lunes, 10 de agosto de 2009

Pequeñas Semillitas 0806

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0806 ~ Lunes 10 de Agosto de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
El 10 de agosto se celebra la fiesta de San Lorenzo, Diácono y Mártir, que para la Iglesia en la Argentina es el Día del Diácono. Tomando palabras pronunciadas en una oportunidad por Monseñor Luis Guillermo Eichhorn podemos reflexionar:
“La condición esencial para el desempeño de un ministerio, y concretamente en este caso, del diaconado, es la profundidad de la relación personal con Jesucristo”.
“Es importante renovar este amor al Señor. ¿Qué es lo que identifica a un diácono? Precisamente este amor, esta entrega a Jesús. Todo el servicio del diácono es un amar y servir a Jesús.
“Pidamos al Señor que con el don del Espíritu, renueve en el corazón de los diáconos este don tan grande y los ayude para que puedan vivirlo en plenitud.”


La Palabra de Dios :
Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará».
(Juan 12, 24-26)

Comentario
Hoy, la Iglesia —mediante la liturgia eucarística que celebra al mártir romano san Lorenzo— nos recuerda que «existe un testimonio de coherencia que todos los cristianos deben estar dispuestos a dar cada día, incluso a costa de sufrimientos y de grandes sacrificios» (Juan Pablo II).
La ley moral es santa e inviolable. Esta afirmación, ciertamente, contrasta con el ambiente relativista que impera en nuestros días, donde con facilidad uno adapta las exigencias éticas a su personal comodidad o a sus propias debilidades. No encontraremos a nadie que nos diga: —Yo soy inmoral; —Yo soy inconsciente; —Yo soy una persona sin verdad... Cualquiera que dijera eso se descalificaría a sí mismo inmediatamente.
Pero la pregunta definitiva sería: ¿de qué moral, de qué conciencia y de qué verdad estamos hablando? Es evidente que la paz y la sana convivencia sociales no pueden basarse en una “moral a la carta”, donde cada uno tira por donde le parece, sin tener en cuenta las inclinaciones y las aspiraciones que el Creador ha dispuesto para nuestra naturaleza. Esta “moral”, lejos de conducirnos por «caminos seguros» hacia las «verdes praderas» que el Buen Pastor desea para nosotros (cf. Sal 23,1-3), nos abocaría irremediablemente a las arenas movedizas del “relativismo moral”, donde absolutamente todo se puede pactar y justificar.
Los mártires son testimonios inapelables de la santidad de la ley moral: hay exigencias de amor básicas que no admiten nunca excepciones ni adaptaciones. De hecho, «en la Nueva Alianza se encuentran numerosos testimonios de seguidores de Cristo que (...) aceptaron las persecuciones y la muerte antes que hacer el gesto idolátrico de quemar incienso ante la estatua del Emperador» (Juan Pablo II).
En el ambiente de la Roma del emperador Valeriano, el diácono «san Lorenzo amó a Cristo en la vida, imitó a Cristo en la muerte» (San Agustín). Y, una vez más, se ha cumplido que «el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna» (Jn 12,25). La memoria de san Lorenzo, afortunadamente para nosotros, quedará perpetuamente como señal de que el seguimiento de Cristo merece dar la vida, antes que admitir frívolas interpretaciones de su camino.
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)


Santoral Católico

San Lorenzo, Diácono y Mártir

Era San Lorenzo uno de los siete diáconos de la Iglesia de Roma, cargo de gran responsabilidad, ya que consistía en el cuidado de los bienes de la Iglesia y la distribución de limosnas a los pobres. El año 257, el emperador Valeriano publicó el edicto de persecución contra los cristianos y, al año siguiente, fue arrestado y decapitado el Papa san Sixto II, San Lorenzo le siguió en el martirio cuatro días después. Según las tradiciones cuando el Papa San Sixto se dirigía al sitio de la ejecución, San Lorenzo iba junto a él y lloraba. "¿A dónde vas sin tu diácono, padre mío?", le preguntaba. El Pontífice respondió: "No pienses que te abandono, hijo mío, pues dentro de tres días me seguirás".

San Agustín dice que el gran deseo que tenía San Lorenzo de unirse a Cristo, le hizo olvidar las exigencias de la tortura. También afirma que Dios obró muchos milagros en Roma por intercesión de San Lorenzo. Este santo ha sido, desde el siglo IV, uno de los mártires más venerados y su nombre aparece en el canon de la misa. Fue sepultado en el cementerio de Ciriaca, en Agro Verano, sobre la Vía Tiburtina. Constantino erigió la primera capilla en el sitio que ocupa actualmente la iglesia de San Lorenzo extra muros, que es la quinta basílica patriarcal de Roma.


Pensamiento


"Lo imposible es el fantasma de los tímidos y el refugio de los cobardes"
Napoleón


Tema del día :
40 aniversario de llegar a la Luna


1) Para saber

Hace días se cumplieron 40 años de la llegada del hombre a la luna por primera vez. Apolo 11 fue el nombre de la misión espacial que Estados Unidos envió al espacio el 16 de julio de 1969.

La tripulación estaba compuesta por tres hombres que han pasado a la historia: el comandante de la misión Neil A. Armstrong, Edwin E. Aldrin Jr. apodado Buzz; y Michael Collins. Las naves se llamaban Eagle (Águila) para el módulo lunar y Columbia para el módulo de mando.

Cuatro días después, el 20 de julio de 1969, lograron posarse en la Luna. El mundo observó perplejo por televisión, en blanco y negro, cómo el pie izquierdo de Armstrong pisaba la luna. 19 minutos después, Aldrin también descendía y pisaba nuestro satélite.

Esta información fue general, sin embargo, pocos conocieron qué pensaban los astronautas.

2) Para pensar

Durante su segunda noche en el satélite, Buzz Aldrin, quien era presbiteriano, extrajo una cajita que contenía pan y vino, y comenzó su oración leyendo el versículo de san Juan 15, 5 –«Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece unido a mí y yo en él, da mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada»– y las consumió. Lo relató el propio astronauta en el libro que publicó en 1973, «Regreso a la Tierra». Pero, además, había escrito en un papel algunos versículos del salmo 8: «Cuando veo los cielos, obra de tus manos, la Luna y las estrellas que creaste, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para que de él te preocupes?». Aldrin posó el papel sobre la superficie del satélite y regresó a la nave.

A su vez, el católico Michael Collins, otro de los tripulantes, quiso dejar constancia de su fe. En una de las paredes internas de la nave dejó escrito: «Nave espacial 107. La mejor creada. Que Dios la bendiga».

Sin embargo, los astronautas se vieron obligados a realizar sus prácticas religiosas con una gran discreción, porque la NASA no veía con buenos ojos estos gestos, debido a unas quejas que un año antes habían tenido. Sucedió que en 1968, la misión del Apolo 8 logró su objetivo al orbitar diez veces la Luna. Era la víspera de Navidad, cuando sus tripulantes, Frank Borman, Jim Lovell y Bill Anders, enviaron un mensaje al mundo: «Estamos cerca de la Luna… y la tripulación del Apolo 8 tiene un mensaje que le gustaría compartir: “En el principio, Dios creó el cielo y la Tierra”», comenzó Anders a leer el inicio de la Biblia. Luego siguieron leyendo turnándose hasta el versículo 15. «Y Dios hizo dos lumbreras grandes, la mayor para gobierno del día y la menor para gobierno de la noche», y finalizaron: «Buenas noches, buena suerte, feliz Navidad y que Dios les bendiga a todos». Este gesto enfureció a Madalyn Murray, una conocida activista atea, quien demandó a la NASA. Y aunque fue desestimada por la Corte Suprema, exigió desde entonces se les exige a los astronautas una mayor discreción religiosa.

3) Para vivir

La actitud de estos astronautas es ejemplar. Por una parte, su humildad al reconocerle a Dios su grandeza. Por otra, supieron unir su fe a su profesión. Esa es la tarea de una persona de fe: saber compaginar sus deberes ordinarios con su fe. Una manera práctica de hacerlo es ofrecer las obras al comenzar el día con el propósito de darle a Dios la mayor gloria.

Pbro. José Martínez Colín


Historias : El roble


En la plaza central del pueblo debían quitar un gran roble, el enorme árbol, que con el paso de los años se había convertido en un símbolo del lugar. Hasta en el escudo del pueblo se dibujaba su silueta.

El roble se había enfermado de un extraño virus. Corría el riesgo de caerse y de contagiar a los árboles más cercanos. Ya se había hecho todo lo posible por salvarlo y la triste determinación de derribarlo provocaba en los vecinos una profunda sensación de impotencia. No es fácil determinar la causa de un problema y no es el camino más agradable tomar la decisión de solucionarlo.

Los leñadores llegaron una mañana con sierras automática y hachas. Los vecinos se reunieron en la plaza para presenciar su caída. Esperaban oír el estrépito producido por el choque del inmenso árbol contra el suelo. Suponían que los hombres empezarían a cortarlo por el tronco principal en un lugar lo más pegado a la tierra. Pero en vez de esto los hombres colocaron escaleras y comenzaron a podar las ramas más altas

En ese orden de arriba hacia abajo cortan desde las más pequeñas hasta las más grandes. Así cuando terminaron con la copa del árbol, sólo quedaba el tronco central, y en poco tiempo más aquel poderoso roble yacía cuidadosamente cortado en el suelo.

El sol, ahora cubría el centro del parque, su sombra ya no existía, era como si no hubiera tardado medio siglo en crecer, como si nunca hubiera estado allí. Los vecinos preguntaron por qué los hombres se habían tomado tanto tiempo y trabajo para derribarlo.

El más experimentado leñador explicó: cortando el árbol cerca del suelo, antes de quitar las ramas, se vuelve incontrolable y en su caída, pueden quebrar los árboles más cercanos o producir otros destrozos. Es más fácil manejar un árbol cuando más pequeño se le hace.

Dela misma manera, el inmenso árbol de la preocupación, que tantos años ha crecido en cada uno de nosotros, puede manejarse mejor... si se lo hace... lo más pequeño posible.

Para lograrlo es aconsejable podar en principio, los pequeños obstáculos que nos impiden el disfrutar de cada día y así... ir quitando el temor de que en el intento de librarnos de éstos y mejorar todo, se derrumbe. En ese orden, quitando del comienzo los pequeños problemas podemos gradualmente, ir llegando al tronco principal de nuestras preocupaciones.

Para cambiar hay que realizar... una tarea a la vez, quitar las ramas de la preocupación de una en una, ocuparnos y no preocuparnos. Reconocer nuestros errores y tener el valor para enfrentarlos, establecer las prioridades y los objetivos en la vida y mantener una verdadera determinación, para librarnos poco a poco de todo el peso que nos impide trabajar, crecer, disfrutar y vivir.

No siempre resulta fácil enfrentar nuestros problemas, pero al menos podemos intentarlo al mismo tiempo que transformemos, nuestro miedo, angustia y desesperación en coraje, esperanza y fe...!!!


Meditación breve


Tú tienes derecho a los más grandes logros. Y mereces conseguirlos, no importa lo que los demás piensen de tI, no importa cuál sea tu trabajo, no importa lo que hayas hecho hasta este punto en tu vida. Tú mereces lo mejor.
Eres único. Eres especial. Eres creativo y efectivo. ¡Tienes tanto valor para ofrecer, sea lo que sea que te hayan dicho...! Y nadie más que tú puede expresar ese valor. Eres el único que puede hacerlo. Eres el único que puede ser tú mismo. Tú eres quien merece vivir tu sueño. Tú eres quien tiene lo que hace falta para alcanzar ese sueño.
Si puedes verlo, si puedes imaginarlo, si puedes soñarlo, puedes lograrlo. Y es posible. Nadie te lo dará servido en bandeja. Deberás luchar noche y día por conseguirlo. Pero cuando das lo mejor de ti, cuando te niegas a que los obstáculos que se presentan en tu camino te detengan, cuando haces lo que hay que hacer, obtienes lo que te mereces; una vida rica y plena como ninguna. Cada día, a través de tus pensamientos y tus actos, convéncete de que tú eres el mejor.

Ralph Marston


Pedidos de oración


Pedimos oración por las necesidades físicas, materiales, familiares y espirituales de nuestra lectora Esther T., que vive en Puerto Rico, y que en los últimos tiempos ha tenido que pasar muchas pruebas muy difíciles en su vida, pero siempre tiene y tendrá la cercanía de María, nuestra Madre del Cielo, y de Jesús que nos ama.


Nuestra lectora Lucía, de San Juan, Argentina, nos pide oración por el bebé Luciano R. T., que se mantiene en condiciones de salud muy delicadas con sus dos meses de vida; y por Víctor H. N., para que el Señor ablande su corazón y se convierta, pues está sufriendo mucho junto a toda su familia por una sucesión de errores. Oramos por ellos.


Nuestra lectora Silvia G. de Z. que vive en Rosario, Argentina, nos pide reiterar oraciones por su sobrina Ana Clara G. que está enferma de anorexia con sus 14 años de edad; y por los obreros de una empresa metalúrgica de su ciudad que ha dejado a 500 personas (y familias) sin trabajo. Que Jesús, que es Pan de Vida, esté siempre presente en las necesidades de estas personas.


Pedimos oración por el señor Gonzalo M. que vive en Machiques (Edo Zulia). Venezuela, y está enfermo por cáncer muy avanzado y sin posibilidades médicas de recuperarse. Que el Señor Misericordioso le ayude en su paso hacia el cielo y dé fuerza y consuelo a sus familiares que sufren ante la enfermedad tan terrible y dolorosa.


Pedimos oración por Fernando, de Córdoba, Argentina, un joven enfermo de adicción al juego y a las drogas, que dentro de su problema ha dado un paso adelante para buscar ayuda terapéutica. Que el Espíritu Santo ilumine su mente y su corazón permitiendo que la ayuda de sus familiares y profesionales que lo tratan actúe en él y lo libere de estas situaciones enfermizas tan penosas.


Pedimos oración por Henry Ríos Gil, que se encuentra en recuperación de una cirugía de meniscos y ligamentos, para que pronto pueda recuperar la plenitud física, anímica y espiritual.


Nuestra lectora y amiga argentina Liliana Z., pide oración por la salud de Cristian, un joven hermano evangélico, por el trabajo de su esposa Fernanda y por la paz y unión de ese matrimonio. También pide Liliana por su hijo Matías recuperado de la gripe A H1 N1 y por su hija Natalia que está sin trabajo, para que la Virgen de Guadalupe los proteja en sus necesidades.


Pedimos oración por María de los Ángeles, que vive en Tandil, Argentina, y hoy tiene que rendir un examen de mucha importancia para su carrera. Que el Señor la acompañe y la ayude.


Pedimos oración por Milena V. que es una beba de tres días de vida, que nació prematura y está muy grave en terapia intensiva, y aunque los médicos no dan esperanzas, sabemos que para Dios nada es imposible...!!! Que el Señor y María también fortalezcan a su mamá y su papá.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Reflexión Mariana


La corona de María en el Cielo son los hijos que ha salvado por su misericordia. En este mundo luchamos para obtener un buen puesto de trabajo, en la sociedad, en la política; pero ¿por qué no buscamos obtener un buen puesto allá arriba junto a la Virgen santísima? ¿Por qué no tratamos de vivir de tal manera que formemos parte de la corona de la Virgen por toda la eternidad? Porque la Virgen tiene como corona en el Paraíso a todos los salvados por su mediación. Tal vez alguno diga: “Yo soy muy pecador, estoy perdido, soy un demonio.” Perfectamente bien. Pero María es la Reina de la Misericordia, y la Misericordia actúa donde hay miseria que consumir. Entonces cuanto más miserables y pecadores seamos, más derecho tenemos de ser socorridos por María y más gracias y dones recibiremos de Ella, y así seremos joyas en su corona por toda la eternidad. Acudamos a María sin miedo y obtendremos gracias inimaginables, una de ellas será la de formar su séquito en el Cielo.
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Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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