domingo, 29 de abril de 2018

Pequeñas Semillitas 3645

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3645 ~ Domingo 29 de Abril de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
El Evangelio según san Juan nos es muy conocido hoy y nadie pone en duda que este texto, como los otros tres evangelios, lee a su manera la fe auténtica de las primeras generaciones cristianas. La revelación de Jesús como el Hijo de Dios tiene visiblemente un lugar de elección.
Tradicionalmente, la viña representaba al pueblo de la promesa. “La viña que extrajiste de Egipto, expulsaste pueblo y la plantaste” (Salmo 80,9). “Israel era una viña lujuriante que daba muchos frutos” (Oseas 10, 1). “Te ha plantado como una viña de elección” (Jeremías 2, 21).
¿Qué imagen tiene Juan en su mente? Jesús es toda la viña. En el pueblo de la Nueva Alianza, cada una de las ramas comparte la vida del Resucitado, como los miembros de su Cuerpo, y si alguien se separa del Cuerpo de Cristo, de esta viña que es la Iglesia, no tiene vida y no produce nada para la vida eterna. Hay que estar unido a la viña.
P. Felipe Santos SDB

¡Buenos días!

Señor, tú que llamaste
Te ofrezco hoy un hermoso himno que invita a levantar la mirada al inmenso cosmos donde se desplaza el planeta Tierra, como una bella nave azul poblada por los hijos de Dios. Esta contemplación es un gozoso llamado a permanecer fieles al amor de Dios que nos creó a su imagen y semejanza.

Señor, tú que llamaste del fondo del no ser todos los seres, prodigios del cincel de tu palabra, imágenes de ti resplandecientes; Señor, tú que creaste la bella nave azul en que navegan los hijos de los hombres, entre espacios repletos de misterio y luz de estrellas; Señor, tú que nos diste la inmensa dignidad de ser tus hijos, no dejes que el pecado y que la muerte destruyan en el hombre el ser divino. Señor, tú que salvaste al hombre de caer en el vacío, recréanos de nuevo en tu Palabra y llámanos de nuevo al paraíso.

Nada eleva tanto al hombre sobre las mezquindades de la vida como la capacidad de maravillarse. Los poetas tienen el talento de deslumbrarnos echando un vistazo nuevo sobre la realidad de todos los días. Esta vivencia exalta la alegría de vivir y ayuda a superar la acción desgastadora de la rutina. Relee y saborea los versos de hoy.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
»Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos». (Jn 15,1-8)

Comentario:
Hoy, el Evangelio presenta la alegoría de la vid y los sarmientos. Cristo es la verdadera vid, nosotros somos los sarmientos y el Padre es el viñador.
El Padre quiere que demos mucho fruto. Es lógico. Un viñador planta la viña y la cultiva para que produzca fruto abundante. Si nosotros montamos una empresa, querremos que rinda. Jesús insiste: «Yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto» (Jn 15,16).
Eres un elegido. Dios se ha fijado en ti. Por el bautismo te ha injertado en la viña que es Cristo. Tienes la vida de Cristo, la vida cristiana. Posees el elemento principal para dar fruto: la unión con Cristo, porque «el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid» (Jn 15,4). Jesús lo dice taxativamente: «Separados de mí no podéis hacer nada» (Jn 15,5). «Su fuerza no es sino suavidad; nada hay tan blando como esto, y nada como esto tan firme» (San Francisco de Sales). ¿Cuántas cosas has querido hacer sin Cristo? El fruto que el Padre espera de nosotros es el de las buenas obras, el de la práctica de las virtudes. ¿Cuál es la unión con Cristo que nos hace capaces de dar este fruto? La fe y la caridad, es decir, permanecer en gracia de Dios.
Cuando vives en gracia, todos los actos de virtud son frutos agradables al Padre. Son obras que Jesucristo hace a través tuyo. Son obras de Cristo que dan gloria al Padre y se convierten en cielo para ti. ¡Vale la pena vivir siempre en gracia de Dios! «Si alguno no permanece en mí [por el pecado], es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego (...) los echan al fuego y arden» (Jn 15,6). Es una clara alusión al infierno. ¿Eres como un sarmiento lleno de vida?
Que la Virgen María nos ayude a aumentar la gracia para que produzcamos frutos en abundancia que den gloria al Padre.
Rev. D. Joan MARQUÉS i Suriñach (Vilamarí, Girona, España)

Palabras de San Juan Pablo II
“Fe es elegir a Dios por encima de todas las cosas visibles; 
es adherirse a Él con toda el alma. 
La fe permite ver todas las cosas con la mirada de Dios. 
La fe y la razón son como dos alas con las cuales el espíritu humano 
se eleva hacia la contemplación de la verdad”

Predicación del Evangelio:
Sarmientos de la vid
“Permaneced en mí y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en  la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos” (Jn 15, 4-5)

La santidad en esta tierra no consiste en la ausencia de tentaciones, sino en tener las potencias ordenadas. No consiste incluso en no tener caídas, sino en levantarse siempre. Para la santidad es preciso luchar, esforzarse por hacer el bien, pero tampoco la santidad consiste esencialmente en el esfuerzo. La santidad consiste en estar unido a Cristo por la gracia.

Para esto es necesario buscar la voluntad de Dios y ponerla en práctica: creer y bautizarse, con todo lo que estas palabras encierran: cumplir los mandamientos, unirse a Cristo en los sacramentos y en la cruz de cada día. Vivir en estado de gracia, realizando obras buenas, especialmente recibiendo los sacramentos, pues en ellos nos revestimos de Cristo. Además la oración y la mortificación.

Por el bautismo hemos sido injertados en Cristo, como una rama en una cepa, y ahora somos como sarmientos suyos. Se puede decir que por las venas de nuestra alma circula la vida de Cristo, la vida sobrenatural.

Dios ha querido asociarnos a su vida eterna y feliz, pero es preciso realizar de vez en cuando una poda porque estamos sobrados de egoísmo y de todo lo que eso implica. Quitar ramas secas y hojarasca del «hombre viejo» para tener más savia joven, vida nueva del Espíritu.

¿Qué he de hacer, Señor, para identificarme contigo y vivir sólo de Ti? Acudiré con frecuencia a la Santa Misa venciendo mi comodidad; y me llegaré a Ti en el sacramento de la reconciliación cuando advierta que la avaricia, la ira, la sensualidad, etc., me hayan distanciado de Ti. Y lucharé contra las tentaciones, que Tú conoces, Señor, para no separarme nunca de Ti.

Madre nuestra, María, que en este mes de mayo te honramos y acudimos a tu protección; ayúdanos en nuestras peleas contra el enemigo que quiere que seamos sarmientos secos para el fuego eterno, y llévanos siempre a Jesús.
© Padre Jesús Martínez García

Nuevo vídeo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas

Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com 
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Este 29 de abril de 2018 (hoy), a la 3 de la tarde en punto, las naciones de Inglaterra, Escocia y Gales, se unirán en oración a través del Rosario, a lo largo de las costas británicas, como lo hicieron el año pasado, Polonia, Irlanda, Estados Unidos, etc. El objetivo es rezar por la fe y la paz del Reino Unido.
Proponiendo esta actividad, los organizadores se inspiraron de las Sagradas Escrituras. Como Josué atacando los muros aparentemente inexpugnables de Jericó, el 29 de abril de 2018, los fieles británicos se unirán en oración para derrumbar los muros del pecado y de la división que se propagan en todo el país.
¿Por qué el Rosario? Los organizadores responden: El Rosario se nos dio como un arma poderosa para combatir las tinieblas de nuestro tiempo y rezar por la paz de nuestro mundo. Los santos llamaron a Nuestra Señora, ‘el terror de los demonios’ y Jesús, nuestro Señor y Salvador, confió a cada persona y a nuestro mundo a sus cuidados maternales.
Nuestra fe nos enseña que es por el movimiento sobrenatural de la gracia y por la oración, invocando la poderosa intercesión de Nuestra Señora, que el mal es vencido, y la bondad y la paz son visiblemente restauradas entre los pueblos y las naciones.
Un minuto con María

Cinco minutos del Espíritu Santo
Abril 29
Hoy contemplamos lo que hizo el Espíritu en la vida de Santa Catalina de Siena. Por una parte, en ella vemos realizada la sabiduría de los sencillos, porque Catalina era una mujer analfabeta, sin formación, que llegó a explicar misterios profundos de la vida espiritual y fue capaz de sacar de sus errores a muchos pretendidos sabios de su época. La acción del Espíritu en quien se deja enseñar por él, produce la más alta sabiduría, e infunde en los aparentemente débiles un arrojo incomprensible. La humilde e inculta Catalina era capaz de dirigirse al Papa dándole consejos y de reprochar de frente las debilidades de los obispos.
Además, el hombre o la mujer donde obra el Espíritu, que se deja llevar en la existencia por el impulso de vida del Espíritu Santo, pierde el temor al desgaste que pueda ocasionarle su misión; ya no le tiene miedo al paso del tiempo, a la pérdida de energías, y cada vez experimenta una seguridad mayor, prueba "gozo y paz en el Espíritu Santo" (Romanos 14,17). Por la firme vitalidad que le ha ido dando el Espíritu con el paso de los años, "en la vejez seguirá dando fruto, y estará frondoso y lleno de vida" (Salmo 92,15).
La vida de Dios en nosotros nos hace experimentar, cuando una parte de nosotros se va desgastando, que hay otro nivel de vida que va creciendo: "Al cansado da vigor, y al que no tiene fuerzas le acrecienta la energía" (lsaías 40,29-31).
Es bueno que hoy pidamos al Espíritu Santo que derrame en nosotros esa sabiduría de los humildes y esa fortaleza de los santos que se dejan conducir por él.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.