PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3359 ~ Jueves 15 de Junio de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La
hermana Briege McKenna en su libro ‘Los milagros sí ocurren’ dice: Un día me
telefoneó un sacerdote muy angustiado. Acababa de saber que tenía cáncer en las
cuerdas vocales y que, dentro de tres semanas, tendrían que extirparle la
laringe. Me dijo que estaba desesperado, había sido ordenado apenas hacía seis
años. Al orar con él, sentí que el Señor quería que yo le hablara de la
Eucaristía. Le dije: “Padre, yo puedo orar por usted ahora por teléfono y lo
haré. Pero, ¿esta mañana no tuvo un encuentro con Jesús? ¿No se encuentra con
él cada día? Padre, cada día, cuando celebra la misa, cuando toma la hostia
sagrada, usted se encuentra con Jesús. ¿Se da cuenta de que Jesús pasa a través
de su garganta? No hay nadie mejor a quien ir sino a Jesús. Pídale a Jesús que
lo sane”.
Lo
oí llorar por teléfono. Y se despidió dándome las gracias. Tres semanas
después, ingresó al hospital para ser operado. Me llamó más tarde para decirme
que la cirugía no se realizó. Los médicos descubrieron que el cáncer había
desaparecido y que sus cuerdas vocales estaban como nuevas. Nunca supe su
nombre. Pero un año después, tuve noticias de él a través de un amigo suyo.
Antes de su enfermedad, este sacerdote joven había dejado de celebrar la misa
diaria excepto los domingos. Él tomaba la misa muy a la ligera. Y Dios usó esta
experiencia del cáncer para transformar su vida. Este sacerdote fue sanado
completamente, no sólo físicamente. Se volvió un sacerdote centrado en la
Eucaristía. La Eucaristía se volvió para él, un momento de encuentro con Jesús
vivo. (P. Ángel Peña)
¡Buenos días!
Antes de leer la Biblia
Dios
está vivo en su Palabra para iluminarte, consolarte, fortalecerte… Pero debes
acercarte a ella con verdadera fe. Antes de leerla es adecuado que te pongas en
la presencia del Señor con alguna oración que te ambiente en un clima de
devoción y acogida cordial del don de Dios. Puede servirte la que sigue.
Dios, mi Padre bondadoso. Estoy rodeado de ruidos y
voces. Estoy cansado de escuchar palabras sin verdad, sin el calor de la
intimidad personal, sin la eficacia del amor comprometido. Tú, Señor, me hablas
con una Palabra nueva. Por eso quiero escucharte. Porque tu Palabra me muestra
la verdad, me revela la eficacia de tu amor, me ofrece la participación en tu
misma vida. Señor, que tu Palabra se haga carne en mi vida. Te ofrezco un
corazón pobre y abierto. Siembra en mí tu Palabra, que tu Espíritu la haga
fecunda, como en el seno de María, la santísima Virgen y Madre de Jesús. Y seré
en el mundo el eco de tu voz, la proclamación de tu Evangelio. Amén.
La
actitud de humilde escucha es decisiva para leer con provecho, pero es un don
que debes pedirle al Señor con la confianza de un hijo. Y el libro sagrado te
animará con promesas de vida sin fin, será para ti una escalera para subir al
cielo, te ofrecerá normas simples de vida inocente y te
descubrirá el amor entrañable de Dios por ti. Que sea tu alimento cotidiano.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si vuestra justicia no es mayor que
la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.
»Habéis
oído que se dijo a los antepasados: ‘No matarás; y aquel que mate será reo ante
el tribunal’. Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano,
será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil",
será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de
la gehenna de fuego.
»Si,
pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un
hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y
vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu
ofrenda. Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el
camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te
metan en la cárcel. Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado
el último céntimo». (Mt 5,20-26)
Comentario:
Hoy,
Jesús nos invita a ir más allá de lo que puede vivir cualquier mero cumplidor
de la ley. Aún, sin caer en la concreción de malas acciones, muchas veces la
costumbre endurece el deseo de la búsqueda de la santidad, amoldándonos
acomodaticiamente a la rutina del comportarse bien, y nada más. San Juan Bosco
solía repetir: «Lo bueno, es enemigo de lo óptimo». Allí es donde nos llega la
Palabra del Maestro, que nos invita a hacer cosas “mayores” (cf. Mt 5,20), que
parten de una actitud distinta. Cosas mayores que, paradójicamente, pasan por
las menores, por las más pequeñas. Encolerizarse, menospreciar y renegar del
hermano no son adecuadas para el discípulo del Reino, que ha sido llamado a ser
—nada más y nada menos— que sal de la tierra y luz del mundo (cf. Mt 5,13-16),
desde la vigencia de las bienaventuranzas (cf. Mt 5,3-12).
Jesús,
con autoridad, cambia la interpretación del precepto negativo “No matar” (cf.
Ex 20,13) por la interpretación positiva de la profunda y radical exigencia de
la reconciliación, puesta —para mayor énfasis— en relación con el culto. Así,
no hay ofrenda que sirva cuando «te acuerdas entonces de que un hermano tuyo
tiene algo contra ti» (Mt 5,23). Por eso, importa arreglar cualquier pleito,
porque de lo contrario la invalidez de la ofrenda se volverá contra ti (cf. Mt
5,26).
Todo
esto, sólo lo puede movilizar un gran amor. Nos dirá san Pablo: «En efecto, lo
de: No adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás y todos los demás
preceptos, se resumen en esta fórmula: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’.
La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su
plenitud» (Rom 13,9-10). Pidamos ser renovados en el don de la caridad —hasta
el mínimo detalle— para con el prójimo, y nuestra vida será la mejor y más
auténtica ofrenda a Dios.
P. Julio César RAMOS González SDB (Mendoza,
Argentina)
Santoral Católico:
San Amós
Profeta
Es
uno de los llamados «Profetas menores» del Antiguo Testamento, que vivió en el
siglo VIII antes de Cristo, en tiempo del rey Jeroboam II (786-746 a. C.). Era
pastor y cultivador de higueras en Técoa, junto a Belén, y Dios lo llamó y lo
envió a los hijos de Israel para reafirmar la justicia y santidad del Señor
contra sus prevaricaciones. Fustigó de palabra y por escrito con energía la
vida del reino de Israel que, en tiempo de prosperidad, había abandonado la ley
divina. Amós le profetizó el castigo divino y la salvación de unos pocos justos
que perpetuarían el pueblo de Dios. Tuvo el mérito, que lo hace muy actual, de
denunciar el culto reducido a meras exterioridades y la falsa seguridad de los
hombres frente a Dios.
© Directorio Franciscano
Pensamiento del día
“Sabiduría es saber aprovechar
todas las
pequeñas alegrías
que nos salen al paso cada día,
y no esperar para ello
a oportunidad de una gran felicidad”
Bernabé Tierno
Historias:
El peso del rencor
El
tema del día era “el resentimiento”, y el maestro nos había pedido que
lleváramos patatas y una bolsa de plástico. Ya en clase elegimos una patata por
cada persona a la que guardábamos resentimiento. Escribimos su nombre en ella y
la pusimos dentro de la bolsa. Algunas bolsas eran realmente pesadas. El
ejercicio consistía en que durante una semana lleváramos con nosotros a todos
lados esa bolsa de patatas. Naturalmente la condición de las patatas se iba
deteriorando con el tiempo. El fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento
me mostró claramente el peso espiritual que cargaba a diario y cómo, mientras
ponía mi atención en ella para no olvidarla en ningún lado, desatendía cosas
que eran más importantes para mí.
Todos
tenemos patatas pudriéndose en nuestra "mochila" sentimental. Este
ejercicio fue una gran metáfora del precio que pagaba a diario por mantener el
resentimiento por algo que ya había pasado y no podía cambiarse. Me di cuenta
que cuando hacía importantes los temas incompletos o las promesas no cumplidas
me llenaba de resentimiento, aumentaba mi stress, no dormía bien y mi atención
se dispersaba.
Perdonar
y dejarlas ir me llenó de paz y calma, alimentando mi espíritu. La falta de
perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos
termina envenenando. Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el
otro sin darnos cuenta que los únicos beneficiados somos nosotros mismos.
El
perdón es una expresión de amor. El perdón nos libera de ataduras que nos
amargan el alma y enferman el cuerpo.
No
significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes. Perdonar no
significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a
alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos
pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.
El
perdón se basa en la aceptación de lo que pasó. La falta de perdón te ata a las
personas con el resentimiento. Te tiene encadenado. La falta de perdón es el
veneno más destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos
emocionales que tienes.
El
perdón es una declaración que puedes y debes renovar a diario. Muchas veces la
persona más importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las
cosas que no fueron de la manera que pensabas.
"La
declaración del Perdón es la clave para liberarte". ¿Con qué personas
estás resentido? ¿A quiénes no puedes perdonar? ¿Eres tú infalible y por eso no
puedes perdonar los errores ajenos? Perdona para que puedas ser perdonado, recuerda
que con la vara que mides, serás medido... El perdón es la expresión máxima del
amor.
"Aligera
tu carga y estarás más libre para moverte hacia tus objetivos".
Fuente: Web Católico de Javier
Mes del Sagrado Corazón de Jesús
El valor de la oración
Jesús
invita, recomienda, impone la oración, une a ella toda gracia, toda bendición
hasta la salvación eterna. Él mismo reza por todas partes y siempre: en el
templo, en el Huerto de los Olivos, en el monte, sobre las aguas, en las plazas
y en las sinagogas.
San
Pedro corre el peligro de hundirse en las aguas y reza; la oración lo
fortifica. Marta y María piden llorando ante Jesús en la hora del dolor y la
oración las consuela.
Rezan
los Apóstoles en el cenáculo y la oración hace descender al Espíritu Santo con
sus dones celestiales. Y tú, ¿cuándo rezas? ¿Sólo cuando estás enfermo o cuando
quieres que algo te salga bien?
Reza
siempre porque siempre tienes necesidad de permanecer junto a tu Dios.
Del Web Católico de Javier
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración
por el eterno descanso de Alfonso Cortés,
quien falleció el día de ayer debido a un infarto fulminante; se encontraba en
coma diabético internado en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) en una clínica
de la ciudad de Neiva (Departamento del Huila, Colombia). Pedimos al Señor que
lo reciba en sus brazos y que goce así mismo de su presencia eterna.
Pedimos oración por el trabajo de Juan Pablo, de Buenos Aires, Argentina, para que la empresa no haga reducción
de personal que lo pueda llegar a afectar.
Pedimos oración por Roberto, de Buenos Aires, Argentina, que está con un fuerte cuadro depresivo, rogando al Señor Jesús que lo fortalezca y lo ayude a superar esta situación tan difícil.
En el día en que estaría cumpliendo años, ruego una oración por el alma de mi madre, Nené, que desde el año 2011 se encuentra ya junto al Padre celestial.
Pedimos oración por Roberto, de Buenos Aires, Argentina, que está con un fuerte cuadro depresivo, rogando al Señor Jesús que lo fortalezca y lo ayude a superar esta situación tan difícil.
En el día en que estaría cumpliendo años, ruego una oración por el alma de mi madre, Nené, que desde el año 2011 se encuentra ya junto al Padre celestial.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz
para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para
los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y
sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Junio 15
“¿Cómo
te llamaré?, decía María a Jesús.
¿Hombre?
Pero tu concepción es divina. ¿Dios? Pero tú estás revestido de nuestra carne.
¿Qué
haré por ti? ¿Voy a alimentarte con mi leche o a glorificarte? ¿Te voy a rodear
de cuidados como una madre o a adorarte como una servidora? ¿Besarte como a mi
Hijo o rogarte como a mi Dios? ¿Debo darte leche o incienso?
¡Qué
misterio inenarrable” (San Basilio).
Santa María, refugio de los pecadores, toca nuestro
corazón para que nos arrepintamos de haber ofendido a nuestro Padre Dios.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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