PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3351 ~ Miércoles 7 de Junio de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
A
veces, aunque tenga mucho que hacer, unos pocos momentos de reposo me brindan
energías para hacer todo lo necesario. Y
como estoy atento, sé reconocer cuando el cuerpo me indica que debo
descansar. Entonces descanso.
Si
estoy tratando de resolver una diferencia con otros y no aparece ninguna
solución, quizá lo mejor que puedo hacer es dejarlo reposar. La próxima vez que me encuentre con ellos,
quizás el problema se haya resuelto solo.
Si no es así, me encuentro fresco y más atento a las soluciones y los
actos correctos.
Permitir
el reposo, para mí o para determinada situación, puede ser de gran ayuda. Mientras descanso, la vida y la inteligencia
de Dios, que están en las células de mi cuerpo, se comunican conmigo. La sabiduría divina que recibo influirá sobre
todas las decisiones que tome, sobre todas las acciones que inicie.
¡Buenos días!
Una asignatura útil
Confiarse
a Dios en medio de la dulzura y la paz que nos trae la prosperidad, casi todos
saben hacerlo; pero, entregarse a Él, a su voluntad, en completa confianza, en
medio de tormentas y tempestades es propio de sus hijos. El pensamiento que
sigue es de san Francisco de Sales. Que te ayude a profundizar esa actitud de
confiado abandono en Dios que te ama.
Las aflicciones dan lugar a muy meritorios ejercicios
de las virtudes heroicas. Las pruebas que cayeron sobre Job, lo hicieron
perfecto; la ceguera formó y santificó a Tobías; la calumnia inmortalizó a
José; la persecución purificó a David; los leones dieron a conocer la virtud de
Daniel; el horno ardiente santificó a Daniel y a sus compañeros... Aprender a
sufrir es la más grande y más útil asignatura de la presente vida, y esta
asignatura se aprende de un Maestro: de Jesucristo en la cruz. Dios nos
envía contratiempos crueles para que,
despegándonos de la tierra, miremos más al Cielo.
Cuando
vengan las pruebas y los contratiempos, recuerda aquel mensaje de Jesús: “¿Por
qué te agitas y confundes ante los problemas de la vida? Déjame el cuidado de
todas tus cosas, y todo te irá mejor. Cuando te abandones en mí, todo se
resolverá con tranquilidad según mis designios. Descansa en mí, deja en mis
manos tu futuro”. El Señor te acompaña.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, se le acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan que haya
resurrección, y le preguntaban: «Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere
el hermano de alguno y deja mujer y no deja hijos, que su hermano tome a la
mujer para dar descendencia a su hermano. Eran siete hermanos: el primero tomó
mujer, pero murió sin dejar descendencia; también el segundo la tomó y murió
sin dejar descendencia; y el tercero lo mismo. Ninguno de los siete dejó
descendencia. Después de todos, murió también la mujer. En la resurrección,
cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete la tuvieron
por mujer».
Jesús
les contestó: «¿No estáis en un error precisamente por esto, por no entender
las Escrituras ni el poder de Dios? Pues cuando resuciten de entre los muertos,
ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en los cielos.
Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés,
en lo de la zarza, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de
Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos. Estáis en un
gran error». (Mc
12,18-27)
Comentario:
Hoy,
la Santa Iglesia pone a nuestra consideración —por la palabra de Cristo— la
realidad de la resurrección y las propiedades de los cuerpos resucitados. En
efecto, el Evangelio nos narra el encuentro de Jesús con los saduceos, quienes
—mediante un caso hipotético rebuscado— le presentan una dificultad acerca de
la resurrección de los muertos, verdad en la cual ellos no creían.
Le
dicen que, si una mujer enviuda siete veces, «¿de cuál de ellos [los siete
esposos] será mujer?» (Mc 12,23). Buscan, así, poner en ridículo la doctrina de
Jesús. Mas, el Señor deshace tal dificultad al exponer que, «cuando resuciten
de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer, ni ellas marido, sino que serán
como ángeles en los cielos» (Mc 12,25).
Y,
dada la ocasión, Nuestro Señor aprovecha la circunstancia para afirmar la
existencia de la resurrección, citando lo que le dijo Dios a Moisés en el
episodio de la zarza: «Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de
Jacob», y agrega: «No es un Dios de muertos, sino de vivos» (Mc 12,26-27). Ahí
Jesús les reprocha lo equivocados que están, porque no entienden ni la
Escritura ni el poder de Dios; es más, esta verdad ya estaba revelada en el
Antiguo Testamento: así lo enseñaron Isaías, la madre de los Macabeos, Job y
otros.
San
Agustín describía así la vida de eterna y amorosa comunión: «No padecerás allí
límites ni estrecheces al poseer todo; tendrás todo, y tu hermano tendrá
también todo; porque vosotros dos, tú y él, os convertiréis en uno, y este único
todo también tendrá a Aquel que os posea a ambos».
Nosotros,
lejos de dudar de las Escrituras y del poder misericordioso de Dios, adheridos
con toda la mente y el corazón a esta verdad esperanzadora, nos gozamos de no
quedar frustrados en nuestra sed de vida, plena y eterna, la cual se nos
asegura en el mismo Dios, en su gloria y felicidad. Ante esta invitación divina
no nos queda sino fomentar nuestras ansias de ver a Dios, el deseo de estar
para siempre reinando junto a Él.
Pbro. D. Federico Elías ALCAMÁN Riffo (Puchuncaví -
Valparaíso, Chile)
Santoral Católico:
San Antonio María Gianelli
Obispo y Fundador
Nació
en Cereta (Liguria, Italia) el año 1789. A los 19 años entró en el seminario de
Génova y en 1812 fue ordenado de sacerdote. Siguió en el seminario como
profesor, y a partir de 1826 se centró en el apostolado parroquial. Creó varias
instituciones, como la «Sociedad Económica» para la instrucción de las niñas
pobres, una pequeña congregación misionera que puso bajo el patronazgo de san
Alfonso María de Ligorio, los futuros Oblatos de San Alfonso, para las misiones
populares y la organización del clero, y, sobre todo, en 1829, la Congregación
de las Hijas de María Santísima del Huerto, a las que inculcaba la pobreza, que
debía ser «el verdadero distintivo del instituto», así como el espíritu de
sacrificio y la confianza en Dios. En 1838 fue nombrado obispo de Bobbio. Murió
en Piacenza el 7 de junio de 1846. En su vida y en sus obras trató de servir al
Señor en los pobres, los enfermos, los ignorantes, los que no habían encontrado
a Dios, y abría su corazón para acoger a todos.
© Directorio Franciscano
Pensamientos del día
"Hallarán en María una tierna Madre que a
todos ampara con su inmensa caridad y
misericordia. Ella ve nuestras necesidades y nos socorre sin que nos demos
cuenta"
"María es una tierna y amorosísima Madre, hecha
por Dios. Ella busca y quiere siempre el bien de nuestras almas. Ella es una
Madre que tiene un tierno corazón y una suma piedad y sumo poder porque puede
cuanto quiere ante Dios. Él puso todas las gracias en sus manos"
"María tiene
entrañas de misericordia y de bondad hacia todos nosotros. El carácter distintivo de María es ser buena,
afectuosa, tierna y sensible a los males de todos sus hijos para elevarlos a
todos"
"La piedad y el socorro que tiene María con
relación a nosotros se da por el cuidado amoroso que Ella nos tiene Y por la
protección amorosa que nos brinda. La piedad de María corredentora del género
humano, según la idea de la divina misericordia, no puede menos que extenderse
a todos los seres humanos y extender a todos y todas sus maternales cuidados y
su piedad y socorro"
"Del mismo modo que el sol con su luz y sus vivos
rayos ilumina a todo el mundo, lo fecunda, lo alegra y a todos da su luz, así
María, como sol de socorro y de bondad resplandece para todos, a todos mira y
no se olvida de ninguno"
San Antonio María Gianelli
Tema del día:
Postrimerías
Muerte:
Dios
no ha creado la muerte, sino que ésta vino por el pecado del hombre y es como
su salario, por eso los hombres no estamos preparados para morir, ya que
tenemos deseos de eternidad y nos repugna la muerte. Pero ésta llegará
inexorablemente, y por eso es mejor prepararse a dar ese paso tan importante,
ese salto a la eternidad del cual dependerá nuestro destino eterno.
La
muerte no se puede esquivar ni posponer, ya que Dios la ha fijado desde toda
eternidad y Él sabe en qué momento sucederá, aunque no lo sabemos nosotros, que
siempre tenemos que estar preparados, viviendo en gracia de Dios y nunca en
pecado mortal.
Juicio:
Pero
lo más importante luego de la muerte es el Juicio de Dios, el Juicio
particular, cuando estemos nosotros solos ante la Majestad de Dios, que llevará
a juicio todas nuestras acciones, palabras, pensamientos y omisiones.
Está
el juicio particular que cada uno sufre inmediatamente después de la muerte, y
el Juicio Final, que sucederá al fin del mundo, cuando el Señor resucite a
todos los hombres, desde Adán y Eva hasta el último que haya existido. Terrible
momento ese, donde quedará patente a todo el universo quién era el que estaba
en lo correcto y quién fue el verdadero fracasado.
Infierno:
Y
los que mueran en pecado mortal, inmediatamente serán precipitados en el
Infierno eterno, que como define la Santa Madre Iglesia es “todo mal sin mezcla
de bien alguno”.
Pensemos
un poco y hagamos de cuenta que el Infierno sólo fuera un simple dolor de
muelas, e imaginemos que ese dolor de muelas durará por un año. ¡Sería muy duro
soportarlo! ¡Pero si nos enteramos que ese dolor de muelas nos durará toda la
vida, sería terrible! ¡Más tremendo y descabellado sería si ese dolor de muelas
se prolongaría para siempre, para toda la eternidad!
Bueno,
pensemos que el Infierno, que es eterno, no es un simple dolor de muelas, lo
cual ya sería espantoso.
Ojalá
estas consideraciones nos hagan recapacitar y volver al buen camino, haciendo
una sincera confesión con el sacerdote y dejar de lado el pecado que día a día
nos acerca más al Abismo Infernal.
Cielo:
Y
el Cielo es, como lo define la Iglesia Católica: “Todo bien sin mezcla de mal
alguno”.
No
podemos imaginarnos lo que es el Cielo. Pero la Virgen ha dicho en uno de sus
mensajes que si los hombres supiéramos lo que es el Paraíso, haríamos
“cualquier cosa” para ir allí.
Y
“cualquier cosa” significa que nos entregaríamos a las más duras penitencias y
renuncias, mortificaciones y sacrificios, con tal de ir al Cielo a gozar de esa
Felicidad que “ni ojo vio, ni oído oyó, ni vino jamás a la mente del hombre”,
como bien lo ha dicho el Apóstol.
© Sitio Santísima Virgen
Mes del Sagrado Corazón de Jesús
Día 7: El pecado mortal
Jesús
llora ante la muerte de su amigo Lázaro. ¿Sabes tú por qué Jesús ante el
cadáver de su amigo llora, vibra, reza?
Porque
era cadáver. He aquí tu imagen cuando te duermes en el pecado. No bastan las
invitaciones del ángel custodio, las oraciones de la madre, los consejos de los
amigos, las correcciones del confesor. Queremos un milagro de Jesús. Es Jesús
mismo quien debe llorar, gritar, rezar por ti, alzar su voz. ¿Y tú tan fácilmente
te abandonas al pecado?
Con
un pecado mortal pierdes todo, todo está perdido. Tú eres sensible a todos los
afectos más tiernos y delicados. ¿No sientes nada al ofender a Dios, al ponerlo
de nuevo en la cruz? Sobre tu frente está esculpida la imagen de Dios y tú la
manchas para echarla en el fango.
Del Web Católico de Javier
Nuevo vídeo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para las siguientes personas: María
A. (44 años) de Argentina que sigue en terapia intensiva en coma; Tomás (de Argentina), con cálculos de
riñón en tratamiento y cuadro depresivo asociado; Elba (95 años), de Argentina, con problemas propios de la edad
avanzada y dificultades para valerse por sí misma; M. Irene (de 69 años) con diabetes descontrolada y tendencia a las
hipoglucemias; Esperanza, (76 años,
de USA), con osteoporosis y anemia; Violeta
Eda (69 años, USA), cirrosis y enterocolitis; Norita (de Argentina), con ataques de pánico; y Rose Marie D. (61 años, de Canadá), que
será intervenida de los ojos luego de un accidente automovilístico. El Señor
Misericordioso ayude a todas estas personas en sus necesidades.
Pedimos oración para Hugo R., de Puebla, México, 63 años de edad, hospitalizado por neumonía y antes de eso operado de apéndice con complicaciones posteriores. Lo ponemos en manos de Jesús para que Él lo ayude con sus gracias de sanación.
Pedimos oración para Hugo R., de Puebla, México, 63 años de edad, hospitalizado por neumonía y antes de eso operado de apéndice con complicaciones posteriores. Lo ponemos en manos de Jesús para que Él lo ayude con sus gracias de sanación.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz
para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para
los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y
sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Junio 7
Cuando
los sirvientes del convite de las bodas de Caná se acercaron a María, oyeron
que la tierna Madre les dijo: “Hagan lo que Él les diga” (Jn 2,5).
María
repite las mismas palabras, la misma recomendación a la Iglesia de hoy, a
cuantos formamos hoy la Iglesia. Si quieren hallar la salvación, hagan lo que
les dice mi Hijo Jesús.
No
hallaremos mejor medio de llegar a Jesús que ir a María, obedecer a María, ser
dóciles a las inspiraciones de la celestial Señora.
Ella
siempre conduce a Jesús, no se guarda las almas para sí, las ofrece a Jesús, el
mejor regalo que ella da a sus devotos es su divino Hijo.
Santa María coronada de gloria por la Santísima
Trinidad, haznos partícipes de esa gloria.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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