sábado, 24 de enero de 2015

Pequeñas Semillitas 2580

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2580 ~ Sábado 24 de Enero de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En este sábado 24 de enero, los católicos celebramos la Fiesta de Santa María Reina de la Paz.
La paz es la más noble aspiración del corazón humano, es la constante serenidad del ambiente moral que hace que la vida sea tranquila y fecunda. En este ambiente todo prospera y crece. El Divino Redentor quiso que toda su vida discurriera entre dos mensajes de paz: la cantaron los Ángeles en Belén y la anunció El mismo a los Apóstoles el día de su Resurrección: "La paz sea con vosotros".
Esa paz que tanto necesitamos, se la pedimos a Dios por medio de la Virgen María. Esta paz externa e interna, es la que imploramos a María con la invocación Reina de la Paz. Y nótese que no la llamamos amiga o madre de la paz, sino que la llamamos “Reina”. Hoy en el mundo no hay paz, y es porque se la busca donde no la hay, porque se han olvidado las palabras de Jesucristo: "Os dejo la paz. Os doy mi paz, no como la da el mundo". (Juan 14, 27).
¡Virgen Santísima Reina de la paz, acoge benignamente nuestra oración! Inspira pensamientos de paz a los que gobiernan, y haz que la justicia y la caridad florezcan en las almas, en las familias y en la sociedad.

¡Buenos días!

Oasis de paz
La experiencia y la Palabra de Dios nos aseguran que vivimos en medio de influencias tanto negativas como positivas. Existe el instigador al mal, existen los que se dejan poseer por el odio y la perversidad. Y estas malas ondas vibran a nuestro alrededor y nos quieren envolver en sus redes. Pero hay una fuerza poderosa que te protege: la oración humilde, confiada y perseverante. Escucha este dulce mensaje de la Reina de la Paz:

“¡Queridos hijos! Ustedes saben que yo les he prometido un oasis de paz. Pero no saben que junto al oasis está el desierto, donde acecha Satanás y trata de tentarlos a cada uno de ustedes. Queridos hijos, sólo con la oración ustedes serán capaces de vencer toda influencia de Satanás en el lugar donde viven. Yo estoy con ustedes, pero no puedo privarlos de su libre voluntad. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

Alexis Carrel, premio Nobel de Medicina, escribió acertadamente: “Un constante y silencioso milagro acontece, a cada hora, en los corazones de hombres y mujeres que han descubierto, con asombro, que la oración los enriquece con una continua corriente de fortaleza que los sostiene en sus vidas cotidianas”. Busca en la oración fortaleza contra el mal.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús volvió a casa y se aglomeró otra vez la muchedumbre de modo que no podían comer. Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de Él, pues decían: «Está fuera de sí». (Mc 3,20-21)

Comentario
Hoy vemos cómo los propios de la parentela de Jesús se atreven a decir de Él que «está fuera de sí» (Mc 3,21). Una vez más, se cumple el antiguo proverbio de que «un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio» (Mt 13,57). Ni que decir tiene que esta lamentación no “salpica” a María Santísima, porque desde el primero hasta el último momento —cuando ella se encontraba al pie de la Cruz— se mantuvo sólidamente firme en la fe y confianza hacia su Hijo.
Ahora bien, ¿y nosotros? ¡Hagamos examen! ¿Cuántas personas que viven a nuestro lado, que las tenemos a nuestro alcance, son luz para nuestras vidas, y nosotros...? No nos es necesario ir muy lejos: pensemos en el Papa Juan Pablo II: ¿cuánta gente le siguió, y... al mismo tiempo, cuántos le interpretaban como un “tozudo-anticuado”, celoso de su “poder”? ¿Es posible que Jesús —dos mil años después— todavía siga en la Cruz por nuestra salvación, y que nosotros, desde abajo, continuemos diciéndole «baja y creeremos en ti» (cf. Mc 15,32)?
O a la inversa. Si nos esforzamos por configurarnos con Cristo, nuestra presencia no resultará neutra para quienes interaccionan con nosotros por motivos de parentesco, trabajo, etc. Es más, a algunos les resultará molesta, porque les seremos un reclamo de conciencia. ¡Bien garantizado lo tenemos!: «Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros» (Jn 15,20). Mediante sus burlas esconderán su miedo; mediante sus descalificaciones harán una mala defensa de su “poltronería”.
¿Cuántas veces nos tachan a los católicos de ser “exagerados”? Les hemos de responder que no lo somos, porque en cuestiones de amor es imposible exagerar. Pero sí que es verdad que somos “radicales”, porque el amor es así de “totalizante”: «o todo, o nada»; «o el amor mata al yo, o el yo mata al amor».
Es por esto que el beato Juan Pablo II nos habló de “radicalismo evangélico” y de “no tener miedo”: «En la causa del Reino no hay tiempo para mirar atrás, y menos para dejarse llevar por la pereza».
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Francisco de Sales
Obispo y Doctor de la Iglesia
Hijo del marqués de Sales, nació en el castillo de Thorens (Saboya, Francia) el año 1566. Recibió una educación esmerada y se doctoró "in utroque iure" en Padua. Ordenado de sacerdote, trabajó intensamente por la renovación de la fe católica en su patria. Nombrado obispo de Ginebra, actuó como un verdadero pastor para con el clero y los fieles, tratando a todos con su proverbial dulzura, instruyéndolos en la fe con su palabra y sus escritos. Recondujo a la comunión católica a muchos, calvinistas y otros, que se habían separado de ella. En sus obras ascético-místicas propone una santidad fundada por entero en el amor de Dios, y accesible a todas las condiciones sociales. Fundó con santa Juana de Chantal la Orden de la Visitación. Murió en Lyón el 28 de diciembre de 1622, y el 24 de enero siguiente fue definitivamente sepultado en Annecy (Saboya).
Oración: Señor, Dios nuestro, tú has querido que el santo obispo Francisco de Sales se entregara a todos generosamente para la salvación de los hombres; concédenos, a ejemplo suyo, manifestar la dulzura de tu amor en el servicio a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano    

Biblioteca de archivos
Recuerda que en la página (blog) de "Pequeñas Semillitas" y también en "Juan Pablo II inolvidable", en la columna lateral derecha, se ha insertado un enlace con la misma imagen que ves arriba de este escrito, desde donde se ingresa a la Biblioteca de archivos. Allí iré agregando día a día algunos de los powerpoint que se comparten con los suscriptores de "Pequeñas Semillitas" y también archivos de texto en formato PDF; todo lo cual puede ser visto online o bien puede descargarse a la computadora del usuario.

Pensamientos de
San Francisco de Sales

“Jesús en el pesebre: he aquí una buena lección para aprender que todas las grandezas de este mundo son ilusión y mentira”

“Se aprende a hablar, hablando. A estudiar, estudiando. A trabajar, trabajando. De igual forma se aprende a amar, amando”

“En mayor o menor medida todos perseguimos la amistad con Dios, pero únicamente las almas generosas -y, por supuesto, en muy diversos grados- penetran en la intimidad de Dios. ¡Qué diferencia a este respecto, entre un cristiano corriente, que vive en estado de gracia pero con tibieza, y el santo que pone en sus obras un gran amor!”

La prueba de un predicador es cuando su congregación no sale diciendo "qué sermón más bonito", sino "haré algo"

“Ten paciencia con todas las cosas, pero sobre todo contigo mismo”

“¡Terrible es la muerte! pero ¡cuán apetecible es también la vida del otro mundo, a la que Dios nos llama!”

“Nadie llega jamás a la inmortalidad sino por el camino de la aflicción, y he aquí un gran motivo de consuelo para todo en nuestras penas”

“No debemos corregir nunca dejándonos llevar por nuestros sentimientos, sino únicamente por nuestra caridad”

“¿Queréis que no os sea sensible la pérdida de las cosas del mundo? No deseéis con ansia lo que no tenéis, ni améis con exceso lo que poseéis”

“Estamos en el buen camino. No miréis ni a derecha ni a izquierda, porque éste es el mejor para nosotros. No nos distraigamos en considerar la hermosura de otras vías, saludemos simplemente a quienes transitan por ellas y digámosles con sencillez: que Dios nos guíe hasta encontrarnos en su morada”

“Soportad con toda dulzura las pequeñas ofensas, las ligeras molestias y privaciones que sufrís a diario, pues con todas estas menudas ocasiones, si las aprovecháis con amor y dilección, ganaréis enteramente su Corazón y será todo vuestro”

“Quien dice que ama a Dios, a quien no ve, y no ama a sus hermanos, a quienes ve, ese es un mentiroso”

“Un santo triste es un triste santo”

“En esta vida la paciencia ha de ser el pan de cada día; pero la necesitamos en particular para nosotros, porque nadie se nos hace tan pesado como nosotros mismos”

“Es común que quienes se perdonan demasiado son más rigurosos con los demás”

“Las penas, consideradas en sí mismas, ciertamente no pueden ser amadas, pero consideradas en su origen, es decir, en la Providencia y Bondad divina que las ordena, son infinitamente amables”

“Las mismas miserias de la vida se convierten en delicias celestiales si sabemos encontrar en ellas el placer de cumplir la voluntad de Dios”

“Las riquezas son verdaderas espinos; ellas punzan con mil espinos al adquirirlas, con muchas inquletudes conservándolas, con muchas disgustos gastándolas, y con muchas pesares perdiéndolas”

“Poned empeño en aprovechar las pequeñas ocasiones que Dios os va presentando, poned en ello vuestra virtud y no en desear grandes empresas; porque suele suceder que se deja uno vencer por un mosquito y está combatiendo contra monstruos imaginarios”

“Las mortificaciones que no van condimentadas con la salsa de nuestra propia voluntad son las mejores y las más excelentes, como las que nos tropezamos por la calle, sin pensar en ellas ni buscarlas, y las de cada día, aunque sean pequeñas”
San Francisco de Sales

"Pequeñas Semillitas" por e-mail
Si lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas Semillitas" por correo, más el agregado de un powerpoint. Las suscripciones son gratis y solo tienes que solicitarlas escribiendo a Rocío (moderadora de los grupos) a: peque.semillitas.3@gmail.com  con el título: “Suscripción a Pequeñas Semillitas”.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para Eli, de Chile, y para toda su familia, para que María Reina de la Paz les ayude a conseguir esa gracia: tener paz en lo físico, en lo anímico y en lo espiritual, después de los difíciles momentos que han tenido que vivir.

Pedimos oración para Fernando A., joven de 26 años de edad de Bolivia, joven al que hoy realizan la cuarta sesión de quimioterapia, rogando a Jesús que lo acompañe y fortalezca, mientras la Santísima Virgen sostiene a su familia en la esperanza de la curación.

Pedimos oración por Irma Patricia A. V. y su papá, de Nicaragua, que sufren de un virus que da mucha fiebre y dolores musculares, para que los médicos, ayudados por el Señor, consigan curarlos pronto.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Unidos a María
María es Reina, es nuestra Reina, es la Reina del Cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible y está solo por debajo de Dios y, en cierto sentido hasta el mismo Dios se le somete, pues Ella es su Madre, y Él le quiere dar el gusto en todo, porque, además, María nunca pedirá nada que sea contrario a la Voluntad divina, pues está identificada completamente con dicha Voluntad.
María es la Obra Maestra del Altísimo, que ha colocado en Ella todo lo más valioso que tiene. ¡Y nosotros somos sus vasallos, sus fieles hijos y súbditos! ¡Qué alegría y qué honor el nuestro, de pertenecer a tan augusta Princesa! Pidámosle todo, que nos lo concederá todo, porque nunca se deja vencer en generosidad. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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