miércoles, 6 de enero de 2010

Pequeñas Semillitas 0955

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0955 ~ Miércoles 6 de Enero de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
Hoy es día de dar y de recibir regalos. Regalemos ilusión, alegría, acogida, amistad, cariño, encuentro, ternura, bondad, solidaridad, paz, luz, belleza, amor... BUENA NOTICIA. Recibamos el regalo de la palabra oportuna, la mano amiga, las dificultades superadas, el sufrimiento fecundo, liberación, amor... BUENA NOTICIA.
Los magos ofrecieron lo mejor que tenían. Se ofrecieron a sí mismos. Todos estamos llamados a colaborar en la manifestación de Jesús al mundo. Jesús es el mayor regalo que podemos recibir, el mejor regalo que podemos ofrecer.
Los sabios demuestran que quienes buscan consiguen encontrar. Saben leer los signos de los tiempos y entienden que la salvación de la humanidad no está en la prepotencia y el poder, sino en la sencillez, la ternura y la bondad.
Buscan más y mejor la verdad quienes están lejos que los que creen tenerla al alcance de la mano. El deseo de la verdad y de la luz ponen en movimiento para buscar, descubrir y manifestar a Jesús.
¿Dónde está Jesús para mí? ¿Dónde lo busco? ¿Dónde lo encuentro? ¿Descubro las estrellas que indican la presencia de Jesús en el mundo y en mi ambiente?


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle». En oyéndolo, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén. Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: «En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta: ‘Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel’».
Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella. Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle».
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el Niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al Niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino.
(Mateo 2, 1-12)

Comentario
Hoy, el profeta Isaías nos anima: «Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti» (Is 60,1). Esa luz que había visto el profeta es la estrella que ven los Magos en Oriente, con muchos otros hombres. Los Magos descubren su significado. Los demás la contemplan como algo que les parece admirable, pero que no les afecta. Y, así, no reaccionan. Los Magos se dan cuenta de que, con ella, Dios les envía un mensaje importante por el que vale la pena cargar con las molestias de dejar la comodidad de lo seguro, y arriesgarse a un viaje incierto: la esperanza de encontrar al Rey les lleva a seguir a esa estrella, que habían anunciado los profetas y esperado el pueblo de Israel durante siglos.
Llegan a Jerusalén, la capital de los judíos. Piensan que allí sabrán indicarles el lugar preciso donde ha nacido su Rey. Efectivamente, les dirán: «En Belén de Judea, porque así está escrito por el profeta» (Mt 2,5). La noticia de la llegada de los Magos y su pregunta se propagaría por toda Jerusalén en poco tiempo: Jerusalén era entonces una ciudad pequeña, y la presencia de los Magos con su séquito debió ser notada por todos sus habitantes, pues «se turbó con Herodes toda Jerusalén» (Mt 2,3), nos dice el Evangelio.
Jesucristo se cruza en la vida de muchas personas, a quienes no interesa. Un pequeño esfuerzo habría cambiado sus vidas, habrían encontrado al Rey del Gozo y de la Paz. Esto requiere la buena voluntad de buscarle, de movernos, de preguntar sin desanimarnos, como los Magos, de salir de nuestra poltronería, de nuestra rutina, de apreciar el inmenso valor de encontrar a Cristo. Si no le encontramos, no hemos encontrado nada en la vida, porque sólo Él es el Salvador: encontrar a Jesús es encontrar el Camino que nos lleva a conocer la Verdad que nos da la Vida. Y, sin Él, nada de nada vale la pena.
Rev. D. Joaquim VILLANUEVA i Poll (Barcelona, España)


Santoral Católico
Epifanía de Nuestro Señor Jesucristo


Es una fiesta destinada a celebrar la revelación de Jesucristo a unos Magos, los cuales fueron a adorar al niño recién nacido. Para fortalecer su fe, Dios hizo brillar una estrella, y ésta los guió hasta el sitio en donde se hallaba el Salvador. Los Magos penetraron en el pobre albergue, más lleno de gloria que todos los palacios del mundo, donde encontraron al Niño con su Madre.

Le adoraron y entregaron sus corazones. Estaba ahí, como un recién nacido, sin palabra y totalmente dependiente de su Madre, su poder estaba oculto y su único milagro era la humildad. Los Magos ofrecieron al Niño: oro, como símbolo de su dignidad real, incienso, como confesión de su divinidad y la mirra como símbolo de que se había hecho hombre para redimir al mundo. La festividad merece respeto y reverencia, ya que fuimos llamados a la fe y adoración del verdadero Dios, en la persona de los Magos.


Pensamiento


"Si ves a los Reyes Magos insisten en que te metas en uno de sus sacos,
no temas, es porque alguien les ha pedido un tesoro"


Tema del día:
Epifanía del Señor


Epifanía significa manifestación de Dios. Dios se revela a todos: ricos y pobres, poderosos y humildes, judíos y no judíos. Después de nacer se manifestó a los pastores, pero luego se manifestó a los magos de oriente. Hoy también quiere manifestarse a todos. Veamos las enseñanzas que el suceso de los magos nos da para que Dios se manifieste en nosotros y a través de nosotros en otros muchos.

1 - “Ven la estrella”:
En realidad hay muchas estrellas. Unos las ven y otros no. Estas estrellas pueden ser nuestros familiares y amigos. Especialmente es la Iglesia en general con los responsables y con todos los que quieren ser fieles al Señor. Nosotros podemos y debemos ser estrellas para otros muchos: con nuestras palabras y consejos; pero sobre todo con nuestro buen ejemplo de vida.

2 - “Se ponen en camino”:
No basta ver la estrella. Hay que actuar. No basta saber el camino. Hay que ponerse a caminar. Y esto aunque no sepamos el camino exacto, como les pasaba a los magos. Dejémonos conducir por las enseñanzas de la Iglesia.

3 - “La estrella desapareció”:
No todo es fácil en el camino hacia Dios. Hay momentos difíciles, que pueden llegar a ser como “noches oscuras”. Dios siempre está con nosotros, nunca nos abandona. Debemos seguir teniendo esperanza.

4 - “Y preguntaron”:
Para responder está la Iglesia y especialmente los sacerdotes. Hay que ser valientes y consultar. Puede ser una catequista que nos oriente en la fe. Lo importante es consultar, ya que Dios verá en ello un deseo del bien. Aunque se pregunte a una persona equivocada, como hicieron los magos que fueron a Herodes para consultar. Pero Dios se valió del malo para darles una buena respuesta.

5 - “Apareció de nuevo la estrella”:
Dios parece que se esconde. Si todo fuese muy fácil no tendríamos mérito. Pero Dios siempre termina por consolar a aquel que sinceramente le busca de corazón.

6- “Y encontraron a Jesús”:
Jesús debe ser el final de toda nuestra búsqueda espiritual. Nosotros no vamos tras de unas ideas o filosofías; vamos tras de una persona que es Dios que se hizo hombre por nuestro amor. Y nuestra tranquilidad es que le podemos encontrar. Está sobre todo en la Eucaristía. Está también en los sencillos, en los pobres, en su Palabra, en el amor fraternal.

7 - “Y le ofrecieron sus dones”:
¿Qué le ofreceremos nosotros? Lo mejor que le podemos ofrecer es nuestro corazón; pero, juntamente con él, también le ofrezcamos nuestro trabajo apostólico, de modo que podamos hacer que al menos alguien se acerque un poco más al Señor. Si queremos simbolizar los dones de los magos, podemos ofrecerle el oro de nuestro amor como la mejor ofrenda a Dios, el incienso, que es nuestra constante oración que se eleva al cielo, y la mirra, que es la aceptación paciente de los trabajos, sufrimientos y dificultades de nuestra vida.

8 - “Y se volvieron por otro camino”:
Quien encuentra verdaderamente a Jesús no puede seguir el camino anterior. Debe comenzar a vivir por otro camino, el camino de la justicia, de la paz, del amor.

Quizá la intención principal de san Mateo, cuando contaba el suceso de los magos, era exponer, como luego lo hizo a través de todo el evangelio, que el mensaje de Jesús es universal, que no es sólo para una raza o una nación, sino para todo el mundo. Por eso al recordar este suceso, la Iglesia nos estimula a trabajar por la evangelización de todas las gentes. Este es un día misionero por excelencia, porque Jesús no sólo se manifestaba a los judíos, sino desde el principio nos enseñó que había venido para salvar a todos los pueblos.

Enviado por Salvador Batres


Nuevos videos


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Te recuerdo que para verlos tienes que ir a la parte final de esta página.


Meditación breve


Hoy me he encontrado en las manos con tus regalos, Señor: nueva vida, nuevo tiempo, nueva lluvia, nuevo sol... Por eso, para este tiempo que estreno con ilusión, quiero, Señor, y te pido también un nuevo reloj.
Un reloj que mida el tiempo como lo mide tu amor; que se pare cuando lleguen las personas a mi rincón, para escuchar, compartiendo, alegrías y dolor.
Una reloj que me sitúe la mente y el corazón en el momento presente, que es tu momento, Señor, en el quehacer cotidiano que es lugar de encarnación.
Un reloj que mida el tiempo con tu paciencia, Señor: con el ritmo y la medida universal del amor; despertador de rutinas, vigilante, ayudador; que nunca mida la entrega del tiempo y del corazón.
Con la vida, con el tiempo que hoy me regalas, Señor, para darme sin medida, espero un nuevo reloj.


Pedidos de oración


Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Tomás José B. de 84 años de edad, que vivía en La Plata, Argentina, quien prácticamente entregó su vida cuidando a su esposa con Alzheimer y a un sobrino a su cargo con epilepsia. Que descanse en Paz en la compañía de Dios Padre.


Pedimos oración por la familia de Zully A., su esposo y sus dos hijas, residentes en Chimbote, Perú, para que Dios los mantenga muy unidos en el amor y les permita transitar por la vida armoniosamente y felices.


Nos pieden oraciones por las siguientes personas: Ángela, de 43 años, de Lima, Perú, que está débil y sin fuerzas sin que todavía se le encuentre diagnóstico. Carlos Augusto C. D., de 31 años, de Caracas, Venezuela, con enfermedades de aparato digestivo y estrés. María P. y Gian Carlo P., de Toronto, Canada, necesitados de encontrar prontamente un trabajo. Boris Jrs., de 38 años, de Canadá, por salud, paz y trabajo.Y por Violeta y Espe, de USA, para que superen la depresión y vivan en paz, armonía y con trabajo.


Pedimos oración por el eterno descanso de la mamá de Josep, que vivía en Cataluña, España, y ha partido al encuentro del Señor.


Pedimos oración por la señora Blanca, de Santiago del Estero, Argentina, que tiene pólipos en la vejiga y deberá ser operada. Que Jesús Misericordioso la asista y el Espíritu Santo guíe las manos de los médicos que la intervendrán.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Ven Espíritu Santo...!


Espíritu de Dios la tierra llenas, las mentes de los hombres las bañas en tu luz. Tú que eres luz de Dios, divino fuego, infunde en todo hombre la fuerza de la cruz.
Sé luz resplandeciente en las tinieblas de quienes el pecado sumió en la oscuridad, reúne en la asamblea de los hijos los justos que te amaron, los muertos por la paz.
Acaba en plenitud al Cristo vivo, confirma en el creyente la gracia y el perdón, reúnelos a todos en la Iglesia, testigos jubilosos de la resurrección.
Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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