PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3273 ~ Jueves 16 de Febrero de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Así
como Jesús llamó a sus primeros discípulos, que eran pescadores en el lago
Genesaret, diciéndoles que los haría pescadores de hombres, hoy y cada día,
Jesús podría decirnos a nosotros “Los haré cristianizadores de hombres (y
mujeres). Quiero que vayan y anuncien a la gente que han sido creados para ser
felices, y que esa felicidad la van a encontrar si conforman sus vidas a los
valores del Evangelio. Es decir, si comprenden qué es lo que les da sentido, lo
verdaderamente importante, cuál es el modo de comportarse que proporciona
alegría, o qué intuimos que pasará cuando llegue el momento de dar el último
suspiro de felicidad”.
¿Estamos
dispuestos a dejar todos nuestros intereses mundanos y seguirlo a Él, como
hicieron Simón (Pedro), Santiago y Juan, para difundir la alegría del
Evangelio?
¡Buenos días!
Valor de los pequeños pasos
No
es fácil cambiar y crear de la noche a la mañana una vida mejor. Pero, hay
pasos pequeños que podemos dar para alcanzar el cambio que tanto anhelamos.
Aunque al principio no logremos mucho, el solo hecho de mantener un estado
mental adecuado y receptivo nos va a poner en movimiento, nos va a ubicar en el
camino correcto hacia la superación personal.
Juan quiere dejar de ser malhumorado y convertirse en
una persona que la mayor parte del tiempo sea amable y de buen carácter. Lo
animo a empezar con pequeños gestos, como sonreír un poco más cada día,
apreciar verbalmente el trabajo de alguno de su familia o de algún colega, usar
cada vez más un "por favor" y un "gracias". Dejar atrás el
mal carácter, la rudeza, el enojo cotidiano: todo esto es imposible de un día
para otro, pero son posibles los cambios minúsculos, que parecen imperceptibles
pero que con el tiempo se convierten en buenos hábitos, tan naturales que no
requieren ningún esfuerzo para realizarlos.
¿Y
tú? Tú puedes comenzar ahora mismo, ¿cuáles son esos pequeños cambios que
puedes ejecutar? ¿Cuáles son esos pequeños pasos que puedes dar y que te
conducirán a los grandes cambios?.... Empieza ahora y viendo los resultados
positivos, poco a poco te sentirás motivado para seguir adelante. Empieza ya,
no esperes más.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de
Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los
hombres que soy yo?». Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que
Elías; otros, que uno de los profetas». Y Él les preguntaba: «Y vosotros,
¿quién decís que soy yo?». Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo».
Y
les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de Él. Y comenzó a
enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los
ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los
tres días. Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro, se puso a
reprenderle. Pero Él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro,
diciéndole: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los
de Dios, sino los de los hombres». (Mc 8,27-33)
Comentario:
Hoy
seguimos escuchando la Palabra de Dios con la ayuda del Evangelio de san
Marcos. Un Evangelio con una inquietud bien clara: descubrir quién es este
Jesús de Nazaret. Marcos nos ha ido ofreciendo, con sus textos, la reacción de
distintos personajes ante Jesús: los enfermos, los discípulos, los escribas y
fariseos. Hoy nos lo pide directamente a nosotros: «Y vosotros, ¿quién decís
que soy yo?» (Mc 8,29).
Ciertamente,
quienes nos llamamos cristianos tenemos el deber fundamental de descubrir
nuestra identidad para dar razón de nuestra fe, siendo unos buenos testigos con
nuestra vida. Este deber nos urge para poder transmitir un mensaje claro y
comprensible a nuestros hermanos y hermanas que pueden encontrar en Jesús una
Palabra de Vida que dé sentido a todo lo que piensan, dicen y hacen. Pero este
testimonio ha de comenzar siendo nosotros mismos conscientes de nuestro
encuentro personal con Él. Juan Pablo II, en su Carta apostólica "Novo
millennio ineunte", nos escribió: «Nuestro testimonio sería enormemente
deficiente si nosotros no fuésemos los primeros contempladores de su rostro».
San
Marcos, con este texto, nos ofrece un buen camino de contemplación de Jesús.
Primero, Jesús nos pregunta qué dice la gente que es Él; y podemos responder,
como los discípulos: Juan Bautista, Elías, un personaje importante, bueno,
atrayente. Una respuesta buena, sin duda, pero lejana todavía de la Verdad de
Jesús. Él nos pregunta: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» (Mc 8,29). Es la
pregunta de la fe, de la implicación personal. La respuesta sólo la encontramos
en la experiencia del silencio y de la oración. Es el camino de fe que recorre
Pedro, y el que hemos de hacer también nosotros.
Hermanos
y hermanas, experimentemos desde nuestra oración la presencia liberadora del
amor de Dios presente en nuestra vida. Él continúa haciendo alianza con
nosotros con signos claros de su presencia, como aquel arco puesto en las nubes
prometido a Noé.
* Rev. D. Joan Pere PULIDO i Gutiérrez Secretario del
obispo de Sant Feliu (Sant Feliu de Llobregat, España)
Santoral Católico:
Santa Juliana (o Ileana)
Virgen y Mártir
Nació
en Nicomedia (hoy Izmit, en Turquía). Era la única cristiana de su familia y,
cuando su padre quiso casarla con el gobernador, ella se negó si antes no se
bautizaba él. Éste la acusó de ser cristiana y, por no ceder ella en su
exigencia ni querer a apostatar de su fe, la sometió a crueles tormentos y la
condenó a morir decapitada. Era hacia el año 305, en tiempo del emperador
Maximiano. Posteriormente sus restos fueron trasladados a la región de Nápoles
(Campania, Italia).
© Directorio Franciscano
Palabras del Papa Francisco
«Siempre
es necesario ampliar los esfuerzos de una presencia femenina más incisiva en la
Iglesia. Temo la solución del “machismo con faldas”, porque en realidad la
mujer tiene una estructura diferente a la del hombre. En cambio, los discursos
que escucho sobre el papel de la mujer a menudo se inspiran en una ideología
machista. Las mujeres están planteando cuestiones profundas que deben ser
afrontadas. La Iglesia no puede ser sí misma sin la mujer y su papel. La mujer,
para la Iglesia, es imprescindible. María, una mujer, es más importante que los
obispos. Digo esto porque no hay que confundir la función con la dignidad.
Entonces, hay que profundizar mejor la figura de la mujer en la Iglesia. Hay
que trabajar más para hacer una profunda teología de la mujer. Solamente dando
este paso se podrá reflejar mejor la función de la mujer en el interior de la
Iglesia. El genio femenino es necesario en los lugares en los que se toman decisiones
importantes».
Tema del día:
Los cuerpos incorruptos
Dios
tiene muchas formas de manifestar su Omnipotencia, de forma sensible, frente a
todos nosotros. Una de las más admirables es la que se refiere a los Santos
Cuerpos Incorruptos.
Recientemente
se procedió en el Vaticano a la apertura de la tumba del Papa San Juan XXIII (foto), cuya
obra más significativa fue la realización del Concilio Vaticano II. Para
sorpresa de quienes realizaron la ceremonia, y pese a las décadas que
transcurrieron desde su muerte, su cuerpo se encontraba totalmente incorrupto.
Sus restos, de tal modo, están ahora expuestos en la Basílica de San Pedro en
una urna de cristal, para admiración de quienes lo visitan.
Pero
no es la primera vez que esto ocurre, ya que son muchos los casos de Santos que
pese a las décadas o siglos de su muerte, tienen sus cuerpos en estado de
incorruptibilidad. El caso de Santa Bernardita de Soubirous, la vidente de la
aparición de Lourdes, es uno de los más admirables y conocidos. Su rostro
muestra aún hoy una paz y alegría que reflejan la felicidad que ella sintió en
el momento en que alcanzó las puertas de la Patria Celestial.
También
el cuerpo del Santo Cura de Ars, Juan María Bautista Vianney, está incorrupto.
Él vivió una vida de proezas místicas, de lucha contra el demonio, de
incansable trabajo en el confesionario, de hechos místicos resaltables como la
bilocación de su cuerpo y de perfume de santidad, entre muchos otros.
Jacinta
Marto, la niña que junto a su hermano Francisco y su prima Lucía Dos Santos
recibieron la visita de la Mujer vestida del sol en Fátima, mostró su rostro de
niña angelical totalmente incorrupto cuando varios años después de su muerte se
mudaron sus restos en Portugal.
El
corazón de San Vicente de Paul, fundador de la orden de los Vicentinos, se
encuentra también incorrupto, así como varias partes del cuerpo de San
Francisco Javier, el sacerdote que evangelizó varios países de Asia hace
algunos siglos.
Y
así se puede nombrar a Santa Clara de Asís, Santa Imelda, Santa Margarita,
Santa Rita de Cascia, el Santo Padre Pío de Pietrelcina, San Juan Bosco, Santa
Catalina de Labouré, el argentino Fray Mamerto Esquiú, San Peregrino Laziosi y
tantos otros Santos que dan testimonio de la Presencia viva de Jesús obrando
hoy entre nosotros.
Mucha
gente vive con la convicción de que los milagros obrados por Dios son cosa del
pasado, o que las manifestaciones celestiales culminaron con la Ascensión de
Jesús o a lo sumo durante los primeros siglos de la Iglesia. Sin embargo Dios
nos sigue mostrando que Su mano sigue obrando a nuestro alrededor para llamar
nuestra atención hacia la necesidad de reconocer la existencia del mundo
sobrenatural entre nosotros.
Pero,
¿cuál es el sentido y el mensaje del Cielo al mantener los cuerpos de estas
almas en un estado que desafía las leyes naturales? Sin dudas que el principal significado es el
de indicarnos a las claras Su predilección por aquellos que se santificaron,
que vivieron una existencia de búsqueda de la entrega total a la Voluntad de
Dios. Jesús nos marca con Su Presencia Mística a aquellos que debemos mirar
como ejemplos del camino a seguir.
Mientras
tanto el mundo nos llama con sus inconsistentes mensajes orientados al
materialismo, a la negación de la Presencia de Dios en cada pequeña cosa que
vivimos, a la vida vacía de contenido espiritual. Dios, con sus mensajes de
Presencia y desafiando las leyes de Su Creación, nos enseña que El todo lo
puede, sobremanera cuando se está en la presencia de almas santificadas.
Levantemos
nuestros ojos a lo alto, veamos la magnífica manifestación de Dios actuando
frente a todos nosotros en el testimonio de los milagros más sorprendentes. No
dejemos que las cosas del mundo obstaculicen nuestra visión y nuestro
entendimiento. Si Dios nos llama de tan diversas maneras, ¿qué sentido tiene
seguir viviendo apegados al frenesí de luchar por cosas que no tienen sentido
alguno para la trascendente misión de nuestra propia salvación?
Fuente:
Reina del Cielo
Meditación
¿Puedo
aprender de una vez a no pensar en que los demás son siempre mejores que yo y
comenzar a valorarme a mí mismo?
¿Soy
capaz de decidir y actuar por mí mismo ante cualquier situación que se presente
en mi vida o necesito como los niños que sean otros los que tomen las
decisiones por mí?
¿Soy
capaz de disfrutar completamente de la libertad que se me ha dado para vivir la
vida o dependo de los sentimiento de culpabilidad a los que los demás me encadenan?
¿Valoro
en su justa medida mi valía personal que sin duda es considerable y me acepto y
me quiero sin condiciones?
¿Soy
capaz de trabajar con tesón para combatir mi intolerancia, mi impaciencia y en
general todos los obstáculos que mi mente pone en mi contra para mantener unas
buenas relaciones familiares, sociales y laborales?
¿Soy
consciente de las cosas negativas que están ocurriendo a mi alrededor y las
acepto con valor intentando aprender la lección que me enseña cada una de las
experiencia vividas o escondo la cabeza bajo la arena como las avestruces
evadiéndome cobardemente de todo?
¿Soy
capaz de poner orden en mi vida aprovechando positivamente toda mi energía y mi
tiempo o prefiero pasar por este mundo sin pena ni gloria, sin dejar huella?
¿Soy
capaz compartir mis bienes con los demás o de desprenderme de las cosas que ya
no me sirven o vivo encadenado sin remisión a las cosas materiales sabiendo que
el día que abandone mi cuerpo no podré llevarlas conmigo?
¿Soy
capaz de sentirme plenamente satisfecho conmigo mismo porqué me acepto y me
quiero tal como soy?
¿Soy
capaz de quererme a mí mismo sin condiciones, amar a mi prójimo como a mí mismo
y aceptar el amor que los demás me ofrecen?
¿Soy
capaz de adoptar una actitud mental y emocional positiva y de aprovechar todo
lo que la vida me ofrece?
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la
falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras
enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los
presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas
Almas del Purgatorio.
Los cinco minutos de María
Febrero 16
Encontrarse
con María, descubrir la persona de María, llegar a conocer la función maternal
de María y su misión salvadora, es provechosísimo y de honda consolación para
sus devotos.
Algunos
han pasado al lado de María sin reconocerla; el trato que han tenido con ella
ha sido un trato frío, poco menos que diplomático; hasta que un día
descubrieron que ella es su Madre y, como tal, los protege y los guía.
Desde
entonces su vida cambió fundamentalmente. Como huérfanos que un día felicísimos
encontraron a su Madre y comenzaron a vivir con ella, una muy sentida alegría
inundó su corazón.
María, “causa de nuestra alegría”, gracias por darnos
a Jesús que nos comunica su vida.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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