PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 10 - Número 2575 ~ Lunes
19 de Enero de 2015
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Ante los falsos profetas que ofrecen remedios que
únicamente son placebos contaminados, el Bautista advierte que sólo Jesús es
quien nos salvará verdaderamente del pecado y sus consecuencias mortales.
Juan y Andrés
-según el relato del Evangelio de ayer Domingo- se van detrás de Jesús a gozar de una tarde
que jamás olvidarán, un encuentro que les marcó un antes y un después…
Encuentro que para ser tal no puede quedar en un mecánico saludo al paso como
el ¡Buen día! que cruzamos en la
calle. Encuentro de corazón a corazón, en el que ponemos el alma y la vida al
calor de Jesús y a la luz de su Buena Nueva. Encuentro que nos transforme en luz del mundo y sal de la tierra, para
gloria de Dios y salvación de los hombres.
© El Domingo
¡Buenos días!
Las invitaciones de Dios
A lo largo de tu
vida Dios se hace presente invitándote a dar pasos hacia una misión que te ha
preparado para hacerte feliz. Está atento para captar estos llamados del Señor,
porque aparecen de la manera menos pensada. El famoso escritor y teólogo
alemán, Romano Guardini, nos cuenta cómo fue invitado por Dios a dar un paso
decisivo.
«Un domingo fui a misa a la iglesia de los
dominicos de la calle Oldenburger. Me encontraba en un estado crítico. Cuando
vi a un hermano lego encargado de la colecta pasar con el rostro tranquilo y
portando su alcancía tintineante, me dio mucha envidia y pensé de repente: ¿No
podrías tú llegar a ser como él? Entonces tendrías paz. Y luego me dije:
¡Podría ser sacerdote! Y entonces fue como si todo adquiriese tranquilidad y
claridad. Volví a casa con un sentimiento de felicidad que desde hacía mucho tiempo
no había vuelto a sentir.»
Para discernir
estos llamados de Dios fíjate en un detalle de la narración que acabas de leer.
Guardini pasaba por una crisis espiritual marcada por la sensación de inquietud
y malestar. Cuando se le abrió un nuevo horizonte “todo adquirió tranquilidad y
claridad”. Este es un indicio de la presencia de Dios: la paz del corazón. Que
el Señor te guíe y te ilumine.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban
ayunando, vienen y le dicen a Jesús: «¿Por qué mientras los discípulos de Juan
y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?». Jesús les
dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con
ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar. Días vendrán en que
les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel día.
»Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido
viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se
produce un desgarrón peor. Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de
otro modo, el vino reventaría los pellejos y se echaría a perder tanto el vino
como los pellejos: sino que el vino nuevo se echa en pellejos nuevos». (Mc 2,18-22)
Comentario
Hoy comprobamos cómo los judíos, además del ayuno
prescrito para el Día de la Expiación (cf. Lev 16,29-34) observaban muchos
otros ayunos, tanto públicos como privados. Eran expresión de duelo, de
penitencia, de purificación, de preparación para una fiesta o una misión, de
petición de gracia a Dios, etc. Los judíos piadosos apreciaban el ayuno como un
acto propio de la virtud de la religión y muy grato a Dios: el que ayuna se
dirige a Dios en actitud de humildad, le pide perdón privándose de aquellas
cosas que, satisfaciéndole, le hubieran apartado de Él.
Que Jesús no inculque esta práctica a sus discípulos y a
los que le escuchan, sorprende a los discípulos de Juan y a los fariseos.
Piensan que es una omisión importante en sus enseñanzas. Y Jesús les da una
razón fundamental: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el
novio está con ellos?» (Mc 2,19). El esposo, según la expresión de los profetas
de Israel, indica al mismo Dios, y es manifestación del amor divino hacia los
hombres (Israel es la esposa, no siempre fiel, objeto del amor fiel del esposo,
Yahvé). Es decir, Jesús se equipara a Yahvé. Está aquí declarando su divinidad:
llama a sus discípulos «los amigos del esposo», los que están con Él, y así no
necesitan ayunar porque no están separados de Él.
La Iglesia ha permanecido fiel a esta enseñanza que,
viniendo de los profetas e incluso siendo una práctica natural y espontánea en
muchas religiones, Jesucristo la confirma y le da un sentido nuevo: ayuna en el
desierto como preparación a su vida pública, nos dice que la oración se
fortalece con el ayuno, etc.
Entre los que escuchaban al Señor, la mayoría serían
pobres y sabrían de remiendos en vestidos; habría vendimiadores que sabrían lo
que ocurre cuando el vino nuevo se echa en odres viejos. Les recuerda Jesús que
han de recibir su mensaje con espíritu nuevo, que rompa el conformismo y la
rutina de las almas avejentadas, que lo que Él propone no es una interpretación
más de la Ley, sino una vida nueva.
Rev. D. Joaquim VILLANUEVA i Poll (Barcelona, España)
Santoral Católico:
Beato Marcelo Spínola y
Maestre
Obispo y Fundador
Nació en San Fernando (Cádiz) el año 1835, hijo de los
marqueses de Spínola. Estudió derecho y ejerció la abogacía; su atención a los
trabajadores le mereció el nombre de «abogado de los pobres». Pero abandonó la
profesión, entró en el seminario de Sevilla, y recibió la ordenación sacerdotal
en 1864. Ejerció diversos ministerios, siempre con gran celo por la
santificación de las almas y honda preocupación por los problemas sociales. Fue
nombrado sucesivamente obispo auxiliar de Sevilla y titular de Coria, Málaga y
Sevilla. En diciembre de 1905, san Pío X lo creó cardenal, pero murió el 19 de
enero de 1906. Fundó la congregación de las Esclavas Concepcionistas del Divino
Corazón de Jesús para la educación de las jóvenes. Fue un gran sacerdote para
todos, en el confesonario y dirección espiritual, en la diócesis y su
seminario, en las iniciativas religiosas y sociales, en la promoción de los
pobres, por los que llegó a pedir limosna por las calles. Su espiritualidad era
afín a la de San Francisco en muchos aspectos.
© Directorio Franciscano
La frase de hoy
“Eres como la noche,
callada y constelada.
Tu silencio es de estrella,
tan lejano y sencillo”
Pablo Neruda
Tema del día:
El valor de una madre
1) Para saber
El pasado miércoles, durante la Audiencia General, el
Papa Francisco abordó la importancia de las madres en las familias, la sociedad
y la Iglesia. Señaló que “toda persona humana debe la vida a una madre y casi
siempre debe a ella mucho de la propia existencia sucesiva, de la formación
humana y espiritual”.
Continuando con la catequesis sobre la Iglesia, el Papa
reflexionó sobre el papel de madre que tiene la Iglesia: nuestra Santa madre
Iglesia. Así como la Virgen María, nuestra Madre, mostró a Jesús a los pastores
y a los Reyes Magos, así la Iglesia, también nuestra Madre, nos conduce y
muestra a Jesús. Por eso no somos huérfanos, somos hijos de la Iglesia, somos
hijos de la Virgen y somos hijos de nuestras madres.
Es paradójico que aunque se exalta mucho el papel de la
madre, en poesías, discursos, y siempre se escriben cosas bellas de ella, sin
embargo, es poco escuchada o comprendida, no siempre es justamente valorada, es
poco ayudada en la vida cotidiana y poco considerada en su rol central en la
sociedad.
2) Para pensar
Alguien que supo valorar a su esposa es uno de los
juristas más importante del siglo XX, llamado Francesco Carnelutti. En un
programa de televisión le preguntaron qué era lo que más había influido en su
brillante carrera. Y respondió: “Mi mujer”. Y explicó por qué:
”Mi esposa no ha estudiado leyes, no se ocupa de mi
trabajo, ni me pide ni me da nunca consejos. Pero me llena la vida con su
presencia. Se anticipa a mis deseos, intuye mi humor, escucha mis desahogos,
encuentra siempre la palabra justa. Por la noche, cuando consulto mis papeles,
se sienta a mi lado en silencio y hace labores de punto. El rumor de las varillas
que se cruzan es mi mejor calmante. Aleja la tensión y me da un sentido de
seguridad infinita. Sin ella, sería un pobre hombre. Con ella, me parece poder triunfar
en cualquier empresa”.
3) Para vivir
Recordaba el Papa que una madre con los hijos tiene
siempre problemas y trabajo, como fue en su hogar: «En casa, éramos cinco y
mientras uno hacía “una”, el otro pensaba en hacer “otra” y la pobre mamá iba
de un lado para el otro. Pero era feliz. Nos ha dado tanto».
Es importante que las madres transmitan el sentido
profundo de la práctica religiosa: en las primeras oraciones, en los primeros
gestos de devoción que un niño aprende, se inscribe el valor de la fe en la
vida de un ser humano.
Recordaba el Papa al Arzobispo Oscar Arnulfo Romero quien
decía que las madres viven un “martirio materno”. En su homilía para el funeral
de un sacerdote asesinado por los escuadrones de la muerte, decía: «Todos
debemos estar dispuestos a morir por nuestra fe, aunque no nos conceda el Señor
este honor... Pero dar la vida no es sólo que lo maten a uno; tener espíritu de
martirio, es dar en el deber, en la oración, en el cumplimiento honesto del
deber, en aquel silencio de la vida cotidiana, ir dando la vida, como la da la
madre que sin aspavientos, con la sencillez del martirio maternal concibe en su
seno a su hijo, da a luz, cuida y hace crecer a su hijo. Es dar la vida por su
hijo y por eso son mártires». La madre elige dar la vida y eso, concluye el
Papa, es grande, esto es bello.
© Pbro. José Martínez Colín
Oración por la Patria
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación, una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien
común.
Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres y perdonando a los que nos
ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.
Amén.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón
de María; por la conversión de todos los
pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos
motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto,
la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas
Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Jefferson
Samir G. F., de Bogotá, Colombia, que está ingresando a la Universidad para
desarrollar, a distancia, la carrera de Administración de Empresas, rogando al
Señor le dé la sabiduría, el conocimiento, el entendimiento, las habilidades,
competencias y destrezas para lograr sus propósitos, metas y objetivos, y se
forme como un auténtico profesional, digno, presto a entregarse al servicio a
través de su profesión.
Pedimos oración por el eterno descanso del alma de la señora Carmen, de Paraguay, pidiendo que brille para ella le Luz que no tiene fin.
Pedimos oración por el eterno descanso del alma de la señora Carmen, de Paraguay, pidiendo que brille para ella le Luz que no tiene fin.
Pedimos oración para que el Señor bendiga los ejercicios
espirituales de las Hermanas del Sagrado Corazón del Verbo Encarnado, de Argentina.
Pedimos oración para Julen,
un lactante internado actualmente en Madrid por una grave inmunodeficiencia, en
espera de un trasplante de médula ósea, rogando la intercesión de la Virgen
María para que aparezca cuanto antes el donante necesario. Nos unimos en
oración.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Unidos a María
La vida cristiana
en definitiva se reduce a amar: amar a Dios sobre todas las cosas y amar al
prójimo como a nosotros mismos. ¿Pero quién nos enseñará cómo amar a Dios? ¿Y
quién nos adiestrará en el amor a los hermanos?
Pues María
Santísima es quien nos debe enseñar a amar, porque no hay criatura que haya
amado y ame más a Dios y a los hombres.
Busquemos en
cielo y tierra una criatura que ame más que la Virgen, y no la hallaremos
jamás. Pues entonces pidámosle que, ya que Ella es la Amante por excelencia de
Dios y de los hombres, que nos enseñe cómo se los debe amar.
María jamás alzó
la voz para quejarse, para hacer valer sus derechos. Por eso si miramos a la
Virgen, aprenderemos muchas cosas de Ella, que nos llevarán al verdadero amor,
y, adiestrados por María, comenzaremos a dar pequeños vuelos en el camino del
amor.
Ya dicen los
santos que quien halla a María, ha hallado la Vida. Y se puede decir que quien
encuentra a María y se entrega a Ella, ha hallado el amor, y sabe practicarlo
perfectamente, porque no tiene más que mirar a esta Estrella del Mar, para
saber qué es lo que le agrada a Dios y a los hombres, para hacerlo por ellos.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.