PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2349 ~ Viernes
16 de Mayo de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Sientes que se te han acabado las fuerzas para seguir
luchando, crees que ya nada vale la pena en esta vida y piensas que no hay
salida. Sientes estar en lo más profundo de un pozo. La sensación de dolor es
intensa y crees que no puede haber nada peor.
Quizá busques una salida por caminos errados: evasiones
que acaban siendo adicciones esclavizadoras, malas filosofías, creencias
erróneas, supersticiones, o, peor aún,
involucrándote en falsas religiones inventadas por el hombre. Pero si llegas a
este punto y, puedes reconocer que has tocado fondo y que todo eso es falso y
no ha servido de nada, ya has dado el primer paso para liberarte y salir
adelante. Quizá aún no lo sabes, pero cuentas con una fuerza superior para
vencer esa crisis. Esa fuerza la encontrarás al acercarte a Cristo arrojándote
en sus amorosos brazos y haciendo su Voluntad divina, y, lo mejor de todo, es
que no solo te recuperarás, sino que saldrás fortalecido de ese encuentro de
amor, en una renovación que te permitirá estar y ser mucho mejor.
Sólo dile -una y mil veces- de corazón, lleno de fe y
genuina confianza: ¡Jesús yo creo y confío en ti!
¡Buenos días!
Me quejé…
Aquello que
pensamos y decimos afecta la calidad de nuestra vida y la capacidad de
progresar. Si nuestro discurso interior está lleno de quejas, pues, somos eso:
seres pesimistas y descontentos, trabados en todo. Por el contrario, si
pensamos agradecidos por lo que tenemos, somos personas dinámicas, entusiastas
y decididas a enfrentar los desafíos de cada día.
Me quejé de tener que soportar el ruido de
mis hermanos, mas no agradecí por tener una familia. Me quejé cuando no había
lo que más me gustaba para comer, pero olvidé agradecer por tener qué comer. Me
quejé por mi sueldo, cuando miles ni siquiera tienen uno. Me quejé por no poder
dormir diez minutos más, olvidando a quienes darían todo por tener su cuerpo
sano y poder levantarse. Me quejé por tener que trabajar al día siguiente,
olvidando que muchos no tienen trabajo que les permita llevar sustento a su
familia. Me quejé porque mi madre me reprendía, cuando millones desearían
tenerla viva, para poder honrarla y abrazarla.
Amigo/a: olvida
los días nublados, pero no olvides tus horas de sol ni tus noches estrelladas.
Olvida los momentos en que fuiste derrotado, pero no olvides las batallas que
has ganado. Olvida los errores que no puedes cambiar, pero no olvides las
lecciones que has aprendido ni las verdades atesoradas en tu experiencia.
Mantén una mirada optimista de la vida.
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No se
turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí. En la casa de mi
Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos
un lugar. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré
conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy sabéis
el camino». Le dice Tomás: «Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber
el camino?». Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al
Padre sino por mí». (Jn 14,1-6)
Comentario
Hoy, en este Viernes IV de Pascua, Jesús nos invita a la
calma. La serenidad y la alegría fluyen como un río de paz de su Corazón
resucitado hasta el nuestro, agitado e inquieto, zarandeado tantas veces por un
activismo tan enfebrecido como estéril.
Son los nuestros los tiempos de la agitación, el
nerviosismo y el estrés. Tiempos en que el Padre de la mentira ha inficionado
las inteligencias de los hombres haciéndoles llamar al bien mal y al mal bien,
dando luz por oscuridad y oscuridad por luz, sembrando en sus almas la duda y
el escepticismo que agostan en ellas todo brote de esperanza en un horizonte de
plenitud que el mundo con sus halagos no sabe ni puede dar.
Los frutos de tan diabólica empresa o actividad son
evidentes: enseñoreado el “sinsentido” y la pérdida de la trascendencia de
tantos hombres y mujeres, no sólo han olvidado, sino que han extraviado el
camino, porque antes olvidaron el Camino. Guerras, violencias de todo género,
cerrazón y egoísmo ante la vida (anticoncepción, aborto, eutanasia...),
familias rotas, juventud “desnortada”, y un largo etcétera, constituyen la gran
mentira sobre la que se asienta buena parte del triste andamiaje de la sociedad
del tan cacareado “progreso”.
En medio de todo, Jesús, el Príncipe de la Paz, repite a
los hombres de buena voluntad con su infinita mansedumbre: «No se turbe vuestro
corazón. Creéis en Dios: creed también en mí» (Jn 14,1). A la derecha del
Padre, Él acaricia como un sueño ilusionado de su misericordia el momento de
tenernos junto a Él, «para que donde esté yo estéis también vosotros» (Jn
14,3). No podemos excusarnos como Tomás. Nosotros sí sabemos el camino.
Nosotros, por pura gracia, sí conocemos el sendero que conduce al Padre, en
cuya casa hay muchas estancias. En el cielo nos espera un lugar, que quedará
para siempre vacío si nosotros no lo ocupamos. Acerquémonos, pues, sin temor,
con ilimitada confianza a Aquél que es el único Camino, la irrenunciable Verdad
y la Vida en plenitud.
Rev. D. Josep Mª MANRESA Lamarca (Les Fonts del Vallès,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Juan Nepomuceno
Mártir
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: EWTN
La frase de hoy
“Sabiduría es saber aprovechar
todas las pequeñas alegrías que nos salen al paso cada
día,
y no esperar para ello la oportunidad de una gran
felicidad”
Bernabé Tierno
Tema del día:
Ansiedad o preocupación
Los nativos de la tribu me enseñaron muchas lecciones de
vida práctica. Cierto día olvidé la mochila en el barco. Me desesperé tratando
de descubrir una manera de recuperar mis pertenencias.
-No hay nada que podamos hacer ahora -me dijo el jefe de
la aldea. Mañana el barco regresará y el conductor traerá la mochila de vuelta.
-¿Y si no la trae? -pregunté ansioso.
-En ese caso -respondió el sabio cacique-, guarda tus
fuerzas para resolver el problema de mañana.
Tú sabes muy bien que la ansiedad no soluciona ningún
problema, no sirve de nada, sólo causa sufrimiento; pero si tú eres tan humano
como yo, tu tendencia será pasar horas analizando un problema cuya única
solución es el tiempo.
Lamentablemente, el tiempo no está hecho apenas de
segundos, minutos, sino también de horas, y, a veces, de meses y, años.
¿Qué solución es pensar durante la noche que tu ser
querido estaría vivo si no hubiera viajado? ¿Qué beneficio hay en desesperarse
por un amor que llegó a su fin? ¿Para qué hundirse en la arena movediza de las
lamentaciones por un negocio que quebró?
Salomón aconseja que ante casos que no tienen solución
humana, lo mejor es decir palabras de optimismo.
"Yo te dije", "Yo sabía",
"¿Ahora entiendes?"; "Cuántas veces te lo dije'" y otras
expresiones comunes como éstas, no son ciertamente la "buena palabra"
que el texto menciona.
¿Estás enfrentando algún drama en este momento? ¿Tiene
qué ver con tu matrimonio, con la situación de algún ser querido, con tus negocios
o con tu empleo? Después de poner el problema en las manos de Dios, pídele que
te ayude a ver la diferencia entre luchar para superar las dificultades o
preocuparse inútilmente con algo que, por lo menos hoy, no tiene solución.
Si tu problema no puede solucionarse hoy, duerme confiado
en las promesas de Dios y, como dijo el viejo cacique, guarda tus fuerzas para
solucionar el problema cuando el momento oportuno llegue.
Hoy es un nuevo día. Mira el brillo del sol. ¿No hay sol
donde tú estás? Mira la luz del día. ¿Sabes por qué esa luz existe? Porque
luego de la tormenta, el sol continúa brillando. Espera un poco la tormenta pasará,
Y no olvides: "La congoja en el corazón del hombre
lo abate; mas la buena palabra lo alegra".
De la web
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la
Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los
jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por la familia Valle, de la provincia de
Entre Ríos, Argentina, que han sufrido un asalto domiciliario, luego del cual
los niños han quedado muy atemorizados y psicológicamente afectados. Que la
Santísima Virgen los proteja y puedan superar este trauma y que el Señor ponga
su mano sobre nuestra sociedad para que esta tremenda enfermedad de violencia
se termine.
Pedimos oración por Carmen
L., de Costa Rica, para que Dios Misericordioso la ayude a superar un grave
problema que la aqueja.
Pedimos oración por Edna S., de México, a quien hoy le realizan una Resonancia Magnética, de cuyo resultado depende que pueda salir del hospital. Que la Virgen de Guadalupe la proteja y todo salga bien para ella.
Pedimos oración por Edna S., de México, a quien hoy le realizan una Resonancia Magnética, de cuyo resultado depende que pueda salir del hospital. Que la Virgen de Guadalupe la proteja y todo salga bien para ella.
Tú quisiste,
Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de
manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora
las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a
cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de
sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse
unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos
por Cristo nuestro Señor.
Amén
Un estímulo todos los días
Mayo 16
“Señor, tú sabes cómo me aferro a mis proyectos y me
obsesiono por las cosas que me propongo. Hoy quiero ser más libre. Ayúdame a
descubrir que aunque no se cumplan mis proyectos, tú me ayudarás a lograr lo
que necesito.
Dios mío, tú eres el importante. Eres el infinito, que
todo lo sostienes con tu poder sin límites. Sólo tú mereces la adoración del
corazón humano y únicamente ante ti debo postrarme. Sólo tú eres el Señor,
glorioso, vestido de hermosura.
No permitas que yo adore cualquier cosa como si fuera un
dios y no permitas que me aferre a mis esquemas y planes como si fueran
divinos.
Sólo tú eres Dios, el único absoluto. Amén.”
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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