jueves, 5 de abril de 2018

Pequeñas Semillitas 3621

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3621 ~ Jueves 5 de Abril de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Millones de católicos diariamente rezan la oración del Avemaría, a veces con prisa, sin pensar en lo que dicen. Sin embargo... ¡Esta oración es una mina de oro!
San Bernardo y muchos otros santos enfatizaron que María nunca se negó a escuchar las oraciones de sus hijos. ¿Por qué rechazar el amor y el consuelo que nos ofrece la dulce Madre de Dios?
Hugo Lammer era un cristiano convencido pero era un predicador violento contra la Iglesia Católica. Un día, se encontró con una explicación del Ave María que lo deleitó, y comenzó a rezarla todos los días. Entonces toda su animosidad anticatólica desapareció como por arte de magia. Se convirtió en sacerdote y profesor de teología católica en Breslau (Wroclaw, en alemán Breslau, una ciudad de Silesia, Polonia).
Hay miles de historias similares: un sacerdote está cerca de un hombre que muere desesperado debido a sus pecados y falta de fe. El hombre se niega a confesarse. El sacerdote consigue que rece al menos un Ave María. Poco después, el infeliz hace una confesión sincera y muere en la gracia de Dios. 

¡Buenos días!

Irradiar la propia luz
“Si puedes ser una estrella en el cielo, sé una estrella en el cielo. Si no puedes ser una estrella en el cielo, sé una hoguera en la montaña. Si no puedes ser una hoguera en la montaña, sé una lámpara en tu casa”. El Señor te ha regalado la luz de la fe para iluminar a tu alrededor, con el ejemplo y con la palabra. La Reina de la Paz te anima a irradiar tu amor y tu fe con decisión.

“¡Queridos hijos! En sus vidas, todos ustedes han experimentado momentos de luz y de tinieblas. Dios concede a cada hombre reconocer el bien y el mal. Yo los invito a llevar la luz a todos los hombres que viven en tinieblas. Cada día llegan a sus casas personas que están en tinieblas. Queridos hijos, denles ustedes la luz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

Cuando das un buen ejemplo o dices una buena palabra, algo comienza a pasar. Es como tirar una piedra en un lago tranquilo. Pequeñas ondas van generando círculos concéntricos hasta morir en las playas. Conviene que lo pienses para animarte a irradiar tu propia luz. Tendrás el mérito de haber alentado a otros por el camino correcto.
* Enviado por el P. Natalio

¡Feliz cumpleaños Padre Natalio!
Enviamos un gran saludo al Padre Natalio (sacerdote salesiano),
colaborador diario de "Pequeñas Semillitas" con sus ¡Buenos días!,
que hace tres días ha cumplido 90 años de fecunda vida,
y fue agasajado por amigos, compañeros salesianos y colaboradores.
¡Felicidades y bendiciones querido Padre Natalio!

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, los discípulos contaron lo que había pasado en el camino y cómo habían conocido a Jesús en la fracción del pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando Él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros». Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. Pero Él les dijo: «¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo». Y, diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: «¿Tenéis aquí algo de comer?». Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. Lo tomó y comió delante de ellos.
Después les dijo: «Éstas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: ‘Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí’». Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, y les dijo: «Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas». (Lc 24,35-48)

Comentario:
Hoy, Cristo resucitado saluda a los discípulos, nuevamente, con el deseo de la paz: «La paz con vosotros» (Lc 24,36). Así disipa los temores y presentimientos que los Apóstoles han acumulado durante los días de pasión y de soledad.
Él no es un fantasma, es totalmente real, pero, a veces, el miedo en nuestra vida va tomando cuerpo como si fuese la única realidad. En ocasiones es la falta de fe y de vida interior lo que va cambiando las cosas: el miedo pasa a ser la realidad y Cristo se desdibuja de nuestra vida. En cambio, la presencia de Cristo en la vida del cristiano aleja las dudas, ilumina nuestra existencia, especialmente los rincones que ninguna explicación humana puede esclarecer. San Gregorio Nacianceno nos exhorta: «Debiéramos avergonzarnos al prescindir del saludo de la paz, que el Señor nos dejó cuando iba a salir del mundo. La paz es un nombre y una cosa sabrosa, que sabemos proviene de Dios, según dice el Apóstol a los filipenses: ‘La paz de Dios’; y que es de Dios lo muestra también cuando dice a los efesios: ‘Él es nuestra paz’».
La resurrección de Cristo es lo que da sentido a todas las vicisitudes y sentimientos, lo que nos ayuda a recobrar la calma y a serenarnos en las tinieblas de nuestra vida. Las otras pequeñas luces que encontramos en la vida sólo tienen sentido en esta Luz.
«Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí...»: nuevamente les «abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras» (Lc 24,44-45), como ya lo había hecho con los discípulos de Emaús. También quiere el Señor abrirnos a nosotros el sentido de las Escrituras para nuestra vida; desea transformar nuestro pobre corazón en un corazón que sea también ardiente, como el suyo: con la explicación de la Escritura y la fracción del Pan, la Eucaristía. En otras palabras: la tarea del cristiano es ir viendo cómo su historia Él la quiere convertir en historia de salvación.
Rev. D. Joan Carles MONTSERRAT i Pulido (Cerdanyola del Vallès, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Vicente Ferrer
Presbítero

Nació en Valencia (España) el año 1350. En 1367 ingresó en la Orden de Predicadores. Se ordenó de sacerdote en 1379 y poco después lo nombraron prior de su convento. Fue confesor, capellán y penitenciario de Benedicto XIII. Enseñó teología, pero sobre todo dedicó su vida a la difusión del mensaje evangélico, no sólo entre los cristianos, sino también entre los judíos, los musulmanes y los herejes, cátaros o valdenses, recorriendo los pueblos de España y los de varias naciones europeas. Como predicador arrastró grandes masas de pueblo y produjo mucho fruto, tanto en la defensa de la verdadera fe como en la reforma de las costumbres. Trabajó por la solución del cisma de Occidente. Intervino como mediador o pacificador en graves conflictos de soberanos o naciones, como sucedió en el llamado Compromiso de Caspe referente a la sucesión en la corona aragonesa. Dejó varios escritos entre los que destaca su Tratado de la vida espiritual. Murió en Vannes (Francia) el 5 de abril de 1419.
Oración: Dios todopoderoso, tú que elegiste a san Vicente Ferrer ministro de la predicación evangélica, concédenos la gracia de ver glorioso en el cielo a nuestro Señor Jesucristo, cuya venida a este mundo, como juez, anunció san Vicente en su predicación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano - Aciprensa    

Pensamiento del día

“Cuando todas las almas de los poetas se juntan,
son como una paloma blanca
llevando un mensaje de paz alrededor del mundo,
esa es la misión del escritor: hacer un mundo mejor”.
-Palmira Ortiz-

Temas Médicos:
Tabaquismo y cáncer
Claudia Delgado relata cómo logró sobrevivir tras 240 días de hospitalización y varias cirugías. Claudia Delgado sigue amando su trabajo, pero entendió que “no puede ser una mujer maravilla”.

En 2017 cumplí tres años de recuperación de una historia de más de 240 días de hospitalización luego de una nefrectomía izquierda y un trombo isquémico. En otros términos, mis intestinos se murieron y, si yo quería seguir con vida, me los tenían que cortar. Tengo la mitad en vías digestivas que cualquier ser humano. Un trombo al que muy pocos sobrevivimos. Normalmente, los humanos tenemos entre 5 y 11 metros de intestino delgado, que se divide en tres partes: duodeno, yeyuno e íleon, y el intestino grueso, que tiene entre 1 y 1,5 metros. Luego del trombo quedé con 95 centímetros de intestino delgado, 50 del grueso y un riñón. Hoy son el ejercicio y los buenos hábitos alimentarios y de vida los que me mantienen sana.

Durante más de 30 años fumé, tomé bebidas alcohólicas, comí sin control y no hice ejercicio porque nada de eso me interesaba. Y a todo esto le sumo los excesos en el trabajo, los trasnochos y vivir sin saber decir no. En conclusión, todo un cóctel para que el cuerpo me pasara una carísima cuenta de cobro. Siempre fui la ‘mujer maravilla’, incapaz de no cumplirles a mi trabajo o a mis amigos.

En octubre del 2013 me encontraron un tumor cancerígeno encapsulado en el riñón izquierdo, y me lo sustrajeron el 28 de febrero del 2014. A los tres días y ya de alta en mi casa, un intenso dolor de estómago no me dejó pasar la noche. Ya en la madrugada, de vuelta al hospital y a urgencias, solo recuerdo cuando la enfermera dijo: “Nos vamos”. Y nos fuimos literalmente. Pasaron varios días en una UCI y de allí, a una sala de cirugía.

El resultado: siete cirugías por un trombo isquémico. El cirujano que tuvo el caso, mi angelito, tuvo que tomar la decisión de cortarme mis intestinos, lavarme mis vías digestivas y reconstruir mi válvula ileocecal para que yo viviera. Luego de esa dura semana, cuando toda mi vida se daba por perdida, regresé y me quedé.

Pasados ocho días, volví en mí y estuve en la UCI durante dos meses para luego pasar a una habitación con cero contacto con el mundo externo por cualquier infección o bacteria. Perdí primero un riñón y luego, mi intestino delgado, la mitad del colon, tuve colostomía nueve meses, comida parenteral (por catéter) y todo lo que conlleva la pérdida de control sobre tu cuerpo mientras este se recupera y la albúmina te permite una reconexión para iniciar con una rehabilitación intestinal que evite, hacia el futuro, un trasplante de intestinos, acto quirúrgico muy poco probable de pasar. Entré a un hospital por primera vez en mi vida ese 28 de febrero; cerré los ojos siendo yo y cuando los volví a abrir, el 8 de marzo, era otra: llena de tubos, amarrada, sin poder hablar y muy débil. Solo observaba a los enfermeros que me bañaban en el mismo lugar donde dormía y me sacaban sangre tres veces. Hoy no voy a hospitales, me protejo de cualquier tipo de germen o virus.

Me enseñaron desde el primer día a valerme por mí misma por más enferma que estuviera, a no compadecerme, a luchar. Lo más difícil del proceso fue cuando se me bajaron los nutrientes y electrolitos y perdí cualquier control que tenía sobre mí. Mi cabeza solo daba vueltas; es como un vértigo permanente e intenso. Ese día fue el más duro de todos. Tuve que volver a una UCI otro mes, ver y sentir cómo te punzan las arterias –lo máximo en dolor– Estuve hospitalizada en Bogotá hasta julio, y por pasar a ser una paciente posiblemente trasplantada me remitieron al San Vicente de Paúl, en Rionegro (Antioquia), donde me devolvieron la sonrisa.

Volver a nacer
El día de la cirugía de reconexión, en septiembre, mi cirujano, al despertarme de la anestesia, se acercó a mi oído y me dijo: “La felicito, me encontré 35 centímetros de intestino delgado, quedó con 95; con eso vive de por vida, no necesita trasplante”. Y yo lo único que hacía era mirarlo y llorar porque se había acabado ese año tan tenaz. Y ese día empezó mi nuevo ciclo de vida, más humana y más frágil. Ya no era ‘mujer maravilla’.

El día que me dieron de alta del hospital, los médicos me lo dijeron claramente: “Vuelves a controles, pero tú eres tu médico. Tienes que aprender a conocer qué te sienta bien y qué no; y si no quieres volver a enfermarte nunca, el ejercicio será tu mejor amigo”. En total, fueron 240 días en los que estuve hospitalizada y en UCI.

Y así ha sido. Regresé a mi casa a recuperar mi vida luego de nueve meses: mi espacio, mi perro fiel, Simón, mi trabajo y especialmente mi cuerpo. Con 55 kilos, desnutrida, sin visión, sin pelo, sin uñas, con la piel levantada por tantos químicos, así empezó la operación recuperación. Fui a la peluquería, donde me cortaron las mechitas que habían quedado y me pintaron el pelo. Ampolletas, proteínas y una buena mano en la tijera hicieron que en un año tuviera un pelo nuevo y hasta más fuerte.

Masajes en piernas y brazos diarios y, oh sorpresa: ¡Gimnasio! Por primera vez en mi vida pagué una inscripción para usarla (muchas veces las dejé perder), y así empezó el inicio de una serie de hábitos que me mantienen fuerte y sana.

Sesenta minutos de ejercicio diario, comida muy saludable, cero salsas ni condimentos en las comidas, cero grasas ni lácteos. Todo limpio, a la plancha o a la parrilla y, sobre todo, nunca mezclar con líquidos las comidas para una buena digestión. No dulces. Y no saben lo difícil que es decirle no a un arequipe.

¿Pecados? ¡Claro! ¿El trago? Muy poco, y lleno de agua. Mi proceso es distinto, y quedo borracha con nada.

Hoy veo mi mundo con otra perspectiva, pero, sobre todo, muy agradecida con la vida por regalarme esta segunda oportunidad; la confianza en mí y la actitud que siempre tuve ante mi lenta enfermedad me ayudaron mucho. Profesionalmente exitosa, con un trabajo que adoro y me emociona, una familia invaluable, amigos por todas partes del mundo preocupados por mi bienestar y Simón, mi amigo fiel, esperándome en casa. Paciencia, fortaleza y fe. Mi máxima.

Yo casi me muero, mis amigos y mis familiares me lloraron, se prepararon para mi velorio. Pero aquí estoy yo. Más viva que nunca.

El tabaquismo y el cáncer
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaquismo es el factor de riesgo evitable, que por sí solo provoca más muertes por cáncer en todo el mundo, ya que causa cerca del 22 por ciento de los decesos anuales.

El humo de tabaco genera muchos tipos de cáncer distintos, como los de pulmón, esófago, vejiga, páncreas, estómago, cuello del útero, laringe (cuerdas vocales), boca, garganta, riñón –como el que padeció Claudia Delgado quien reconoce que fumó durante más de 30 años–.

Al menos un tercio de todos los casos de cáncer pueden prevenirse con hábitos saludables.
Fuente: “El Tiempo” de Colombia

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Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para las siguientes personas: Beatriz P. (50 años, Colombia), con neumonía; Kay N. (67 años, griega radicada en Canadá), extirpación de tiroides; María P. (76 años, Toronto, Canadá), tuvo accidente cerebro vascular; Violeta E. (70 años, Miami, USA) por sanación de cuadro depresivo; Ana A., (60 años, Argentina) por liberación para ella y sus hijos; Kelley (59 años, Canadá), con lesión en la columna por una caída; Stefi y Franco (Argentina) por sus intenciones particulares; otro Franco, (no dan la nacionalidad), por trabajo  y liberación; Giancarlo P. (34 años, Toronto, Canadá), por trabajo digno con ingresos que le aseguren un futuro; Juan Francisco R.S. (33 años, venezolano en Perú), hipoacúsico severo, salud y trabajo; y finalmente por mejora de trabajos para B.E. y  K.E., de Ajax, Canadá, lo mismo que salud general. 

Pedimos oración para Karina, de España, que pronto será operada para extirpar miomas. Que la Virgen de Lourdes, de la que es muy devota, la proteja y la acompañe para que la cirugía sea exitosa.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos del Espíritu Santo
Abril 5
"Ven Espíritu Santo. Sin ti no hay vida que valga la pena.
Por eso, desde mis dudas, temores, cansancios y debilidades quiero invocarte.
Ven, Espíritu Santo, a regar lo que está seco, ven a fortalecer lo que está débil, ven a sanar lo que está enfermo.
Transfórmame, restáurame, renuévame con tu acción íntima y fecunda.
Desde mi pequeñez me convierto en mendigo confiado de tu auxilio.
Te suplico que vengas a sanarme del egoísmo, de la comodidad, del individualismo.
Libérame de las esclavitudes que enfrían el entusiasmo misionero, para que pueda evangelizar con alegría y coraje inagotable. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández

FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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