miércoles, 17 de junio de 2009

Pequeñas Semillitas 0758

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0758 ~ Miércoles 17 de Junio de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
¡Vive el día de hoy con optimismo y entusiasmo! Se consciente de que eres un ser extraordinario.
Sé un optimista tenaz, para que veas el día de hoy como una oportunidad más de disfrutar la vida con espíritu alegre y con la esperanza activa de decidir ser, en el futuro inmediato, la persona exitosa y feliz que mereces ser.
Ser optimista es ser realista soñando lo mejor, mientras haces todo lo posible por hacer realidad lo que sueñas.


La Palabra de Dios : Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
»Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará».
(Mateo 6, 1-6.16-18)

Comentario
Hoy, Jesús nos invita a obrar para la gloria de Dios, con el fin de agradar al Padre, que para eso mismo hemos sido creados. Así lo afirma el Catecismo de la Iglesia: «Dios creó todo para el hombre, pero el hombre fue creado para servir y amar a Dios y para ofrecerle toda la creación». Éste es el sentido de nuestra vida y nuestro honor: agradar al Padre, complacer a Dios. Éste es el testimonio que Cristo nos dejó. Ojalá que el Padre celestial pueda dar de cada uno de nosotros el mismo testimonio que dio de su Hijo en el momento de su bautizo: «Éste es mi Hijo amado en quien me he complacido» (Mt 3,17).
La falta de rectitud de intención sería especialmente grave y ridícula si se produjera en acciones como son la oración, el ayuno y la limosna, ya que se trata de actos de piedad y de caridad, es decir, actos que —per se— son propios de la virtud de la religión o actos que se realizan por amor a Dios.
Por tanto, «cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial» (Mt 6,1). ¿Cómo podríamos agradar a Dios si lo que procuramos de entrada es que nos vean y quedar bien —lo primero de todo— delante de los hombres? No es que tengamos que escondernos de los hombres para que no nos vean, sino que se trata de dirigir nuestras buenas obras directamente y en primer lugar a Dios. No importa ni es malo que nos vean los otros: todo lo contrario, pues podemos edificarlos con el testimonio coherente de nuestra acción.
Pero lo que sí importa —¡y mucho!— es que nosotros veamos a Dios tras nuestras actuaciones. Y, por tanto, debemos «examinar con mucho cuidado nuestra intención en todo lo que hacemos, y no buscar nuestros intereses, si queremos servir al Señor» (San Gregorio Magno).
Rev. D Antoni Carol i Hostench (Sant Cugat del Vallès-Barcelona, España).


Santoral Católico

San Gregorio Barbarigo, obispo de Padua

San Gregorio nació en Venecia en 1625. Al cumplir los veinte años fue escogido por el gobierno veneciano como acompañante del embajador Luigi Contarini, al famoso Congreso de Munster, donde los representantes de Alemania, Francia y Suecia, firmaron el tratado de Westfalia, el 24 de octubre de 1648, y así pusieron fin a la guerra de Treinta Años.

En 1657, el Papa Alejandro VII, le nombró obispo de Bérgamo y en 1660, le consagró cardenal; cuatro años más tarde, fue transferido al obispado de Padua. Era benigno y misericordioso, su piedad se mostraba sobre todo a los que sufrían o estaban en desgracia.

Con el propósito de fomentar la cultura, fundó un colegio y un seminario que tuvieron gran renombre. A las dos instituciones las dotó con imprenta propia y una biblioteca bien surtida, particularmente con los escritos de los Padres de la Iglesia y los estudios sobre las Sagradas Escrituras.

San Gregorio Barbarigo murió el 15 de junio de 1697 y fue beatificado en 1761 y canonizado por S.S. Juan XXIII, el 26 de mayo de 1959.


Pensamiento


"Tener un sueño te inspirará cuando surjan los malos momentos… te ayudará a afrontarlos y superarlos, pondrá una melodía en tu corazón, pondrá brillo en tus ojos y llenará tu mundo con colores de esperanza"


Tema del día :
Celebraciones de la Vida


La mejor noticia que podemos recibir cada mañana, es la de que aún continuamos con vida; sin embargo, lo más probable es que esta mañana hayas abierto los ojos, te hayas levantado de la cama y no le hayas dado importancia al hecho de que aún estás vivo.

¿Cuál es la diferencia entre el vivir consciente de estar vivo, y el no vivir consciente de estar gozando del privilegio vivir?

La diferencia estriba en que cuando no estamos conscientes de estar vivos, no sabemos valorar la vida; en cambio, cuando si lo estamos, agradecemos infinitamente la gracia de vivir y disfrutamos cada uno de los instantes en que permanecemos con vida.

Asegurar, de acuerdo al adagio popular, que "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde", resulta demasiado fatalista.

Hay personas que sí saben que tienen el don invaluable de LA VIDA, y la disfrutan compartiéndola con los demás.

Sé tú de estas personas. No caigas en el error de "no saber lo que tienes hasta que lo hayas perdido"; resístete a formar parte de ese "nadie" que nunca supo que tenía vida, y por lo tanto, nunca supo valorarla.

Piensa por un momento cuál sería la reacción de una persona que hubiera perdido la vida ayer, y que, milagrosamente, hoy se le concede vivir de nuevo. Pero tú no tuviste que morir ayer para estar vivo hoy; sin embargo, ese regalo te ha sido concedido nuevamente, y no deja de ser el más maravilloso de cuantos hay.

Si te acostumbras a ver siempre el lado positivo de las cosas, en las dificultades te superarás con más facilidad; en los desaciertos, te sobrepondrás con voluntad; en las dudas, sabrás discernir con mayor seguridad; en los problemas, la solución te resultará más fácil; en los momentos de soledad, el pesimismo no te doblegará; en la enfermedad sabrás luchar con fe; ante el desprecio, tu ánimo no decaerá; en horas difíciles, una luz interior te guiará; y, por sobre todas las cosas, un bello mañana empieza hoy para ti y para mi y que poseemos LA VIDA.

Tomado de la red


Familia : El noviazgo


Un período pasajero pero vital para todo joven. Años en los que caen en el jardín de tu juventud muchos entusiasmos, proyectos, anhelos y sueños. Y como fruto de esas semillas surge la flor del amor. ¡Qué bonito!

Parece fácil cultivar esa flor, pero si contemplas hoy el inmenso jardín del mundo, de nuestra sociedad humana, encontrarás muchas flores marchitas, truncadas, muertas. ¡Qué lástima! Hablo de matrimonios separados y, a veces, rotos. Amores que han fracasado. ¿Por qué?

Aunque parezca extraño, el amor verdadero no es fácil. No valen unas palabras románticas y un puñado de promesas. Sé prudente, no construyas sobre tierra movediza, sobre sentimientos y emociones. Hoy sí, mañana no...

Durante el noviazgo te juegas tu propio futuro. No puedes tomarte las cosas a la ligera. Si te falla el amor, puedes arruinar tu vida. Y hay casos, desgraciadamente. Por eso, deberías tomar el noviazgo y todo lo que le concierne con cierta seriedad, como una escuela de amor -así lo ha escrito alguno- . Durante este tiempo te aconsejo que aprendas a amar, a dedicarte al otro u otra a costa de los mil y un sacrificios que esto comporte.

No te conformes con el amor barato. Ese amor es una estafa y tarde o temprano, te llevarás un gran chasco. Será difícil quitarte luego el mal sabor de boca y de alma. Experimentarás el vacío y la insatisfacción. Por favor, no cometas el error de reducir el amor al plano meramente físico. El amor es mucho más rico. Comprende sentimientos, emociones, inteligencia y voluntad. Un amor que abarca toda tu persona, no sólo tu cuerpo.

Si te quedas sólo con los sentimientos, te deseo una buena aventura, pues volarás como las hojas a merced del viento desde la cima de una preciosa montaña hasta el charco más sucio y frío.

Te doy algunos consejillos. Trata de conocer a quien amas. Este paso requiere tiempo. Si vas demasiado rápido te vas a estrellar. Cuando menos te lo esperes te chocarás con un árbol, con alguna sorpresa ingrata y a ver si sales ileso.

El segundo paso es para gigantes del amor. Para auténticos enamorados. Aceptarse y donarse al otro. No corras el riesgo de fundar tu amor, por ello, en la arena de los sentimientos y emociones. Pon en juego también tu inteligencia para conocer al otro y tu voluntad para donarte a él, pase lo que pase. Si construyes sobre arena, tu amor no resistirá ni un minúsculo y raquítico vientecillo, ni mucho menos, un huracán. ¿Y quién te dice que no vendrán?

No olvides que en esto te juegas tu felicidad. Que tu matrimonio no sea un sueño, una historia de amor entre el príncipe y la doncella más guapa del mundo. Pon los pies sobre la tierra no sea que te duela mucho la caída. Hay que conocer a fondo al otro para asegurar así la futura armonía, el éxito. Y un medio eficacísimo es el diálogo maduro.

La clave es vivir el noviazgo con los ojos puestos en el futuro, la familia, los hijos...

Autor: P. Clemente González
Fuente: Catholic.net


Meditación breve


A un grupo de chicos y adultos se les preguntó en un programa de televisión cuál es la mejor edad en la vida.
“Dos meses, porque te llevan en brazos, y te aman y te cuidan mucho”.
“Tres años, porque no tienes que ir a la escuela. Puedes hacer casi todo lo que quieres y juegas todo el tiempo”.
“Dieciocho años, porque ya terminaste el secundario puedes conducir un automóvil”.
“Veinticinco, porque tienes más entusiasmo”.
Una niña de tres años dijo: “La mejor edad es los veintinueve años, porque entonces puedes quedarte en casa, dormir y no hacer nada”.
“Cuarenta, porque estás en la cúspide de tu vida y tu vitalidad”.
“Cincuenta y cinco años, porque ya has cumplido con la responsabilidad de criar hijos y puedes disfrutar de la vida de los nietos”.
“Sesenta y cinco, porque puedes disfrutar la jubilación”.
La última persona, una señora mayor comentó: “Todas las edades son buenas, por lo tanto, disfruten la edad que tienen ahora”.


Pedidos de oración


Pedimos oración por tres personas de Neuquén, Argentina, que son: Clide, que ha tenido un accidente cerebro vascular, Bernarda, a la que han detectado un tumor y comienzan a estudiarla, y Clementina, por quien ya habíamos pedido anteriormente y nos dicen que está mejor. Encomendamos estas tres hermanas nuestras al Sagrado Corazón de Jesús.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Junio mes del Sagrado Corazón de Jesús


17.- Sembrar obras de bien

El Corazón de Jesús habló claro y fuerte: Toda la ley divina se compendia en los mandamientos: el amor a Dios y el amor al prójimo. Sin estos dos amores es imposible agradar al Señor, es imposible entrar en el cielo. Pocos comprenden bien en qué consiste el amor al prójimo. Si crees que amar al prójimo basta con no odiarlo, no hacerle mal, sólo crees a medias. No; esto será de buenos hombres, pero no de buenos cristianos. El amor es operativo y debe manifestarse haciendo aquello que queremos y deseamos se nos haga a nosotros. La prueba generosa de este amor viene dada por el ejercicio de las obras de misericordia.
Jesús tiene como hecho a sí mismo todo lo que se hace a los pobres en su nombre. Y cuando alguna persona está enferma, busca una media hora para visitarla, para darle una palabra de ánimo, para consolarla en sus dolores, para animarla a la paciencia, a la santa resignación a la voluntad de Dios.

Web Católico de Javier


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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