miércoles, 14 de enero de 2015

Pequeñas Semillitas 2570

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2570 ~ Miércoles 14 de Enero de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
No creo que haya nadie que necesite tanto de la ayuda y gracia de Dios como yo. A veces me siento impotente y débil. Creo que por eso Dios me utiliza. Puesto que no puedo fiarme de mis fuerzas, me fío de Él las veinticuatro horas del día. Y si el día tuviera más horas más necesitaría su ayuda y la gracia.
Todos debemos aferrarnos de Dios a través de la oración. Mi secreto es muy sencillo: La oración. Mediante la oración me uno en el amor con Cristo. Comprendo que orarle es amarlo… La gente está hambrienta de la palabra de Dios para que les dé paz, unidad y alegría. Pero no se puede dar lo que no se tiene, por lo que es necesario intensificar la vida de oración.
Sé sincero en tus oraciones. La sinceridad es humildad y ésta solo se consigue aceptando las humillaciones. Todo lo que se ha dicho y hemos leído sobre la humildad no es suficiente para enseñarnos la humildad.
La humildad solo se aprende aceptando las humillaciones, a las que nos enfrentamos durante toda la vida. Y la mayor de ellas es saber que uno no es nada. Este conocimiento se adquiere cuando uno se enfrenta a Dios en la oración. Por lo general, una profunda y ferviente mirada a Cristo es la mejor oración: yo le miro y Él me mira. Y en el momento en que te encuentras con Él cara a cara adviertes sin poderlo evitar que no eres nada, que no tienes nada.
Teresa de Calcuta

¡Buenos días!

Señor de la victoria
“Descarguen en el Señor todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes”. Si lees y meditas la Biblia, encontrarás esta exhortación y otras semejantes. Te ayudarán a fortalecer tu confianza en Dios que te ofrece refugio “a la sombra de sus alas mientras vienen calamidades” de cualquier clase y magnitud.

Cuando todo se desmorona en nuestros proyectos humanos; cuando nuestros mejores esfuerzos no alcanzan el objetivo propuesto; cuando la sinceridad y el ardor del amor nada consiguen, tú permaneces, Señor, indestructible y fuerte, nuestro amigo que todo lo puede. Tus designios permanecen intactos, nada puede impedir que tu voluntad se cumpla. Conviertes los fracasos en un triunfo mayor, nunca eres vencido. Tú tomas nuestra impotencia en tus manos creadoras, y la haces producir un fruto, obra tuya, mejor que todos nuestros deseos. En Ti, nuestra esperanza se salva del desastre, cumplida en plenitud. Amén.

Para la persona de fe, todo sucede porque lo quiere o lo permite Dios. Y él es experto en sacar bien del mal. Imagínate el río de bendiciones que bajó del Calvario donde murió Jesús en la cruz. También él tiene proyectos de salvación para cada una de tus contradicciones aceptadas en paz. Que el Señor te proteja y bendiga.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús, saliendo de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella. Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles.
Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración. Simón y sus compañeros fueron en su busca; al encontrarle, le dicen: «Todos te buscan». Él les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido». Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios. (Mc 1,29-39)

Comentario
Hoy vemos claramente cómo Jesús dividía la jornada. Por un lado, se dedicaba a la oración, y, por otro, a su misión de predicar con palabras y con obras. Contemplación y acción. Oración y trabajo. Estar con Dios y estar con los hombres.
En efecto, vemos a Jesús entregado en cuerpo y alma a su tarea de Mesías y Salvador: cura a los enfermos, como a la suegra de san Pedro y muchos otros, consuela a los tristes, expulsa demonios, predica. Todos le llevan sus enfermos y endemoniados. Todos quieren escucharlo: «Todos te buscan» (Mc 1,37), le dicen los discípulos. Seguro que debía tener una actividad frecuentemente muy agotadora, que casi no le dejaba ni respirar.
Pero Jesús se procuraba también tiempo de soledad para dedicarse a la oración: «De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración» (Mc 1,35). En otros lugares de los Evangelios vemos a Jesús dedicado a la oración en otras horas e, incluso, muy entrada la noche. Sabía distribuirse el tiempo sabiamente, a fin de que su jornada tuviera un equilibrio razonable de trabajo y oración.
Nosotros decimos frecuentemente: —¡No tengo tiempo! Estamos ocupados con el trabajo del hogar, con el trabajo profesional, y con las innumerables tareas que llenan nuestra agenda. Con frecuencia nos creemos dispensados de la oración diaria. Realizamos un montón de cosas importantes, eso sí, pero corremos el riesgo de olvidar la más necesaria: la oración. Hemos de crear un equilibrio para poder hacer las unas sin desatender las otras.
San Francisco nos lo plantea así: «Hay que trabajar fiel y devotamente, sin apagar el espíritu de la santa oración y devoción, al cual han de servir las otras cosas temporales».
Quizá nos debiéramos organizar un poco más. Disciplinarnos, “domesticando” el tiempo. Lo que es importante ha de caber. Pero más todavía lo que es necesario.
Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM (Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Félix de Nola
Confesor de la Fe
Natural de Nola, abrazó el servicio apostólico desde muy joven. Al morir su padre, Félix distribuyó su herencia entre los pobres y fue ordenado sacerdote por San Máximo, Obispo de Nola.
Al iniciarse una cruel persecución contra la Iglesia, Máximo huyó al desierto para continuar al servicio de su rebaño.  Al no ser encontrado por los soldados romanos, Félix, quien lo sustituía en sus deberes pastorales, fue tomado preso, azotado, cargado de cadenas y encerrado en el calabozo cuyo piso estaba lleno de vidrios. Sin embargo, el Ángel del Señor se le apareció y le ordenó ir en ayuda de su Obispo, quien yacía medio muerto de hambre y de frío.
Ante su incapacidad de hacerlo volverlo en sí, el Santo acudió a la oración y al punto apareció un racimo de uvas, cuyas gotas derramó sobre los labios del maestro, el cual recuperó el conocimiento siendo conducido luego a su Iglesia.
Félix permaneció escondido orando permanente por la Iglesia hasta la muerte de Decio; sin embargo, continuó siendo perseguido hasta que se estableció la paz de la Iglesia.
Murió en medio de la pobreza y el servicio de los más necesitados, a pesar de que fue elegido como Obispo de Nola.
Fuente: Catholic.net

La frase de hoy

“La paz no es algo que te sucede…
La paz es parte de quién eres tú”

Tema del día:
Y Dios lloró…
Una famosa periodista había entrevistado a los personajes más famosos del mundo, artistas, políticos, escritores, gobernantes, inventores, e ingenieros. Le apasionaba la vida de aquellos que más habían influido en su comunidad o naciones. Y su pregunta más categórica era aquélla que enfrentaba a estos personajes con sus propias obras.

Un día de camino a su oficina le dijo a su redactor que siempre había soñado con entrevistar al mismo Dios y hacerle la gran pregunta de su vida, la cual estaría relacionada con su obra máxima: EL HOMBRE.

De repente se vio envuelta por una gran luz en medio de un torbellino.
- ¡Espera! me dijo. -¿Así que quieres entrevistarme?
- Bueno, le contesté, si es que tienes tiempo....
Se sonrió por entre la barba y dijo:
- Mi tiempo se llama eternidad y alcanza para todo ¿Qué pregunta quieres hacerme?
- Ninguna nueva ni difícil, para ti: ¿Qué comentario te merece el hombre a quien creaste a tu imagen y semejanza?
Un poco entristecido, Dios me respondió:

- Que se aburren de ser niños por la prisa de crecer, y luego suspiran por volver a ser niños
- Que primero pierden la salud para tener dinero y enseguida pierden el dinero para recuperar la salud.
- Que se pasan toda la vida acumulando bienes que jamás disfrutarán y sus hijos derrocharán
- Que por pensar ansiosamente en el futuro descuidan su hora actual, con lo que no viven ni el presente, ni el futuro.
- Que pasan la vida tratando de ser felices y se olvidan que la felicidad no es otra cosa que la capacidad de disfrutar lo que se tiene.
- Que se privan de disfrutar de sus hijos por el afán de progresar y, cuando ya lo lograron, descubren que perdieron irremediablemente a sus hijos.... se van... crecen... se independizan y ya no puedes hacer nada.
- Que se pasan toda la vida acumulando conocimientos y títulos, olvidándose que lo único importante es el amor.
- Que se pasan la vida buscando triunfos externos cuando han fracasado en el hogar.
- Que se pasan la vida buscando la aprobación de los demás, cuando ni siquiera ellos mismos se aprueban.
- Que se pasan la vida buscando el golpe de suerte ignorando que ésta es producto de sus decisiones.
- Que se pasan la vida cambiando amigos sin comprender que son los amigos los que cambian.
- Que se pasan la vida acumulando rencores contra sus ofensores y lo único que obtienen es perjudicarse a sí mismos.
- Que viven como si no fueran a morirse y, sin embargo, se mueren como si no hubieran vivido.
- Que lo creé para que sea feliz, pero el hombre escogió la infelicidad.

Por primera vez vi a Dios llorar…

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por la señora Carmen, que vive en Paraguay y está internada y operada por una delicada afección. La señora es la mamá del Padre Rufino, un querido amigo sacerdote rogacionista de la Parroquia San Miguel Arcángel de esta ciudad de Córdoba. Nos unimos en oración y pedimos la mediación de la Virgen de Caacupé para que Carmen recupere pronto su mejor condición de salud.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Unidos a María
Gracias a María es que todavía existe el mundo, porque con los pecados de los hombres cometidos a lo largo de todos los tiempos, Dios ya habría cancelado la raza humana, habría hecho llover castigo tras castigo hasta aniquilar a la humanidad. Pero está María que intercede por los hombres, y gracias a Ella y a sus ruegos, es que no hemos desaparecido todavía.
Ahora la Virgen nos llama en muchas partes del mundo a que nos convirtamos, que volvamos a Dios, amenazando con castigos tremendos si esto no sucede. Y es que si despreciamos a María, entonces conoceremos la ira tremenda de Dios, porque su Justicia no será aplacada ya por nadie.
Acudamos a María, ahora que todavía estamos en el tiempo favorable. Recemos más Rosarios para ayudar a la Virgen a sostener el brazo castigador de su Hijo, porque Dios siempre escucha a su Madre, y sólo Ella nos puede salvar de este callejón sin salida en que está entrando la humanidad.
También gracias a María es que nosotros, cada uno de nosotros, no está ya ardiendo en el Infierno, porque con todos los pecados que hemos cometido en nuestra vida, si María no nos hubiera obtenido más tiempo y modo de volver a Dios, ya estaríamos irremediablemente perdidos en el abismo infernal. Por eso tenemos mucho que agradecer a María.

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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