domingo, 16 de agosto de 2009

Pequeñas Semillitas 0812

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0812 ~ Domingo 16 de Agosto de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
Para poder vivir dignamente, es necesario tener alimentos que sacien el hambre. Esta realidad, que sufren los dos tercios de la humanidad y tendría que quitarnos el sueño al tercio restante, tiene mucho que ver con el texto del Evangelio de hoy.
Para entenderlo hay que tener hambre de pan, de luz, de amistad, de solidaridad, de dignidad, de cultura... o hacerse cargo del hambre de los demás.
Jesús da a comer su carne: dejándose partir, dejándose comer, regalando liberación, contagiando resurrección, ofreciendo amistad y fraternidad, creando humanidad con palabras y actitudes que eleven, ablanden y embellezcan el mundo...
¿Cómo lo hacemos nosotros?


La Palabra de Dios :
Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo». Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?». Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre».
(Juan 6, 51-58)

Comentario
Hoy continuamos con la lectura del Discurso del pan de vida que nos ocupa en estos domingos: «Yo soy el pan vivo, bajado del cielo» (Jn 6,51). Tiene una estructura, incluso literaria, muy bien pensada y llena de ricas enseñanzas. ¡Qué bonito sería que los cristianos conociésemos mejor la Sagrada Escritura! Nos encontraríamos con el mismo Misterio de Dios que se nos da como verdadero alimento de nuestras almas, con frecuencia amodorradas y hambrientas de eternidad. Es fantástica esta Palabra Viva, la única Escritura capaz de cambiar los corazones.
Jesucristo, que es Camino, Verdad y Vida, habla de sí mismo diciéndonos que es Pan. Y el pan, como bien sabemos, se hace para comerlo. Y para comer —debemos recordarlo— hay que tener hambre. ¿Cómo podremos entender qué significa, en el fondo, ser cristiano, si hemos perdido el hambre de Dios? Hambre de conocerle, hambre de tratarlo como a un buen Amigo, hambre de darlo a conocer, hambre de compartirlo, como se comparte el pan de la mesa. ¡Qué bella estampa ver al cabeza de familia cortando un buen pan, que antes se ha ganado con el esfuerzo de su trabajo, y lo da a manos llenas a sus hijos! Ahora, pues, es Jesús quien se da como Pan de Vida, y es Él mismo quien da la medida, y quien se da con una generosidad que hace temblar de emoción.
Pan de Vida..., ¿de qué Vida? Está claro que no nos alargará ni un día más nuestra permanencia en esta tierra; en todo caso, nos cambiará la calidad y la hondura de cada instante de nuestros días. Preguntémonos con honestidad: —Y yo, ¿qué vida quiero para mí? Y comparémosla con la orientación real con que vivimos. ¿Es esto lo que querías? ¿No crees que el horizonte puede ser todavía mucho más amplio? Pues mira: mucho más aun que todo lo que podamos imaginar tú y yo juntos... mucho más llena... mucho más hermosa... mucho más... es la Vida de Cristo palpitando en la Eucaristía. Y allí está, esperándonos para ser comido, esperando en la puerta de tu corazón, paciente, ardiente como quien sabe amar. Y después de esto, la Vida eterna: «El que coma este pan vivirá para siempre» (Jn 6,58). —¿Qué más quieres?
Rev. D. Homer VAL i Pérez (Barcelona, España)


Santoral Católico

San Roque

En Italia y Francia se veneraba ya a San Roque en el siglo XV, poco después de su muerte. San Roque era hijo del gobernador de Montpellier, lugar donde nació en 1378, y a la edad de 20 años quedó huérfano de ambos padres. Durante la epidemia de peste que se desató por aquella época en Italia, el santo se dedicó a asistir a los enfermos y consiguió curar a muchos más tan sólo con hacer sobre ellos la señal de la cruz.

Estando en Piacenza, trabajando en uno de los hospitales, el santo contrajo la mortal enfermedad. Como no quiso ser una carga para ningún hospital, decidió trasladarse a las afueras de la ciudad, instalándose en una caverna. Sin embargo, un perro lo alimentó milagrosamente, y el amo del animal acabó por descubrir a San Roque brindándole cuidados y atención.

Cuando recobró las fuerzas, el santo volvió a la ciudad donde curó milagrosamente a muchas personas y numerosas cabezas de ganado. Retornó a Montpellier donde su tío no lo reconoció y lo dejó en el abandono. San Roque fue arrestado, probablemente porque fue confundido erróneamente por un espía, permaneciendo en la cárcel por cinco años donde finalmente falleció.

La popularidad y rápida extensión del culto a San Roque fue verdaderamente extraordinaria. En su tumba se obraron muchos milagros, y son miles los que lo han invocado contra la peste.


Pensamiento


"La oración es poderosa… Llena la tierra de la misericordia de Dios.
Y esa misericordia obtenida a través del poder de la oración,
sigue dando frutos de redención en las almas"


Tema del día :
Saber dirigirnos por la verdad


1) Para saber

Sabemos, como dice el Papa Benedicto XVI, que el amor es una fuerza poderosa, extraordinaria, que mueve a las personas a comprometerse con valentía y generosidad a metas nobles. Pero ese amor, nos dice el Papa, no puede autodirigirse.

A veces se dice que el “amor es ciego” y hay algo de cierto en esa frase. Y es que el amor necesita, como los ciegos, un consejero, una guía. El Papa nos señala en su reciente Encíclica cuál es ese asesor: la verdad: “Sólo en la verdad resplandece la caridad y puede ser vivida auténticamente” (“La caridad en la verdad”, n.3). La verdad, obtenida por la fe o la razón, se convierte en la luz que ilumina, da sentido y valor a la caridad. Será preciso no separar el amor de la verdad pues, como dice el Papa, el amor se volvería un sentimentalismo. El amor caería en la trampa de las opiniones, en un relativismo.

2) Para pensar

Hay un cuento de León Tolstoi en donde relata que había un rey en la India que mandó traer a varios ciegos y los puso junto a un elefante. Los ciegos palparon al elefante, cada uno en una parte distinta. Un ciego palpó las patas; otro la cola; un tercero el inicio de la cola; otro la piel; uno más los dientes y otro la trompa.

Después el rey los llamó a su presencia y les preguntó: “¿A qué se parece el elefante?”

El primer ciego, que había tocado las patas respondió: “Se asemeja a unas columnas”. El segundo dijo: “No, se parece a una escoba”, pues había palpado la cola. El tercero afirmó: “Es como una rama”, pues había tocado el inicio de la cola. Otro dijo: “No, más bien parece un pedazo de tierra”. Era el que había tocado su piel. Otro ciego le refutó: “Es como un muro”, pues había palpado su costado. El que había tocado los dientes dijo: “Nada de eso, es semejante a unos cuernos”. En cambio el que tocó la trompa dijo: “Se equivocan, se parece a una cuerda gruesa”. Y todos los ciegos empezaron a discutir entre sí, sin ponerse de acuerdo.

El Papa Juan Pablo I recordaba esta historia y decía que le parecía indigno, tanto de Dios como de la razón, el pensar que el hombre se encontraba en la misma situación que los ciegos. Dios ya envió a su Hijo, que es la Verdad, para que no caminemos a oscuras. Tenemos la luz de la verdad que nos guía.

3) Para vivir

Hemos de dar gracias a Dios por otorgarnos el don de la Verdad, pero también habrá que ser dóciles para seguir esa verdad.

El Papa Benedicto XVI en la Encíclica mencionada señala que una caridad sin verdad no es auténtica. Hoy en día no es difícil encontrarse con situaciones en donde se percibe esa rebeldía para acatar la verdad. Algunos, por el esfuerzo que comporta, no aceptan la verdad. Por ejemplo, nos encontramos a personas casadas que quieren seguir viviendo como solteros y, en cambio, a novios que viven como los casados. O los hijos que no aceptan su condición y se rebelan contra los padres; o el trabajador que busca cómo no cumplir sus deberes; el estudiante que se las ingenia para aprobar sin estudiar y un largo etcétera. Se puede decir que el pecado, además de ser ofensa a Dios, consiste precisamente en separarse de la verdad.

La verdad consistirá en vivir aquello que somos, aunque nos cueste esfuerzo y renuncias. Entonces nuestro amor será auténtico. Como dice el Papa, esa verdad será la que nos haga libres.

Pbro. José Martínez Colín


Biografías :
Carlos Finlay


Carlos J. Finlay nació en la ciudad de Camagüey, Cuba el 3 de diciembre de 1833, fruto del matrimonio integrado por el doctor Edward Finlay, natural de Escocia, médico graduado de las Universidades de La Habana y Lima, y de Elizabeth de Barrés, nacida en Puerto España, Trinidad Tobago.

Hizo sus estudios secundarios en Rouen, Francia y se graduó de Doctor en Medicina en 1855 en el Jefferson Medical College de Filadelfia. Incorporó su título a la Universidad de La Habana en 1857. Fue miembro de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales y el Secretario de su Sección de Ciencias. En esta corporación ocupó muchos cargos y recibió varias distinciones y honores por su trabajo científico.

En 1881 dio a conocer en la Conferencia Sanitaria Internacional de Washington su teoría sobre el contagio de enfermedades, con la cual resolvió de manera admirable las pugnas y contradicciones entre los defensores del contagionismo y del anticontagionismo.

Allí se refirió a la existencia de una corriente demostrable científicamente, diferente al contagionismo y al anticontagionismo, y basada en la transmisión de enfermedades de un individuo enfermo a otro sano por conducto de vectores biológicos. Mediante la aplicación de esta teoría a la propagación de la fiebre amarilla, descubrió que el mosquito Aedes aegypti era el único agente capaz de transmitirla.

Finlay creó el método experimental de producir formas atenuadas de la fiebre amarilla en los seres humanos, lo que no sólo le permitió comprobar la veracidad de sus concepciones y descubrimientos, sino también iniciar el estudio de los mecanismos inmunológicos de las enfermedades infecto contagiosas. Formuló las reglas básicas para la erradicación del mosquito, con lo que dio inicio al método sanitario-social conocido como lucha antivectorial que aún se practica.

Finlay fue un científico integral pues, a su trascendental obra en relación con la fiebre amarilla, unió su dedicación al estudio de otras dolencias como la lepra, las enfermedades de la visión, la malaria, el beriberi, la corea, la tuberculosis y el absceso hepático.

Fue él incluso quien primero descubrió la existencia en Cuba de enfermedades como el bocio exoftálmico, la filariasis y la triquinosis; se adelantó a Carl von Rokitansky en la afirmación del origen hídrico del cólera y su observación sobre el tétanos infantil posibilitó hacer descender la mortalidad por dicha causa.

Su gran contribución para liberar al género humano de los terribles estragos de la fiebre amarilla y erradicar otras enfermedades, lo convirtieron en benefactor de la humanidad.

Tras haber fundado y dirigido la organización de la salud pública cubana en los inicios del período republicano en Cuba, falleció en La Habana el 20 de agosto de 1915, a la edad de 82 años.

Después de su muerte, el gobierno cubano creó en su honor el Instituto de Investigación en Medicina Tropical, y el día 3 de diciembre, aniversario de su cumpleaños, se celebra en toda América el "Día de la medicina americana".


Meditación breve


La verdadera felicidad no requiere absolutamente nada de ti. No es necesario que salgas a comprar nada especial para poder ser feliz. La felicidad es tuya en el preciso instante en que decides vivir con ella.
Aunque las imágenes y apariencias superficiales de la felicidad puedan estar fuera de tu alcance, la felicidad en si misma nunca lo está. ¿Deseas ser verdaderamente feliz, o lo que quieres en realidad es aparentar que lo eres?
Muchísima gente dedica demasiado esfuerzo a mostrarse a si misma envuelta en una aparente felicidad. Es una búsqueda tristemente vacía, aunque tenga éxito. La verdadera felicidad, la que proviene del corazón no tiene costos, sólo beneficios.
La decisión de ser feliz y agradecido por lo que has conseguido puede ayudarte a seguir avanzando, muchísimo más de lo que podría cualquier resentimiento o descontento. No hay nada fuera de ti que te obligue a ser feliz, ni nada que te impida serlo. La fuerza positiva de la felicidad está siempre allí, esperando que tú la vivas.


Nunca nos olvidemos de agradecer


Alguna vez leí que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan a todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.


Sandra, de Buenos Aires, Argentina, dá gracias por las oraciones que se hicieron por su padre Omar A. que fue operado exitosamente de próstata en medio de un cuadro complejo por sus antecedentes de cardiopatía. Demos gracias a Dios.


Desde Asunción, Paraguay, agradecen las oraciones por el éxito de la operación de Elena C. quien, por la bondad de Dios Nuestro Señor, se está recuperando notablemente.


Con alegría nos escribe Gaby, de Quilmes, Buenos Aires, Argentina, para decir su agradecimiento a Dios y a todos los hermanos que hicieron sus oraciones pues su esposo José ha conseguido trabajo, y también su hijo Nicolás, que así podrá completar sus estudios terciarios. Alabemos la grandeza del Señor.


Desde Guatemala agradecen por el éxito de la operación de amígdalas y adenoides de la niña María Eugenia A.


Nuestra lectora Alicia S., de Argentina, nos escribe para decirnos que los estudios realizados a su mamá Encarnación Rosa R. han salido bien, para sorpresa del médico que la operó. Damos gracias a María de la Asunción y a todos los que oraron por la salud de esta señora.


Recibimos una larga nota de nuestra lectora Teresita C. desde San José de Costa Rica, para informarnos de la milagrosa curación de su hermana María Elena, de 43 años, internada por derrame cerebral y paro cardíaco el pasado 21 de junio en el Hospital San Juan de Dios, en estado de coma y sin que los médicos dieran ninguna esperanza... Se hicieron por ella diversas cadenas de oración y ayunos comunitarios en varios lugares, y luego de muchos días María Elena ha comenzado a recuperarse, recobró la conciencia, tiene memoria, moviliza su cuerpo, y no presenta signos de secuelas neurológicas, por lo que pronto volverá a su hogar. Quizás debería cambiar su nombre por María Milagro... pues su recuperación sólo se puede explicar con esa palabra: un milagro concedido por Dios ante la fuerza y la esperanza de las oraciones realizadas.


Palabras de Juan Pablo II


"Danos tus ojos, María, para descifrar el misterio que se oculta tras la fragilidad de los miembros del Hijo. Enséñanos a reconocer su rostro en los niños de toda raza y cultura"


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.