domingo, 29 de enero de 2017

Pequeñas Semillitas 3255

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3255 ~ Domingo 29 de Enero de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Ha escrito José Arregi que si tuviera que resumir todos los evangelios en una sola palabra, elegiría “Bienaventurados”.
Refiere que un día Jesús sintió que le ardía dentro la llama de los profetas, de todos los profetas, y decidido subió al monte, como Moisés en otro tiempo, pero no cargando dos pesadas losas de piedra para grabar allí los diez mandamientos, sino cargado con el aire del Espíritu, empujado por el aire alegre y transformador del Espíritu, y proclamó a los cuatro vientos ocho hermosos edictos iniciados con “Dichosos vosotros, vosotras”.
Con ellos Jesús señaló las pistas que conducen a la verdadera felicidad. El camino realista hacia una vida plena y llena de sentido. El Maestro no se limitó a proclamar las bienaventuranzas, sino que las experimentó y practicó durante toda su vida. Él es las bienaventuranzas hechas persona humana.
No es ley ni código ni norma moral… Es Evangelio, Buena Noticia, anuncio gozoso. No es solamente un anuncio de felicidad futura, sino felicidad presente. Quien vive según el espíritu de las bienaventuranzas es feliz. Ellas revelan cómo es el corazón de Jesús, y por lo tanto, cómo ha de ser el corazón de sus seguidores.

¡Buenos días!

Decídete por lo mejor
El pecado no es de ninguna manera un enriquecimiento del hombre. Todo lo contrario: “coronado de gloria y dignidad por Dios” (Sal 8), el ser humano al pecar se devalúa, se degrada, se priva de la plenitud que le es propia. Se vuelve esclavo del pecado, él que había sido creado “poco inferior a los ángeles y bajo cuyos pies puso Dios la creación inmensa”. La Reina de la Paz te anima a decidirte por lo mejor.

“¡Queridos hijos! Mi oración hoy es para todos ustedes que buscan la gracia de la conversión. Llaman a la puerta de mi Corazón, con el sacramento de la Reconciliación con Dios. Abandonen el pecado y decídanse, hijitos, por la santidad. Solamente así puedo ayudarlos y escuchar sus oraciones e interceder ante el Altísimo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Los santos vivían con el pensamiento en el Cielo. Con esta luz orientaron sus pasos por la tierra. Sabían que obrar mal desagrada y ofende a Dios y nos perjudica seriamente. Sabían también que no dar importancia a las transgresiones pequeñas, arrastra a graves pecados, porque adormecen la conciencia… Cuida no lesionar el amor a Dios y al hermano.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, viendo Jesús la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros». (Mt 5,1-12)

Comentario:
Hoy leemos este Evangelio tan conocido para todos nosotros, pero siempre tan sorprendente. Con este fragmento de las bienaventuranzas, Jesús nos ofrece un modelo de vida, unos valores, que según Él son los que nos pueden hacer felices de verdad.
La felicidad, seguramente, es la meta principal que todos buscamos en la vida. Y si preguntásemos a la gente cómo buscan ser felices, o dónde buscan su propia felicidad, nos encontraríamos con respuestas muy distintas. Algunos nos dirían que en una vida de familia bien fundamentada; otros que en tener salud y trabajo; otros, que en gozar de la amistad y del ocio..., y los más influidos quizá por esta sociedad tan consumista, nos dirían que en tener dinero, en poder comprar el mayor número posible de cosas y, sobre todo, en lograr ascender a niveles sociales más altos.
Estas bienaventuranzas que nos propone Jesús no son, precisamente, las que nos ofrece nuestro mundo de hoy. El Señor nos dice que serán «bienaventurados» los pobres de espíritu, los mansos, los que lloran, los que tienen hambre y sed de la justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que buscan la paz, los perseguidos por causa de la justicia... (cf. Mt 5,3-11).
Este mensaje del Señor es para los que quieren vivir unas actitudes de desprendimiento, de humildad, de deseo de justicia, de preocupación e interés por los problemas del prójimo, y todo lo demás lo dejan en un segundo término.
¡Cuánto bien podemos hacer rezando, o practicando alguna corrección fraterna, cuando nos critiquen por creer en Dios y por pertenecer a la Iglesia! Nos lo dice claramente Jesús en su última bienaventuranza: «Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa» (Mt 5,11).
San Basilio nos dice que «no se debe tener al rico por dichoso sólo por sus riquezas; ni al poderoso por su autoridad y dignidad; ni al fuerte por la salud de su cuerpo... Todas estas cosas son instrumentos de la virtud para los que las usan rectamente; pero ellas, en sí mismas, no contienen la felicidad».
* Rev. D. Pablo CASAS Aljama (Sevilla, España)

Palabras de San Juan Pablo II
“Grave es la responsabilidad de las ideologías que proclaman el odio, el rencor y el resentimiento como motores de la historia. Como el de los que reducen al hombre a dimensiones económicas contrarias a su dignidad. Sin negar la gravedad de muchos problemas y la injusticia de muchas situaciones, es imprescindible proclamar que el odio no es nunca camino: sólo el amor, el esfuerzo personal constructivo, pueden llegar al fondo de los problemas.”

Predicación del Evangelio
Una Iglesia más evangélica
Al formular las bienaventuranzas, Mateo, a diferencia de Lucas, se preocupa de trazar los rasgos que han de caracterizar a los seguidores de Jesús. De ahí la importancia que tienen para nosotros en estos tiempos en que la Iglesia ha de ir encontrando su propio estilo de vida en medio de una sociedad secularizada.

No es posible proponer la Buena Noticia de Jesús de cualquier forma. El Evangelio solo se difunde desde actitudes evangélicas. Las bienaventuranzas nos indican el espíritu que ha de inspirar la actuación de la Iglesia mientras peregrina hacia el Padre. Las hemos de escuchar en actitud de conversión personal y comunitaria. Solo así hemos de caminar hacia el futuro.

Dichosa la Iglesia «pobre de espíritu» y de corazón sencillo, que actúa sin prepotencia ni arrogancia, sin riquezas ni esplendor, sostenida por la autoridad humilde de Jesús. De ella es el reino de Dios.

Dichosa la Iglesia que «llora» con los que lloran y sufre al ser despojada de privilegios y poder, pues podrá compartir mejor la suerte de los perdedores y también el destino de Jesús. Un día será consolada por Dios.

Dichosa la Iglesia que renuncia a imponerse por la fuerza, la coacción o el sometimiento, practicando siempre la mansedumbre de su Maestro y Señor. Heredará un día la tierra prometida.

Dichosa la Iglesia que tiene «hambre y sed de justicia» dentro de sí misma y para el mundo entero, pues buscará su propia conversión y trabajará por una vida más justa y digna para todos, empezando por los últimos. Su anhelo será saciado por Dios.

Dichosa la Iglesia compasiva que renuncia al rigorismo y prefiere la misericordia antes que los sacrificios, pues acogerá a los pecadores y no les ocultará la Buena Noticia de Jesús. Ella alcanzará de Dios misericordia.

Dichosa la Iglesia de «corazón limpio» y conducta transparente, que no encubre sus pecados ni promueve el secretismo o la ambigüedad, pues caminará en la verdad de Jesús. Un día verá a Dios.

Dichosa la Iglesia que «trabaja por la paz» y lucha contra las guerras, que aúna los corazones y siembra concordia, pues contagiará la paz de Jesús que el mundo no puede dar. Ella será hija de Dios.

Dichosa la Iglesia que sufre hostilidad y persecución a causa de la justicia sin rehuir el martirio, pues sabrá llorar con las víctimas y conocerá la cruz de Jesús. De ella es el reino de Dios.

La sociedad actual necesita conocer comunidades cristianas marcadas por este espíritu de las bienaventuranzas. Solo una Iglesia evangélica tiene autoridad y credibilidad para mostrar el rostro de Jesús a los hombres y mujeres de hoy.
José Antonio Pagola

Nuevo vídeo

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Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

Desde Bogotá, Colombia, nuestro lector Carlos nos escribe y dice: “Damos gracias a Dios y a María Santísima, así como también a todas las personas que han orado por José Joaquín L., quien ya fue dado de alta y se encuentra disfrutando del amor, el cariño y los cuidados de su hogar. El Señor bendice siempre su salud y la de toda su familia”.

Meditación

El siglo XX está lleno de apariciones marianas: desde la más conocida en Fátima, a las menos publicitadas de Kibeho (Ruanda) y la de  Akita (Japón). ¿Por qué la Virgen María está tan presente en medio de nosotros desde el siglo XX?
El padre René Laurentin -nacido el 19 de octubre de 1917, seis días después de la última aparición de la Virgen María en Fátima- ha viajado por el mundo entero para investigar estos hechos sobrenaturales. Él afirma que estas numerosas apariciones eran un llamado urgente a nuestro mundo que corre hacia la autodestrucción.
"Hay situaciones muy graves en el mundo de hoy. Así que hay muchas razones para  que la Virgen María se aparezca y venga a advertirnos", dijo. "El mundo ha rechazado a Dios. Se libra tranquilamente al pecado. Es como si tuviéramos que cortar las ramas del árbol sobre el que estamos posados.
Hoy estamos viviendo las consecuencias de esto. El mundo se destruye como consecuencia del pecado; no podemos salir de esto por nosotros mismos. La Madre de Dios nos llama a volver a lo esencial y nos invita a la oración y a la conversión. Nos dice que Dios existe y que debemos volver a Él.

Los cinco minutos de María

Enero 29
En María Santísima hallamos la ausencia de todo mal y la presencia de todo bien; ella no tuvo ningún pecado y poseyó todas las virtudes. Por eso la Iglesia la llama “Santa”, “Santísima”.
El cristiano debe apartarse del mal en su vida; debe huir de todo pecado, que es el verdadero mal, porque nos aleja de Dios. Pero no basta no hacer el mal; es preciso practicar el bien no confiando tanto en nuestra capacidad humana, sino en la presencia del Espíritu de Jesús que habita en nosotros y nos impulsa al amor y entrega a Dios y a los hermanos. El ideal del cristiano debe ser no decir nunca “basta” en el amor y la entrega.
María, perseverante en el amor y la entrega total al Padre, ayúdanos a crecer en nuestro amor y servicio.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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