PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 7 - Número 1815 ~
Miércoles 12 de Setiembre de 2012
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Mes de la Biblia
Alabado sea
Jesucristo…
Hoy la Iglesia celebra el Santo (o Dulce) Nombre de María.
Según costumbre de los judíos, ocho días después del
nacimiento de la Virgen, sus padres le impusieron el nombre de María. La
liturgia, que ha fijado algunos días después de Navidad la fiesta del santo
nombre de Jesús, ha querido instituir también la fiesta del santo nombre de
María poco después de su nacimiento. Celebrada primero en España, esta fiesta
fue extendida a toda la Iglesia por el papa Inocencio XI, en 1683, para
agradecer a María la victoria que acababa de ganar Juan Sobieski, rey de
Polonia, contra los turcos, que asediaban a Viena y amenazaban a Occidente.
El nombre hebreo de María -en latín Domina-, significa
Señora o Soberana; y eso es ella en realidad por la autoridad misma de su Hijo,
soberano Señor de todo el universo. Gocémonos en llamar a María Nuestra Señora,
como llamamos a Jesús Nuestro Señor; pronunciar su nombre es afirmar su poder,
implorar su ayuda y ponernos bajo su maternal protección.
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús alzando los ojos hacia sus
discípulos, decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de
Dios. Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados.
Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis. Bienaventurados seréis
cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban
vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y
saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese
modo trataban sus padres a los profetas.
»Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido
vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque
tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y
llanto. ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo
trataban sus padres a los falsos profetas».
(Lc 6,20-26)
Comentario
Hoy, Jesús señala dónde está la verdadera felicidad. En
la versión de Lucas, las bienaventuranzas vienen acompañadas por unos lamentos
que se duelen por aquellos que no aceptan el mensaje de salvación, sino que se
encierran en una vida autosuficiente y egoísta. Con las bienaventuranzas y los
lamentos, Jesús hace una aplicación de la doctrina de los dos caminos: el
camino de la vida y el camino de la muerte. No hay una tercera posibilidad
neutra: quién no va hacia la vida se encamina hacia la muerte; quién no sigue
la luz, vive en las tinieblas.
«Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino
de Dios» (Lc 6,20). Esta bienaventuranza es la base de todas las demás, pues
quien es pobre será capaz de recibir el Reino de Dios como un don. Quien es
pobre se dará cuenta de qué cosas ha de tener hambre y sed: no de bienes
materiales, sino de la Palabra de Dios; no de poder, sino de justicia y amor.
Quien es pobre podrá llorar ante el sufrimiento del mundo. Quien es pobre sabrá
que toda su riqueza es Dios y que, por eso, será incomprendido y perseguido por
el mundo.
«Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido
vuestro consuelo» (Lc 6,24). Esta lamentación es también el fundamento de todas
las que siguen, pues quien es rico y autosuficiente, quien no sabe poner sus
riquezas al servicio de los demás, se encierra en su egoísmo y obra él mismo su
desgracia. Que Dios nos libre del afán de riquezas, de ir detrás de las
promesas del mundo y de poner nuestro corazón en los bienes materiales; que
Dios no permita que nos veamos satisfechos ante las alabanzas y adulaciones
humanas, ya que eso significaría haber puesto el corazón en la gloria del mundo
y no en la de Jesucristo. Nos será provechoso recordar lo que nos dice san
Basilio: «Quien ama al prójimo como a sí mismo no acumula cosas innecesarias
que puedan ser indispensables para otros».
Rev. D. Joaquim MESEGUER García (Sant Quirze del Vallès,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
El Dulce Nombre de María
Ha sido Lucas en su evangelio quien nos ha dicho el
nombre de la doncella que va a ser la Madre de Dios: "Y su nombre era María". El nombre de María, traducido
del hebreo "Miriam", significa, Doncella, Señora, Princesa.
Estrella del Mar, feliz Puerta del cielo, como canta el
himno Ave Maris stella. El nombre de María está relacionado con el mar pues las
tres letras de mar guardan semejanza fonética con María. También tiene relación
con "mirra", que proviene de un idioma semita. La mirra es una hierba
de África que produce incienso y perfume.
En el Cantar de los Cantares, el esposo visita a la
esposa, que le espera con las manos humedecidas por la mirra. "Yo vengo a mi jardín, hermana y novia
mía, a recoger el bálsamo y la mirra". "He mezclado la mirra con mis aromas. Me levanté para abrir a mi
amado: mis manos gotean perfume de mirra, y mis dedos mirra que fluye por la
manilla de la cerradura". Los Magos regalan mirra a María como ofrenda
de adoración. "Y entrando a la casa,
encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron y abriendo
sus cofres, le ofrecieron oro, incienso y mirra". La mirra, como
María, es el símbolo de la unión de los hombres con Dios, que se hace en el
seno de María. María es pues, el centro de unión de Dios con los hombres. Los
lingüistas y los biblistas desentrañan las raíces de un nombre tan hermoso como
María, que ya llevaba la hermana de Moisés, y muy común en Israel. Y que para
los filólogos significa hermosa, señora, princesa, excelsa, calificativos todos
bellos y sugerentes.
En la Historia de la Salvación es Dios quien impone o
cambia el nombre a los personajes a quienes destina a una misión importante. A
Simón, Jesús le dice: "Tú te llamas
Simón. En adelante te llamarás Kefá, Pedro, piedra, roca, porque sobre esta
roca edificaré mi Iglesia". María venía al mundo con la misión más
alta, ser Madre de Dios, y, sin embargo, no le cambia el nombre. Se llamará,
simplemente, MARÍA, el nombre que
tenía, y cumple todos esos significados, pues como Reina y Señora la llamarán
todas las generaciones.
María, joven, mujer, virgen, ciudadana de su pueblo,
esposa y madre, esclava del Señor. Dulce mujer que recibe a su niño en las
condiciones más pobres, pero que con su calor lo envuelve en pañales y lo
acuna. María valiente que no teme huir a Egipto para salvar a su hijo.
Compañera del camino, firme en interceder ante su hijo cuando ve el apuro de
los novios en Caná, mujer fuerte con el corazón traspasado por la espada del
dolor de la Cruz de su Hijo y recibiendo en sus brazos su Cuerpo muerto. Sostén
de la Iglesia en sus primeros pasos con su maternidad abierta a toda la
humanidad. María, humana. María, decidida y generosa. María, fiel y amiga.
María fuerte y confiada. María, Inmaculada, Madre, Estrella de la
Evangelización.
Fuente: corazones.org
Palabras del Beato Juan Pablo
II
“María, la Virgen Madre de Dios y de los hombres,
no sólo es un modelo que se debe imitar,
sino también una dulce presencia
de Madre y Hermana en la que se puede confiar”
Beato Juan Pablo II
Tema del día:
De interés para Argentinos
Mensaje Cívico
Se trata de una invitación para que la concurrencia a la
Marcha por la Libertad y por la Seguridad, de mañana jueves 13 en Plaza de Mayo
(Buenos Aires) y en las principales plazas de todas las ciudades del país, sea
verdaderamente masiva.
En paz, y con una única bandera, la Argentina, es
necesario enfrentar, con muchos pechos valientes y pacíficos, al despotismo y a
la arbitrariedad, a la corrupción genocida, a la tentativa de terminar con la
democracia en la Argentina, a las hordas de delincuentes y de barrabravas, a la
inseguridad cotidiana. Ver video acá
Mensaje Religioso (atribuido
al Padre Justo Lofeudo)
Ya es hora de clamar al Cielo por esta Argentina que
tanto nos duele. Es hora de tomar el Rosario y rezar para que sea liberada de
tanto mal, de tanta mentira, de tanta corrupción y decadencia espiritual, moral
y todas las demás que le siguen, que han hecho de Argentina un fantasma entre
las naciones.
No podemos seguir mirando impávidos cómo todo valor ha
desparecido y la nación no existe más, cómo se va desintegrando la sociedad y
las bandas armadas se adueñan de todo, cómo los pobres, los desvalidos les son
quitados a Cristo y se convierten en mercancía política.
Ya no hay solución humana, sólo una intervención divina
pondrá las cosas en su lugar. Sólo Dios podrá liberarnos. Se lo pedimos a Él
por intercesión de María Santísima.
Por eso recemos diariamente un Rosario para que Argentina
sea liberada del mal que la atenaza.
Amigo: Tu Rosario tiene un gran valor… Tu Rosario va al
Corazón de la Virgen y llega a su Hijo que hace nuevas todas las cosas.
La Cruzada del Rosario, impulsada en 1947 por el P. Petar
en Austria liberó milagrosamente a la nación del yugo comunista. Lo mismo
ocurrió en los años 70 con Portugal. Si te unes y lo propagas -rezar un Rosario
diariamente por la Argentina- también nuestro país será liberado!
Despertemos del letargo. Comienza que otros se irán
sumando. Ofrece también Misas y Adoración por esta intención.
Oración por la Patria
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Nos
sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza. Queremos ser
nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso
por el bien común. Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios para
amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres y perdonando a los
que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz. Concédenos la
sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda. Tú nos
convocas. Aquí estamos, Señor, cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina! Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.
Nuevos videos y artículo
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Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo
II inolvidable"
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Pensamientos sanadores
El dulce nombre de María
María… es el nombre más repetido en el mundo entero. No
hay pueblo o ciudad en el mundo, en donde miles de mujeres no lleven el dulce
nombre de María.
¡Si pensamos que fue un nombre que estuvo en los labios
de Dios Padre al crearla, y que también fue pronunciado por los labios de su
Hijo, junto al cariñoso llamado de mamá!
¡Si pensamos que el Espíritu Santo la habrá llamado por
su nombre! ¿Cómo no tener también nosotros el deseo de llamarla, pronunciando
su dulce nombre?
Cuando ella mira nuestros labios, ya no sólo nos ve a
nosotros, sino que además ve a la Santísima Trinidad que nos habita. Por lo
cual, no deja de interceder por nosotros, concediéndonos su bendición maternal.
En el sexto mes, el
Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a
una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de
David, llamado José. El nombre de la virgen era María. Lucas 1, 26-27
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el
cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno,
así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu
Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Julio S. A., de Cuba, de quien su
hijo Amauri dice no tener noticias por lo que ruega a Dios por su vida y por su
salud.
Pedimos oración por Elsa A. que ha sufrido un accidente
cerebro vascular y está internada en el Hospital Italiano de Rosario,
Argentina.
Pedimos oración por dos personas de Santa Fe, Argentina,
enfermas con cáncer: Simón de 4 añitos y Sebastián de 24. Que María, la del
Dulce Nombre, interceda ante Jesús para que les conceda a ambos su gracia
sanadora.
Pedimos oración por el eterno descanso del alma de
Germán, de 19 años, de la Comunidad de Chimbote, Perú, que ayer partió al
encuentro del Padre celestial.
Pedimos oración por las siguientes personas de México
- Por la salud del matrimonio de Valeria y Víctor y su
hijo Víctor,con discapacidad, de 8 años; de Villahermosa. México.
- Por la salud y bienestar del matrimonio de Manuel y
Rosario, de Paraíso, Tabasco, México.
- Por la salud y estado emocional del joven Manuel de
Jesús 18 años estudiante en escuela náutica de Veracruz, México.
- Por la salud de Diego, de 8 años con síndrome de Down
Paraíso, Tabasco, México.
- Por la salud y estado emocional de la joven Rosario del
Carmen de 17 años, de Paraíso, México.
- Por la salud matrimonio Humberto e Irma, por su estado
físico y emocional, por la pérdida de su
hija Marisol, de Agua Dulce, Veracruz,
México.
- Por la salud del señor Salvador y por sus
discapacidades y su trabajo en Veracruz, México.
- Por la salud del matrimonio de Hermelinda y Julio y la
pérdida de su joven hijo César Omar, de Pátzcuaro, Michacán, México.
- Por la salud de los niños Ángel, con síndrome de Down;
Emily, Edwin, Emmanuel, Emiliano, por las niños enfermos: Gabriela, Nahomi, Lilian
del Carmen, Victor Emmanuel. Por salud de los niños: Rubencito, Jared, Noe,
Jafeth, Gerardito, Yamilet, Izchelita, y por los jóvenes Ángel Alberto, Rubén,
Jesús Manuel, Andrew, Cristofer, Joselin, Isabel, Carolina, David, Miguelin y
Julio Martín.
- Por la salud de los hermanos Rosario, Humberto, Jesús
Manuel, Selene, Irma, Noé, Gerardo y Angel Alberto, por su salud física y
emocional.
- Por la salud de Doña Irma, por la pérdida de su esposo
Julio. Por sus hijos y nietos. De Paraíso, Tabasco, México.
- Por la salud y necesidades de Doña Angelita, Celia,
Martha, sus familias y el círculo de oración de la Llama de Amor en Puerto
Ceiba, Paraíso, Tabasco, México.
- Por el descanso eterno y las almas de: Marisol, César
Omar, Carolina, Don Isauro, Lorenzo, Alfonso, Rubén, Víctor, Gregorio,
Juan; Doña Charo, Arnulfa, Lorenza,
Silvia y todos los fieles difuntos de las familias Sastré, Casanova y Pimentel.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo
ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se
reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el
correo antes señalado.
"Intimidad Divina"
El Reino de Dios y su justicia
A Juan Bautista, que, consciente de la santidad del
Mesías, rehusaba bautizarlo, le respondió Jesús: “Déjame ahora, pues conviene
que así cumplamos toda justicia que es obediencia perfecta a la voluntad de
Dios”. Y éste era también el único objeto de la vida de Cristo: la voluntad del
Padre, que cumplirá hasta la muerte de cruz. El camino de la justicia perfecta
es el camino de la voluntad de Dios, para obedecer a la cual no basta una
adhesión material y externa, sino se precisa ante todo una adhesión interior
que supone la muerte al pecado y a la voluntad propia. La redención es don
gratuito que los hombres nunca habrían podido merecer, don ofrecido por pura
bondad de Dios a los que creen en Cristo. Sólo la gracia, fruto de los méritos
del Salvador, justifica interiormente al hombre y lo hace capaz de vivir en la
justicia y en la santidad.
“Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas
esas cosas se os darán por añadidura” (Mt 6, 33). En este panorama de
perfección total tiene su puesto un aspecto parcial, pero necesario, de la
justicia entendida como virtud que da a cada cual lo suyo, del que también
Jesús hablo. Cuando los fariseos le preguntaron sobre la licitud del tributo
impuesto por el emperador romano, respondió: “Dad al César lo que es del César,
y a Dios lo que es de Dios” (Mt, 22, 20). La justicia exige que le sea
reconocido a cada uno el lugar y el derecho que le pertenecen; a Dios, pues,
siempre el primer lugar y el primer obsequio; el del corazón y del espíritu, el
de la obediencia y del amor sin reservas; y a la autoridad legítima del estad y
a todo hombre, el homenaje relativo a los derechos de cada uno.
El hombre debe portarse de modo que respete todos los
derechos de sus semejantes, en especial los de los más necesitados e
indefensos, no abusando nunca de ellos para un provecho personal injusto. La
justicia del cristiano debe resplandecer en todas sus relaciones con el
prójimo, no descuidando ningún deber. “Todo cuanto hay de verdadero, de noble,
de honorable –dice San Pablo–, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio,
todo eso tenedlo en cuenta” (Fl 4, 8). El esfuerzo por buscar en primer lugar
“el Reino de Dios y su justicia”, no puede y no debe hacer al cristiano
descuidado de sus deberes sociales, antes lo debe hacer más atento a llevar a
todas partes el sentido de la justicia evangélica.
Señor, el perfume
de tu justicia es doquiera tan grande, que no eres llamado simplemente el
justo, sino la misma justicia, más aún la justicia justificante. Y tanto más
puedes justificar cuanto más inclinado eres a perdonar. Por eso quien quiera
que, detestando sus pecados, tiene hambre y sed de justicia, crea en ti que
justificas al impío y… tendrá paz… Tu pasión es el refugio supremo, el único
remedio. Ella nos socorre cuando desfallece nuestra sabiduría, es demasiado
débil nuestra justicia e inconsistentes y vanos los méritos de nuestra
santidad. Pues ¿quién podría presumir de que su sabiduría o su justicia o su
santidad sea suficiente para asegurarle la salvación?... Cuando mi fuerza
desfallezca, n me turbaré ni desconfiaré. Sé bien lo que hacer: tomaré el cáliz
de la salvación e invocaré el nombre del Señor. Ilumina, Señor, mis ojos, para
que sepa lo que te es acepto en todo tiempo, y seré sabio. No recuerdes las
faltas de mi juventud y mis ignorancias, y seré justo. Guíame Señor, por tu
camino, y seré santo. Pero si tu sangre no intercede por mí, no seré salvo.
(San Bernardo)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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