PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2342 ~ Viernes
9 de Mayo de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Jesús dijo: «No os
preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene
bastante con su propio mal». Algunos han interpretado estas palabras como
una invitación para vivir despreocupadamente. Al contrario, Jesús hace hincapié
sobre la conciencia, la vigilancia que nos ayudan a vivir bien hoy. «Cada día tiene bastante con su propio mal».
Es necesario pues «padecer», porque el mañana no se desenmaraña solo, es
imprudente dejar que venga sin haber preparado nada. No preocuparse del mañana,
supone que nos preocupamos de hoy. Es hoy el que reclama toda nuestra atención,
todos nuestros cuidados.
¡Cuántas personas olvidan el presente para pensar en el
futuro! Puesto que están viviendo el presente, creen que no hay tantas
cuestiones a plantearse al respecto. Pues bien, sí, es precisamente sobre el
presente que es necesario concentrarse.
¡Buenos días!
Creando al ser humano
Ayudar y servir
son dos expresiones verificables de un amor que se brinda generosamente a los
demás. De este olvido de ti mismo, surgirá como por magia, tu propia felicidad
y alegría, tu auténtica realización. Mira, pues, a tu alrededor: cuántos hoy
necesitan de tu palabra, de tu sonrisa, de tu abrazo o simplemente de tu
compañía para llegar a sus metas.
Cuenta una antigua leyenda, que cuando Dios
estaba creando al ser humano, tenía a su alrededor seis ángeles: Uno de ellos
preguntó: —¿Qué estás haciendo? El segundo preguntó: —¿Por qué lo haces? El
tercero: —¿Puedo ayudarte? El cuarto ángel preguntó: —¿Cuánto vale todo eso? El
quinto dijo: —No me gusta – y el sexto
se puso a admirar y a aplaudir. El primer ángel era un científico. El segundo un filósofo. El tercero un
altruista. El cuarto un comerciante. El quinto un demonio y el sexto un
místico. Esos mismos personajes aparecen a nuestro alrededor cuando queremos
hacer algo, y hay que aprender a reconocerlos. Pocos están dispuestos a ayudar y
estimular.
Un pintoresco
refrán árabe dice: “Si te detienes a recoger las piedras que te arrojan en tu
camino, jamás llegarás a la meta”. Hay que bloquearse a los desprecios e
insultos de los envidiosos. Es cierto, sin embargo, que a veces hay críticas
que te ayudarán a progresar, a pesar de que te duelan. Es gran sabiduría
aprovecharlas.
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, los judíos se pusieron a discutir entre
sí y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?». Jesús les dijo: «En
verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no
bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi
sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es
verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi
sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha
enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es
el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron;
el que coma este pan vivirá para siempre». Esto lo dijo enseñando en la
sinagoga, en Cafarnaúm. (Jn 15,1-8)
Comentario
Hoy, Jesús hace tres afirmaciones capitales, como son:
que se ha de comer la carne del Hijo del hombre y beber su sangre; que si no se
comulga no se puede tener vida; y que esta vida es la vida eterna y es la
condición para la resurrección (cf. Jn 6,53.58). No hay nada en el Evangelio
tan claro, tan rotundo y tan definitivo como estas afirmaciones de Jesús.
No siempre los católicos estamos a la altura de lo que
merece la Eucaristía: a veces se pretende “vivir” sin las condiciones de vida
señaladas por Jesús y, sin embargo, como ha escrito Juan Pablo II, «la
Eucaristía es un don demasiado grande para admitir ambigüedades y reducciones».
“Comer para vivir”: comer la carne del Hijo del hombre
para vivir como el Hijo del hombre. Este comer se llama “comunión”. Es un
“comer”, y decimos “comer” para que quede clara la necesidad de la asimilación,
de la identificación con Jesús. Se comulga para mantener la unión: para pensar
como Él, para hablar como Él, para amar como Él. A los cristianos nos hacía
falta la encíclica eucarística de Juan Pablo II, La Iglesia vive de la
Eucaristía. Es una encíclica apasionada: es “fuego” porque la Eucaristía es
ardiente.
«Vivamente he deseado comer esta Pascua con vosotros
antes de padecer» (Lc 22,15), decía Jesús al atardecer del Jueves Santo. Hemos
de recuperar el fervor eucarístico. Ninguna otra religión tiene una iniciativa
semejante. Es Dios que baja hasta el corazón del hombre para establecer ahí una
relación misteriosa de amor. Y desde ahí se construye la Iglesia y se toma
parte en el dinamismo apostólico y eclesial de la Eucaristía.
Estamos tocando la entraña misma del misterio, como
Tomás, que palpaba las heridas de Cristo resucitado. Los cristianos tendremos
que revisar nuestra fidelidad al hecho eucarístico, tal como Cristo lo ha
revelado y la Iglesia nos lo propone. Y tenemos que volver a vivir la “ternura”
hacia la Eucaristía: genuflexiones pausadas y bien hechas, incremento del
número de comuniones espirituales... Y, a partir de la Eucaristía, los hombres
nos aparecerán sagrados, tal como son. Y les serviremos con una renovada
ternura.
Rev. D. Àngel CALDAS i Bosch (Salt, Girona, España)
Santoral Católico:
San Gregorio Ostiense
Abad y Obispo
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
“Si los responsables del mundo
son todos venerablemente adultos,
y el mundo está como está,
¿no será que debemos prestar más
atención a los jóvenes?”
Mario Benedetti
Tema del día:
Carta póstuma de Einstein
Querida hija:
Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron,
y lo que te revelaré ahora para que lo transmitas a la humanidad también
chocará con la incomprensión y los perjuicios del mundo. Te pido aun así, que
la custodies todo el tiempo que sea necesario, años, décadas, hasta que la
sociedad haya avanzado lo suficiente para acoger lo que te explico a
continuación.
Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta
ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que
incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier
fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros.
Esta fuerza universal es el amor.
Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del
universo olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas. El amor es luz,
dado que ilumina a quien lo da y lo recibe. El amor es gravedad, porque hace
que unas personas se sientan atraídas por otras. El amor es potencia, porque
multiplica lo mejor que tenemos, y permite que la humanidad no se extinga en su
ciego egoísmo. El amor revela y desvela. Por amor se vive y se muere. El amor
es Dios, y Dios es amor.
Esta fuerza lo explica todo y da sentido en mayúsculas a
la vida. Ésta es la variable que hemos obviado durante demasiado tiempo, tal
vez porque el amor nos da miedo, ya que es la única energía del universo que el
ser humano no ha aprendido a manejar a su antojo.
Para dar visibilidad al amor, he hecho una simple
sustitución en mi ecuación más célebre. Si en lugar de E= mc2 aceptamos que la energía para sanar el mundo puede obtenerse
a través del amor multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado,
llegaremos a la conclusión de que el amor es la fuerza más poderosa que existe,
porque no tiene límites.
Tras el fracaso de la humanidad en el uso y control de las
otras fuerzas del universo, que se han vuelto contra nosotros, es urgente que
nos alimentemos de otra clase de energía. Si queremos que nuestra especie
sobreviva, si nos proponemos encontrar un sentido a la vida, si queremos salvar
el mundo y cada ser sintiese que en él habita, el amor es la única y la última
respuesta.
Quizás aún no estemos preparados para fabricar una bomba
de amor, un artefacto lo bastante potente para destruir todo el odio, el
egoísmo y la avaricia que asolan el planeta. Sin embargo, cada individuo lleva
en su interior un pequeño pero poderoso generador de amor cuya energía espera
ser liberada.
Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal,
querida Lieserl, comprobaremos que el amor todo lo vence, todo lo trasciende y
todo lo puede, porque el amor es la quintaesencia de la vida.
Lamento profundamente no haberte sabido expresar lo que
alberga mi corazón, que ha latido silenciosamente por ti toda mi vida. Tal vez
sea demasiado tarde para pedir perdón, pero como el tiempo es relativo,
necesito decirte que te quiero y que gracias a ti he llegado a la última
respuesta.
Tu padre (Albert Einstein)
Pedidos de oración
“Todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo
recibiréis”
Mt 21:22
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la
Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos
y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las
familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes
hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por el niño José Ángel P., de República Dominicana, operado hace un mes de un
tumor maligno cerebral y que ahora debe iniciar quimioterapia, rogando al Señor
que los tratamientos sean efectivos para su completa recuperación.
Pedimos oración por el alma de tres personas de México que han partido de retorno a la casa del Padre celestial: Alejandro, Sara y Patricia.
Pedimos oración por Pedro Z., de Córdoba, Argentina, que está internado por problemas abdominales, rogando a la Santísima Virgen que lo cubra con su amor y protección para que pronto esté nuevamente en su vida cotidiana de padre de familia y catequista.
Pedimos oración por Ana Patricia A., que vive en Carolina del Norte, USA, que está embarazada y le han diagnosticado una posible malformación en el bebé, para que por los méritos de la preciosísima sangre de Jesús, esta situación pueda ser superada y todo llegue a feliz término.
Pedimos oración por Ignacio M., de California, USA, que ha tenido un ataque cardíaco y está en terapia intensiva; por José Juan, de México, enfermo de pancreatitis; y por José Luis G. S., de México, que ha sufrido un shock hipovolémico por hemorragias digestivas. Que la Virgen de Guadalupe los proteja a todos.
Pedimos oración por Pedro Z., de Córdoba, Argentina, que está internado por problemas abdominales, rogando a la Santísima Virgen que lo cubra con su amor y protección para que pronto esté nuevamente en su vida cotidiana de padre de familia y catequista.
Pedimos oración por Ana Patricia A., que vive en Carolina del Norte, USA, que está embarazada y le han diagnosticado una posible malformación en el bebé, para que por los méritos de la preciosísima sangre de Jesús, esta situación pueda ser superada y todo llegue a feliz término.
Pedimos oración por Ignacio M., de California, USA, que ha tenido un ataque cardíaco y está en terapia intensiva; por José Juan, de México, enfermo de pancreatitis; y por José Luis G. S., de México, que ha sufrido un shock hipovolémico por hemorragias digestivas. Que la Virgen de Guadalupe los proteja a todos.
Un estímulo todos los días
Mayo 9
Suele ocurrir que las experiencias de profundo dolor
abren nuestro recipiente interior. Así podemos recibir un grado mayor de vida,
de intensidad, de sabiduría. Los problemas nos despiertan de un cierto adormecimiento
que nos atonta. Eso sucede cuando nos dejamos embelesar y engañar por los
atractivos de lo que se compra y se vende, por la apariencia, por el prestigio
social. Todo eso no hace creer que estamos en el paraíso. Hasta que nos
enfrentamos con algún límite que nos recuerda la verdad. Pero ese despertar se
produce sobre todo cuando pasamos por experiencias especialmente duras, que en
cierto modo nos obligan a mirar de frente lo que nunca quisimos ver.
Estos tragos amargos se viven de una manera diferente si
uno está habituado a aceptar y asumir con amor las pequeñas amarguras
cotidianas y deja de vivir a la defensiva, pendiente exclusivamente de su
confort o de la satisfacción de su ego. Cada simple entrega y cada pequeña
renuncia, libremente aceptada por amor, produce una mayor simplificación y una
unificación de la vida. En cada una de esas perturbaciones y límites está Dios pidiendo más, pero, por eso mismo, está
Dios ofreciendo más.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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