PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3353 ~ Viernes 9 de Junio de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Jesús
es luz en la Palabra y es luz en la Eucaristía. El padre Roberto De Grandis en
su libro “El poder sanador de la Eucaristía”, relata: Recuerdo la historia de
un hombre que se hizo sacerdote a los cincuenta años, después de haber sido
científico investigador de la NASA y trabajar con una cámara que podía calibrar
el aura de luz alrededor de un cuerpo humano. Creo que se llama fotografía
Kirlian. El interés de la NASA estaba en poder identificar y supervisar el aura
de los astronautas en órbita y determinar lo que les pasaba internamente.
Encontraron que las personas agonizantes tienen un aura muy delgada como la luz
azul, la cual se va poniendo más y más débil hasta que la persona muere.
El
científico y su ayudante estaban un día en un hospital, supervisando el aura de
un hombre en agonía. Mientras lo observaban, entró otro hombre en la habitación
y la llenó de una luz, que emanaba de su bolsillo. El hombre sacó algo que
ocasionó que la cámara se inundara de tanta luz que los observadores fueron
incapaces de ver lo que estaba pasando. Fueron a ver y descubrieron que aquel
hombre estaba dando la comunión al agonizante. Ellos, entonces, observaron en
su cámara que, cuando el agonizante recibió la comunión, su aura empezó a
crecer y hacerse más fuerte. Este científico supo que había un poder superior,
dejó su trabajo, y se hizo sacerdote católico.
¡Buenos días!
Vigilancia del corazón
Jesús
llamó felices a los puros de corazón porque ellos verán a Dios. El salmista
dijo que sólo los de manos limpias y puro corazón pueden presentarse delante
del Señor. Esa limpieza del alma Dios nos la ha confiado a nosotros y nos
presta toda la ayuda que le pidamos con tal finalidad. Cuida por lo tanto tus
pensamientos y sentimientos.
Como quien está alerta para que no entren en su
habitación animales indeseables: una araña, un ratón, una serpiente, mantén la
vigilancia sobre tu corazón para que no se arraigue en él la vanidad, la envidia,
o el odio. Si un compañero es más alto que tú, o aprende las lecciones con
mayor facilidad, o posee un hermoso traje, trátalo con igual cariño que a los
demás, no desees humillarlo, no fomentes ante él fastidio. El vanidoso y
arrogante es un ser hueco con una idea disparatada de su valer. La persona
madura admira el mérito ajeno, y compadece al ignorante y al extraviado. El
odio y la envidia son gusanos que nacen y crecen dentro del corazón y que
devoran sus más nobles fibras.
La
rectitud y belleza del alma dependen de esta vigilancia del corazón. En Génesis
17, 1, se refiere que Dios dijo a Abrahán: “Camina en mi presencia y sé
perfecto”. Nada mejor pues que vivir delante de aquél que “es luz y en quien no
existe tiniebla alguna”, para que su luminosidad nos ayude a tener un corazón
recto, noble, justo.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús, tomando la palabra, decía mientras enseñaba en el Templo:
«¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? David mismo dijo,
movido por el Espíritu Santo: ‘Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra
hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies’. El mismo David le llama
Señor; ¿cómo entonces puede ser hijo suyo?». La muchedumbre le oía con agrado. (Mc 12,35-37)
Comentario:
Hoy,
el judaísmo aún sabe que el Mesías ha de ser “hijo de David” y debe inaugurar
una nueva era del reinado de Dios. Los cristianos “sabemos” que el Mesías Hijo
de David es Jesucristo, y que este reino ha empezado ya incoativamente —como
semilla que nace y crece— y se hará realidad visible y radiante cuando Jesús
vuelva al final de los tiempos. Pero ahora ya Jesús es el Hijo de David y nos
permite vivir “en esperanza” los bienes del reino mesiánico.
El
título “Hijo de David” aplicado a Jesucristo forma parte de la médula del
Evangelio. En la Anunciación, la Virgen recibió este mensaje: «El Señor Dios le
dará el trono de David, su padre, reinará sobre la estirpe de Jacob por
siempre» (Lc 1,32-33). Los pobres que pedían la curación a Jesús, clamaban:
«¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!» (Mc 10,48). En su entrada solemne
en Jerusalén, Jesús fue aclamado: «¡Bendito el reino que viene, el de nuestro
padre David!» (Mc 11,10). El antiquísimo libro de la Didakhé agradece a Dios
«la viña santa de David, tu siervo, que nos has dado a conocer por medio de
Jesús, tu siervo».
Pero
Jesús no es sólo hijo de David, sino también Señor. Jesús lo afirma
solemnemente al citar el Salmo davídico 110, cita incomprensible para los
judíos: pues resulta imposible que el hijo de David sea “Señor” de su padre.
San Pedro, testigo de la resurrección de Jesús, vio claramente que Jesús había
sido constituido “Señor de David”, porque «David murió y fue sepultado, y su
sepulcro aún se conserva entre nosotros (…). A este Jesús Dios lo ha
resucitado, y de ello somos testigos todos nosotros» (Ac 2,14).
Jesucristo,
«nacido, en cuanto hombre, de la estirpe de David y constituido por su
resurrección de entre los muertos Hijo poderoso de Dios», como dice san Pablo
(Rm 1,3-4), se ha convertido en el foco que atrae el corazón de todos los
hombres, y así, mediante su atracción suave, ejerce su señorío sobre todos los
hombres que se dirigen a Él con amor y confianza.
P. Josep LAPLANA OSB Monje de Montserrat (Montserrat,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Efrén
Diácono y Doctor de la Iglesia
Nació
en Nísibe, en la Mesopotamia septentrional, hacia el año 306 y recibió una
educación cristiana. Tenía pocos años cuando el emperador Constantino promulgó
el edicto de Milán. Pero Efrén no gozó la libertad de culto porque su padre,
que era sacerdote pagano, no veía con buenos ojos la educación cristiana que le
daba su madre, y lo echó de casa. Se ordenó de diácono a los 18 años y, cuando
Nísibe cayó bajo el poder persa, se estableció en Edesa (hoy Urfa, en Turquía),
de cuya escuela teológica fue iniciador y director. Tanto en su patria como en
Edesa puso de manifiesto sus dotes naturales de orador, místico y poeta (son
memorables sus himnos y cánticos para las celebraciones litúrgicas que le
valieron el título de «cítara del Espíritu Santo»), a la vez que profundo
teólogo y conocedor de la Escritura. A pesar de su intensa vida ascética,
desplegó una gran actividad como predicador y autor de importantes obras
destinadas a la refutación de los errores de su tiempo. Murió en Edesa el 9 de
junio del año 373.
Oración: Señor, infunde en nuestros corazones el
Espíritu Santo que con su inspiración impulsaba a tu diácono san Efrén a cantar
con alegría tus misterios y a consagrar su vida a tu servicio. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Pensamiento del día
"Se va constituyendo una dictadura del
relativismo
que no reconoce nada como definitivo
y que deja sólo como medida última
al propio yo y sus apetencias".
Benedicto XVI
Tema del día:
Los siete dones del Espíritu Santo
1. Sabiduría:
Es el don de entender lo que favorece y lo que perjudica el proyecto de Dios.
Él nos fortalece nuestra caridad y nos prepara para una visión plena de Dios.
El mismo Jesús nos dijo: “Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o
qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento.
Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre
el que hablará en vosotros” (Mt 10, 19-20). La verdadera sabiduría trae el
gusto de Dios y su Palabra.
2. Entendimiento:
Es el don divino que nos ilumina para aceptar las verdades reveladas por Dios.
Mediante este don, el Espíritu Santo nos permite escrutar las profundidades de
Dios, comunicando a nuestro corazón una particular participación en el
conocimiento divino, en los secretos del mundo y en la intimidad del mismo
Dios. El Señor dijo: “Les daré corazón para conocerme, pues yo soy Yahveh” (Jer
24,7).
3. Consejo:
Es el don de saber discernir los caminos y las opciones, de saber orientar y
escuchar. Es la luz que el Espíritu nos da para distinguir lo correcto e
incorrecto, lo verdadero y falso. Sobre Jesús reposó el Espíritu Santo, y le
dio en plenitud ese don, como había profetizado Isaías: “No juzgará por las
apariencias, ni sentenciará de oídas. Juzgará con justicia a los débiles, y
sentenciará con rectitud a los pobres de la tierra” (Is 11, 3-4).
4. Ciencia:
Es el don de la ciencia de Dios y no la ciencia del mundo. Por este don el
Espíritu Santo nos revela interiormente el pensamiento de Dios sobre nosotros,
pues “nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1Co 2, 11).
5. Piedad:
Es el don que el Espíritu Santo nos da para estar siempre abiertos a la
voluntad de Dios, buscando siempre actuar como Jesús actuaría. Si Dios vive su
alianza con el hombre de manera tan envolvente, el hombre, a su vez, se siente
también invitado a ser piadoso con todos. En la Primera Carta de San Pablo a
los Corintios escribió: “En cuanto a los dones espirituales, no quiero,
hermanos, que estéis en la ignorancia. Sabéis que cuando erais gentiles, os
dejabais arrastrar ciegamente hacia los ídolos mudos. Por eso os hago saber que
nadie, hablando con el Espíritu de Dios, puede decir: «¡Anatema es Jesús!»; y
nadie puede decir: «¡Jesús es Señor!» sino con el Espíritu Santo” (1Co 12,
1-3).
6. Fortaleza:
Este es el don que nos vuelve valientes para enfrentar las dificultades del día
a día de la vida cristiana. Vuelve fuerte y heroica la fe. Recordemos el valor
de los mártires. Nos da perseverancia y firmeza en las decisiones. Los que
tienen ese don no se amedrentan frente a las amenazas y persecuciones, pues
confían incondicionalmente en el Padre. El Apocalipsis dice: “No temas por lo
que vas a sufrir: el Diablo va a meter a algunos de vosotros en la cárcel para
que seáis tentados, y sufriréis una tribulación de diez días. Manténte fiel
hasta la muerte y te daré la corona de la vida” (Ap 2,10).
7. Temor de Dios:
Este don nos mantiene en el debido respeto frente a Dios y en la sumisión a su
voluntad, apartándonos de todo lo que le pueda desagradar. Por eso, Jesús
siempre tuvo cuidado en hacer en todo la voluntad del Padre, como Isaías había
profetizado: “Reposará sobre él el espíritu de Yahveh: espíritu de sabiduría e
inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor de
Yahveh” (Is 11,2).
Mes del Sagrado Corazón de Jesús
Día 9: El pecado venial
En
el tribunal de Anás, Jesús recibe una bofetada de un siervo y en la humildad de
su Corazón exclama: El pecado venial deliberado es una bofetada a Jesús; no lo
pone en la cruz como el pecado mortal, pero es siempre un agravio, una
injusticia, una ofensa.
¿Qué
diríamos de un criado que obedeciese los mandatos del amo, pero despreciase sus
deseos y sus consejos? ¿Qué diríamos de un hijo que diese una bofetada a su
madre? Nosotros hacemos algo peor con Jesús cuando cometemos el pecado venial.
Del Web Católico de Javier
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la
falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras
enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los
presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas
Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para Argentina (Kuky), de
Buenos Aires, afectada de diabetes y problemas cardíacos, y ahora le han
detectado un tumor de riñón por lo que deberá ser operada. Que la Virgen de
Lourdes interceda ante Jesús para que la cirugía sea exitosa y el estado
general de Kuky salga beneficiado de los tratamientos que se realicen.
Pedimos
oración para María de los Cielos A.,
de Buenos Aires, Argentina, 40 años de edad, que debe someterse a un estudio
mamario. Que la Santísima Trinidad, cuya fiesta celebraremos este domingo, esté
con ella (Padre, Hijo y Espíritu Santo) para cuidarla y hacer que todo salga
muy bien.
Pedimos
oración para María Belén, de
Córdoba, Argentina, afectada de neumonía. Que el buen Jesús la toque con Sus
Santas Manos y le conceda recuperarse pronto. Y proteja a toda la familia para
que no tengan ningún contagio.
Pedimos oración para Juana Marta L., 70 años, de Buenos
Aires, Argentina, con enfermedad tumoral intestinal, a la que han realizado
biopsia y se espera el resultado. Que el Señor le conceda la gracia de la
benignidad de su afección y pueda superarla de la mejor manera.
Pedimos oración para Ana María C., de Buenos Aires, Argentina, amiga y colaboradora de esta página a través de sus hermosos escritos, que padece Artritis Reumatoidea y le afecta severamente sus manos por lo que no puede escribir ni realizar otras tareas. Que la Virgen de Luján sea la intercesora de este pedido que elevamos a Dios para que mejore la salud de nuestra amiga.
Pedimos oración para Ana María C., de Buenos Aires, Argentina, amiga y colaboradora de esta página a través de sus hermosos escritos, que padece Artritis Reumatoidea y le afecta severamente sus manos por lo que no puede escribir ni realizar otras tareas. Que la Virgen de Luján sea la intercesora de este pedido que elevamos a Dios para que mejore la salud de nuestra amiga.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra
Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo
al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el
mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz
para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para
los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y
sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Junio 9
Desde
el siglo I la Iglesia ha recitado la oración del Avemaría, repetida
ininterrumpidamente por el pueblo cristiano. Ha cantado el Magníficat con
acentos proféticos, ha ido desglosando el Bajo tu amparo e invocando a María
como “Theotokos” o Madre de Dios en la liturgia y en la vida privada.
Así
ha ido la Iglesia adentrándose en el misterio de Cristo en su faceta mariana;
así han ido los fieles servidores de Cristo viviendo su cristocentrismo a
través de una mariología sentida y vivida.
Santa María de los días alegres, santifica nuestras
alegrías.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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