martes, 2 de junio de 2009

Pequeñas Semillitas 0743

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0743 ~ Martes 2 de Junio de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
La Buena Noticia no puede quedar encerrada detrás de ningún muro.
La misión de la comunidad, como la de Jesús, es liberar, dar paz, perdonar, amnistiar, dar vida, ser levadura, sal y luz.
Sólo hay vida en la comunidad cristiana cuando vibra con la misión Jesús, cuando arriesga con acciones liberadoras y es capaz de romper con viejas seguridades para emprender caminos nuevos. Siendo más sencilla, más auténtica, más comprometida, más igualitaria y más ilusionada con el Evangelio.
No se trata de convencer a nadie sobre la verdad de Dios sino de contagiar la felicidad que supone seguir los pasos de Jesús.


La Palabra de Dios : Evangelio del día


En aquel tiempo, enviaron a Jesús algunos fariseos y herodianos, para cazarle en alguna palabra. Vienen y le dicen: «Maestro, sabemos que eres veraz y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios: ¿Es lícito pagar tributo al César o no? ¿Pagamos o dejamos de pagar?».
Mas Él, dándose cuenta de su hipocresía, les dijo: «¿Por qué me tentáis? Traedme un denario, que lo vea». Se lo trajeron y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?». Ellos le dijeron: «Del César». Jesús les dijo: «Lo del César, devolvédselo al César, y lo de Dios, a Dios». Y se maravillaban de Él.
(Marcos 12, 13-17)

Comentario
Hoy, de nuevo nos maravillamos del ingenio y sabiduría de Cristo. Él, con su magistral respuesta, señala directamente la justa autonomía de las realidades terrenas: «Lo del César, devolvédselo al César» (Mc 12,17).
Pero la Palabra de hoy es algo más que saber salir de un apuro; es una cuestión que tiene actualidad en todos los momentos de nuestra vida: ¿qué le estoy dando a Dios?; ¿es realmente lo más importante en mi vida? ¿Dónde he puesto el corazón? Porque... «donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón» (Lc 12,34).
En efecto, según san Jerónimo, «tenéis que dar forzosamente al César la moneda que lleva impresa su imagen; pero vosotros entregad con gusto todo vuestro ser a Dios, porque impresa está en nosotros su imagen y no la del César». A lo largo de su vida, Jesucristo plantea constantemente la cuestión de la elección. Somos nosotros los que estamos llamados a elegir, y las opciones son claras: vivir desde los valores de este mundo, o vivir desde los valores del Evangelio.
Siempre es tiempo de elección, tiempo de conversión, tiempo para volver a “resituar” nuestra vida en la dinámica de Dios. Será la oración, y especialmente la realizada con la Palabra de Dios, la que nos vaya descubriendo lo que Dios quiere de nosotros. El que sabe elegir a Dios se convierte en morada de Dios, pues «si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él» (Jn 14,23). Es la oración la que se convierte en la auténtica escuela donde, como afirma Tertuliano, «Cristo nos va enseñando cuál era el designio del Padre que Él realizaba en el mundo, y cual la conducta del hombre para que sea conforme a este mismo designio». ¡Sepamos, por tanto, elegir lo que nos conviene!
Rev. D. Manuel Sánchez Sánchez (Sevilla, España)


Santoral Católico

Santos Marcelino y Pedro, mártires



Marcelino y Pedro se encuentran entre los Santos romanos que se conmemoran diariamente en el canon de la Misa. Marcelino era sacerdote en Roma durante el reinado de Diocleciano, mientras que Pedro según se afirma, ejercía el exorcismo. Uno de los relatos que habla de la "pasión" de estos mártires, cuenta que fueron aprehendidos y arrojados a la prisión, donde mostraron un celo extraordinario en alentar a los fieles cautivos y catequizar a los paganos. Marcelino y Pedro, fueron condenados a muerte por el magistrado Sereno o Severo, quien ordenó que se les condujera en secreto a un bosque llamado Selva Negra para que nadie supiera el lugar de su sepultura.

Allí se les cortó la cabeza. Sin embargo, el secreto se divulgó, tal vez por el mismo verdugo que posteriormente se convirtió al Cristianismo. Dos piadosas mujeres exhumaron los cadáveres y les dieron correcta sepultura en la catacumba de San Tiburcio, sobre la Vía Lavicana. El emperador Constantino mandó edificar una Iglesia sobre la tumba de los mártires y, en el año 827, el Papa Gregorio IV donó los restos de estos Santos a Eginhard, hombre de confianza de Carlomagno, para que las reliquias fueran veneradas.

Finalmente, los cuerpos de los mártires descansaron en el monasterio de Selingestadt, a unos 22 km. de Francfort. Durante esta traslación, cuentan algunos relatos, ocurrieron numerosos milagros.


Pensamiento


"De los medios de comunicación en este mundo tan codificado con Internet y otras navegaciones, yo sigo prefiriendo el viejo beso artesanal que desde siempre comunica tanto"
Mario Benedetti


Tema del día : Hoy...


Hoy me enfrentaré a la vida con la convicción de que este día jamás volverá.

Hoy es la última oportunidad que tengo de vivir intensamente, pues nadie me asegura que mañana volveré a amanecer.

Hoy tendré la audacia de no dejar pasar ninguna oportunidad. Mi única alternativa es la de triunfar.

Hoy invertiré mi recurso más importante: mi tiempo, en la obra más trascendental: mi vida.

Hoy cada minuto lo realizaré apasionadamente para hacer de éste un día diferente y único en mi vida.

Hoy desafiaré cada obstáculo que se me presenta con la fe de que venceré.

Hoy seré la resistencia al pesimismo y conquistaré al mundo con una sonrisa, con la actitud positiva de esperar siempre lo mejor.

Hoy haré de cada tarea ordinaria una expresión sublime.

Hoy tendré los pies en la tierra comprendiendo la realidad y la mirada en las estrellas para inventar mi porvenir.

Hoy tendré tiempo de ser feliz y dejaré mi huella y mi presencia en el corazón de los demás.

Hoy, te invito a empezar un tiempo nuevo en el que soñemos que es posible cuanto nos proponemos y lo realicemos con alegría y dignidad.


Historias :
Compartir lo provisorio


Allá en las chacras se vivía prácticamente a la intemperie. No nos defendíamos demasiado de las realidades ni del clima. Más bien compartíamos el ritmo de las cosas; y por supuesto de las personas.

La noche nos encerraba a todos en los pequeños charcos de luz que creaban nuestras lámparas. Lo mismo que las aves acuáticas se reúnen en sus charcos cuando las atropella la sequía. La lluvia también era compartida por todos; para todos era un tiempo de recogimiento bajo techo dejando suceder lo que era imposible conjurar. También se vivía compartiendo los mismos gestos de la primavera, y las mismas humillaciones del verano o del invierno.

Porque cuando se vive a la intemperie uno no puede hacer provisión de clima. Se vive el clima del momento con intensidad y compartiéndolo, sin reservarse de él nada para el día siguiente. Tal vez lo único que se guardaba de un acontecimiento, bueno o malo, era el recuerdo de haberlo compartido y la capacidad de evocarlo en futuros reencuentros.

Y lo que sucedía con los acontecimientos, sucedía también con los alimentos. Sobre todo con aquellos más primitivos, que provenían de la caza y de la pesca. Porque en las chacras abundaban las palomas, sobre todo cuando el lino era chiquito, o luego de la desgranada del maíz, o para cuando el girasol empezaba a madurar. Casi siempre cuando se escopeteaba la bandada, solían caer más palomas de las que nosotros podíamos aprovechar. Y como no teníamos la posibilidad de conservarlas, y además era un orgullo el haber tenido buena puntería el resto se mandaba a los vecinos. Y allá íbamos los chicos, hacia distintos rumbos, llevando cada uno un par de palomas gordas, con la esperanza de recibir propina. Y volvíamos luego a nuestro territorio con el orgullo de todo embajador.

Los lunes la embajada venía del arroyo. Sábado y domingo, Don Pablo los pasaba en la isla o en el monte. Su razón de compartir era mucho más urgente, porque el pescado de los arroyos del norte hay que comerlo fresco. A veces, en lugar del par de pescados chicos sacados a línea y anzuelo, solía venir con un trozo de pescado de los grandes, de esos que traen acollarado el relato de la hazaña. Y si la embajada no venía, todos compartíamos en silencio el fracaso vivido ese fin de semana por Don Pablo.

Lo mismo sucedía cuando para el invierno se carneaba el chancho. En eso del dar y el recibir, todos los vecinos comíamos presas frescas de las sucesivas carneadas. Y todos participábamos del esfuerzo o de la habilidad de todos. Sentíamos como una especie de alegría de familia grande que nos hacía compartir penas, alegrías, trabajos y fracasos.

Ahora todo aquello ha cambiado. Casi todos han comprado una heladera. En cada chacra se dispone de una pequeña geografía polar que permite conservar los alimentos perecederos. Lo que antes se compartía, ahora se conserva. Y así Don Pablo se condenó en los últimos años de vida a comer siempre pescado: fresco los lunes, semifresco los martes, y partir del miércoles, pescado conservado. (Lo que no dejaba de encerrar un peligro.) Y ya nadie supo nada de sus éxitos y de sus fracasos. Lo que hizo que para él mismo la pesca perdiera mucho de su encanto. Y también para nosotros en eso de cazar palomas.

Desde que hemos optado por la heladera, nuestra alimentación y nuestra vida en las chacras ha perdido mucho de su variedad, de su capacidad de sorpresa, de ese sentimiento de totalidad que creaba el compartir. Nos defendemos mejor contra el clima y la intemperie, sí. Pero nos estamos volviendo menos hombres.

Mamerto Menapace
Monje Benedictino



Meditación breve


Este puede ser un momento en la vida en que yo parezca estar a la deriva, sacudida por las olas de un lado a otro como barco en la tormenta. Hasta puedo pensar que no hay salida para los desafíos que me acosan. Sin embargo, la fe en Dios me asegura que siempre hay una salida, pues sé que con Dios nada es imposible.
En cualquier tiempo de duda o confusión dirijo mis pensamientos a Dios y confío mi vida y mis asuntos a Su amor infinito, su sabiduría y poder.
Dios es mi ayuda en toda necesidad; juntos, él y yo podemos capear cualquier temporal. Sé, sin lugar a dudas, que tengo un refugio en Dios, un refugio seguro donde estoy protegida y en paz
Cuando descanso en el amor infinito de Dios, me siento elevada; nada puede alterar la serena paz de mi alma.
Mi fe es inconmovible, ya que está anclada en Dios.
Gra Baq


Pedidos de oración


Pedimos oración por nuestra lectora Mariela S. O., que vive en Formosa, Argentina, y que junto con otras personas de su provincia están haciendo un esfuerzo por luchar contra un mal de nuesto tiempo: la obesidad. Invito a los lectores a apoyar a estas queridas personas con el poder de la oración hecha con mucha fe para que el Señor les conceda la fuerza necesaria para poder controlar esta afección que pone en peligro la salud.



Pedimos oración por el señor Enrique B. que está internado en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, por infección en una prótesis de cadera, siendo su estado delicado. Su esposa Elba es lectora diaria de este boletín. Unimos nuestra oración pidiendo por su pronta recuperación, sabiendo que la oración hecha con fe siempre es atendida en el cielo.



Pedimos oración por el señor Gustavo G. de 50 años de edad, de Rosario, Argentina, que hace unos años sufrió un accidente de tránsito con graves consecuencias en su rostro que debió ser reconstruído y ha quedado con secuelas importantes y muy molestas que le perturban gravemente su calidad de vida. Que Dios Nuestro Señor lo acompañe en este doloroso proceso de rehabilitación y le conceda la gracia de superar con bien estas secuelas.



Pedimos oración por la salud de Jorge Alberto A. T. que es un apreciado lector de esta página radicado en Comas, Lima, Perú. Que el Señor de los Milagros, a cuya Parroquia concurre este hermano, le conceda la gracia de una buena salud física y espiritual.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Junio mes del Sagrado Corazón de Jesús


Día 2.- Fuente de salvación

En cada página del evangelio, el Corazón de Jesús habla de la fe. Por la fe Jesús cura las almas, sana los cuerpos y resucita a los muertos. Cada uno de los milagros es el fruto de la fe; cada palabra suya es una incitación a la fe
La fe es necesaria como el pan que comes, como el aire que respiras. Con la fe eres todo; sin la fe no eres nada. Con frecuencia nuestra fe es lánguida como una llama a punto de extinguirse.
Cuando en los campos, en las casas, en las oficinas, en las tiendas, se mofan de tu fe ¿sientes el coraje de defenderla sin sonrojarte, sin respeto humano? Cuando las pasiones te asaltan ferozmente ¿Te acuerdas que con un acto de fe resultas invencible porque Dios combate por ti y contigo?
Web Católico de Javier


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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