domingo, 18 de enero de 2015

Pequeñas Semillitas 2574

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2574 ~ Domingo 18 de Enero de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
¿Qué buscáis? Es la pregunta que Jesús, una vez bautizado por Juan en el río Jordán, nos realiza a cada uno de nosotros.
El Señor necesita de nuestras manos para llevar adelante su misión. Pero ¿buscamos el bien de Dios? ¿Anhelamos el futuro y la propagación del evangelio? ¿No nos habremos quedado con la silueta, tierna e infante, de Jesús en Belén? ¿Somos conscientes de que, como creyentes, no nos hemos de cansar de investigar y escudriñar en la dirección adecuada?
El Señor, en este día, nos busca a nosotros. Sale a nuestro encuentro. Nos llama, con nombre y apellidos, para secundar o colaborar con su causa. Nos invita a morar en El. El Señor exige respuestas. ¿Seremos capaces de responderle con generosidad?
Pidamos al Señor, en este domingo, que no dejemos de ser aventureros. Que le busquemos con todo nuestro corazón, con todo nuestro entendimiento y con todas nuestras fuerzas. Que no nos cansemos de buscar a ese Señor que, siempre y en toda circunstancia, sale a nuestro encuentro.
© Javier Leoz

¡Buenos días!

A partir de hoy
No olvides que tus sueños carecen de valor, que tus metas son imposibles, si no pones de tu parte decisión y acción. Solamente la acción es la chispa que enciende tus sueños, planes y metas hasta convertirlos en una fuerza viviente. No te demores, no postergues. El secreto, extraído de los corazones valientes, es empezar a partir de hoy mismo.

La única manera de salir adelante en la vida es no culpar a los demás de lo que te sucede. Tú eres el arquitecto de tu vida. Y si la vida no te ha sido favorable hasta ahora, el futuro puede cambiar y depende sobre todo de ti. Si has tenido muchos fracasos, ésta es una excelente posición para comenzar de nuevo, pues eres experto en conocer cómo no se debe actuar, pues no repetirás los errores y te acercarás al éxito. A partir de hoy tu vida puede tomar uno de dos rumbos: el éxito o el fracaso. La felicidad o la infelicidad. Es tu decisión cuál camino tomar y tienes igual oportunidad de seguir uno u otro. La forma de tomar el sendero del triunfo es... ¡dejar de culpar a los demás! (S. Valdivia).

Los triunfadores han sido siempre realistas y concretos. Han tenido sueños grandiosos, pero han comenzado desde lo que tenían a la mano, de lo posible y cotidiano. Es la manera de crecer con seguridad aunque con lentitud. Pon tan solo constancia y verás cómo el éxito coronará tus esfuerzos. El Señor te ilumine, bendiga y proteja.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus discípulos. Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios». Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús. Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: «¿Qué buscáis?». Ellos le respondieron: «Rabbí —que quiere decir “Maestro”— ¿dónde vives?». Les respondió: «Venid y lo veréis». Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día. Era más o menos la hora décima. Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús. Éste se encuentra primeramente con su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías» —que quiere decir, Cristo—. Y le llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas» —que quiere decir, “Piedra”. (Jn 1,35-42)

Comentario
Hoy vemos a Jesús que venía por la ribera del Jordán: ¡es Cristo que pasa! Debían ser las cuatro de la tarde cuando, viendo que dos chicos le seguían, se ha girado para preguntarles: «Qué buscáis?» (Jn 1,38). Y ellos, sorprendidos por la pregunta, han respondido: «Rabbí —que quiere decir “Maestro”— ¿dónde vives? (...) ‘Venid y lo veréis’» (Jn 1,39).
También yo sigo a Jesús, pero... ¿qué quiero?, ¿qué busco? Es Él quien me lo pregunta: «De verdad, ¿qué quieres?». ¡Oh!, si fuera suficientemente audaz para decirle: «Te busco a ti, Jesús», seguro que le habría encontrado, «porque todo el que busca encuentra» (Mt 7,8). Pero soy demasiado cobarde y le respondo con palabras que no me comprometen demasiado: «¿Dónde vives?». Jesús no se conforma con mi respuesta, sabe demasiado bien que no es un montón de palabras lo que necesito, sino un amigo, el Amigo: Él. Por esto me dice: «Ven y lo verás», «venid y lo veréis».
Juan y Andrés, los dos mozos pescadores, fueron con Él, «vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día» (Jn 1,39). Entusiasmado por el encuentro, Juan podrá escribir: «La gracia y la verdad se han hecho realidad por Jesucristo» (Jn 1,17b). ¿Y Andrés? Correrá a buscar a su hermano para hacerle saber: «Hemos encontrado al Mesías» (Jn 1,41). «Y le llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: ‘Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas’, que quiere decir “Piedra”» (Jn 1,42).
¡Piedra!, ¿Simón, una piedra? Ninguno de ellos está preparado para comprender estas palabras. No saben que Jesús ha venido a levantar su Iglesia con piedras vivas. Él tiene ya escogidos los dos primeros sillares, Juan y Andrés, y ha dispuesto que Simón sea la roca en la que se apoye todo el edificio.
Y, antes de subir al Padre, nos dará respuesta a la pregunta: «Rabbí, ¿dónde vives?». Bendiciendo a su Iglesia dirá: «Yo estaré con vosotros cada día hasta el fin del mundo» (Mt 28,20).
Rev. D. Lluís RAVENTÓS i Artés (Tarragona, España)

Palabras de San Juan Pablo II

"Los verdaderos discípulos de Cristo tienen conciencia de su propia debilidad. Por esto ponen toda su confianza en la gracia de Dios que acogen con corazón indiviso, convencidos de que sin Él no pueden hacer nada (cfr Jn 15,5). Lo que les caracteriza y distingue del resto de los hombres no son los talentos o las disposiciones naturales. Es su firme determinación de caminar tras las huellas de Jesús"

Tema del día:
Aprender a vivir
El evangelista Juan ha puesto un interés especial en indicar a sus lectores cómo se inició el pequeño grupo de seguidores de Jesús. Todo parece casual. El Bautista se fija en Jesús que pasaba por allí y les dice a los discípulos que lo acompañan: «Éste es el Cordero de Dios».

Probablemente, los discípulos no le han entendido gran cosa, pero comienzan a «seguir a Jesús». Durante un tiempo, caminan en silencio. No ha habido todavía un verdadero contacto con él. Están siguiendo a un desconocido y no saben exactamente por qué ni para qué.

Jesús rompe el silencio con una pregunta: «¿Qué buscáis?» ¿Qué esperáis de mí? ¿Queréis orientar vuestra vida en la dirección que llevo yo? Son cosas que es necesario aclarar bien. Los discípulos le dicen: «Maestro, ¿dónde vives?» ¿Cuál es el secreto de tu vida? ¿Qué es vivir para ti? Al parecer, no buscan conocer nuevas doctrinas. Quieren aprender de Jesús un modo diferente de vivir. Quieren vivir como él.

Jesús les responde directamente: «Venid y lo veréis». Haced vosotros mismos la experiencia. No busquéis información de fuera. Venid a vivir conmigo y descubriréis cómo vivo yo, desde dónde oriento mi vida, a quiénes me dedico, por qué vivo así.

Este es el paso decisivo que necesitamos dar hoy para inaugurar una fase nueva en la historia del cristianismo. Millones de personas se dicen cristianas, pero no han experimentado un verdadero contacto con Jesús. No saben cómo vivió, ignoran su proyecto. No aprenden nada especial de él.

Mientras tanto, en nuestras Iglesias no tenemos capacidad para engendrar nuevos creyentes. Nuestra palabra ya no resulta atractiva ni creíble. Al parecer, el cristianismo, tal como nosotros lo entendemos y vivimos, interesa cada vez menos. Si alguien se nos acercara a preguntarnos «dónde vivís» «qué hay de interesante en vuestras vidas», ¿cómo responderíamos?

Es urgente que los cristianos se reúnan en pequeños grupos para aprender a vivir al estilo de Jesús escuchando juntos el evangelio. Él es más atractivo y creíble que todos nosotros. Puede engendrar nuevos seguidores, pues enseña a vivir de manera diferente e interesante.
© José Antonio Pagola

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Agradecimientos
Dicen que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

Desde Guatemala, María Victoria nos pide una oración de acción de gracias por el cumpleaños número 2 de su nietito Stefano Antonio, que nació y vive en USA, y que a pesar de la distancia, ha sido y es una bendición para toda la familia.

Desde USA llega el agradecimiento a Dios y a las personas que rezaron por la bebé Liliana, de un año y cinco meses, que ya ha comenzado a caminar.

Unidos a María
María está siempre a nuestro lado, pero a Ella le gusta que la llamemos para acudir pronta en nuestro auxilio. ¿Qué debemos temer si tenemos a esta buena Madre que nos cuida de todos los terrores nocturnos, es decir, de los demonios que tratan de perdernos? Si nuestra sentencia está en las manos de María, es cierto que nos salvaremos, pues hemos puesto toda nuestra confianza en Ella y no quedaremos defraudados ni confundidos. Como hombres siempre estamos buscando seguridades, apoyos, garantías. Pues bien, María es la Seguridad, es el Apoyo, es la Garantía. Con María estamos más seguros que un niño en brazos de su madre.
Hoy, que aumenta la sensación de inseguridad en el mundo, corramos a María y refugiémonos en su Corazón Inmaculado por medio de la consagración a Ella, y así estaremos bien seguros, como María misma lo promete.

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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