domingo, 25 de diciembre de 2016

Pequeñas Semillitas 3226

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 3226 ~ Domingo 25 de Diciembre de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)

Alabado sea Jesucristo…
Hoy resuena el más grande anuncio de la historia: ¡El Sol de Dios baja como Luz al mundo y viene a dar vida en abundancia a todos los hombres! Hoy es el día del ¡Gloria a Dios y paz a los hombres! ¡Dios mismo es la Gloria infinita que ilumina a hombres y familias, pueblos y naciones!
Isaías goza ante el Señor que viene a salvarnos, gozo que embarga también a Pablo cuando escribe que la Gracia de Dios vino a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear para sí un Pueblo elegido y lleno de celo en la práctica del bien. Por su parte, Lucas nos ubica ante el Mesías prometido, el Niño adorado por humildes pastores, que luego anuncian la más buena y alegre noticia: ¡La llegada del Salvador! que, en la misa vespertina, Juan presentará como el Verbo de Dios por quien todo fue hecho, luz verdadera, vida en plenitud para todos y que nos hace hijos de Dios, a imagen de su Hijo único. (El Domingo)

¡Buenos días!

El gran regalo de Dios
En cada Navidad nos maravillamos de la bondad de Dios, nuestro Padre, que nos regaló a su mismo Hijo Unigénito, hecho niño en Belén. Ese día, inspirados por el ejemplo de la generosidad de Dios, acostumbramos a prodigar regalos a nuestro alrededor, a parientes y amigos. Pero hay dones más valiosos  —¡y tan necesarios!— que podemos hacernos sin gastar un centavo.

Esboza una sincera sonrisa... y regálala a quien nunca la ha tenido. Recoge un rayo de sol en tu corazón... y hazlo volar allá en donde reina la noche. Descubre una fuente... y permite bañarse en ella a quien vive en el barro. Vierte una lágrima... y ponla en el rostro de quien nunca ha llorado. Enciende el valor en tu pecho...  y ponlo en el ánimo de quien no sabe luchar. Descubre la vida...  y alienta a quien se arrastra por ella. Cultiva la esperanza...  e irradia su luz a tu alrededor. Imprégnate de bondad...  y dónala a quien la desconoce. Descubre el amor...  y comunica su fuego al mundo.

Amigo/a: ¡qué hermoso es hacer de tu vida una Navidad! Anímate a esparcir a manos llenas en el hogar, en el barrio, en tu ambiente de trabajo, el fuego del amor, la luz de la alegría y la fuerza de la esperanza. Que esta celebración cristiana te ayude a meditar y proyectar a tu vida la sorprendente bondad que Dios tiene con nosotros.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
Al principio estaba junto a Dios.
Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.
En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron.
Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan.
Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
Él no era la luz, sino el testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre.
Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoció.
Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron.
Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios.
Ellos no nacieron de la sangre, ni por obra de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino que fueron engendrados por Dios.
Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él, al declarar: "Este es aquel del que yo dije: El que viene después de mí me ha precedido, porque existía antes que yo".
De su plenitud, todos nosotros hemos participado y hemos recibido gracia sobre gracia: porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que está en el seno del Padre. (Juan 1,1-18)

Santoral Católico:
La Natividad del Señor
Con la solemnidad de la Navidad, la Iglesia celebra la manifestación del Verbo de Dios a los hombres.  En efecto, éste es el sentido espiritual más importante y sugerido por la misma liturgia, que en las tres misas celebradas por todo sacerdote ofrece a nuestra meditación “el nacimiento eterno del Verbo en el seno de los esplendores del Padre (primera misa); la aparición temporal en la humildad de la carne (segunda misa); el regreso final en el último juicio (tercera misa).

Un antiguo documento del año 354 llamado el Cronógrafo confirma la existencia en Roma de esta fiesta el 25 de diciembre, que corresponde a la celebración pagana del solsticio de invierno "Natalis solis invicti", esto es, el nacimiento del nuevo sol que, después de la noche más larga del año, readquiría nuevo vigor.

Al celebrar en este día el nacimiento de quien es el verdadero Sol, la luz del mundo, que surge de la noche del paganismo, se quiso dar un significado totalmente nuevo a una tradición pagana muy sentida por el pueblo, porque coincidía con las ferias de Saturno, durante las cuales los esclavos recibían dones de sus patrones y se los invitaba a sentarse a su mesa, como libres ciudadanos. Sin embargo, con la tradición cristiana, los regalos de Navidad hacen referencia a los dones de los pastores y de los reyes magos al Niño Jesús.

En oriente se celebraba la fiesta del nacimiento de Cristo el 6 de enero, con el nombre de Epifanía, que quiere decir "manifestación", después la Iglesia oriental acogió la fecha del 25 de diciembre, práctica ya en uso en Antioquía hacia el 376, en tiempo de San Juan Crisóstomo, y en el 380 en Constantinopla. En occidente se introdujo la fiesta de la Epifanía, última del ciclo navideño, para conmemorar la revelación de la divinidad de Cristo al mundo pagano.

Los textos de la liturgia navideña, formulados en una época de reacción contra la herejía trinitaria de Arrio, subrayan con profundidad espiritual y al mismo tiempo con rigor teológico la divinidad y realeza del Niño nacido en el pesebre de Belén, para invitarnos a la adoración del insondable misterio de Dios revestido de carne humana, hijo de la purísima Virgen María.
Fuente: Catholic.net    

Palabras del Papa Francisco
“¡La Navidad es un encuentro! Y caminamos para encontrarlo: encontrarlo con el corazón, con la vida; encontrarlo vivo, como Él está; encontrarlo con fe. No es fácil vivir con la fe… es necesario tener el corazón abierto: ¡Corazón abierto para que Él me encuentre! Y me diga lo que quiere decirme, que no es siempre lo que yo quiero que me diga. Él es el Señor y Él me dirá lo que tiene para mí, porque el Señor no nos mira a todos juntos, como una multitud. Nos mira a cada uno a la cara, a los ojos… De persona a persona: el Señor, persona, me mira a mí, persona. Dejarnos encontrar por el Señor es exactamente esto: ¡Dejarnos amar por el Señor!”

Tema del día:
Llegó la Navidad
Llegó la Navidad. Normalmente esta palabra nos trae brisas de alegría y nos da contento el saber que estamos en el día de los regalos, del arbolito o el “nacimiento”, de los adornos, de la buena comida. Es porque estamos celebrando un cumpleaños especial. Pero ¿De quién? Desgraciadamente muchos que abundan en la comida y sobre todo en la bebida no nos podrían dar una respuesta exacta. Tampoco tendrán preparado un regalo para el cumpleañero. Pero nosotros sí lo sabemos y queremos preparar, si no lo tenemos, un buen regalo para Él.

En la primera misa de Navidad, por la noche, se nos dice con entusiasmo: “¡Un Niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado!” Claro que no es un niño cualquiera: es Dios que nos trae la salvación. Y para mostrar mejor esa salvación se hace niño pobre, sencillo y humilde en el portal de Belén. Tampoco tenemos por qué acentuar demasiado las tintas diciendo cosas que no están en el evangelio. No tenían por qué llegar a Belén en el último día buscando desesperados un lugar para el nacimiento, pues sería indigno de san José el exponer así a María. Tampoco debemos acentuar el que nadie les recibiera (lo de san Juan es en sentido místico y espiritual), pues sería indigno de la hospitalidad de todo un pueblo. Sencillamente no había sitio en la posada pública, o más bien, como ahora suelen decir muchos comentaristas, no tenían sitio en la sala principal de la casa (y quizá la única) donde estaban alojados, pues estaba mal visto que el nacimiento fuese en medio de la gente con niños. Por lo cual, para ese momento, tuvieron que ir a la parte trasera de la casa donde solían tener algunos animales. El hecho es que Dios se revela a unos pastores y éstos van a ver a un niño que ha nacido en Belén (no necesariamente en las afueras), a un lugar donde hay un pesebre, a un lugar donde suelen comer animales. Todo muy normal, pero sencillo.

Dios se hace hombre para que el hombre pueda llegar a ser hijo de Dios. La realidad y nuestra fe nos dice que ahí está Dios hecho hombre, rodeado por su madre María y por san José. Y ahí queremos estar nosotros como los pastores para adorarle. Y también para darle un beso ¿Y qué le vamos a decir? Debemos agradecerle todo ese inmenso amor y decirle que le queremos corresponder con un gran amor. Y como muestra de amor debemos darle algún regalo. Él no necesita ningún regalo material, porque todo lo hubiera podido tener y no ha querido nada material para que se vea mejor su amor por nosotros. Sin embargo no rechazaría muchas cosas materiales para tantos niños, y no tan niños, que viven necesitados, porque en las casas pobres también Jesús quiere nacer y quiere que allí se sientan contentos. Pero quiere sobre todo nuestro corazón. El ofrecer nuestro corazón suena bonito, pero no es fácil. Es poner nuestro corazón junto al suyo para tener “los mismos sentimientos”. No sería regalo el seguir igual que como éramos, sino el hacer algo más o bastante más.

Al acercarnos a Jesús Niño debemos también aprender algunas lecciones. Una que es evidente es que para ser grandes en el Reino de Dios, no es necesario tener mucho dinero y poder. Más bien esto suele ser impedimento, porque los que tienen mucho material se creen que todo lo pueden y que no necesitan de nadie ni de Dios. Estos no suelen postrarse ante el Niño de Belén. Los que se sienten más cómodos en el Reino de Dios (y ante el portal de Belén) son los que, viviendo con su trabajo normal, tienen un corazón de niño, porque ponen su confianza en Dios, como los pastores.

El nacimiento de Jesús no es sólo algo que pasó. Hoy sigue naciendo en la Eucaristía y en nuestro corazón. Jesús nos ilumina y nos alienta para seguir su ejemplo de vida. Para ello nos dice, como el ángel a los pastores: “No tengáis miedo”. Que los deseos de mayor bondad sigan profundos en nuestro corazón, a ejemplo de María que iba conservando todos los sucesos en su corazón. Y que la paz que proclamaron los ángeles a los pastores inunde nuestros corazones en este día.
(P. Silverio Velasco)

Poesía
Trota mi burrito

Trota trota mi burrito
trota trota sin parar
que el Niño Dios ha nacido
en un humilde portal.

Trota trota mi burrito
trota trota hasta Belén
van llegando los pastores
para darle el parabién.

Trota trota mi burrito
trota trota y no te pares
todo el mundo está de fiesta
entonando sus cantares.

Trota trota mi burrito
trota trota que llegamos
ya se escuchan villancicos
y los ángeles cantando.

Trota trota mi burrito
trota trota sin parar
que el Niño Dios ha nacido
en un humilde portal.

Autor:
José de Arias Martínez

Nuevos vídeos

Hay dos nuevos vídeos subidos al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlos tienes que ir al final de esta página

Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

Desde Uruguay, Eduardo y Cecilia, lectores habituales de esta página, nos comparten su alegría por el bautismo de su hijo Bautista, de ocho meses de vida. Nos sumamos a la celebración y damos gracias a Dios que a través de este hermoso sacramento nos concede la gracia santificante que restaura la amistad con Él que se había perdido por el pecado original.

Hace pocos días pedíamos oración por la restauración del matrimonio de Rubén y su esposa Rudy, de Venezuela. Hoy, con alegría, decimos que por la mediación de la Virgen de Guadalupe, se ha logrado unir lo que estaba resquebrajado. Gracias Dios… y gracias a los que oraron… Una vez más comprobamos que nuestras plegarias son escuchadas.

Desde Buenos Aires, Argentina, Cecilia escribe y dice: “Hola Felipe, quería agradecer al Señor esta nueva Navidad en la que  gozamos de salud , paz y amor de nuestra familia, y deseamos un 2017 con salud y mucho trabajo para seguir agradeciendo y hacer el bien a nuestro prójimo”

Desde Bogotá, Colombia, nuestro lector Carlos C. O. nos escribe y dice: “Apreciado Felipe, deseo, de corazón, dar gracias a 'Pequeñas Semillitas', a sus simpatizantes y a todas las personas y comunidades que oraron por mis intenciones particulares y por aquellas personas y situaciones que coloqué en esta maravillosa página. Doy gracias al Señor y a la Santísima Virgen por tantas gracias recibidas durante este año. Se dieron testimonios de fe y esperanza, de fortaleza y justicia, de templanza y sabiduría, firmes manifestaciones de la Caridad, del Amor Misericordioso de Dios y del amor compartido a Dios. Ahora es la oportunidad de orar a Dios, todos unidos, por la paz en Colombia, mi amado país, por la paz en el mundo entero, por paz en cada uno de los corazones de quienes acudimos a este hermoso espacio para pedir y dar gracias al Señor por todas las maravillas que hace en nosotros, siempre con la intercesión de nuestra Madre la Virgen Santísima”.

Aviso importante
“Pequeñas Semillitas” no se publicará
desde el 26 al 31 de diciembre
para tomar sólo una semana de descanso.
Por ahora no habrá otras vacaciones.

Los cinco minutos de Dios
Diciembre 25
Cantando van los pastores
cantando van las muchachas,
cantando van monte abajo por la veredita blanca.
Un lucerito brillante los guía con su fulgor;
con alma, salud y gracia entonan esta canción:
"Podéis, pastorcillos, alegres cantar;
en Belén el Niño ha nacido ya.
Tocad las campanas, a gloria tocad;
en Belén el Niño ha nacido ya.
Al son de alegres campanas,
llegando van los pastores
y al Niño le hacen ofrenda
de sus regalos mejores;
pero hay un pastorcito
que trae el más grande don
y al Niño con alegría
le ofrece su corazón.
Podéis, pastorcillos, alegres cantar;
en Belén el Niño ha nacido ya..."
“No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor” (Lc 2,11). Así comienza la nueva era: la era de la realización de la promesa hecha a nuestros antepasados; ya nos ha venido el Mesías, el Redentor, el Salvador; ya podemos considerarnos salvados por la infinita misericordia de nuestro Hermano Jesús, que se entregará por todos nosotros.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

sábado, 24 de diciembre de 2016

Pequeñas Semillitas 3225

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 3225 ~ Sábado 24 de Diciembre de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
“Al principio ya existía la Palabra. La Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios”
El Dios que se revela en la Palabra es Luz, es Camino, es Verdad, es Vida.
Esta noche las tinieblas del mundo llegan a su fin… Llega Jesús que es Luz.
Esta noche la desorientación se termina… Llega Jesús que es Camino.
Esta noche la mentira va a ser derrotada… Llega Jesús que es la Verdad.
Esta noche la muerte pierde la batalla… Llega Jesús que es Vida.
Todos nosotros, seguidores de Jesús, debemos llevar a cada rincón del mundo su verdad y su luz, para que muchos encuentren el camino y la vida por Él.

¡Buenos días!

Decídete por Dios
La Reina de la Paz te deja hoy un mensaje para la próxima Navidad. Te anima a decidirte por Dios, entregarte a él, ponerlo en el primer lugar en tu propia vida y en tu hogar. Es nada más ni nada menos que decidirte a hacer realidad el precepto del Señor, Creador nuestro: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma y con todas tus fuerzas”.

“¡Queridos hijos! Hoy, de una manera especial, les traigo al pequeño Jesús para que él los bendiga con su bendición de paz y de amor. No olviden que ésta es una gracia que muchas personas ni conocen ni aceptan. Por eso, ustedes, los que se dicen míos y que buscan mi ayuda, entréguense completamente. Por encima de todo, den su amor y su ejemplo en sus familias. Ustedes dicen que la Navidad es una celebración familiar. Por eso, queridos hijos, den a Dios el primer lugar en sus familias, a fin de que él pueda darles a ustedes la paz y pueda protegerlos. Decídanse por Dios y entonces ustedes lo tendrán todo. ”

Con sencillas palabras la Madre te recuerda lo que Jesús dijo (Mt. 6, 33) y que tantas veces olvidamos: “Busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y lo demás se les dará por añadidura”. Esto es decidirse por Dios, darle el primer lugar… y él no se dejará superar en generosidad, a cambio ¡lo tendrás todo! Esto es fe. Atrévete a la entrega completa.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Zacarías, el padre de Juan, quedó lleno de Espíritu Santo, y profetizó diciendo: «Bendito el Señor Dios de Israel porque ha visitado y redimido a su pueblo y nos ha suscitado una fuerza salvadora en la casa de David, su siervo, como había prometido desde tiempos antiguos, por boca de sus santos profetas, que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odiaban haciendo misericordia a nuestros padres y recordando su santa alianza y el juramento que juró a Abraham nuestro padre, de concedernos que, libres de manos enemigas, podamos servirle sin temor en santidad y justicia delante de Él todos nuestros días. Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, pues irás delante del Señor para preparar sus caminos y dar a su pueblo conocimiento de salvación por el perdón de sus pecados, por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, que harán que nos visite una Luz de la altura, a fin de iluminar a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte y guiar nuestros pasos por el camino de la paz». (Lc 1,67-79)

Comentario:
Hoy, el Evangelio recoge el canto de alabanza de Zacarías después del nacimiento de su hijo. En su primera parte, el padre de Juan da gracias a Dios, y en la segunda sus ojos miran hacia el futuro. Todo él rezuma alegría y esperanza al reconocer la acción salvadora de Dios con Israel, que culmina en la venida del mismo Dios encarnado, preparada por el hijo de Zacarías.
Ya sabemos que Zacarías había sido castigado por Dios a causa de su incredulidad. Pero ahora, cuando la acción divina es del todo manifiesta en su propia carne —pues recupera el habla— exclama aquello que hasta entonces no podía decir si no era con el corazón; y bien cierto que lo decía: «Bendito el Señor Dios de Israel...» (Lc 1,68). ¡Cuántas veces vemos oscuras las cosas, negativas, de manera pesimista! Si tuviésemos la visión sobrenatural de los hechos que muestra Zacarías en el Canto del Benedictus, viviríamos con alegría y esperanza de una manera estable.
«El Señor ya está cerca; el Señor ya está aquí». El padre del precursor es consciente de que la venida del Mesías es, sobre todo, luz. Una luz que ilumina a los que viven en la oscuridad, bajo las sombras de la muerte, es decir, ¡a nosotros! ¡Ojalá que nos demos cuenta con plena conciencia de que el Niño Jesús viene a iluminar nuestras vidas, viene a guiarnos, a señalarnos por dónde hemos de andar...! ¡Ojalá que nos dejáramos guiar por sus ilusiones, por aquellas esperanzas que pone en nosotros!
Jesús es el “Señor” (cf. Lc 1,68.76), pero también es el “Salvador” (cf. Lc 1,69). Estas dos confesiones (atribuciones) que Zacarías hace a Dios, tan cercanas a la noche de la Navidad, siempre me han sorprendido, porque son precisamente las mismas que el Ángel del Señor asignará a Jesús en su anuncio a los pastores y que podremos escuchar con emoción esta misma noche en la Misa de Nochebuena. ¡Y es que quien nace es Dios!
* Rev. D. Ignasi FABREGAT i Torrents (Terrassa, Barcelona, España)

Santoral Católico:
Noche del nacimiento del Hijo de Dios
«Alegrémonos todos en el Señor, porque nuestro Salvador ha nacido en el mundo. Hoy, desde el cielo, ha descendido la paz para nosotros.»
(Antífona de Entrada)
La Iglesia en su misión de ir por todo el mundo llevando la Buena Nueva ha querido dedicar un tiempo a profundizar, contemplar y asimilar el Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios; a este tiempo lo conocemos como Navidad. Cerca de la antigua fiesta judía de las luces y buscando dar un sentido cristiano a las celebraciones paganas del solsticio de invierno, la Iglesia aprovechó el momento para celebrar la Navidad. En este tiempo los cristianos, por medio del Adviento, se preparan para recibir a Cristo, "luz del mundo" (Jn 8, 12) en sus almas, rectificando sus vidas y renovando el compromiso de seguirlo. Durante el Tiempo de Navidad al igual que en el Triduo Pascual de la Semana Santa celebramos la redención del hombre gracias a la presencia y entrega de Dios; pero a diferencia del Triduo Pascual en el que recordamos la Pasión y muerte del Salvador, en la Navidad recordamos que Dios se hizo Hombre y habitó entre nosotros.
Así como el sol despeja las tinieblas durante el alba, la presencia de Cristo irrumpe en las tinieblas del pecado, el mundo, el demonio y de la carne para mostrarnos su camino a seguir. Con su luz nos muestra la verdad de nuestra existencia. Cristo mismo es la vida que renueva la naturaleza caída del hombre y de la naturaleza. La Navidad celebra esa presencia renovadora de Cristo que viene a salvar al mundo.
La Iglesia en su papel de madre y maestra por medio de una serie de fiestas busca concientizar al hombre de este hecho tan importante para la salvación de sus hijos.
@ Church Forum - EWTN     

Palabras de San Juan Pablo II 
“En la Noche Santa se proclama
la victoria del Amor sobre el odio,
de la vida sobre la muerte.
Lo que resulta imposible para las fuerzas humanas,
Dios mismo, en su amor infinito,
lo realiza mediante la encarnación de su Hijo unigénito”

Tema del día:
Navidad… una vez más Señor
Una vez más hemos limpiado la casa. Hemos pulido los metales, hemos abrillantado las maderas.

Una vez más hemos sacudido el polvo, hemos encendido las luces...

Una vez más hemos hecho estrellas de papel plateado, hemos colgado guirnaldas, una vez más está engalanado el árbol de Navidad, una vez más, Señor, tienen nuestra casa ambiente de fiesta navideña.

Una vez más hemos andado con el vértigo del tráfico, de acá para allá buscando regalos y una vez más, Señor, hemos dispuesto la mesa y preparado la cena con esmero... una vez más, Señor...

Y una vez más todo esto pasará y será como fuego de artificio que se pierde en la noche de nuestras vidas, si todo esto ha sido meramente exterior. Si no hemos encendido la luz de Tu amor en nuestro corazón. Si nuestra voluntad no se inclina ante ti y te adora incondicionalmente.

Tu no quieres tibios, ya lo dijiste cuando siendo hombre habitabas entre nosotros, no quieres "medias tintas", a ratos si y a ratos no. Trajiste la paz pero también la guerra. La guerra dentro de nosotros mismos para vencer nuestro egoísmo, nuestra soberbia, nuestra envidia, nuestra gran pereza para la entrega total.

La Navidad no es solo para esta noche y de esta noche un ratito y tal vez mañana otro poquito. Es mucho más que eso, es todos los días, todos los meses y todos los segundos del año en que tenemos que vivir la autenticidad de nuestro Credo.

Ser auténticos con nuestra Fe no solo es: no robar, no matar, no hacer mal a nadie. Busquemos en nuestro interior y veamos esos pecados de omisión: el no hacer el bien, el no preocuparnos de los que están a nuestro lado, del hermano que nos tiende la mano y hacemos como que no lo vemos, como que no lo oímos... Veamos si en nuestra vida hay desprendimiento y generosidad o vivimos solo para atesorar y cuando nos parece que tenemos las manos llenas, las tenemos vacías ante los ojos de Dios.

Que esta Noche sea Nochebuena de verdad en nuestro corazón. Vamos a limpiar y quitar el polvo del olvido para las buenas obras. Vamos a colgar para siempre la estrella de la humildad donde antes había soberbia, vamos a poner una guirnalda de caridad donde antes había desamor.

Vamos a cambiar nuestra vida interior fría y apática, por una valiente y plena de autenticidad. Vamos a darte, Señor, lo que viniste a buscar en los hombres una noche como esta hace ya muchos años: limpieza de corazón y buena voluntad.

Empezamos esta pequeña reflexión con: Una vez más Señor... pues bien, ya no será una vez más, será: Siempre más, Señor.

Y como es una Noche muy especial, en nuestra primera oración, en nuestra primera conversación contigo te pedimos: por los enfermos, por los que nada tienen y nada esperan, por la paz en el mundo, por los que tiene hambre, por los que tienen el vacío de no ser queridos, por los que ya no están a nuestro lado, por los niños y los jóvenes, por los matrimonios, por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto XVI, por la Iglesia, por los sacerdotes… A todos danos tu  bendición, y para todos los que leen una muy feliz Navidad.

Autor: Ma Esther De Ariño / Fuente: Catholic.net / Imagen: Google.

Aviso importante 
“Pequeñas Semillitas” no se publicará
desde el 26 al 31 de diciembre
para tomar sólo una semana de descanso.
Por ahora no habrá otras vacaciones.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por las intenciones y necesidades de Cecilia L. y su familia, de la ciudad de Córdoba, Argentina, rogando a Jesús que les conceda las gracias necesarias para que vivan esta Navidad con alegría cristiana.

Pedimos oración para Diego, un joven de 20 años de Buenos Aires, Argentina, que en ocasión de ser asaltado en su domicilio sufrió heridas de consideración y ahora está internado en grave estado. Que la Virgen, Madre de Jesús y de todos nosotros, interceda ante Dios para obtener la gracia de su recuperación física y psíquica luego de tan grande trauma. 

Pedimos oración por la salud de José Antono C. S., que está internado en San Germán, Puerto rico, por un infarto. 

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de Dios
Diciembre 24
Mañana es día de fiesta, día de Natividad.
Por eso la campanita no hace más que repicar.
Campanita de la iglesia, parece el corazón de mi pueblo, que repica en cada palpitación.
Hace no sé cuántos años en Belén nació el Señor.
Por los cielos, milagroso, un lucero apareció.
En su cunita de paja fueron a darle calor un buey, un asno y tres reyes, según me contó un pastor.
Y con tan cálido aliento fue creciendo el Niño Dios para inundar el mundo de paz, consuelo, amor.
Festejando el nacimiento habrá mañana alegría en las almas, y en la mesa el pavo, castañas y sidra.
Y el corazón de mi pueblo, igual que la campanita pasará el día de fiesta, repica que te repica.
“Mientras se encontraba en Belén, le llegó el tiempo de ser madre, y María dio a luz a su hijo primogénito” (Lc 2,6-7). Cristo es el primogénito de María, no porque ella haya tenido otros hijos, sino porque Dios la tenía predestinada para ser la Madre universal de todos los redimidos; al dar a luz a Cristo, podemos considerar que también nos ha dado a luz a nosotros los bautizados; es, pues, en cierto modo hoy el día de nuestro nacimiento con Cristo y en Cristo; por eso es la fiesta de todo el pueblo de Dios.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

viernes, 23 de diciembre de 2016

Pequeñas Semillitas 3224

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 3224 ~ Viernes 23 de Diciembre de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Considera que por la gracia que aquí se dice manifestada se entiende el entrañado amor de Jesucristo hacia los hombres, amor nunca merecido por nosotros, y por esto se llama gracia. 
Este amor por otra parte fue siempre el mismo en Dios, pero no siempre se mostró del mismo modo. Primeramente fue prometido en tantas profecías, y encubierto bajo el velo de tantas figuras. 
Más en el nacimiento del Redentor se dejó ver a las claras este amor divino, apareciendo a los hombres el Verbo eterno, niño, recostado sobre el heno, que gemía y temblaba de frío, comenzando ya de esta manera a satisfacer por nosotros las penas que merecíamos, y dando así mismo a conocer el afecto que nos tenía, con dar por nosotros la vida. 
Porque, como dice san Juan: “En esto hemos conocido la caridad de Dios, en que puso él su vida por nosotros” (1 Jn 3,16). Se manifestó,  pues,  el amor de Dios, y se manifestó a todos. Pero ¿por qué después no le han conocido todos, y todavía hay tantos que no le conocen? El mismo Jesucristo da la razón: “Porque los hombres amaron más la tinieblas que la luz” (Jn. 3,19). No le han conocido ni conocen, porque no quieren, estimando en más las tinieblas del pecado, que la luz de la gracia. 
Procuremos no ser del número de estos infelices. Si hasta aquí hemos cerrado los ojos a la luz, pensando poco en el amor de Jesucristo, procuremos en los días que nos restan de vida tener siempre delante la vista las penas y la muerte de nuestro Redentor, para amar a quién tanto nos ha amado, “aguardando entre tanto la esperanza bienaventurada y el advenimiento glorioso del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo”.
Así podremos confiar fundadamente, según las divinas promesas, en aquel paraíso que Jesucristo nos ha adquirido con su sangre. En esta primera venida, viene Jesús niño, pobre y envilecido, y dejase ver nacido en un establo, cubierto de pobres mantillas, y reclinando sobre el heno; pero en la segunda venida vendrá de juez sobre un trono de majestad. ¡Dichoso en aquella hora el que le habrá amado, y miserable el que no le haya amado! (San Alfonso María Ligorio)

¡Buenos días!

El arbolito de Navidad
Es bueno y recomendable durante el tiempo de Navidad colocar en tu hogar un arbolito con adornos y luces, ya que puede ser un buen símbolo de Cristo Salvador. Nacido en Belén, él es el verdadero Árbol de la vida, del que fue separado Adán a causa del pecado. En familia, el papá o la mamá pueden hacer esta oración de bendición y rociar el arbolito:

Bendito seas, Señor y Padre nuestro, que nos concedes recordar con fe en estos días de Navidad los misterios del nacimiento de Jesucristo. Concédenos, a quienes hemos adornado este árbol y lo hemos embellecido con luces, vivir también a la luz de los ejemplos de la vida santa de tu Hijo y ser enriquecidos con las virtudes que resplandecen en su santa infancia. Gloria a él por los siglos de los siglos. Amén.

Invita a los de tu hogar a ver en este arbolito, lleno de luces, a Cristo luz del mundo que con su nacimiento nos conduce a Dios, que habita en una luz inaccesible. En los salmos se compara al hombre justo y recto con un esbelto cedro que crece, lozano y frondoso, junto al Templo del Señor. Que la vivencia de Navidad robustezca tu fe.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz, y tuvo un hijo. Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia, y se congratulaban con ella. Y sucedió que al octavo día fueron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, pero su madre, tomando la palabra, dijo: «No; se ha de llamar Juan». Le decían: «No hay nadie en tu parentela que tenga ese nombre». Y preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Y todos quedaron admirados. Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios. Invadió el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaban todas estas cosas; todos los que las oían las grababan en su corazón, diciendo: «Pues, ¿qué será este niño?». Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él. (Lc 1,57-66)

Comentario:
Hoy, en la primera lectura leemos: «Esto dice el Señor: ‘Yo envío mi mensajero para que prepare el camino delante de Mí’» (Mal 3,1). La profecía de Malaquías se cumple en Juan Bautista. Es uno de los personajes principales de la liturgia de Adviento, que nos invita a prepararnos con oración y penitencia para la venida del Señor. Tal como reza la oración colecta de la misa de hoy: «Concede a tus siervos, que reconocemos la proximidad del Nacimiento de tu Hijo, experimentar la misericordia del Verbo que se dignó tomar carne de la Virgen María y habitar entre nosotros».
El nacimiento del Precursor nos habla de la proximidad de la Navidad. ¡El Señor está cerca!; ¡preparémonos! Preguntado por los sacerdotes venidos desde Jerusalén acerca de quién era, él respondió: «Yo soy la voz del que clama en el desierto: ‘Enderezad el camino del Señor’» (Jn 1,23).
«Mira que estoy a la puerta y llamo: si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo» (Ap 3,20), se lee en la antífona de comunión. Hemos de hacer examen para ver cómo nos estamos preparando para recibir a Jesús el día de Navidad: Dios quiere nacer principalmente en nuestros corazones.
La vida del Precursor nos enseña las virtudes que necesitamos para recibir con provecho a Jesús; fundamentalmente, la humildad de corazón. Él se reconoce instrumento de Dios para cumplir su vocación, su misión. Como dice san Ambrosio: «No te gloríes de ser llamado hijo de Dios —reconozcamos la gracia sin olvidar nuestra naturaleza—; no te envanezcas si has servido bien, porque has cumplido aquello que tenías que hacer. El sol hace su trabajo, la luna obedece; los ángeles cumplen su misión. El instrumento escogido por el Señor para los gentiles dice: ‘Yo no merezco el nombre de Apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios’ (1Cor 15,9)».
Busquemos sólo la gloria de Dios. La virtud de la humildad nos dispondrá a prepararnos debidamente para las fiestas que se acercan.
* Rev. D. Miquel MASATS i Roca (Girona, España)

Santoral Católico:
San Juan Cancio
Sacerdote
Este santo nació en la ciudad de Dant, Polonia, en el año 1397. Siendo todavía muy joven se ordenó sacerdote y fue nombrado profesor de la Universidad de Cracovia. Pero la envidia de algunos de sus compañeros terminó por conseguir que lo nombraran párroco de un pueblo lejano. Tiempo después recuperó el puesto de profesor en la Universidad de Cracovia y durante muchos años dictó clases sobre las Sagradas Escrituras o explicación de la Santa Biblia. Su fama llegó a ser sumamente grande. En las discusiones repetía lo que decía San Agustín: "Combatimos el pecado pero amamos al pecador. Atacamos el error, pero no queremos violencia contra nadie, la violencia siempre hace daño, en cambio la paciencia y la bondad abren las puertas de los corazones".

Cuando predicaba acerca del pecado lloraba al recordar la ingratitud de los pecadores hacia Dios, y la gente al verlo llorar se conmovía y cambiaba de conducta.

A sus alumnos les repetía estos consejos: "Cuídense de ofender, que después es difícil hacer olvidar la ofensa. Eviten murmurar, porque después resulta muy difícil devolver la fama que se ha quitado". Fueron centenares los sacerdotes formados espiritualmente por él, y la gente lo llegó a llamar "el padre de los pobres" por sus muchas obras de caridad con los más desvalidos.

Murió el 24 de diciembre de 1473 pero su memoria se celebra el día anterior. En su sepulcro se obraron muchos milagros y por su intercesión se consiguieron admirables favores.
© Aciprensa

Pensamiento del día

Recordemos que Jesús es el centro de la Navidad,
él vino al mundo para conciliarnos con el padre,
y su nacimiento es el cumplimiento de las profecías y los profetas.
Nadie como Jesús para ayudarnos
a sobrellevar nuestras dificultades y angustias,
nadie como Jesús, quien nos ha dado
con su venida toda esperanza y bendición.
“Jesús es la única razón
por la que el Amor la Justicia y la Paz
son capaces de existir.”

Tema del día:
Mi cumpleaños
Sé que este texto es muy conocido y seguramente lo has leído ya alguna vez… Pero es tan cierto y tan conmovedor, que es bueno leerlo de nuevo y hacer que toque las fibras más íntimas de nuestros corazones para que demos a la Navidad su verdadero sentido de fiesta cristiana, y no pagana.

Carta de Jesús:
Se acerca otra vez la fecha en que festejan mi nacimiento.
El año pasado hicieron una gran fiesta en mi honor y me da la impresión que este año ocurrirá lo mismo.
A fin de cuentas llevan meses haciendo compras para la ocasión y casi todos los días han salido anuncios y avisos sobre lo poco que falta para que llegue.
Es agradable saber que por lo menos un día del año, piensan en mí.
Ha transcurrido ya mucho tiempo cuando comprendían y agradecían de corazón lo mucho que hice por toda la humanidad.
Pero hoy en día, da la impresión de que la mayoría de la gente apenas sabe por qué motivo se celebra mi cumpleaños.
Me gusta que la gente se reúna y lo pase bien y me alegra sobre todo que los niños se diviertan tanto; pero aun así, creo que la mayor parte no sabe bien de qué se trata. ¿No te parece?
El año pasado, al llegar el día de mi cumpleaños, hicieron una gran fiesta, pero ¿Puedes creer que ni siquiera me invitaron? ¡Imagínate!
¡Yo era el invitado de honor! ¡Pues se olvidaron por completo de mí!
Resulta que habían estado preparándose para las fiestas durante dos meses y cuando llegó el gran día me dejaron fuera.
Ya me ha pasado tantas veces que lo cierto es que no me sorprendió.
Aunque no me invitaron, se me ocurrió colarme sin hacer ruido. Entré y me quedé en mi rincón.
¿Te imaginas que nadie advirtió siquiera mi presencia, ni se dieron cuenta de que yo estaba allí?
Estaban todos bebiendo, riendo y divirtiéndose mucho, cuando de pronto se presentó un hombre gordo vestido de rojo y barba blanca postiza, gritando: "¡jo, jo, jo!". Y todos lo felicitaban.
Cuando se sentó en un gran sillón, todos los niños, emocionadísimos, se le acercaron corriendo y diciendo: "¡Santa Claus!"
¡Cómo si él hubiese sido el homenajeado y toda la fiesta fuera en su honor!
Al final tuve que irme. Nadie lo notó, caminando por la calle me sentí solitario y triste.
Es extraño que al llegar mi cumpleaños todos los que deciden celebrarlo se hacen regalos unos a otros y no me dan nada a mí.
Alguien me dijo una vez: "Es que tú no eres como los demás, a ti no se te ve nunca… ¿Cómo es que te vamos a hacer regalos?"
Le dije: "Escucha bien, todo lo que des a tus semejantes para aliviar su necesidad, ¡Lo contaré como si me lo hubieras dado a mí personalmente!" (Mateo 25,34-40).
Lamentablemente, cada año que pasa es peor. Llega mi cumpleaños y sólo piensan en las compras, en las fiestas y en las vacaciones y a mí se me olvida.
Además cada año los regalos de Navidad, pinos y adornos son más sofisticados y más caros, se gastan verdaderas fortunas tratando con esto de impresionar a sus amistades.
Pensar que yo nací en un pesebre, rodeado de animales porque no había más.
Pensar que les he enseñado tanto de humildad.
Me gustaría muchísimo más nacer todos los días en el corazón de toda la humanidad y que me permitieran morar ahí para ayudarles cada día en todas sus dificultades, para que puedan sentir el gran amor que siento por todos; hace más de 2000 mil años entregué mi vida para salvarte de la muerte y mostrarte el gran amor que te tengo.
Déjame entrar en tu corazón.
"Mira yo estoy llamando a la puerta, si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos".
Confía en mí, abandónate en mí. Este será el mejor regalo que puedas recibir y que me puedes dar.
Medita en el verdadero significado de la Navidad.
Muchas gracias.
Firmado: Jesús.

Ahora, luego de haber leído esta carta de Jesús y tratando que ella resuene fuerte en nuestro corazón, te deseo con toda mi alma una ¡MUY FELIZ NAVIDAD DE JESÚS... CON JESÚS!
Felipe

Aviso importante
“Pequeñas Semillitas” no se publicará
desde el 26 al 31 de diciembre
para tomar sólo una semana de descanso.
Por ahora no habrá otras vacaciones.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Los cinco minutos de Dios
Diciembre 23
Manos de Virgen alinean pajas de rubios trigales y sobre el mazo mullido tienden blancor y pañales.
Cuatro mil años pasaron, se aguardó cuarenta siglos, para que este acto humildísimo fuera en el mundo cumplido.
Ya llegó la medianoche, nevada y oscurecida; en resplandor de prodigios está la gruta encendida.
Cuatro mil años pasaron, se aguardó cuarenta siglos a que en este humilde establo naciera este humilde Niño.
Afuera celestes voces dan la nueva a los pastores, mientras los ángeles cantan: "Gloria a Dios... paz a los hombres".
Hay un hondo simbolismo en la humildad del pesebre; trigos que un día serán hostias, linos del altar manteles; el Dios Niño, que ha de darse por amor y en sacrificio de pan a las almas fieles.
“Los pastores volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído” (Lc 2,20). Todo lo que nosotros hemos visto y oído, lo que estamos viendo y oyendo a diario, no es sino pura manifestación del amor infinito de nuestro Dios. Preparamos nuestro corazón para recibirlo el día de Navidad con humildad y gratitud por todo lo que Él ha hecho con nosotros.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-