lunes, 7 de septiembre de 2015

Pequeñas Semillitas 2784

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2784 ~ Lunes 7 de Setiembre de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La infinita debilidad de Jesús es hacer el bien por donde vaya. Todos lo proclaman: hace ver a los ciegos, oír y hablar a los sordomudos, andar al paralítico, resucitar a los muertos… Claro que hay que tener fe para descubrir que, lo que algunos podrían calificar de fantasía, es la maravillosa realidad de un Dios puro amor pos sus criaturas.
Dice el teólogo franciscano José Arregi: Para el que no sabe mirar, todo puede ser “ordinario” (en el sentido de banal, sin relieve, sin mensaje, sin poder liberador…) Para el que sabe mirar, lo más ordinario se convierte en señal de Dios, en palabra y acción salvadora de Dios. El que sabe mirar ve a Dios en cualquier niño, en cualquier persona que sufre, en cualquier persona buena, y hasta en cualquier brizna de hierba o en cualquier piedrecilla del camino. ¡Abre los ojos y mira!

¡Buenos días!

Prodigios de misericordia
Te ofrezco hoy un “collage” con fragmentos de salmos en que el autor expresa su admiración y gratitud al Señor que siempre protege a quien lo toma por refugio y defensa. Este tema está muy bien desarrollado en el salmo 91, clásico salmo de protección.

Bendito el Señor que ha hecho por mí prodigios de misericordia (31). En el día del peligro te llamo, y tú me escuchas. No tienes igual entre los dioses, Señor, ni hay obras como las tuyas (86). Tus acciones, Señor, son mi alegría, y mi júbilo, las obras de tus manos. ¡Qué magníficas son tus obras, Señor, qué profundos tus designios! (92). Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos (95). Señor, dueño nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra, en toda la tierra (8). Alaba, alma mía, al Señor: alabaré al Señor mientras viva, tañeré para mi Dios mientras exista (146).

Los salmos son poesías inspiradas por Dios. Hay una distancia abismal entre la poesía humana y la inspirada. Por eso debes acercarte a ella “quitándote las sandalias”, como ordenó Dios a Moisés desde la zarza que ardía sin consumirse. Ése es el secreto: tratarlos con fe, humildad y devoción. Con esta actitud alimentan la adoración, la alabanza, la gratitud…
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Sucedió que entró Jesús otro sábado en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha seca. Estaban al acecho los escribas y fariseos por si curaba en sábado, para encontrar de qué acusarle. Pero Él, conociendo sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano seca: «Levántate y ponte ahí en medio». Él, levantándose, se puso allí. Entonces Jesús les dijo: «Yo os pregunto si en sábado es lícito hacer el bien en vez de hacer el mal, salvar una vida en vez de destruirla». Y mirando a todos ellos, le dijo: «Extiende tu mano». Él lo hizo, y quedó restablecida su mano. Ellos se ofuscaron, y deliberaban entre sí qué harían a Jesús. (Lc 6,6-11)

Comentario
Hoy, Jesús nos da ejemplo de libertad. Tantísimo hablamos de ella en nuestros días. Pero, a diferencia de lo que hoy se pregona y hasta se vive como “libertad”, la de Jesús, es una libertad totalmente asociada y adherida a la acción del Padre. Él mismo dirá: «Os aseguro que el Hijo del hombre no puede hacer nada por sí mismo sino solamente lo que ve hacer al Padre; lo que hace el Padre, lo hace el Hijo» (Jn 5,19). Y el Padre sólo obra, sólo actúa por amor.
El amor no se impone, pero hace actuar, moviliza devolviendo con amplitud la vida. Aquel mandato de Jesús: «Levántate y ponte ahí en medio» (Lc 6,8) tiene la fuerza recreadora del que ama, y por la palabra obra. Más aún, el otro: «Extiende tu mano» (Lc 6,10), que termina logrando el milagro, restablece definitivamente la fuerza y la vida a lo que estaba débil y muerto. “Salvar” es arrancar de la muerte, y es la misma palabra que se traduce por “sanar”. Jesús sanando salva lo que de muerto había en ese pobre hombre enfermo, y eso es un claro signo del amor de Dios Padre para con sus criaturas. Así, en la nueva creación en donde el Hijo no hace otra cosa más que lo que ve hacer al Padre, la nueva ley que imperará será la del amor que se pone por obra, y no la de un descanso que “inactiva”, incluso, para hacer el bien al hermano necesitado.
Entonces, libertad y amor conjugados son la clave para hoy. Libertad y amor conjugados a la manera de Jesús. Aquello de «ama y haz lo que quieras» de san Agustín tiene hoy vigencia plena, para aprender a configurarse totalmente con Cristo Salvador.
P. Julio César RAMOS González SDB (Mendoza, Argentina)

Santoral Católico:
Santa Regina
Virgen y Mártir
Hija de un ciudadano pagano de Alise, en Borgoña, la santa -cuya madre falleció al dar la luz- fue entregada a una nodriza que era cristiana y que la educó en la fe. Su belleza atrajo las miradas del prefecto Olybrius, quien, al saber que era de noble linaje, quiso casarse con ella, pero ella se negó a aceptarlo y no quiso atender los discursos de su padre, quien trataba de convencerla para que se casara con un hombre tan rico.-
Ante su obstinación, su padre decidió encerrarla en un calabozo y, como pasaba el tiempo sin que Regina cediese, Olybrius desahogó su cólera haciendo azotar a la joven y sometiéndola a otros tormentos. Una de aquellas noches, recibió en su calabozo el consuelo de una visión de la cruz al tiempo que una voz le decía que su liberación estaba próxima. En el momento de la ejecución (decapitación), apareció una paloma blanquísima que causó la conversión de muchos de los presentes.
© Catholic.net

El Papa Francisco convoca

Tema del día:
La sangre de los sirios
En las últimas semanas, decenas de miles de refugiados procedentes en su mayoría de Siria tratan de introducirse en Europa. Los medios de adoctrinamiento de masas divulgan imágenes desgarradoras del éxodo, nos desvelan algunos episodios especialmente trágicos del mismo y nos muestran los aspavientos inoperantes de las autoridades europeas, que no saben cómo hacer frente a la avalancha humana. Algún día las informaciones sobre este éxodo multitudinario podrán ser estudiadas como un modelo de esa mezcla inmunda de sensiblería y cinismo que caracterizó una época inmoral en la que se ponía tronos a las causas y cadalsos a las consecuencias.

Es, en verdad, diabólico que se nos presente este éxodo trágico como un dilema moral irresoluble al que hay hacer frente, eligiendo entre el buenísimo filantrópico y la dureza de corazón, mientras se nos escamotean las causas del mismo. Y, con las causas, la complicidad de los gobiernos europeos en la catástrofe que ahora se desmanda. Porque, para explicar lo que en estos días sucede, hay que empezar explicando que existía un país musulmán llamado Siria donde la minoría cristiana era respetada y donde las intemperancias del islamismo habían sido embridadas; un país soberano que había decidido entablar alianzas económicas, políticas y militares con países vecinos que el Nuevo Orden Mundial quiso impedir a toda costa, puesto que desafiaban sus planes para la región, que exigen sumisión plena a las directrices del anglosionismo. De este modo, un país pacífico, regido por un dictador relativamente benévolo, fue convertido en un polvorín: el Nuevo Orden Mundial armó a «rebeldes» y «opositores» (así se designaba entonces a los fanáticos mahometanos que ahora reciben el nombre de «yihadistas»), presentándolos ante las masas cretinizadas como «opositores de Al Assad»; y no sólo los armó, sino que los aprovisionó, los dotó de apoyo logístico, les proporcionó la ayuda de sus servicios de inteligencia. En algún momento, incluso, el Nuevo Orden Mundial pensó irrumpir a rostro descubierto en el «conflicto» que él mismo había generado, pero la oposición de Rusia lo desaconsejó; aunque desde entonces ha seguido operando enmascaradamente, como hace en estos momentos Turquía (con la bendición de los Estados Unidos), que con la excusa de crear una «zona segura» en derredor de su frontera (¡esa misma frontera que durante años ha dejado expedita a los fanáticos venidos de todo el mundo que deseaban sumarse a la Yihad!) se está anexionando territorio sirio y matando kurdos a mansalva, que ya se sabe que siempre ha sido uno de los pasatiempos predilectos de los turcos.

Y, mientras todo esto sucedía, los gobiernos europeos, que no son sino los capataces de las colonias democráticas que el Nuevo Orden Mundial ha instaurado en el viejo continente, han mirado para otro lado. Han callado ante las masacres de cristianos sirios, han negado su ayuda al régimen de Al Assad, han financiado la formación militar de «rebeldes» y «opositores», han mirado para otro lado cuando los «rebeldes» y «opositores» eran dotados con armamento de fabricación europea, han ensayado pucheritos de horror cuando los «rebeldes» y «opositores» se han puesto a filmar degollaciones o a dinamitar restos arqueológicos. Y ahora se llevan las manos a la cabeza, ante la avalancha de refugiados sirios. Y, como los saduceos, nos tienden la trampa de elegir entre el buenismo filantrópico y la dureza de corazón. Caiga la sangre de los sirios sobre vosotros y sobre vuestros hijos, capataces abyectos, felpudos indignos, lacayos serviles del Nuevo Orden Mundial.
Fuente: abc.es

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los inmigrantes del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para María Luisita, de Cartagena, España, para que el Señor le conceda un trabajo, cosa que necesita con prontitud.

Pedimos oración para Guillermo Alejandro, de Argentina, que por una bronconeumonía severa lleva ya veinte días con insuficiencia respiratoria, por lo que rogamos a Jesús que le conceda sus gracias de sanación.

Pedimos oración por Aidé G., de Bogotá, Colombia, a quien el día de hoy se le practicará un examen del corazón muy delicado. Ella es una asidua creyente, siempre en oración, fe y esperanza en el Señor y su Santísima Madre.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Unidos a María
Con razón la Iglesia llama a María “Refugio de pecadores”, pues verdaderamente lo es. En el Antiguo Testamento se narra que cuando alguien había cometido un delito, había ciertas ciudades en las que se podía refugiar para huir de la venganza humana. Pues bien, María es la Ciudad donde el pecador se puede refugiar para huir de la justicia divina, porque María es la que protege a todos los hombres por muy pecadores que estos sean, siempre y cuando se arrepientan de su pecado y quieran salvarse. Hay muchos hombres que son malvados y nadie los quiere, ni siquiera sus propios parientes. Pero hay alguien en el Cielo que cuida por ellos y trata de salvarlos: es María Santísima, la Madre de todos los hombres, el Refugio de los pecadores. Y es éste un motivo más para amar a todos los hombres, pues son hijos de María, que es nuestra Madre y la Madre de todos. Entonces tratemos de darle gusto a la Virgen salvando a sus hijos de las garras del mal, con la oración y la penitencia.

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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