jueves, 2 de febrero de 2017

Pequeñas Semillitas 3259

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3259 ~ Jueves 2 de Febrero de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Mi Señor, quiero poder siempre caminar contigo y experimentar a tu lado el nuevo rostro de Dios. Quiero ser transformado por Ti para luego ir al mundo entero a darte los frutos que corresponda. Estoy llamado a cooperar contigo en la extensión de tu Reino, a trabajar continuamente por tu Iglesia y por llevar tu Palabra a los que aún no te conocen o creen conocerte pero no viven según tus mandatos. Quiero imitar tu ejemplo e vida que pasaste por el mundo haciendo el bien, llevando alegrías y sanando los dolores. Ayúdame a llevarte hoy a todas las personas con las que pueda encontrarme en este camino de vida que me estoy trazando. Tú me has elegido para ser tu amigo, no tu esclavo. Eres mi gran amigo, el que nunca falla y que todo lo perdona. Tú me has elegido y quieres que te acompañe en este viaje por la vida y por nuestra salvación. Contigo estoy dispuesto a todo, porque me siento seguro de que me acompañas y pides al Padre por mi protección y porque nunca caiga en las trampas del mundo. Deseo vivir mi profesión de fe unido a tu voluntad y a tu amor. Amén.  (Píldoras de Fe)

¡Buenos días!

Un nuevo empleo
“Saluda con gozo y agradecimiento el don inapreciable de este nuevo día. Trata con ternura cada hora porque no retornará jamás. Elude con empeño todo aquello que mata el tiempo. No escuches a labios ociosos, ni te quedes donde hay manos inactivas” (Mandino). Valiosos consejos para no ser presa de la holgazanería que frustra tus propósitos y aleja tus mejores metas.

Conversaban dos mujeres en la feria:
- Por fin mi marido consiguió trabajo en una fábrica.
- Y ¿cómo anda en su nuevo empleo?
- Como pez en el agua.
- ¿Qué hace?
- Nada.

Triste suerte la de quien sólo trabaja para vivir, pero no sabe para qué vive. Triste suerte la de aquel que ha hecho del "tener y retener" el objetivo de su vida. Dichoso, en cambio, el que, mientras gana su pan o acrecienta su fortuna, sabe hacer del trabajo una ocasión de servicio al prójimo y de cooperación con el proyecto de Dios.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor» y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.
Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre Él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel». Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de Él.
Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción —¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!— a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones».
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él. (Lc 2,22-40)

Comentario:
Hoy, aguantando el frío del invierno, Simeón aguarda la llegada del Mesías. Hace quinientos años, cuando se comenzaba a levantar el Templo, hubo una penuria tan grande que los constructores se desanimaron. Fue entonces cuando Ageo profetizó: «La gloria de este templo será más grande que la del anterior, dice el Señor del universo, y en este lugar yo daré la paz» (Ag 2,9); y añadió que «los tesoros más preciados de todas las naciones vendrán aquí» (Ag 2,7). Frase que admite diversos significados: «el más preciado», dirán algunos, «el deseado de todas las naciones», afirmará san Jerónimo.
A Simeón «le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor» (Lc 2,26), y hoy, «movido por el Espíritu», ha subido al Templo. Él no es levita, ni escriba, ni doctor de la Ley, tan sólo es un hombre «justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel» (Lc 2,25). Pero el Espíritu sopla allí donde quiere (cf. Jn 3,8).
Ahora comprueba con extrañeza que no se ha hecho ningún preparativo, no se ven banderas, ni guirnaldas, ni escudos en ningún sitio. José y María cruzan la explanada llevando el Niño en brazos. «¡Puertas, levantad vuestros dinteles, alzaos, portones antiguos, para que entre el rey de la gloria!» (Sal 24,7), clama el salmista.
Simeón se avanza a saludar a la Madre con los brazos extendidos, recibe al Niño y bendice a Dios, diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel» (Lc 2,29-32).
Después dice a María: «¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!» (Lc 2,35). ¡Madre!, —le digo— cuando llegue el momento de ir a la casa del Padre, llévame en brazos como a Jesús, que también yo soy hijo tuyo y niño.
* Rev. D. Lluís RAVENTÓS i Artés (Tarragona, España)

Santoral Católico:
Fiesta de la Presentación del Señor
Esta fiesta, que se llama también "La Candelaria", celebra el episodio que narra san Lucas. Cuando llegó el tiempo de la purificación de María, a los 40 días del parto, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor y así cumplir su santa Ley. En el templo les salió al encuentro el anciano Simeón, hombre justo y que esperaba la consolación de Israel. El anciano anunció a María su participación en la Pasión de su Hijo, y proclamó a éste "luz para alumbrar a las naciones". De ahí que los fieles, en la liturgia de hoy, salgan al encuentro del Señor con velas en sus manos y aclamándolo con alegría. Es una fiesta fundamentalmente del Señor, pero también celebra a María, vinculada al protagonismo de Jesús en este acontecimiento por el que es reconocido como Salvador y Mesías.
Oración: Dios todopoderoso y eterno, te rogamos humildemente que, así como tu Hijo unigénito, revestido de nuestra humanidad, ha sido presentado hoy en el templo, nos concedas, de igual modo, a nosotros la gracia de ser presentados delante de ti con el alma limpia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano  Aciprensa    

Pensamiento del Papa Francisco
«Los que hoy buscan siempre soluciones disciplinarias, los que tienden exageradamente a la “seguridad” doctrinal, los que buscan obstinadamente recuperar el pasado perdido, tienen una visión estática e involutiva. Y de esta manera la fe se convierte en una ideología entre todas las demás. Yo tengo una certeza dogmática: Dios está en la vida de cada persona, Dios está en la vida de cada uno. Aunque la vida de una persona haya sido un desastre, aunque esté deshecha por los vicios, por la droga o cualquier otra cosa, Dios está en su vida. Podemos y debemos buscarlo en cada vida humana. Aunque la vida de una persona sea un terreno lleno de espinas y de yerbas, siempre hay un espacio en el que la buena semilla puede crecer. Hay que confiar en Dios.»

Historias:
Coherencia
El semáforo se puso amarillo justo cuando él iba a cruzar en su automóvil y, como era de esperar, hizo lo correcto, se detuvo en la línea de paso para los peatones, a pesar de que podría haber rebasado la luz roja, acelerando a través de la intersección.

La mujer que estaba en el automóvil detrás de él estaba furiosa.  Le tocó la bocina por un largo rato e hizo comentarios negativos y vulgares en alta voz, ya que por culpa suya no pudo avanzar a través de la intersección... y para colmo, se le cayó el celular y se le corrió el maquillaje. En medio de su pataleta, oyó que alguien le tocaba el cristal de su lado.

Allí, parado junto a ella, estaba un policía mirándola muy seriamente.

El oficial le ordenó salir de su coche con las manos arriba, y la llevó a la comisaría donde la revisaron de arriba abajo, le tomaron fotos, las huellas dactilares y la pusieron en una celda.

Después de un par de horas, un policía se acercó a la celda y abrió la puerta.

La señora fue escoltada hasta el mostrador, donde el agente que la detuvo estaba esperando con sus efectos personales.
- Señora, lamento mucho este error le explicó el policía. Le mandé bajar mientras usted se encontraba tocando la bocina fuertemente, queriendo pasarle por encima al automóvil del frente, maldiciendo, gritando improperios y diciendo palabras soeces.  Mientras la observaba, me percaté que:
- De su retrovisor cuelga un rosario.
- Su auto tiene una calcomanía que dice: "Sonríe, Jesús te ama",
- Su patente tiene un borde que dice "Amor y paz",
- En la parte de atrás hay una oblea que dice" La paciencia es la madre de las virtudes”
- Otra calcomanía que dice: "Practica la meditación"
- Y, finalmente, el emblema cristiano del pez.
¡Como es de imaginarse... supuse que el auto era robado!

Esta historia muestra la importancia de ser coherentes entre lo que creemos, lo que decimos, y lo que hacemos.

Meditación

¿Has sentido alguna vez que las oportunidades que llegan a ti son pocas, que el universo o Dios te tienen olvidado, que no ves el camino claro? ¿A qué crees que se deba? ¿Has hecho algo al respecto para cambiar esa situación?
Mucha gente al igual que tú han pasado y pasan actualmente por la misma situación, están cerrados y bloqueados a ver más allá de lo que sus ojos pueden ver y esto les impide que puedan validar que las posibilidades abundan a su alrededor… sólo hace falta cambiar el foco de la atención y salir de esa zona oscura donde se encuentran actualmente.
Dejar de negar la situación actual que vives y aceptarla te permitirá entonces lograr que el conflicto interno que has creado empiece a cesar y ¿sabes lo que sucederá? podrás nuevamente ver… podrás nuevamente abrir tu corazón…
Cuando el corazón está completamente abierto, es más fácil conectar con nuestra propia esencia, y es que el corazón no es sólo el órgano que nos permite vivir es también el radar que nos indica el camino correcto… ¿Te has fijado que ante  cualquier situación primero lo sientes en el corazón y éste envía el mensaje a donde debe producirse una acción?
Pues así funciona; el corazón es nuestra brújula y si la usamos mal o si no la sabemos usar entonces la cerramos o bloqueamos y perdemos el rumbo, mucha gente y quizás tú tienes el corazón cerrado y por eso te es tan difícil encontrar el rumbo en tu vida. Por eso la tarea principal es expandir el corazón, abrirlo de par en par y dejar salir la luz para poder ver el camino con claridad.
El corazón es el portal que te permite ver la vida desde una nueva perspectiva: La de tus fortalezas y no la de tus debilidades ¿Por qué cerrarlo?
Cuando el corazón está abierto de par en par es cuando las oportunidades, las personas, las situaciones empiezan a cobrar ¨vida¨ delante de tu ojos y tú estarás dispuesto a aceptarlas dependiendo de lo que tú desees en tu vida.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Los cinco minutos de María
Febrero 2
Entre los cristianos es muy frecuente representar a la Virgen con las manos juntas en actitud de oración, como queriendo decirnos que debemos elevar nuestros ojos hacia arriba, hacia el cielo, hacia Dios.
María Inmaculada, con las manos juntas hacia arriba, elevados sus ojos hacia las alturas, arropada con el manto azul, símbolo de su ideal, nos señala cuál debe ser nuestra meta.
¡Qué necesario es responder a la invitación litúrgica que dice. “Levantemos el corazón!” No puede el cristiano vivir arrastrándose a ras de tierra; debe elevarse hacia las alturas y lanzarse hacia Dios sin olvidarse de su misión en el mundo.
María, punto de enlace del cielo con la tierra, ayúdanos con tu presencia para que el Evangelio no se desencarne ni se desfigure (cf Puebla 301)
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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