lunes, 11 de enero de 2010

Pequeñas Semillitas 0960

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0960 ~ Lunes 11 de Enero de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
Es necesario ponerse en camino para encontrarnos con Jesús... Ponerse en camino supone desprendimiento, riesgo, desinstalación, confianza, salir de uno mismo, dejar seguridades, superar miedos, aceptar la sorpresa y la novedad.
Es necesario ponerse en camino para encontrarnos con Jesús. Encontrarlo es la mayor alegría.


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva». Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres». Al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes; y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras Él.
(Marcos 1, 14-20)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos invita a la conversión. «Convertíos y creed en la Buena Nueva» (Mc 1,15). Convertirse, ¿a qué?; mejor sería decir, ¿a quién? ¡A Cristo! Así lo expresó: «El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí» (Mt 10,37).
Convertirse significa acoger agradecidos el don de la fe y hacerlo operativo por la caridad. Convertirse quiere decir reconocer a Cristo como único señor y rey de nuestros corazones, de los que puede disponer. Convertirse implica descubrir a Cristo en todos los acontecimientos de la historia humana, también de la nuestra personal, a sabiendas de que Él es el origen, el centro y el fin de toda la historia, y que por Él todo ha sido redimido y en Él alcanza su plenitud. Convertirse supone vivir de esperanza, porque Él ha vencido el pecado, al maligno y la muerte, y la Eucaristía es la garantía.
Convertirse comporta amar a Nuestro Señor por encima de todo aquí en la tierra, con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas. Convertirse presupone entregarle nuestro entendimiento y nuestra voluntad, de tal manera que nuestro comportamiento haga realidad el lema episcopal del Santo Padre, Juan Pablo II, Totus tuus, es decir, Todo tuyo, Dios mío; y todo es: tiempo, cualidades, bienes, ilusiones, proyectos, salud, familia, trabajo, descanso, todo. Convertirse requiere, entonces, amar la voluntad de Dios en Cristo por encima de todo y gozar, agradecidos, de todo lo que acontece de parte de Dios, incluso contradicciones, humillaciones, enfermedades, y descubrirlas como tesoros que nos permiten manifestar más plenamente nuestro amor a Dios: ¡si Tú lo quieres así, yo también lo quiero!
Convertirse pide, así, como los apóstoles Simón, Andrés, Jaime y Juan, dejar «inmediatamente las redes» e irse con Él (cf. Mc 1,18), una vez oída su voz. Convertirse es que Cristo lo sea todo en nosotros.
Rev. D. Joan COSTA i Bou (Barcelona, España)


Santoral Católico
San Teodosio



Nació en Turquía en el año 423, y desde pequeño, por inculcación paterna, leía con mucho fervor las Sagradas Escrituras. Siguiendo el ejemplo de Abraham, el santo decidió dejar sus riquezas y su familia, para peregrinar a Jerusalén, Belén y Nazaret, y luego convertirse en religioso.

San Teodosio se fue a vivir no muy lejos de Belén, y tuvo como guía espiritual al abad Longinos. Tras ser ordenado como sacerdote, recibió la orden de encargarse del culto de un templo ubicado entre Jerusalén y Belén. El santo desplegó su labor con mucha sabiduría y humildad, y fue testimonio de una vida santa y llena de oración, lo cual motivó que otros jóvenes también desearan convertirse en religiosos, y más adelante, la fundación de tres conventos en las cercanías de Belén.

El santo también construyó, cerca de Belén, tres hospitales para la atención de ancianos, enfermos necesitados y discapacitados. Los monasterios dirigidos por San Teodosio eran como una ciudad de santos en el desierto, pues todo se hacía a su tiempo, con exactitud, oración, trabajo y descanso.

San Teodosio enfermó penosamente, y falleció a los 105 años en el año 529. El Arzobispo de Jerusalén y muchos ciudadanos de Tierra Santa asistieron a su entierro y durante sus funerales se obraron varios milagros.


Pensamiento


"El matrimonio es una barca que lleva a dos personas por un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hunde"
León Tolstoi


Tema del día:
Una oración


Tú nunca sabes cuándo Dios te bendecirá. Las buenas cosas pasan cuando menos te lo esperas.

Amado Señor, Te doy gracias por este día. Te doy gracias porque puedo ver y escuchar esta mañana. Estoy bendecido porque tú eres un Dios de perdón y comprendes, Tú has hecho tanto por mí y por otros, soy bendecido porque Tú sigues bendiciéndome.

Perdóname este día por todo lo malo que haya hecho, dicho o pensado que no haya sido de tu agrado. Pido por tu perdón... Manténme salvao de todo daño y peligro. Ayúdame a empezar este día con una nueva actitud y gratitud.

Déjame hacerlo mejor de uno y cada día para aclarar mi mente, que pueda yo oírte. Por favor, aclara mi mente que pueda yo aceptarte, no me dejes quejarme por cosas que no puedo controlar. Y dame la mejor respuesta cuando me empujen fuera de mis límites.

Yo sé que cuando no puedo orar, Tú escuchas mi corazón. Continúa usándome y continúa bendiciéndome para que pueda ser una bendición para otros. Manténme fuerte para ayudar al débil... manténme en buen espíritu para que pueda tener palabras de consuelo para otros.

Yo oro por esos que no pueden encontrar el camino.
Yo oro por esos que son juzgados y calumniados.
Yo oro por esos que no te conocen íntimamente.
Yo oro por esos que borrarán este mensaje sin compartirlo con otros.
Yo oro por esos que no creen. Te doy gracias porque creo en ti. Creo que Dios cambia la gente y cambia situaciones.
Yo oro por todos mis hermanos y hermanas. Por cada uno y todas las familias...
Yo oro por paz, amor y felicidad en sus hogares, que salgan de deudas y suplas sus necesidades.
Yo oro porque todo ojo que lea estas palabras sepa que no hay problema, circunstancia o situación que no exista para Dios. Toda batalla está en tus manos, para que la pelees.
Yo oro porque estas palabras sean recibidas en el corazón de quien las lea.
Oro por la sanación... de alguien que será sanado.

Sólo repite conmigo estas frases y verás como el Señor se mueve.
Señor, te amo y te necesito, llena mi corazón, por favor.

Enviado por María Giusiano


Meditación breve


Un hombre que acababa de ser elegido al Parlamento Británico llevó su familia a Londres. Se sintió importante mientras les contaba de su nuevo empleo y los llevó a hacer un recorrido por la ciudad. Cuando entraron en la Abadía de Westminster, su hija de 8 años se quedó pasmada por el tamaño de la magnífica estructura. Su orgulloso padre le preguntó: «Querida, ¿en qué estás pensando?» Ella contestó: «Papi, estaba pensando en lo grande que eres en nuestra casa, y lo pequeño que te ves aquí.»
Sin saberlo, aquella niña dijo algo que su padre necesitaba escuchar. El orgullo puede infiltrarse en nuestra vida muy fácilmente, y de vez en cuando, es bueno que a uno «le bajen los humos». Necesitamos recordar que no hemos de tener un concepto de nosotros más alto que el debido… Es fácil llegar a ser orgulloso cuando nos quedamos en nuestros propios círculos de la vida. Pero cuando nos arrojan en situaciones más grandes, con mayores demandas, presiones y competencia, nos impactamos al darnos cuenta de que los peces grandes de lagunas pequeñas se encogen rápidamente en un océano grande…


Pedidos de oración


Pedimos oración por Jorgenlina M. que vive en Rosario, Argentina, cursa un embarazo de 5 meses y el bebé no crece en la medida en que debería hacerlo, y ahora tiene indicado reposo absoluto. Que María, Madre del Redentor, la acompañe y le dé fuerzas para salir adelante y terminar con toda felicidad su maternidad.


Pedimos oración por Inés V. que vive en Lima, Perú, tiene 100 años y cursa en estos momentos una descompensación en su salud especialmente cardiorrespiratoria. Que el Buen Jesús disponga lo que sea mejor para ella.


Pedimos oración por Fiorella D.G., también de Lima, Perú, que ha tenido que renunciar a su trabajo como consecuencia de presiones que ejercían sobre ella, para que Dios, en su infinita misericordia, le haga justicia y le permita encontrar nuevas y mejores oportunidades laborales.


Pedimos oración por el eterno descanso del alma del sacerdote carmelita descalzo Juan José A. que hace unas horas partió desde Pamplona, España, al encuentro del Creador.


Pedimos oración por el eterno descanso del alma de María G. que partió al encuentro del Señor a los 86 años de edad, en Virreyes, provincia de Buenos Aires, Argentina.


Pedimos oración por la salud de Cristóbal, que es un nene de Chile, de tan solo un año y medio de vida, que tiene un tumor en un testículo y leucemia. Que el Niño Jesús esté a su lado y le conceda la gracia de la curación.


Pedimos oración por la salud del niño Pedro Agustín S. que vive en Santiago, Chile, tiene 2 meses y padece de muchos cólicos abdominales, para que Jesús le calme y le permita crecer sano y fuerte.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Ven Espíritu Santo...!


Dios todopoderoso y eterno que has querido que la celebración del misterio pascual se prolongara simbólicamente durante cincuenta días, te pedimos que por acción del Espíritu Santo, lleves a la unidad en el amor, a todos las naciones de la tierra, y que sus diversas lenguas se unan para proclamar unánimemente la Gloria de tu nombre. Por Jesucristo Nuestro Señor. Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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