martes, 10 de abril de 2018

Pequeñas Semillitas 3626

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3626 ~ Martes 10 de Abril de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
«¡Oh Jesús! Ayúdame a esparcir tu fragancia adondequiera que vaya. Inunda mi alma de tu esperanza y vida. Penetra en mi ser y aduéñate de tal manera de mí que mi vida sea irradiación de la tuya. Ilumina por mi medio y toma posesión de mí de tal manera que cada alma con la que entre en contacto pueda sentir tu presencia en mí.
Que no me vean a mí, sino a Ti en mí. Permanece en mí de manera que brille con tu luz y que mi luz pueda iluminar a los demás. Toda mi luz vendrá de Ti, Jesús. Ni siquiera el rayo más leve será mío. Tú, por mi medio, iluminarás a los demás. Pon en mis labios la alabanza que más te agrada, iluminando a otros a mi alrededor. Que no te pregone con palabras sino con el ejemplo de mis actos, con el destello visible del amor que de Ti viene a mi corazón. Amén»
Cardenal Newman

¡Buenos días!

Oasis de paz
La experiencia y la Palabra de Dios nos aseguran que vivimos en medio de influencias tanto negativas como positivas. Existe el instigador al mal, existen los que se dejan poseer por el odio y la perversidad. Y estas malas ondas vibran a nuestro alrededor y nos quieren envolver en sus redes. Pero hay una fuerza poderosa que te protege: la oración humilde y confiada a Dios. Escucha este dulce mensaje de la Reina de la Paz:

 “¡Queridos hijos! Ustedes saben que yo les he prometido un oasis de paz. Pero no saben que junto al oasis está el desierto, donde acecha Satanás y trata de tentarlos a cada uno de ustedes. Queridos hijos, sólo con la oración ustedes serán capaces de vencer toda influencia de Satanás en el lugar donde viven. Yo estoy con ustedes, pero no puedo privarlos de su libre voluntad. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

Alexis Carrel, premio Nobel de Medicina, escribió acertadamente: “Un constante y silencioso milagro acontece, a cada hora, en los corazones de hombres y mujeres que han descubierto, con asombro, que la oración los enriquece con una continua corriente de fortaleza que los sostiene en sus vidas cotidianas”. Busca en la oración fortaleza contra el mal.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: «No te asombres de que te haya dicho: ‘Tenéis que nacer de lo alto’. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu». Respondió Nicodemo: «¿Cómo puede ser eso?». Jesús le respondió: «Tú eres maestro en Israel y ¿no sabes estas cosas? En verdad, en verdad te digo: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero vosotros no aceptáis nuestro testimonio. Si al deciros cosas de la tierra, no creéis, ¿cómo vais a creer si os digo cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea tenga por él vida eterna». (Jn 3,7-15)

Comentario:
Hoy, Jesús nos expone la dificultad de prevenir y conocer la acción del Espíritu Santo: de hecho, «sopla donde quiere» (Jn 3,8). Esto lo relaciona con el testimonio que Él mismo está dando y con la necesidad de nacer de lo alto. «Tenéis que nacer de lo alto» (Jn 3,7), dice el Señor con claridad; es necesaria una nueva vida para poder entrar en la vida eterna. No es suficiente con un ir tirando para llegar al Reino del Cielo, se necesita una vida nueva regenerada por la acción del Espíritu de Dios. Nuestra vida profesional, familiar, deportiva, cultural, lúdica y, sobre todo, de piedad tiene que ser transformada por el sentido cristiano y por la acción de Dios. Todo, transversalmente, ha de ser impregnado por su Espíritu. Nada, absolutamente nada, debiera quedar fuera de la renovación que Dios realiza en nosotros con su Espíritu.
Una transformación que tiene a Jesucristo como catalizador. Él, que antes había de ser elevado en la Cruz y que también tenía que resucitar, es quien puede hacer que el Espíritu de Dios nos sea enviado. Él que ha venido de lo alto. Él que ha mostrado con muchos milagros su poder y su bondad. Él que en todo hace la voluntad del Padre. Él que ha sufrido hasta derramar la última gota de sangre por nosotros. Gracias al Espíritu que nos enviará, nosotros «podemos subir al Reino de los Cielos, por Él obtenemos la adopción filial, por Él se nos da la confianza de nombrar a Dios con el nombre de “Padre”, la participación de la gracia de Cristo y el derecho a participar de la gloria eterna» (San Basilio el Grande).
Hagamos que la acción del Espíritu tenga acogida en nosotros, escuchémosle, y apliquemos sus inspiraciones para que cada uno sea —en su lugar habitual— un buen ejemplo elevado que irradie la luz de Cristo.
Rev. D. Xavier SOBREVÍA i Vidal (Castelldefels, España)

Santoral Católico:
Mártires Colombianos de la
Comunidad de San Juan de Dios
 
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© EWTN    

Pensamiento del día

“No dejes que la gente te haga daño con sus palabras,
porque los que dicen que te odian no te odian realmente,
sino que se odian a sí mismos
ya que tú eres el reflejo de lo que les gustaría ser y no pueden.”

Tema del día:
Un viaje a la eternidad
Al considerar que en este mundo tantos malvados viven prósperamente, y tantos justos, al contrario, viven llenos de tribulaciones, los mismos gentiles con el solo auxilio de la luz natural, conocieron la verdad de que existiendo Dios, y siendo Dios justísimo, debe haber otra vida en que los impíos sean castigados y premiados los buenos.

Pues esto mismo que los gentiles conocieron con las luces de la razón, nosotros los cristianos lo confesamos también por la luz de la fe: No tenemos aquí ciudad permanente, más buscamos la que está por venir (He. 13, 14).

Esta tierra no es nuestra patria, sino lugar de tránsito por donde pasamos para llegar en breve a la casa de la eternidad (Ecl. 12, 5). De suerte, lector mío, que la casa en que vives no es tu propia casa, sino como una hospedería que pronto, y cuando menos lo pienses, tendrás que dejar; y los primeros en arrojarte de ella cuando llegue la muerte serán tus parientes y allegados... ¿Cuál será, pues, tu verdadera casa? Una fosa será la morada de tu cuerpo hasta el día del juicio, y tu alma irá a la casa de la eternidad, o al Cielo, o al infierno.

Por eso nos dice San Agustín: “Huésped eres que pasa y mira”. Necio sería el viajero que, yendo de paso por una comarca, quisiera emplear todo su patrimonio en comprarse allí una casa, que al cabo de pocos días tendría que dejar. Considera, por consiguiente, dice el Santo, que estáis de paso en este mundo, y no pongas tu afecto en lo que ves. Mira y pasa, y procúrate una buena morada donde para siempre habrás de vivir.

¡Dichoso de ti si te salvas!... ¡Cuán hermosa la gloria!... Los más suntuosos palacios de los reyes son como chozas respecto de la ciudad del Cielo, única que pudo llamarse Ciudad de perfecta hermosura. Allí no habrá nada que desear. Estaréis en la gozosa compañía de los Santos, de la divina Madre de Nuestro Señor Jesucristo y sin temor de ningún mal. Viviréis, en suma, abismados en un mar de alegría de continua beatitud, que siempre durará (Is. 35, 10). Y este gozo será tan perfecto y grande, que por toda la eternidad y en cada instante parecerá nuevo...

Si, por el contrario, te condenas, desdichado de ti... Te hallarás sumergido en un mar de fuego y de dolor, desesperado, abandonado de todos y privado de tu Dios... ¿Y por cuánto tiempo?... ¿Acaso cuando hubieren pasado cien años, o mil, habrá concluido tu pena?... ¡Oh, no acabará!... ¡Pasarán mil millones de años y de siglos, y el infierno que padecieres estará comenzando!... ¿Qué son mil años respecto de la eternidad?... Menos de un día que ya pasó... (Sal. 89, 4). ¿Quieres ahora saber cuál será tu casa en la eternidad?... Será la que merezcas; la que te fabriques tú mismo con tus obras.
© Sitio Santísima Virgen

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
En muchos lugares, la Eucaristía -la hostia consagrada- se expone para su adoración, y puede ser fotografiada o grabada, siempre que se haga con prudencia y respeto y con un buen fin.
En una capilla donde está expuesto el Santísimo, es necesaria una cierta reverencia, tanto por la presencia especial de Cristo como por la posible de otras personas que están orando.
Quien va a registrar una imagen puede preguntarse: ¿para qué hago esta foto o video?  La respuesta, según la propia conciencia, le dirá a la persona si fotografiar o no el Santísimo.
La Iglesia no lo prohíbe. Por eso existen postales, calendarios, carteles, folletos, transmisiones televisivas en directo de la misa, etcétera, donde se ve el cuerpo de Cristo expuesto en alguna custodia. Pero lo que aparece en una foto o video de este tipo es la materia eucarística del pan, no se ve a Jesús.
Henry Vargas Holguín

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para Mariano (Nano), de la ciudad de Córdoba, Argentina, joven que hace quince días tiene un síndrome febril prolongado y se le están haciendo todas las pruebas para determinar el origen y poder tratarlo. Lo encomendamos de manera especial a Nuestra Señora de Lourdes, para que ella interceda ante Dios por su pronta recuperación.

Pedimos oración para Jairo R., de Bogotá, Colombia, quien está padeciendo prácticamente fase terminal de una arteriosclerosis generalizada. Se encuentra hospitalizado, y su cuerpo no recibe alimentación, a menos que sea a través de suero. Presenta serios problemas y pedimos porque el Señor haga su Santa Voluntad.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Cinco minutos del Espíritu Santo
Abril 10
"Espíritu Santo, te doy gracias por tu llamado de amor, porque me permites colaborar con tu obra y me das fuerzas para servirte. Acepto la misión que me has confiado para extender el Reino de Jesús. Quiero mirar el mundo con los ojos de Jesús, con la luz del Evangelio.
Ayúdame Espíritu Santo, a reconocer los desafíos del mundo de hoy, para que pueda ofrecer mi humilde aporte.
En un mundo que está perdiendo muchos valores preciosos, enséñame a comunicar el estilo de vida de tu Evangelio.
En un mundo donde muchos te buscan pero equivocan el camino, ayúdame a mostrar la belleza de tu Palabra con todas sus exigencias.
En un mundo donde muchos hermanos sufren injustamente la miseria y son excluidos de la vida social, transfórmame en un instrumento de solidaridad y de justicia. En un mundo donde crecen el individualismo, la competencia y las divisiones, conviérteme en un instrumento de diálogo, de unidad y de paz.
Ven Espíritu Santo. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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