno de la gracia que el Hijo de Dios vino a comunicar a los hombres por medio de la Redención. El Ángel embajador es enviado a la ciudad de Nazaret a la Virgen María, para anunciarle la venida del Verbo, que quiere encarnarse en su seno; la saluda, la llama llena de gracia y la bendita entre las mujeres.
Ella, la elegida por Madre del Hijo de Dios, la humilde Virgen se turba al oír estas alabanzas; mas el Ángel la anima, y le dice que ha hallado gracia delante de Dios, esto es, aquella gracia que traía la paz entre Dios y los hombres, y la reparación de la ruina ocasionada por el pecado. Le advierte después el nombre de Salvador, que debe imponerle a este su Hijo, y que era al mismo tiempo Hijo de Dios, que debía redimir al mundo y reinar sobre los corazones de los hombres.
Miremos finalmente como María acepta el ser Madre de tal Hijo al pronunciar aquellas palabras: «hágase en mí según tu palabra.» Fiat mihi secundum verbum tuum. «El Verbo eterno toma carne y se hace hombre:» et Verbum caro factum est. Demos gracias a este Hijo, y démoslas también a esta Madre, que al aceptar serlo de un tal Hijo, acepta al mismo tiempo ser madre de nuestra salvación, y juntamente Madre de dolores, resignándose desde luego al anuncio de los que había de padecer, por ser madre de su Hijo, que venía a padecer y morir por los hombres.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. 

Pedimos oración para Martín, de Córdoba, Argentina...

Pedimos oración para Manuela, de Argentina, que está cursando una gestación ya avanzada, y para su hijo por nacer dentro de un mes, Lucca, rogando a la Virgen de Adviento que los cuide para que todo resulte bien. También oramos por Matías, padre del bebé por nacer; por la salud y bienestar de Patricia, Raúl y Belén, que son integrantes de la misma familia. 

Pedimos oración para Carlos C. O., de Colombia, cuyas pruebas de laboratorio han arrojado algunos resultados poco satisfactorios, poniéndolo en las Santas Manos Sanadoras de nuestro Señor Jesucristo, siempre confiados en la intercesión de nuestra Señora de Lourdes, seguro que la sanación se dará por Su Santa Voluntad.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados.  Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de María
Diciembre 5
En su vida, la Virgen María no ha realizado cosas llamativas ni ha emprendido hazañas extraordinarias. Ella se santificó haciendo todas las cosas que hacían las mujeres de su tiempo.
Tampoco nosotros debemos buscar la santidad en cosas extraordinarias sino en hacer las cosas ordinarias de un modo extraordinario, por el amor con que las hacemos.
María, impúlsanos a realizar las tareas de cada día con mucho amor y bondad.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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