viernes, 19 de junio de 2009

Pequeñas Semillitas 0760

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0760 ~ Viernes 19 de Junio de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
El 16 de junio de 1675 nuestro Señor Jesucristo se apareció y le mostró su Corazón a Santa Margarita María de Alacoque (religiosa en un Convento de Paray-le-Monial, Francia). Su Corazón estaba rodeado de Llamas de Amor, Coronado de espinas, con una Herida abierta de la cual brotaba Sangre y, del interior de Su Corazón, salía una Cruz. Santa Margarita escuchó a Nuestro Señor decir: "He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres no recibe nada más que ingratitud, irreverencia y desprecio, en este Sacramento de Amor."


La Palabra de Dios : Evangelio del día


En aquel tiempo, los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado —porque aquel sábado era muy solemne— rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con Él.
Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. El que lo vio lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la verdad, para que también vosotros creáis. Y todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: ‘No se le quebrará hueso alguno’. Y también otra Escritura dice: ‘Mirarán al que traspasaron’.
(Juan 19, 31-37)

Comentario
Hoy se nos ofrece ante los ojos corporales —mejor todavía, ante los “ojos interiores”, iluminados por la fe— la figura de Cristo que, acabado de morir en la Cruz, tuvo el costado abierto por una lanzada infligida por el centurión. «Al instante salió sangre y agua» (Jn 19,34). ¡Espectáculo angustioso y, a la vez elocuentísimo! No hay ni el más mínimo espacio para sostener la tesis de alguno que afirma una muerte aparente: Jesús está ciertamente muerto al 100%. Es más, aquella misteriosa “agua”, que no saldría de un cuerpo sano, normal, nos indica según la medicina moderna que Cristo debió morir a causa de un infarto o, como decían nuestros antepasados, con el corazón reventado. Sólo en este caso se verifica la separación del suero de los glóbulos rojos. Esto explicaría aquel anómalo “sangre y agua”.
Cristo, por tanto, ha muerto verdaderamente, y ha muerto sea a causa de nuestros pecados, sea por su más vivo y principal deseo: poder cancelar nuestros pecados. «Con mi muerte he vencido la muerte y he exaltado al hombre a la sublimidad del cielo» (Melitón de Sardis). Dios, que ha mantenido la promesa de resucitar a su Hijo, mantendrá también la segunda promesa: nos resucitará también a nosotros y nos elevará a su propia diestra. Pero pone una condición mínima: creer en Él y dejarnos salvar por Él. Dios no impone a nadie su amor en detrimento de la humana libertad.
En fin, sobre aquel Hombre que ha sufrido la lanzada en su corazón, «mirarán al que traspasaron» (Jn 19,37). Nos da confirmación también el Apocalipsis: «Mirad que viene entre nubes, y todo ojo lo verá, especialmente los que le traspasaron» (Ap 1, 7). Ésta es una sagrada exigencia de la divina justicia: al fin, también aquellos que lo han rechazado obstinadamente, lo tendrán que reconocer. Incluso, el tirano autoidólatra, el asesino despiadado, el ateo soberbio..., todos sin excepción se verán constreñidos a arrodillarse ante Él, reconociéndolo como el verdadero, único Dios. ¿No es mejor, entonces, serle amigos desde ahora?
P. Raimondo Sorgia Mannai, OP (San Domenico di Fiesole-Florència, Italia)


Santoral Católico

Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

El viernes siguiente al II Domingo después de Pentecostés, la Iglesia celebra la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Además de la celebración litúrgica, otras muchas expresiones de piedad tienen por objeto el Corazón de Cristo. No hay duda de que la devoción al Corazón del Salvador ha sido, y sigue siendo, una de las expresiones más difundidas y amadas de la piedad eclesial.

La devoción al Corazón de Cristo tiene un sólido fundamento en la Escritura. Jesús, que es uno con el Padre (cfr. Jn 10,30), invita a sus discípulos a vivir en íntima comunión con Él, a asumir su Persona y su Palabra como norma de conducta, y se presenta a Sí mismo como Maestro "manso y humilde de corazón" (Mt 11,29).

El texto de San Juan que narra la ostensión de las manos y del costado de Cristo a los discípulos (cfr. Jn 20,20) y la invitación dirigida por Cristo a Tomás, para que extendiera su mano y la metiera en su costado (cfr. Jn 20,27), han tenido también un influjo notable en el origen y en el desarrollo de la piedad eclesial al Sagrado Corazón.

Estos textos, y otros que presentan a Cristo como Cordero pascual, victorioso, aunque también inmolado (cfr. Ap 5,6), fueron objeto de asidua meditación por parte de los Santos Padres, que desvelaron las riquezas doctrinales y con frecuencia invitaron a los fieles a penetrar en el misterio de Cristo por la puerta abierta de su Costado. Así San Agustín: "La entrada es accesible: Cristo es la Puerta. También se abrió para ti cuando su Costado fue abierto por la lanza. Recuerda qué salió de allí; así mira por dónde puedes entrar. Del Costado del Señor que colgaba y moría en la Cruz salió Sangre y agua, cuando fue abierto por la lanza. En el agua está tu purificación, en la Sangre tu redención".


Tema del día :
El Corazón de Cristo habla al mundo de hoy


¡Queridos Hermanos y Hermanas!

Celebramos la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, el Corazón que hace dos mil años comenzó a latir en el seno de María Santísima y que trajo al mundo el fuego del Amor de Dios.

El Corazón de Cristo encierra un mensaje para todo hombre; habla también al mundo de hoy. En una sociedad, en la que la técnica y la informática se desarrollan a un ritmo creciente y la gente se siente atraída por una infinidad de intereses, a menudo contrastantes, el hombre corre el riesgo de perder su centro, el centro de sí mismo. Al mostrarnos su Corazón, Jesús nos recuerda ante todo que allí, en la intimidad de la persona, es donde se decide el destino de cada uno, la muerte o la vida en sentido definitivo. Él mismo nos da en abundancia la vida, que permite a nuestro corazón, endurecido a veces por la indiferencia y el egoísmo, abrirse a una forma de vida más elevada.

El Corazón de Cristo Crucificado y Resucitado es la Fuente inagotable de gracia donde todo hombre puede encontrar siempre Amor, Verdad y Misericordia.

La Sangre de Cristo nos ha redimido. ¡Cuánta sangre se ha derramado injustamente en el mundo! ¡Cuánta violencia, cuánto desprecio por la vida humana!

Esta humanidad, a menudo herida por el odio y la violencia, necesita experimentar, hoy más que nunca, la eficacia de la Sangre Redentora de Cristo. La Sangre que no fue derramada en vano, sino que contiene en Sí toda la fuerza del Amor de Dios y es prenda de esperanza, de rescate y de reconciliación. Pero, para sacar de esta Fuente, es necesario volver a la Cruz de Cristo, fijar la mirada en el Hijo de Dios, en Su Corazón traspasado, en Su Sangre derramada.

Al pie de la Cruz estaba María, co-partícipe de la Pasión de Su Hijo. Ella ofrece su Corazón de Madre como refugio a todo el que busca perdón, esperanza y paz, como nos lo ha recordado la fiesta de su Corazón Inmaculado. María enjugó la Sangre de su Hijo Crucificado. A Ella le encomendamos la sangre de las víctimas de la violencia, para que sea rescatada por la que Jesús derramó para la salvación del mundo.

Juan Pablo II


Pensamientos


"Al Corazón de Jesús le agradan mucho los servicios de los pequeños y humildes de corazón, y paga con bendiciones sus trabajos"

"Amor, gloria y alabanzas sean dadas por siempre al Corazón de nuestro adorable Salvador, que es todo amor, todo amoroso y todo amable"

"Cuando te levantes, entra en el Sagrado Corazón de Jesús y conságrale tu cuerpo, tu alma, tu corazón y tu ser por completo, para solamente vivir por su amor y gloria"

"El Corazón de Jesús os pide confianza en su bondad para que experimentéis la dulzura y fuerza de su asistencia en vuestras necesidades, la cual irá siempre al paso de la confianza"

"Entra en este Sagrado Corazón como convidado al banquete de amor de tu único y perfecto amigo, que quiere embriagarte con el deleitoso vino de su puro amor"

"¡Cuan obligados estáis al Sagrado Corazón de nuestro buen Maestro, que tanto os ama! Amadle a Él en retorno con todo el amor de que sois capaces y tributadle toda bendición y toda gloria"

"Si obras, sea tan sólo por los impulsos del Corazón de Jesús; muere en silencio delante de Él a todo lo que es natural o humano"

"Solo el corazón humilde puede entrar en el Sagrado Corazón de Jesús, conversar con Él, amarle y ser amado de Él"

"Yo clamo al Sagrado Corazón de mi amadísimo Jesús, que es mi único tesoro, que te regale de la abundancia de su puro amor"

"Que el Sagrado Corazón logre en ti todos sus designios y que Él sea tu fortaleza, para que tú puedas con valentía cargar el peso de tus responsabilidades"

Autora:
Santa Margarita Maria de Alacoque


Meditación breve


La gran promesa del Sagrado Corazón

"Y Yo te prometo, - dijo el Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque-, que mi Amor Todopoderoso concederá, a todos aquellos que comulguen nueve primeros viernes de mes consecutivos, la gracia de la penitencia final".
"Ellos, agregó, no morirán en mi desgracia ni sin haber recibido los Santos Sacramentos, ¡Mi Divino Corazón será su refugio seguro en esos últimos momentos!"
¿Cómo se han de hacer las nueve comuniones? En nueve meses seguidos, con la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la gracia de la perseverancia final.
"Vengan a Mí todos los que están afligidos y agobiados y yo los aliviaré".

Fundación Hijos del Corazón Inmaculado de María
www.hdelcorazondemaria.org


Pedidos de oración


Pedimos oración por las necesidades físicas, espirituales y materiales de nuestra lectora Dolores Cecilia A. G. que vive en El Salvador. Que en este día en que conmemoramos al Sagrado Corazón de Jesús, sea Él su apoyo y su fuerza permanente. Así sea.


Pedimos oración por la salud del señor José Pastor H. R., de 90 años de edad, que está internado en el Hospital San José de Bogotá, Colombia, luego de haber sido operado del cerebro. Que el Señor Misericordioso lo ayude en los momentos difíciles que está pasando y acompañe a su familia.


Seguimos pidiendo oraciones por el niño Facundo, de 10 años de edad, de Misiones, Argentina, que luego del accidente sufrido el domingo pasado continúa en coma en terapia intensiva, aguardando el milagro de su recuperación. Que la Santísima Virgen interceda por él y acompañe a su familiares en tan angustiante momento.


Nuestra lectora Yrma B., que vive en la ciudad de Guatemala, nos pide oraciones por su familia y en particular por su esposo Fernando que hoy viernes tiene una entrevista de trabajo muy importante. Oramos por ellos.


Pedimos oración por Claudia Cristina S. que vive en Bogotá, Colombia, y es madre de dos pequeños hijos de ocho y cinco añitos. Ella está pasando un momento muy difícil por problemas legales y por ese motivo nos piden que oremos para que todo se esclarezca con la verdad y la justicia, llevando paz y tranquilidad a su familia.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Junio mes del Sagrado Corazón de Jesús


19.- Sed humildes de corazón

Cuando el Corazón de Jesús quiso enseñarnos algo de sí mismo, lo dijo con una sola frase: "Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón". Debe tener, pues, un gran esta humildad si Jesús la estimó de tal manera hasta anteponerla a todas las demás virtudes. Él recomienda la castidad, la caridad, la obediencia, pero ninguna de estas virtudes da el privilegio que da a la humildad con estas palabras: "Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón".
Los santos comprendieron bien esta sublime doctrina y no buscaron la santidad sino por medio de la humildad, persuadidos de que la humildad es el fundamento de todas las virtudes, el principio de toda gloria. La misma Virgen confiesa haber recibido insignes favores del Señor porque Él vio " la humildad de su esclava".

Web Católico de Javier


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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