domingo, 25 de mayo de 2014

Pequeñas Semillitas 2358

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2358 ~ Domingo 25 de Mayo de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy los argentinos festejamos un nuevo aniversario de la "Revolución de Mayo" acontecimiento que evoca los orígenes de nuestra Nación, recordando que en 1810 un grupo de patriotas decididos y arrojados tomó el gobierno de lo que en ese momento era el Virreinato del Río de la Plata.
Ojalá en esta fecha los argentinos seamos capaces de honrar a los que lucharon dándolo todo por la Patria y reflexionemos sobre nuestro propio papel como ciudadanos y constructores del futuro de nuestra Nación que hoy atraviesa momentos muy difíciles.
Y más que nunca pidamos ayuda a la Santísima Virgen de Luján, patrona de Argentina, y a Jesucristo, Señor de la Historia, a quien en la oración por la Patria le repetimos con fervor lo mucho que lo necesitamos. ¡Viva la Patria!

¡Buenos días!

El ombú
El egoísmo atrofia al hombre, que sólo en la donación generosa a los demás encuentra su plena madurez. Si te preocupas demasiado por ti mismo y tu propio entorno, si vives para acumular dinero y comodidades, no te quedará tiempo para los demás. Si no vives para los demás, la vida carecerá de sentido para ti, porque la vida sin amor no vale nada.

Erguido en medio de la pampa, el ombú extendía sus gruesas ramas. En busca de un sitio donde asentarse, llegó allí un colono y su familia. ¡Qué árbol hermoso! -exclamó un jovencito-; edifiquemos aquí, padre mío. Seducido por el aspecto del árbol gigante, aprobó el padre. De una raíz iba a atar el caballo del carro donde venía la familia, pero al ver que allí no crecía el pasto, lo llevó más lejos. El hijo mayor cortó unas ramas para prender fuego, pero la leña sólo producía humo. Otro hijo trepó para comer frutas, pero aquello no era fruta. -¡Hermoso árbol! -dijo el padre- para pintores y poetas. Pero no da frutos, su leña no sirve, y a su sombra no florecería un jardín. Orgulloso, inútil y egoísta; más bien dejémoslo solo. Y se fueron a otra parte. G. Daireaux.

Dios espera la colaboración de los hombres para su plan de amor. El mal ha entrado en el mundo por la puerta del egoísmo, que es negación del amor. “Este es mi mandamiento, —dijo Jesús— que se amen los unos a los otros como yo los he amado”. Que el Padre misericordioso derrame sobre ti el Espíritu del amor, que es el Espíritu de Jesús.
Padre Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros. No os dejaré huérfanos: volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero vosotros sí me veréis, porque yo vivo y también vosotros viviréis. Aquel día comprenderéis que yo estoy en mi Padre y vosotros en mí y yo en vosotros. El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él». (Jn 14,15-21)

Comentario
Hoy, Jesús —como lo hizo entonces con sus discípulos— se despide, pues vuelve al Padre para ser glorificado. Parece ser que esto entristece a los discípulos que, aún le miran con la sola mirada física, humana, que cree, acepta y se aferra a lo que únicamente ve y toca. Esta sensación de los seguidores, que también se da hoy en muchos cristianos, le hace asegurar al Señor que «nos os dejaré huérfanos» (Jn 14,18), pues Él pedirá al Padre que nos envíe «otro Paráclito» (Auxiliador, Intercesor: Jn 14,16), «el Espíritu de la verdad» (Jn 14,17); además, aunque el mundo no le vaya a “ver”, «vosotros sí me veréis, porque yo vivo y también vosotros viviréis» (Jn 14,19). Así, la confianza y la comprensión en estas palabras de Jesús suscitarán en el verdadero discípulo el amor, que se mostrará claramente en el “tener sus mandamientos” y “guardarlos” (cf. v. 21). Y más todavía: quien eso vive, será amado de igual forma por el Padre, y Él —el Hijo— a su discípulo fiel le amará y se le manifestará (cf. v. 21).
¡Cuántas palabras de aliento, confianza y promesa llegan a nosotros este Domingo! En medio de las preocupaciones cotidianas —donde nuestro corazón es abrumado por las sombras de la duda, de la desesperación y del cansancio por las cosas que parecen no tener solución o haber entrado en un camino sin salida— Jesús nos invita a sentirle siempre presente, a saber descubrir que está vivo y nos ama, y a la vez, al que da el paso firme de vivir sus mandamientos, le garantiza manifestársele en la plenitud de la vida nueva y resucitada.
Hoy, se nos manifiesta vivo y presente, en las enseñanzas de las Escrituras que escuchamos, y en la Eucaristía que recibiremos. —Que tu respuesta sea la de una vida nueva que se entrega en la vivencia de sus mandamientos, en particular el del amor.
P. Julio César RAMOS González SDB (Mendoza, Argentina)

La frase de hoy
““Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce, lo que vale, lo que puede y lo que sabe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte, mudar de tiranos, sin destruir la tiranía” Felipe Pigna

Tema del día:
El Espíritu de la verdad
Jesús se está despidiendo de sus discípulos. Los ve tristes y abatidos. Pronto no lo tendrán con él. ¿Quién podrá llenar su vacío? Hasta ahora ha sido él quien ha cuidado de ellos, los ha defendido de los escribas y fariseos, ha sostenido su fe débil y vacilante, les ha ido descubriendo la verdad de Dios y los ha iniciado en su proyecto humanizador.

Jesús les habla apasionadamente del Espíritu. No los quiere dejar huérfanos. Él mismo pedirá al Padre que no los abandone, que les dé “otro defensor” para que “esté siempre con ellos”. Jesús lo llama “el Espíritu de la verdad”. ¿Qué se esconde en estas palabras de Jesús?

Este “Espíritu de la verdad” no hay que confundirlo con una doctrina. Esta verdad no hay que buscarla en los libros de los teólogos ni en los documentos de la jerarquía. Es algo mucho más profundo. Jesús dice que “vive con nosotros y está en nosotros”. Es aliento, fuerza, luz, amor… que nos llega del misterio último de Dios. Lo hemos de acoger con corazón sencillo y confiado.

Este “Espíritu de la verdad” no nos convierte en “propietarios” de la verdad. No viene para que impongamos a otros nuestra fe ni para que controlemos su ortodoxia. Viene para no dejarnos huérfanos de Jesús, y nos invita a abrirnos a su verdad, escuchando, acogiendo y viviendo su Evangelio.

Este “Espíritu de la verdad” no nos hace tampoco “guardianes” de la verdad, sino testigos. Nuestro quehacer no es disputar, combatir ni derrotar adversarios, sino vivir la verdad del Evangelio y “amar a Jesús guardando sus mandatos”.

Este “Espíritu de la verdad” está en el interior de cada uno de nosotros defendiéndonos de todo lo que nos puede apartar de Jesús. Nos invita abrirnos con sencillez al misterio de un Dios, Amigo de la vida. Quien busca a este Dios con honradez y verdad no está lejos de él. Jesús dijo en cierta ocasión: “Todo el que es de la verdad, escucha mi voz”. Es cierto.

Este “Espíritu de la verdad” nos invita a vivir en la verdad de Jesús en medio de una sociedad donde con frecuencia a la mentira se le llama estrategia; a la explotación, negocio; a la irresponsabilidad, tolerancia; a la injusticia, orden establecido; a la arbitrariedad, libertad; a la falta de respeto, sinceridad…

¿Qué sentido puede tener la Iglesia de Jesús si dejamos que se pierda en nuestras comunidades el “Espíritu de la verdad”? ¿Quién podrá salvarla del autoengaño, las desviaciones y la mediocridad generalizada? ¿Quién anunciará la Buena Noticia de Jesús en una sociedad tan necesitada de aliento y esperanza?
José Antonio Pagola

Nuevo video y artículo

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Oración por la Patria
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Nos sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza. Queremos ser nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común. Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios para amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres y perdonando a los que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda. Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor, cercanos a María, que desde Luján nos dice: ¡Argentina! ¡Canta y camina! Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.

Nunca olvidemos agradecer
Alguna vez leí que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

Desde la provincia de Buenos Aires, Argentina, Patricia agradece a Dios y a la Santísima Virgen porque su hija Manuela salió muy bien de su operación.

Llega un agradecimiento en nombre de Ana Patricia, de Carolina del Norte (USA), porque Dios se manifestó en ella y en su embarazo pues las que parecían malformaciones en el feto ahora no se ven en los nuevos estudios que le han realizado.

Un estímulo todos los días
Mayo 25
Hemos nacido en un lugar del mundo y en un momento de la historia, y no podemos arrancar eso de nosotros.
Hay personas que desearían haber nacido en otra época, en otro siglo. Algunos quisieran haber nacido en un castillo en la Edad Media, y otros preferirían una época futura, con mayores avances científicos. También hay quienes  preferirían haber nacido en otro país o en otro continente.
Pero este tiempo y este lugar donde estás también son un regalo de Dios. Este lugar donde has nacido es una oportunidad, un desafío, un camino que el Señor te propone. Aquí puedes darlo todo, aquí puedes hacer el bien, aquí puedes hacer brotar una flor entre las piedras de tus límites y dificultades.
Cambia de perspectiva, trata de mirar las cosas de otra manera e intenta encontrar el camino de Dios para tu vida en esta pequeña porción del universo.
Aquí también hace falta tu palabra, tu perfume, tu canto.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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