PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
11 - Número 3013 ~ Viernes 20 de Mayo de 2016
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Anoche
venía viajando en micro, y en el pasaje había también una bebita de pocos
meses, que tosía constantemente. Fueron varias horas de viaje, y aparte que
nadie podía dormir, daba piedad y angustia el oírla toser y sufrir así. Y pensé en lo terrible que será el Infierno,
donde ya no se puede dormir jamás, y los gritos de desesperación, dolor, miedo,
angustia y horror llenan esa caverna para siempre.
Es
una locura descabellada pensar en ello, porque en realidad creemos que nosotros
no podemos ir allí. Pero si descuidamos nuestra vida de oración y piedad,
corremos el riesgo de enfriarnos en el bien, y dejarnos llevar por el pecado, y
terminar, al fin, en aquel tremendo calabozo eterno que es el Infierno. Si uno a veces no puede conciliar el suelo,
porque quien duerme en la misma habitación, ronca: ¿qué será el estar siempre
despiertos y oyendo lamentos, gritos, alaridos de almas y demonios? Y aunque el
Infierno fuera solo eso, ya sería espeluznante y tendríamos que poner todos los
medios para evitarlo.
La
Virgen ha dicho en uno de sus mensajes que: “Si los hombres supieran lo que es
el Cielo, harían CUALQUIER COSA por ir allí”.
Y
nosotros, parafraseando este hermoso mensaje de María, tendríamos que decir
también que: “Si los hombres supiéramos lo que es el Infierno, tendríamos que
hacer CUALQUIER COSA, para NO ir allí”.
Y
que estas reflexiones nos hagan pensar y meditar a ver si con nuestra vida
estamos ganando el Cielo o, por el contrario, estamos haciendo méritos para la
condenación eterna.
Pensemos
en estas cosas y, aunque sean dolorosas, tristes o incómodas, es bueno
pensarlas y reflexionarlas “ahora”, mientras todavía tenemos tiempo de
arrepentirnos y comenzar una nueva vida.
* Sitio Santísima Virgen
¡Buenos días!
El mal y los problemas
La
tormenta es un buen símbolo para nuestras crisis, angustias y pérdidas. En fin
para todo lo que se presenta como algo doloroso e indeseable en tu vida. Pero
son inevitables. Lo bueno es que descubras en ellas el lado positivo, porque
entorno al mal y al problema existe en ti y en los demás mucho bien: valores,
posibilidades, capacidades… y un Dios que te ama y protege.
Un predicador desplegó ante su auditorio una hoja
blanca de grandes dimensiones que tenía un punto negro en el centro, —¿Qué ven?
preguntó. —Un puntito negro, contestó el auditorio, casi con unanimidad.
Comentó el predicador, quejosamente: —¿Es posible que nadie haya visto todo el
blanco de la hoja? Damos tantas vueltas alrededor del mal y de nuestros
problemas que olvidamos que a nuestro lado está el buen Padre Dios, dispuesto
siempre a ayudamos a cambiar de mentalidad y de vida para llegar a ser los
hijos que su amor proyectó cuando nos creó. ¿Realmente creemos que estamos en
la presencia de Dios?
En
Dios vivimos, nos movemos y existimos. Él nos envuelve enteramente. Es el buen
pastor lleno de amor y misericordia que te acompaña siempre, especialmente
cuando cruzas las oscuras quebradas de la vida. El salmo 121 podría titularse:
“Dios, mi guarda-espaldas”. Confía en él que “te guarda a su sombra y está a tu
derecha”.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús, levantándose de allí, va a la región de Judea, y al otro
lado del Jordán, y de nuevo vino la gente donde Él y, como acostumbraba, les
enseñaba. Se acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban:
«¿Puede el marido repudiar a la mujer?». Él les respondió: «¿Qué os prescribió
Moisés?». Ellos le dijeron: «Moisés permitió escribir el acta de divorcio y
repudiarla». Jesús les dijo: «Teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón
escribió para vosotros este precepto. Pero desde el comienzo de la creación, Él
los hizo varón y hembra. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y
los dos se harán una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola
carne. Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre».
Y
ya en casa, los discípulos le volvían a preguntar sobre esto. Él les dijo:
«Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla;
y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio». (Mc 10,1-12)
Comentario:
Hoy,
Señor, quisiera hacer un rato de oración para agradecerte tu enseñanza. Tú
enseñabas con autoridad y lo hacías siempre que te dejábamos, aprovechabas
todas las ocasiones: ¡claro!, lo entiendo, Señor, tu misión básica era
transmitir la Palabra del Padre. Y lo hiciste.
—Hoy,
“colgado” en Internet te digo: Háblame, que quiero hacer un rato de oración
como fiel discípulo. Primero, quisiera pedirte capacidad para aprender lo que
enseñas y, segundo, saber enseñarlo. Reconozco que es muy fácil caer en el
error de hacerte decir cosas que Tú no has dicho y, con osadía malévola,
intento que Tú digas aquello que a mí me gusta. Reconozco que quizá soy más
duro de corazón que aquellos oyentes.
—Yo
conozco tu Evangelio, el Magisterio de la Iglesia, el Catecismo, y recuerdo aquellas
palabras del papa Juan Pablo II en la Carta a las Familias: «El proyecto del
utilitarismo asentado en una libertad orientada según el sentido
individualista, es decir, una libertad vacía de responsabilidad, es el
constitutivo de la antítesis del amor». Señor, rompe mi corazón deseoso de
felicidad utilitarista y hazme entrar dentro de tu verdad divina, que tanto
necesito.
—En
este lugar de mirada, como desde la cima de la cordillera, comprendo que Tú
digas que el amor matrimonial es definitivo, que el adulterio —además de ser
pecado como toda ofensa grave hecha a ti, que eres el Señor de la Vida y del
Amor— es un camino errado hacia la felicidad: «Quien repudie a su mujer y se
case con otra, comete adulterio contra aquélla» (Mc 10,11).
—Recuerdo
a un joven que decía: «Mossèn el pecado promete mucho, no da nada y lo roba
todo». Que te entienda, buen Jesús, y que lo sepa explicar: Aquello que Tú has
unido, el hombre no lo puede separar (cf. Mc 10,9). Fuera de aquí, fuera de tus
caminos, no encontraré la auténtica felicidad. ¡Jesús, enséñame de nuevo!
Gracias,
Jesús, soy duro de corazón, pero sé que tienes razón.
* Rev. D. Miquel VENQUE i To (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Bernardino de Siena
Presbítero Franciscano
Nació
en Massa Marittima (Toscana, Italia), el año 1380, de familia noble. Estudió en
la universidad de Siena, y a la edad de 22 años vistió el hábito de san
Francisco. Apenas recibida la ordenación sacerdotal, en 1404, fue destinado a
la predicación, en la que sobresalió especialmente a partir de 1418, después de
dedicarse intensamente al estudio. Fue uno de los mayores predicadores
populares del siglo XV, culto a la vez que cercano al pueblo. Propagó la
devoción al Santísimo Nombre de Jesús, cuyo anagrama difundió por toda Italia.
Contribuyó eficazmente en la reforma de las costumbres del pueblo cristiano.
Tuvo un papel importante en la promoción intelectual y espiritual de su Orden,
en la que impulsó la gran reforma de los Observantes, para la que contó con
colaboradores y continuadores como san Juan de Capistrano, san Jaime de la
Marca, el beato Mateo de Agrigento, etc. Sus escritos lo colocan entre los
grandes maestros franciscanos. Murió en L'Aquila (Abruzzo) el 20 de mayo de
1444.
Oración: Señor Dios, que infundiste en el corazón de san
Bernardino de Siena un amor admirable al nombre de Jesús, concédenos, por su
intercesión y sus méritos, vivir siempre impulsados por el espíritu de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
La frase de hoy
“El
enfado es un mecanismo de defensa.
Si
estás a la defensiva es porque tienes miedo.
Una
de las peores cosas que podemos hacer
es
enfadarnos con nosotros mismos.
El
enojo solo sirve para encerrarnos
más
rígidamente dentro de nuestras pautas”.
~ Louise Hay ~
Temas Médicos:
Tristezas del corazón
¿Quién
no ha sentido en algún momento de su vida tristeza, amargura o angustia? Nadie escapa a estos sentimientos y el
sentirlos de vez en cuando es normal, es parte de nuestra naturaleza
humana. Llorar es bastante sano cuando
se trata de un acontecimiento eventual, el llanto es parte de la liberación.
Pero… ¿Qué pasa cuando estas emociones quedan
alojadas en nuestro corazón de manera permanente, cuando el dolor, la amargura
y la tristeza representan nuestra propia personalidad?
Hoy
en día los males provenientes del corazón son muy comunes, los rompimientos
familiares, la frustración, la represión, el fracaso y lo que llamaríamos
"el cansancio de vida" se apodera de nosotros cuando vemos que a
pesar de nuestro esfuerzo, las cosas "nunca funcionan", "todo
nos sale mal" porque "la vida ha sido muy injusta con nosotros".
Es
entonces cuando el resentimiento, la autocompasión y la tristeza pueden quedar
instalados en nuestro corazón de manera permanente. Esta actitud hace que todo en la vida lo
veamos a través de un "cristal empañado", es decir, nuestra
perspectiva de vida se torna gris, ya no vemos la belleza de la vida, los
buenos momentos se vuelven indiferentes ante nosotros, dejamos ir oportunidades
y empezamos a crear una realidad falsa al creer que "nadie nos
quiere" o "todos quieren hacerme daño", nuestra visión actúa y
distorsiona todo desde nuestro cristal empañado.
El
guardar por mucho tiempo esta actitud o este sentimiento, además de prolongar
nuestro sufrimiento, nos trae como consecuencia enfermedades derivadas de
"un corazón triste":
=
Enfermedades respiratorias (gripes, asma, tos, sinusitis, laringitis etc.)
=
Enfermedades del corazón (Angina de pecho, infarto, etc.)
=
Enfermedades del sistema circulatorio (mala circulación, várices, etc.)
=
Enfermedades metabólicas (diabetes, colesterol, etc.)
Ningún
medicamento, dieta o ejercicio pueden evitar o curar dichas enfermedades si no
nos conectamos con la alegría de vivir, con el amor a la vida. La alegría es la única medicina para un
corazón que revive constantemente en su presente las heridas del pasado.
Sin
la alegría, nuestra vida se frena, nuestros pasos se hacen lentos, ya no
queremos saber nada, estamos deprimidos y con un constante dolor de piernas,
nos pesan tanto como para poder dar un paso más.
Sufrimos
también a causa de nuestra soledad por tener nuestro corazón cerrado al amor,
no sabemos darlo, mucho menos recibirlo, al mismo tiempo nos duelen los hombros
y la espalda.
Seguimos
sufriendo, porque las pastillas no son suficientes para un corazón que frena el
amor, que lo tiene por esencia, pero no lo deja salir... se ahoga, se asfixia
hasta morir.
Mes de María
Flor del 20 de mayo: María Corredentora
- Meditación:
Llegaron los días del Calvario para el Hijo, el Cristo…y también para la Madre.
Cristo se entrega, María se entrega y entrega al Cordero de Dios en oblación de
amor. ¡Qué dolor! La Madre sigue el rastro de la Santa Sangre en la calle de la
amargura, el Gólgota. Busca en su Dulce Jesús la preciosa mirada del Niño que
alguna vez acunaba. El Cristo, su Cristo es una sola llaga… y la miraba su
Corazón traspasado, también Sangre derramaba al ver la tragedia Sagrada, veía
los Clavos como taladraban aquellas Manos que un día la acariciaban… y aquellos
Pies que tanto caminaron sanando y santificando la tierra seca fruto del
pecado. Ella que escuchó Sus primeras Palabras también las últimas escuchaba… y
Su última mirada a Su Madre amada sólo Amor confesaba… Su último latido, el de
su Niño que había perdido. El Padre le pidió lo que Abraham ofreció, por Ello
tomó ese cáliz y lo bebió hasta el final. Perdón María porque sola te dejamos,
porque no queremos nuestro pequeño calvario, perdón por preferir sólo vivir
para mí, lleno de egoísmos y de vacíos, perdón por decir que mi cruz es pesada,
si tú por mí has sido también clavada… clavada espiritualmente la Madre,
clavado en Su Cruz el Hijo, y todos esos Clavos debieron ser míos.
- Oración:
¡Oh María Dolorosa, Oh Madre Corredentora! Hazme un alma piadosa que esté junto
a ti en el Calvario y permíteme participar del dolor de la Cruz para ser como
tú, para asemejarme al Rey, y así poderlo ver. Amén.
- Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
- Florecilla para este día: Meditar sobre nuestro destino de corredención junto a la
Madre, que nos enseña el camino de la Cruz y nos invita a recorrerlo junto a Su
Hijo, Jesús, como Ella lo hizo.
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este
sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por
las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para Celso I., de Córdoba, Argentina, que está con problemas cardíacos, rogando a la Santísima Virgen que interceda por él para que pronto esté nuevamente sano y continúe su intensa vida de entrega a los demás en su misión de llevar la Palabra y la Eucaristía a personas enfermas que no pueden ir a la iglesia.
Pedimos oración por tres personas de Medellín, Colombia: Alberto A. y Guillermo C., son dos enfermos que están muy graves el primero con un tumor cerebral y el otro con leucemia; y Estella A., que tiene un cáncer de pulmón. Que el Señor Misericordioso los acompañe en sus dolencias y les conceda sus gracias de sanación.
Pedimos oración para Celso I., de Córdoba, Argentina, que está con problemas cardíacos, rogando a la Santísima Virgen que interceda por él para que pronto esté nuevamente sano y continúe su intensa vida de entrega a los demás en su misión de llevar la Palabra y la Eucaristía a personas enfermas que no pueden ir a la iglesia.
Pedimos oración por tres personas de Medellín, Colombia: Alberto A. y Guillermo C., son dos enfermos que están muy graves el primero con un tumor cerebral y el otro con leucemia; y Estella A., que tiene un cáncer de pulmón. Que el Señor Misericordioso los acompañe en sus dolencias y les conceda sus gracias de sanación.
Pedimos
oración para Emilio A., de Honduras
quien será intervenido de un tumor canceroso, rogando a la Santísima Virgen
Maria Auxiliadora que interceda por él para que la operación sea un éxito y
pueda recuperar pronto su salud.
Pedimos
oración para Juan Simón A. R., de
Veracruz México, ya que su hígado no funciona y sus riñones están por colapsar,
está sufriendo mucho. Si no es posible su recuperación, que Dios tenga piedad
de él y lo recoja en sus brazos y que se haga Su voluntad.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de Dios
Mayo 20
Siempre
es mejor construir que destruir. Y sembrar es construir para el día de mañana,
para recoger más adelante.
Siembra
tu fe, para sostener y apoyar a los que vacilan. Siembra tu abnegación y no la
reserves solamente para tí. Siembra tu confianza y Dios no te dejará ni los
hombres te fallarán.
Siembra
la sonrisa a tu alrededor; la sonrisa hace bien y te hace bien, la sonrisa
disipa nubes y suaviza tiranteces.
Siembra
tu dulzura y llegarás a conquistar a los hombres, aún a aquellos que tienden a
la violencia o no saben dominarse.
Siembra
tu amistad, tu gozo y tu entusiasmo en todos aquellos que lo necesitan, pues
así llegarás a hacer felices a los demás y ellos te harán feliz a ti.
Siembra
tus sacrificios, aún con lágrimas y sin alarde; todo sacrificio requiere una
cuota de dolor y de sangre; pero todo esfuerzo es redentor y toda lágrima es
purificadora.
Que
toda tu vida sea una verdadera siembra de alegría, de bondad, de paz y de amor;
el que siembre luz, recogerá calor, en cambio, el que siembre vientos, recogerá
tempestades.
“Todos ustedes son hijos de la luz e hijos del día.
Nosotros no pertenecemos a la noche ni a las tinieblas” (1 Tes 5,5). Como hijo
de la luz, debes iluminar a cuantos están cerca de ti; iluminarlos, para
llevarlos al Señor. Que las tinieblas no iluminen no es extraño; pero que la
luz se apague causa angustia.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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