martes, 20 de mayo de 2014

Pequeñas Semillitas 2353

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2353 ~ Martes 20 de Mayo de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La vida nunca nos deja de sorprender… y los niños son muy especiales para que ello suceda. Veamos este ejemplo:
Al autor y orador Leo Buscaglia, se le solicitó que fuera parte del jurado de un concurso. El propósito del concurso era encontrar al niño más cariñoso.
El ganador fue un niño de 4 años, cuyo vecino era a un anciano a quien recientemente se le había muerto la esposa.  El niño al ver al hombre sentado en una banca del patio y llorando, se metió al patio del anciano, su subió en su regazo y se sentó.
Cuando su mamá le preguntó que le había dicho al vecino, el pequeño niño le contestó: "Nada, sólo le ayudé a llorar".

¡Buenos días!

El caracol viejo
En tu vida se van dando posibilidades de cambiar para bien. Conviene que te detengas, evalúes con serenidad las ventajas, y tomes decisiones sabias y prudentes, porque ésa es la forma normal de progresar. No caigas en el error de desechar todo cambio por principio; ni tampoco en el otro extremo, de creer que toda novedad es mejor. Una  fábula para ilustrar el  tema.

Un caracol viejo arrastrábase con dificultad. Estirando los cuernos para buscar su camino, hacía con el pescuezo grandes esfuerzos para llegar hasta una hoja de parra donde pensaba almorzar. Más que todo, parecía causarle gran dolencia una abolladura, cicatrizada pero ancha y profunda, que tenía en la cáscara. Unos caracolitos que lo estaban mirando, le dijeron:
—Pero, padre caracol, ¿por qué no cambia usted su cáscara por una nueva? Le debe hacer sufrir mucho esa abolladura que tiene.
—Hijitos –les contestó–, esta abolladura es dolorosa, pero cambiar la cáscara sería peor, y creo que me resultaría fatal. (G. Daireaux).

El buen marino de un barco de velas, está siempre atento y obra con habilidad cuando percibe que se levanta una brisa, aunque muy suave. Tú también permanece alerta y cuando surja en tu interior un impulso a cambiar para bien, despliega al punto tus velas y obra decididamente. Como decía san Agustín: “La gracia pasa y no vuelve”.
Padre Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Habéis oído que os he dicho: ‘Me voy y volveré a vosotros’. Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder; pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado». (Jn 14,27-31a)

Comentario
Hoy, Jesús nos habla indirectamente de la cruz: nos dejará la paz, pero al precio de su dolorosa salida de este mundo. Hoy leemos sus palabras dichas antes del sacrificio de la Cruz y que fueron escritas después de su Resurrección. En la Cruz, con su muerte venció a la muerte y al miedo. No nos da la paz «como la da el mundo» (cf. Jn 14,27), sino que lo hace pasando por el dolor y la humillación: así demostró su amor misericordioso al ser humano.
En la vida de los hombres es inevitable el sufrimiento, a partir del día en que el pecado entró en el mundo. Unas veces es dolor físico; otras, moral; en otras ocasiones se trata de un dolor espiritual..., y a todos nos llega la muerte. Pero Dios, en su infinito amor, nos ha dado el remedio para tener paz en medio del dolor: Él ha aceptado “marcharse” de este mundo con una “salida” sufriente y envuelta de serenidad.
¿Por qué lo hizo así? Porque, de este modo, el dolor humano —unido al de Cristo— se convierte en un sacrificio que salva del pecado. «En la Cruz de Cristo (...), el mismo sufrimiento humano ha quedado redimido» (Juan Pablo II). Jesucristo sufre con serenidad porque complace al Padre celestial con un acto de costosa obediencia, mediante el cual se ofrece voluntariamente por nuestra salvación.
Un autor desconocido del siglo II pone en boca de Cristo las siguientes palabras: «Mira los salivazos de mi rostro, que recibí por ti, para restituirte el primitivo aliento de vida que inspiré en tu rostro. Mira las bofetadas de mis mejillas, que soporté para reformar a imagen mía tu aspecto deteriorado. Mira los azotes de mi espalda, que recibí para quitarte de la espalda el peso de tus pecados. Mira mis manos, fuertemente sujetas con clavos en el árbol de la cruz, por ti, que en otro tiempo extendiste funestamente una de tus manos hacia el árbol prohibido».
Rev. D. Enric CASES i Martín (Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Bernardino de Siena
Presbítero
San Bernardino de Siena, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, quien, con la palabra y el ejemplo, fue evangelizando por pueblos y ciudades a las gentes de Italia y difundió la devoción al santísimo Nombre de Jesús, perseverando infatigablemente en el oficio de la predicación, con gran fruto para las almas, hasta el día de su muerte, que ocurrió en L’Aquila, del Abruzo, en Italia. (1444)

Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

Palabras del Papa Francisco

“Quien escucha atentamente la Palabra de Dios y reza de verdad,
siempre pregunta al Señor: ¿Qué quieres de mí?” 
Papa Francisco

Tema del día:
Consideraciones sobre el aborto
A mi forma de ver, el aborto es un asesinato con todas las agravantes: premeditación, alevosía y ventaja. Sobre todo esta última, ya que el bebé no puede defenderse todavía, como una persona mayor. Los que pagan o aprueban un aborto son personas que no tienen corazón.

Se alega sobre todo que está justificado cuando abusan de una mujer. Pero el bebé no tiene la culpa de lo que le haya pasado a su madre, y no creo que ésta no sienta ningún amor por el ser que ha concebido, aunque no haya sido por su voluntad. Tiene la opción de quedarse con el bebé o darlo en adopción cuando éste nazca. Hay muchas parejas que no tienen familia y están deseando tener un bebé. ¿Por qué matarlo?

Desde que el óvulo es fecundado, ya existe una vida, o sea, desde el primer instante de su concepción.

También se alegan otras razones. Si no desean tener un hijo, en especial fuera del matrimonio, no tengan relaciones maritales. En nuestros días, para las parejas lo más normal es el sexo sin el matrimonio. Arriesgan mucho, ya que pueden contraer alguna enfermedad tan peligrosa como es el Sida o cualquier otra. Bien pueden esperar hasta casarse para relacionarse íntimamente.

Si ya están casados y no quieren tener mucha familia, y son católicos, pueden seguir el método aprobado por la Iglesia, aunque les cueste trabajo.

He visto programas en EWTN con entrevistas a madres que han abortado, y todas dijeron haberse sentido muy mal después de hacerlo. Éste es un llamado a reflexionar, y pensar que Dios permite la fecundación, pero que Él ha dado sus leyes para ello.

¡Cuántas cosas están sucediendo en estos tiempos! ¿No será por el pecado? Dios nos está enviando una llamada de atención para que volvamos al camino que Él nos trazó desde la cruz. Si dio su vida por nosotros, es nuestra obligación responder tratando de vivir de acuerdo a lo que Dios nos dejó en cada uno de sus mandamientos.

Nuestra vida será mejor y Él nos ayudará a prepararnos para el viaje final que todos hemos de hacer, y en el que nos pedirá cuentas de todos nuestros actos en este mundo.
Blanca Razo Pedroza

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Eduardo José B., que vive en San Pedro Sula, Honduras, para que el Señor lo ayude a conseguir un trabajo digno.

Pedimos oración por Manuela L. D., que vive en Escobar, Buenos Aires, Argentina, que hoy será sometida a una intervención quirúrgica, por lo que rogamos al Sagrado Corazón de Jesús que la asista y guíe a los médicos para que todo salga bien y tenga una buena y pronta recuperación.

Pedimos oración por el joven Ezequiel C., de Buenos Aires, internado en terapia intensiva por complicaciones de una cirugía. Que la Virgen de Lourdes lo proteja y fortalezca a su mamá en la espera de la recuperación.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días

Mayo 20
Si te dejas llevar por tus estados de ánimo y por tus reacciones, a veces te parecerá que una persona es tonta, inútil o desagradable. Hasta podrías pensar en tu interior, aunque no lo digas, que esa persona no debería existir.
Pero no será igual si tratas de mirar a esa persona como la mira Dios. Imagina cómo la estará mirando el Padre Dios, que decidió darle la vida y sostiene cada día su existencia. Imagina cómo la estará mirando Jesús, que derramó la sangre por su salvación. Imagina cómo la estará mirando el Espíritu Santo, que habita en su interior y le da sus fuerzas para seguir viviendo. Imagina cómo mirará a esa persona María, que es su madre y que nunca se va de su lado.
Ninguna vida es inútil, todos son inmensamente valiosos. Trata de mirar a todos de esa manera. Si los miras así, descubrirás que cualquier ser humano es digno de que le dediques tu tiempo, tu preocupación, tu afecto, tu paciencia.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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