miércoles, 18 de mayo de 2016

Pequeñas Semillitas 3011

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 3011 ~ Miércoles 18 de Mayo de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Espíritu de Jesús, Tú que eres el espíritu de los pobres y de los que luchan por ellos… ¡Ven!
Ven hoy a visitarme, ven enseguida. Traspasa las paredes de mi casa. Rompe las murallas que me separan de los pobres, derriba mis puertas atrancadas, abre todas las ventanas, y déjame indefenso ante Ti, ante ellos. Aparta todas las piedras que pongo en tu camino, y acércate a mí para ungirme con tu óleo, el óleo de los pobres y la justicia.
¡Ven!, ven sin tardar, unge mi alma y empápala,
Espíritu de Jesús, Espíritu de los pobres, empapa mi alma con tu amor, Espíritu Liberador. Y después, envíame, envíame a los pobres,  a llevarles tu alegría y tu dignidad, a darles lo que les debemos en justicia, para hacer un mundo nuevo a tu medida: El mundo del Espíritu.
* Karl Rahner

¡Buenos días!

A los jóvenes esposos
Cuando Dios regala a una familia un hijo, es porque confía que lo cuidarán con amor y responsabilidad hasta la edad adulta. Se ha escrito mucho sobre cómo educar a los hijos. Por eso, cuando encuentro sobre el tema una orientación luminosa, breve y perfecta, siento el deseo de compartirla para que todos  aprovechen ese condensado de sabiduría. Lee y medita.

Si el supremo Creador te da un hijo, tiembla por el sagrado depósito que confía a tus cuidados. Haz que ese hijo hasta los diez años, te admire. Hasta los veinte, te ame. Y hasta la muerte, te respete. Sé para ese hijo hasta los diez años, su padre, hasta los veinte años, su maestro y hasta la muerte, su amigo.

Qué metas simples pero exigentes: ser para el hijo un padre, un maestro y un amigo, poniendo sin embargo el acento hasta los diez años, en la paternidad protectora, hasta los veinte en la docencia del difícil arte de vivir honestamente, y hasta la muerte en la amistad que todo lo comparte con humildad y sabiduría. Es una buena iluminación para orientarte.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros». Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros». (Mc 9,38-40)

Comentario:
Hoy escuchamos una recriminación al apóstol Juan, que ve a gente obrar el bien en el nombre de Cristo sin formar parte del grupo de sus discípulos: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y tratamos de impedírselo porque no viene con nosotros» (Mc 9,38). Jesús nos da la mirada adecuada que hemos de tener ante estas personas: acogerlas y ensanchar nuestras miras, con humildad respecto a nosotros mismos, compartiendo siempre un mismo nexo de comunión, una misma fe, una misma orientación, es decir, caminar juntos hacia la perfección del amor a Dios y al prójimo.
Esta manera de vivir nuestra vocación de “Iglesia” nos invita a revisar con paz y seriedad la coherencia con que vivimos esta apertura de Jesucristo. Mientras haya “otros” que nos “molesten” porque hacen lo mismo que nosotros, esto es un claro indicio de que todavía el amor de Cristo no nos impregna en toda su profundidad, y nos pedirá la “humildad” de aceptar que no agotamos “toda la sabiduría y el amor de Dios”. En definitiva, aceptar que somos aquellos que Cristo escoge para anunciar a todos cómo la humildad es el camino para acercarnos a Dios.
Jesús obró así desde su Encarnación, cuando nos acerca al máximo la majestad de Dios en la pequeñez de los pobres. Dice san Juan Crisóstomo: «Cristo no se contentó con padecer la cruz y la muerte, sino que quiso también hacerse pobre y peregrino, ir errante y desnudo, quiso ser arrojado en la cárcel y sufrir las debilidades, para lograr de ti la conversión». Si Cristo no dejó pasar oportunidad alguna para que vivamos el amor con los demás, tampoco dejemos pasar la ocasión de aceptar al que es diferente a nosotros en la manera de vivir su vocación a formar parte de la Iglesia, porque «el que no está contra nosotros, está por nosotros» (Mc 9,40).
* Rev. D. David CODINA i Pérez (Puigcerdà, Gerona, España)

Santoral Católico:
San Félix de Cantalicio
Capuchino Místico
Nació en un pueblecito del centro de Italia, Cantalice (Rieti), el año 1515, de una familia modesta. Pronto se puso al servicio de una familia acomodada, primero como pastor y luego en faenas del campo. Ya maduro ingresó en los capuchinos, hizo el noviciado como hermano lego y profesó en 1545. Poco después lo destinaron a Roma, donde permaneció hasta su muerte, recorriendo de continuo sus calles como limosnero, lo que aprovechaba para consolar y aconsejar a las gentes, visitar a los enfermos, ayudar a los más pobres, explicar el catecismo a los niños y enseñarles a cantar las alabanzas de Dios. Profesaba una particular devoción a la Virgen. Fue un fraile de talante místico y asidua oración. Brilló por su candor y sencillez evangélica, su buen humor y su cercanía a toda persona. Estuvo adornado de carismas celestiales. Trabó una gran amistad con san Felipe Neri y san Carlos Borromeo. Murió en Roma el 18 de mayo de 1587.
Oración: Oh Dios, que diste a tu Iglesia y a la orden franciscana un ejemplo vivo de candor y sencillez evangélica en san Félix de Cantalicio, concédenos, te rogamos, seguir sus huellas para buscar y amar intensamente a Cristo. Que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.
© Directorio Franciscano    

La frase de hoy

“A la cima no se llega superando a los demás
sino superándonos a nosotros mismos”

Historias:
La niña que quería ojos azules
Emy era una linda niña de 5 años de edad. Vivía en los Estados Unidos de América, frente al mar. Su familia era muy cristiana. Ella amaba a su familia y admiraba los ojos azules de su padre, de su madre y de sus hermanos... Todos en la casa de Emy tenían ojos azules... Todos... ¡Menos Emy! El sueño de Emy era tener ojos azules como el mar. ¡Cómo deseaba Emy eso!

Un día, oyó a su profesora decir que Dios responde a todas las oraciones. Emy pasó todo el día pensando en eso. “¡Seguro que Dios me escuchará!” Y a la hora de dormir, se arrodilló al lado de su cama y oró: "Papá del Cielo… ¡Muchas gracias porque creaste el mar que es tan hermoso! Muchas gracias por mi familia y mi vida. ¡Me gusta mucho todas las cosas que hiciste! Pero... Me gustaría pedirte un favor... cuando me despierte mañana… ¡Quiero tener ojos azules como los de mi mamá! En el nombre de Jesús, amén”.

Ella tuvo mucha fe esa noche. La fe pura y verdadera de una niña. Y, al despertar, al día siguiente, corrió al espejo. Miró y… ¿Cuál era el color de sus ojos ?... Continuaban siendo color castaño muy oscuro.

Emy se entristeció y lloró. Se preguntaba: “¿Acaso Dios no me oyó? ¿Por qué no atendió lo que le pedí? ¿Acaso no me porto bien y Dios puede concedérmelo? ¿O es que mis hermanos son mejores que yo? ¿Sirve de algo rezar? Aquel día, Emy tuvo que aceptar que ese “No” era la respuesta. Y aunque al principio renegó, y no entendía, acabó por aceptarlo, confiando en Dios.

No obstante, Emy siguió rezando y era muy generosa. Por eso, años después, cuando la invitaron a ir como misionera a la India, aceptó encantada.

Ya en la India, su labor consistía en "comprar niños para Dios". Es decir, había familias muy pobres que pasaban mucha hambre, y que al no tener nada, vendían a sus hijos a otras personas que las sacrificaban en el templo. La tarea de Emy era "comprarlos", para luego salvarlos de ese sacrificio. Pero, para poder entrar en los "templos" de la India, sin ser reconocida como extranjera, debía disfrazarse de indiana. Para ello se ponía polvo de café en la piel, cubría sus cabellos, se vestía como las mujeres del lugar y entraba libremente en los locales de venta de niños sin despertar ninguna sospecha. Emy podía caminar tranquila en todo el "mercado infantil", pues aparentaba ser una indiana.

Un día, una amiga misionera la miró disfrazada y dijo: “¡Caray, Emy! Estás perfecta… ¿Ya pensaste que no sería posible disfrazarte si tuvieses ojos de azul claro como todos los de tu familia? ¡No cabe duda que servimos a un Dios inteligente que ha pensado en todo! Él te dio ojos muy oscuros, pues sabía que eso sería esencial para tu misión y poder salvar muchos niños.”

Esa amiga no sabía cuánto había llorado Emy en su infancia por no tener ojos azules... Pero Emy pudo, finalmente, entenderlo. ¡Y le dio alegremente gracias a Dios por no tener ojos azules!

La moraleja es clara: todo está en el plan de Dios. Él conoce cada oración que sale de nuestros labios, y cada lágrima que sale de nuestros ojos; Él sabe el por qué nos suceden las cosas; conoce todas nuestra necesidades y podría resolverlas... pero las responde de manera sabia, a su momento. No podemos perder la paz si no nos gusta el color de nuestros ojos o cualquier otra cualidad. Nunca podemos perder esta seguridad, solo hay que confiar plenamente en Él.

Mes de María
Flor del 18 de mayo: 
María, para Dios toda la gloria
- Meditación: Cuando Jesús comenzó su predicación la gente lo aclamó Profeta, Varón de Dios y aún lo quisieron hacer rey. María se conservaba oculta, en su soledad Ella no atraía sobre sí la fama ni la gloria como Madre de tal Hijo. Así debemos ser nosotros, sólo dispuestos a procurarle Gloria a Dios, porque todo lo bueno, aunque provenga a través nuestro, viene de Dios. Por ello no son nuestras victorias, sino sólo victorias del Señor. Demos Gloria a Dios con nuestros trabajos y obras, permanezcamos ignorados frente a los hombres. Recordemos “…vanidad de vanidades, todo es vanidad” (Eclesiastés 1,2-3). Estemos presentes como María en el Calvario, donde no hay palmas ni laureles, sino injurias y vilipendios para compartirlos con Jesús.
- Oración: ¡Oh María Madre de la modestia! Haz que nuestra alma no permanezca ciega por nuestras vanidades y miserias, que rinda sólo alabanza al Buen Dios que todo lo alcanza y que seamos a Su semejanza. Amén.
- Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
- Florecilla para este día: Meditar sobre nuestra tendencia a hacer obras buenas buscando el reconocimiento y halago de los demás, en lugar de sólo pretender ser contemplados por los Ojos de Dios.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para que aparezca sana y salva la niña Verónica Lizette V., de México, de la que no se sabe nada desde el día 12 de mayo.

Pedimos oración por Luz María, de Bogotá, Colombia, quien se encuentra hospitalizada en la ciudad de Neiva (Departamento del Huila), muy delicada de salud con complicaciones que involucran su tensión, fiebre y otras manifestaciones asociadas con su mal estado anímico-depresivo. Rogamos al Señor pose sus Santas y Milagrosas Manos sobre ella y haga su Voluntad, con la intercesión de la Santísima Virgen María.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de Dios
Mayo 18
"Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos".
No será lo mismo "ser perseguidos por la justicia" que "ser perseguidos por practicar la justicia".
A diario se nos presentan cien mil ocasiones de practicar la justicia; siempre que cumplimos con un deber para con nuestros prójimos, estamos haciendo un acto de justicia, reconociendo sus derechos y respetándolos; siempre que somos fieles a nuestra conciencia, estamos siendo justos y practicando la justicia, pues no hay mayor mal que podamos hacer a los demás que ser infieles a nuestros compromisos o a nuestras obligaciones.
Respetemos las leyes, respetemos los reglamentos, respetemos las costumbres sanas; todo eso redundará en bien común, aunque a primera vista parezca que alguno pueda padecer alguna consecuencia de nuestra fidelidad al deber.
“Conviértanse, porque el Reino de los cielos está cerca. A él se refería el profeta Isaías cuando dijo: Una voz grita en el desierto: preparen el camino del Señor, allanen sus senderos” (Mt 3,3). Lo torcido en las intenciones, en las ideas, en los sentimientos, en las obras, no es de Dios; solamente lo recto lleva a Dios.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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