PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 7 - Número 1807 ~ Martes
4 de Setiembre de 2012
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Mes de la Biblia
Alabado sea
Jesucristo…
El cristiano tiene un primer compromiso, necesita superar
la religiosidad fracturada y segmentada que nos caracteriza. Cuando
manifestamos nuestros pensamientos y hacemos públicas nuestras ideas, solemos
seguir criterios de conveniencia y oportunismo.
No se testimonia públicamente la fe que se profesa con
suficiente firmeza. Además, las creencias y las prácticas caminan por rutas
diferentes.
Cuando se vive en una comunidad parroquial con una
práctica sacramental de regular a mediana y unas actitudes marcadas por el
egoísmo, la corrupción y la falta de solidaridad, significa que, algo está
funcionando mal en nuestra vida de fe.
La exigencia apunta en otra dirección: justicia,
compasión y amor fraterno son los rasgos de la religión pura y sin mancha a los
ojos de Dios.
"La verdad católica"
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaúm, ciudad de
Galilea, y los sábados les enseñaba. Quedaban asombrados de su doctrina, porque
hablaba con autoridad. Había en la sinagoga un hombre que tenía el espíritu de
un demonio inmundo, y se puso a gritar a grandes voces: «¡Ah! ¿Qué tenemos
nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres
tú: el Santo de Dios». Jesús entonces le conminó diciendo: «Cállate, y sal de
él». Y el demonio, arrojándole en medio, salió de él sin hacerle ningún daño.
Quedaron todos pasmados, y se decían unos a otros: «¡Qué palabra ésta! Manda
con autoridad y poder a los espíritus inmundos y salen». Y su fama se extendió
por todos los lugares de la región.
(Lc 4,31-37)
Comentario
Hoy vemos cómo la actividad de enseñar fue para Jesús la
misión central de su vida pública. Pero la predicación de Jesús era muy
distinta a la de los otros maestros y esto hacía que la gente se extrañara y se
admirara. Ciertamente, aunque el Señor no había estudiado (cf. Jn 7,15),
desconcertaba con sus enseñanzas, porque «hablaba con autoridad» (Lc 4,32). Su
estilo de hablar tenía la autoridad de quien se sabe el “Santo de Dios”.
Precisamente, aquella autoridad de su hablar era lo que
daba fuerza a su lenguaje. Utilizaba imágenes vivas y concretas, sin silogismos
ni definiciones; palabras e imágenes que extraía de la misma naturaleza cuando
no de la Sagrada Escritura. No hay duda de que Jesús era buen observador, hombre
cercano a las situaciones humanas: al mismo tiempo que le vemos enseñando,
también lo contemplamos cerca de las gentes haciéndoles el bien (con curaciones
de enfermedades, con expulsiones de demonios, etc.). Leía en el libro de la
vida de cada día experiencias que le servían después para enseñar. Aunque este
material era tan elemental y “rudimentario”, la palabra del Señor era siempre
profunda, inquietante, radicalmente nueva, definitiva.
La cosa más grande del hablar de Jesucristo era el
compaginar la autoridad divina con la más increíble sencillez humana. Autoridad
y sencillez eran posibles en Jesús gracias al conocimiento que tenía del Padre
y su relación de amorosa obediencia con Él (cf. Mt 11,25-27). Es esta relación
con el Padre lo que explica la armonía única entre la grandeza y la humildad.
La autoridad de su hablar no se ajustaba a los parámetros humanos; no había
competencia, ni intereses personales o afán de lucirse. Era una autoridad que
se manifestaba tanto en la sublimidad de la palabra o de la acción como en la
humildad y sencillez. No hubo en sus labios ni la alabanza personal, ni la
altivez, ni gritos. Mansedumbre, dulzura, comprensión, paz, serenidad,
misericordia, verdad, luz, justicia... fueron el aroma que rodeaba la autoridad
de sus enseñanzas.
Rev. D. Joan BLADÉ i Piñol (Barcelona, España)
Santoral Católico:
Santa Rosalía
Ermitaña
Vivió en el siglo XII y murió hacia 1160. Aunque se
desconocen datos sobre su patria y vida, una leyenda asegura que a los 14 años
se retiró a una cueva del monte Coscina y luego a otra del monte Pellegrino,
cercano a Palermo.
En la Edad Media se le dedicaron varias iglesias y se le
consideró Protectora y Patrona de Palermo.
Sus restos fueron descubiertos un 15 de julio y el Papa
Urbano VIII la incluyó como santa en el Martirologio.
Se le invoca como abogada contra la peste y los
terremotos. La iconografía la presenta como ermitaña o bien revestida con
hábito agustino.
Sus principales atributos son: una corona de rosas, en
alusión a su nombre; y un crucifiJo y una calavera, por su ascesis.
También hoy se conmemora a San Moisés, profeta del
Antiguo Testamento, a quien Dios eligió para liberar al pueblo oprimido en
Egipto y conducirlo a la tierra de promisión, y se le reveló en el monte Sinaí,
diciéndole: «Yo soy el que soy», y le propuso la ley para regir la vida del
pueblo elegido. Murió lleno de días en el monte Nebo, en tierra de Moab, a las
puertas de la tierra de promisión. Para más información hacer clic acá.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
"Biblia, libro mío,
libro en cualquier tiempo y en cualquier hora,
bueno y amigo para el corazón,
fuerte, poderoso compañero.
Tu desnudez asusta a los hipócritas
y tu pureza es odiosa a los libertinos"
Gabriela Mistral
Tema del día:
Setiembre, Mes de la Biblia
Durante todo el mes de Setiembre, la Iglesia celebra el
mes de la Biblia. ¿Por qué celebramos en Septiembre el Mes de la Biblia?
En Setiembre recordamos (día 30) a San Jerónimo. La
traducción al latín de la Biblia hecha por San Jerónimo, llamada la Vulgata (de
vulgata editio, 'edición para el pueblo'), fue la Biblia oficial para la
Iglesia Católica durante 15 siglos. Únicamente en los últimos años ha sido
reemplazada por traducciones más modernas y más exactas, como por ej. La Biblia
de Jerusalén y otras.
Y también porque en un día 26 de Septiembre de 1569, se
termina de imprimir totalmente la Biblia en español llamada “Biblia del Oso”.
Fue traducida por Casiodoro de Reina. En esa oportunidad salieron 260
ejemplares en Basilea, Suiza. De ese acontecimiento hace ya 434 años. La tapa
esta Biblia tiene un oso comiendo miel desde un panal, por esa razón se le
llama “Biblia del oso”.
La intención es que durante este mes, en todas las
comunidades cristianas, se desarrollen algunas actividades que nos permitan
acercarnos mejor y con más provecho a la Palabra de Dios.
Propuestas para escuchar la Palabra
1 - La lectura diaria de los textos bíblicos litúrgicos
es una excelente ayuda para profundizar en la Palabra de Dios. De esta manera
nos unimos a toda la Iglesia que ora al Padre meditando los mismos textos.
También nos acostumbramos a una lectura continuada de la Biblia, donde los
textos están relacionados y lo que leemos hoy se continúa con lo de mañana. La
lectura diaria de los textos (para lo cual Liturgia Cotidiana es una excelente
herramienta) constituye una "puerta segura" para escuchar a Dios que
nos habla en la Biblia.
2 - ¿Has leído alguna vez un evangelio entero "de
corrido"? Es muy interesante descubrir la trama de la vida de Jesús
escrita por cada evangelista. Muchos detalles y relaciones entre los textos que
cada evangelista utiliza quedan al descubierto cuando uno hace una lectura
continuada. Este mes es propicio para ofrecerle a Dios este esfuerzo. Te
recomendamos la lectura del evangelio de Marcos. No es muy largo, en unas horas
se puede leer. Al ser el primero de los sinópticos, los otros (Mateo y Lucas)
lo siguen en el esquema general. Por lo tanto es una muy buena "puerta de
entrada" al mensaje de Jesús.
3 - Otra posibilidad para poner en práctica este mes (y
tal vez iniciar un hábito necesario y constructivo) es la oración con los
salmos. Los mismos recogen la oración del pueblo de Dios a lo largo de casi mil
años de caminata del pueblo de Israel. Nos acercan la voz del pueblo que ora
con fe, y la palabra de Dios, que nos señala esta manera de orar para
acercarnos y escuchar sus enseñanzas. En los salmos podemos encontrar una
inmensa fuente de inspiración para la oración. Hay salmos que nos hablan de la
alegría, de las dificultades y conflictos, de la esperanza, del abatimiento,
del dolor, de la liberación y la justicia, de la creación, de la misma Palabra
de Dios (salmo 118, el más largo de todos). Aprender a rezar con los Salmos es
una "puerta siempre abierta" para el encuentro con el Dios de la
Vida.
4 - La lectura orante de la Palabra, realizada en
comunidad, nos pone en sintonía con la voluntad de Dios. Es un ejercicio clave
para el crecimiento en la fe. La fuerza de la comunidad nos alienta para
encontrar en los textos la fuerza del Espíritu. Todos aprendemos juntos y nos
enriquecemos con el aporte de cada uno. Existen muchos métodos de lectura
orante. Simplificando al máximo podemos decir que los siguientes cuatro pasos
son los más comunes:
Lectura
Meditación
Oración
Compromiso
La lectura orante siempre desemboca en un desafío para
vivir. La Palabra de Dios nos desafía a seguir los pasos de Jesús y cambiar
nuestra vida. La lectura orante, practicada en comunidad, es una
"puerta-espejo" que nos interpela y nos ayuda a discernir cómo vivir
y practicar su Palabra en nuestros días.
Fuente: Catholic.net
Pensamientos sanadores
En la oración, descansa en el amado
En ocasiones, algunos cristianos me han preguntado: ¿Cómo
puedo hacer para orar, si me distraigo tan fácilmente?
A lo cual yo acostumbro a responder: Piensa que Dios te
está mirando con amor y verás qué rápido que se alejan las distracciones.
La oración ¿no es acaso, en gran medida, centrarnos en la
mirada del Señor?
Piensa e imagina cómo él te mira, cómo te sonríe, cómo te
ama…
Contemplar o rezar exige la capacidad y disposición de
esta ahí sin hacer nada, dejando que sea el Señor quien lo haga todo. Tú sólo
tienes que ser receptor del amor de Dios y, una vez que terminaste de orar,
cerrar este tiempo sagrado con la firme decisión de cumplir en todo su
voluntad.
Que tus ojos estén
abiertos día y noche sobre esta casa, sobre el lugar del que dijiste que allí
residiría tu Nombre. ¡Escucha la oración que tu servidor dirige hasta este
lugar!
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el
cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno,
así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu
Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las
familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos una oración especial por el eterno descanso del
alma del Cardenal Carlo María Martini, jesuita, fallecido en Milán (Italia),
que fue una de las figuras más prominentes de la Iglesia Católica desde los
tiempos del Concilio Vaticano II hasta nuestros días. Que el Señor lo acoja en
su seno.
Pedimos oración por Lida María C. L., que vive en
Medellín, Colombia, para que el Señor le ayude a conseguir un buen empleo
acorde a su formación profesional.
Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Tony
S., cubano residente en Miami, que ha partido al encuentro del Padre celestial.
Rogamos que Él lo reciba en su reino y que la Santísima Virgen consuele a Elsa,
su esposa, y a toda la familia.
Pedimos oración por Rodrigo Emanuel, de Rosario,
Argentina, que hoy comienza una serie de evaluaciones para ingresar a un empleo
que puede llegar a ser muy importante para él. Que el Señor lo acompañe en
estas pruebas.
Pedimos oración por Paola Raquel, de Lomas de Zamora,
Buenos Aires, que está cursando una fuerte depresión, confiando que las manos
sanadoras de Jesús se habrán de posar sobre ella para que pueda recuperarse.
Pedimos oración por Sebastián T., de 30 años de la ciudad
de Santa Fe, Argentina quien será intervenido hoy de un tumor en el riñón. Que
Dios derrame su misericordia infinita en él, lo acompañe, le de fortaleza y
mucha esperanza para pasar este momento, lo mismo que a sus familiares.
Pedimos oración por el matrimonio de Marta F. y su
esposo, que viven en Ciudad de Guatemala, Centroamérica, para que la Santísima
Virgen le pida a Jesús que los ayude a que no se acabe el vino del amor…
Pedimos oración por Delia Socorro T., de Toluca, México,
con problemas pulmonares serios y muy mayor; y Ricardo Q. H., de la misma
ciudad, que tiene cáncer testicular. Que la Virgen de Guadalupe interceda por
la sanación de sus enfermedades.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo
ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se
reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el
correo antes señalado.
"Intimidad Divina"
A la conquista del Reino
La fortaleza, según San Agustín, es “el amor que lo soporta
todo con facilidad por Dios”. El cristiano que ama a Dios con todo el corazón
se hace capaz de afrontar y aguantar cualquier sacrificio. Justamente porque es
el código del amor, es también el Evangelio el código de la fortaleza. Sus
primeras páginas presentan la figura fuerte y generosa del Precursor, que sin
miramientos ni temores humanos, predica a todos la penitencia. El Bautista no
es un endeble que fluctúa ante las dificultades, sino un hombre entero que por
celar la ley de Dios, no teme caer en desgracia de Herodes y sabe afrontar con
valor el martirio. Había dicho Juan, contraponiéndose al Mesías: “Yo os bautizo
con agua, pero viene el que es más fuerte que yo… Él os bautizará en el
Espíritu Santo y en el fuego” (Lc 3, 16). Fuerza y mansedumbre se funden en
Cristo sin fricción, como un reflejo perfecto de la fuerza y suavidad de Dios.
Una y otra deben resplandecer en el cristiano que va en pos de él.
El Evangelio presenta la vida cristiana bajo el aspecto
de una conquista que requiere fortaleza, valor y ardimiento. “El Reino de los
cielos sufre violencia y los violentos lo conquistan” (11, 12). Aun queriendo
ver en esta frase una alusión a las hostilidades diabólicas que se ensañan
contra el Reino de Dios, es siempre verdad que cuantos quieran ganarlo, deberán
luchar con energía para vencer las fuerzas contrarias y superar los obstáculos
que se interpongan a su intento. El yugo suave y la carga liviana de que habla
Jesús no autorizan la interpretación de un pseudocristianismo edulcorado y afeminado
que despensa de toda lucha y se reduce a vanos suspiros. El yugo del Señor es
efectivamente suave y liviano, pero sólo en proporción del amor auténtico, y
por lo tanto varonil, que anima al cristiano, porque es propiedad del amor.
No en vano dijo Jesús sin atenuantes: “Entrad por la
puerta estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a
la perdición… Mas ¡qué estrecha es la puerta y que angosta la senda que lleva a
la Vida!; y son pocos los que la encuentran” (Mt 7, 13-14). El cristianismo es
para valientes, para fuertes que no se atemorizan ni se rinden por las
dificultades del camino. Toda la tradición cristiana presenta el seguimiento de
Cristo como una milicia o un combate. Y las armas son las siguientes: el
cinturón de la verdad, la coraza de la justicia, el calzado del celo, el escudo
de la fe, el yelmo de la salvación y, en fin, “la espada del Espíritu, que es
la Palabra de Dios”. Así armado puede el cristiano luchar como valiente, pero
sin descuidar la oración, porque sólo Dios puede darle la victoria.
Oh Señor, hazme
posible por tu gracia lo que me parece imposible por naturaleza. Tú sabes cuán
poco puedo yo padecer, y cómo luego soy derribado con pequeña contradicción.
Séame, Señor, por tu nombre muy amable cualquier tribulación y deséela yo;
porque el padecer y ser perseguido por amor tuyo me es de gran utilidad. Mira,
Señor, mi bajeza y fragilidad que en toda ocasión se manifiestan… Pluguiese ya
a ti, fortísimo Dios de Israel… mirar el trabajo y aflicción de su siervo y estar
con él en todo y por todo dondequiera que fuere. Esfuérzame con fortaleza
celestial de manera que ni el hombre viejo, ni la miserable carne, aún no bien
sujeta al espíritu, pueda enseñorearme; contra la cual es preciso pelear en
tanto que vivimos. (Imitación de Cristo)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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