PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3250 ~ Martes 24 de Enero de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Señor,
haz que cada día yo aprecie como si fuera la primera vez este regalo de
despertar del sueño y volver a sentirme de veras tu hijo. Que yo no desperdicie
mi tiempo en tonterías, y mucho menos en ir contra las líneas de tu plan, obra
de tu infinito amor y tu infinita sabiduría. Te lo pido por mí y por todos los
que llevan el nombre de cristianos.
María,
Estrella de la mañana, Madre bondadosa y reina de la paz, a Ti consagro mi vida
entera. Es hermoso dirigirte la primera mirada de la mañana, caminar en tu
presencia durante el día y descansar bajo tu protección por la noche. Tú sonríes
al niño inocente, das fuerza al joven que lucha, iluminas al adulto que trabaja
y reconfortas al anciano que aguarda el premio por ti prometido. Madre buena,
ruega por mi ahora y en la hora de mi muerte. Amén.
¡Buenos días!
Aunque no seas artista
“Los
entusiastas son los triunfadores. Ellos tienen fortaleza, tienen tenacidad. El
entusiasmo es la base de todo progreso. Sin él, todo son excusas”. El
entusiasta tiene una gran confianza en Dios, que es también sana confianza en
sí mismo, en los demás y en la vida. Sentimiento poderoso que disipa los
fantasmas nefastos de los temores.
Aunque no escribas libros, eres el escritor de tu
propia vida. Aunque no seas Miguel Ángel, puedes hacer de tu vida una obra
maestra. Aunque no entiendas de cine, ni de cámaras, tu existencia puede
transformarse en un film primoroso, con Dios de productor. Aunque no tengas
gran cultura, puedes cultivar la sabiduría de la caridad. Aunque tu trabajo sea
humilde, puedes convertir tu día en oración. Aunque tengas sesenta o setenta
años, puedes seguir siendo joven de espíritu. Aunque lágrimas amargas recorran
tu rostro, tienes un corazón para amar. Aunque no lo comprendas, en el cielo
tienes reservado un lugar. Todo depende de tu confianza en Dios, y de tu empeño
en ser digno hijo suyo.
En
la Biblia encontrarás pensamientos capaces de levantar el ánimo por más decaído
que estés. En Isaías (43) el Señor te dice: “Tú eres de gran precio ante mis
ojos, porque eres valioso y yo te amo. No tengas miedo, yo estoy contigo”.
Aunque tu autoestima esté muy baja, esta declaración de Dios es poderosa para
ponerte de pie.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, llegan la madre y los hermanos de Jesús, y quedándose fuera, le
envían a llamar. Estaba mucha gente sentada a su alrededor. Le dicen: «¡Oye!,
tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan». Él les
responde: «¿Quién es mi madre y mis hermanos?». Y mirando en torno a los que
estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: «Éstos son mi madre y mis
hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi
madre». (Mc
3,31-35)
Comentario:
Hoy
contemplamos a Jesús —en una escena muy concreta y, a la vez, comprometedora—
rodeado por una multitud de gente del pueblo. Los familiares más próximos de
Jesús han llegado desde Nazaret a Cafarnaum. Pero en vista de la cantidad de
gente, permanecen fuera y lo mandan llamar. Le dicen: «¡Oye!, tu madre, tus
hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan» (Mc 3,31).
En
la respuesta de Jesús, como veremos, no hay ningún motivo de rechazo hacia sus
familiares. Jesús se había alejado de ellos para seguir la llamada divina y
muestra ahora que también internamente ha renunciado a ellos: no por frialdad
de sentimientos o por menosprecio de los vínculos familiares, sino porque
pertenece completamente a Dios Padre. Jesucristo ha realizado personalmente en
Él mismo aquello que justamente pide a sus discípulos.
En
lugar de su familia de la tierra, Jesús ha escogido una familia espiritual.
Echa una mirada sobre los hombres sentados a su alrededor y les dice: «Éstos
son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi
hermano, mi hermana y mi madre» (Mc 3,34-35). San Marcos, en otros lugares de
su Evangelio, refiere otras de esas miradas de Jesús a su alrededor.
¿Es
que Jesús nos quiere decir que sólo son sus parientes los que escuchan con
atención su palabra? ¡No! No son sus parientes aquellos que escuchan su
palabra, sino aquellos que escuchan y cumplen la voluntad de Dios: éstos son su
hermano, su hermana, su madre.
Lo
que Jesús hace es una exhortación a aquellos que se encuentran allí sentados —y
a todos— a entrar en comunión con Él mediante el cumplimiento de la voluntad
divina. Pero, a la vez, vemos en sus palabras una alabanza a su madre, María,
la siempre bienaventurada por haber creído.
* Rev. D. Josep GASSÓ i Lécera (Ripollet, Barcelona,
España)
Santoral Católico:
San Francisco de Sales
Obispo y Doctor de la Iglesia
Hijo
del marqués de Sales, nació en el castillo de Thorens (Saboya, Francia) el 21
de agosto del año 1566. Fue bautizado al día a siguiente en la Iglesia de
Thorens, con el nombre de Francisco Buenaventura. De niño Francisco fue muy
delicado de salud ya que nació prematuro; pero gracias al cuidado que recibía,
se pudo recuperar y fortalecerse con los años. Su mamá fue Francisca de Boisy
una mujer sumamente amable y profundamente piadosa. Recibió una educación
esmerada y se doctoró "in utroque iure" en Padua.
Ordenado
de sacerdote, trabajó intensamente por la renovación de la fe católica en su
patria. Nombrado obispo de Ginebra, actuó como un verdadero pastor para con el
clero y los fieles, tratando a todos con su proverbial dulzura, instruyéndolos
en la fe con su palabra y sus escritos. Recondujo a la comunión católica a
muchos, calvinistas y otros, que se habían separado de ella. En sus obras
ascético-místicas propone una santidad fundada por entero en el amor de Dios, y
accesible a todas las condiciones sociales.
Fundó
con santa Juana de Chantal la Orden de la Visitación. Murió en Lyón el 28 de
diciembre de 1622, y el 24 de enero siguiente fue definitivamente sepultado en
Annecy (Saboya).
San
Francisco fue beatificado por el Papa Alejandro VII en el 1661, y el mismo Papa
lo canonizó en el 1665, a los 43 años de su muerte.
En
el 1878 el Papa Pío IX, considerando que los tres libros famosos del santo:
"Las controversias" (contra los protestantes); "La Introducción
a la Vida Devota" (o Filotea) y "El Tratado del Amor de Dios" (o
Teótimo), tanto como la colección de sus sermones, son verdaderos tesoros de
sabiduría, declaró a San Francisco de Sales "Doctor de la Iglesia",
siendo llamado "El Doctor de la amabilidad".
Oración: Señor, Dios
nuestro, tú has querido que el santo obispo Francisco de Sales se entregara a
todos generosamente para la salvación de los hombres; concédenos, a ejemplo
suyo, manifestar la dulzura de tu amor en el servicio a nuestros hermanos. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano / Aciprensa
Tema del día:
20 frases de San Francisco de Sales
•
La prueba de un predicador es
cuando su congregación no sale diciendo "qué sermón más bonito", sino
"haré algo".
•
No mantengas amistad alguna
más que con aquellos que puedan compartir contigo cosas virtuosas; cuanto más
excelsas sean las virtudes que cultivéis más perfecta será vuestra amistad.
•
Antes de juzgar al prójimo,
pongámosle a él en nuestro lugar y a nosotros en el suyo, y a buen seguro que
será entonces nuestro juicio recto y caritativo.
•
Dios prefiere nuestra
fidelidad en las cosas pequeñas que nos encomienda, mucho más que el ardor por
las grandes que no dependen de nosotros.
•
Jesús en el pesebre. He aquí
una buena lección para aprender que todas las grandezas de este mundo son
ilusión y mentira.
•
No debemos corregir nunca
dejándonos llevar por nuestros sentimientos, sino únicamente por nuestra
caridad.
•
Quien dice que ama a Dios, a
quien no ve, y no ama a sus hermanos, a quienes ve, ese es un mentiroso.
•
No nos lamentemos,
esforcémonos por someternos mansamente a la voluntad de Dios cuando lleguen
"esas pequeñas molestias diarias".
•
Las mismas miserias de la vida
se convierten en delicias celestiales si sabemos encontrar en ellas el placer
de cumplir la voluntad de Dios.
•
Ninguno diga: Dispongo sólo de
un talento, no puedo lograr nada. También con un solo talento puedes obrar de
modo meritorio.
•
Tenemos que permanecer en la
barca en que estamos mientras dura el trayecto de esta vida a la otra. Y
debemos hacerlo de buen grado y con amor; porque, aunque algunas veces no haya
sido la mano de Dios la que nos ha puesto allí, sino la de los hombres, una vez
en la barca, estamos allí porque Dios lo quiere, por lo que debemos seguir en
ella de buena gana y con gusto.
•
En mayor o menor medida todos
perseguimos la amistad con Dios, pero únicamente las almas generosas -y, por
supuesto, en muy diversos grados- penetran en la intimidad de Dios. ¡Qué
diferencia a este respecto, entre un cristiano corriente, que vive en estado de
gracia pero con tibieza, y el santo que pone en sus obras un gran amor!
•
Las riquezas son verdaderas
espinos; ellas punzan con mil espinos al adquirirlas, con muchas inquietudes
conservándolas, con muchas disgustos gastándolas, y con muchas pesares
perdiéndolas.
•
La Cruz es de Dios, y no
debemos sólo mirarla sino conformarnos con ella, como haríamos con una persona
con la que nos viéramos obligados a convivir. Sin pensarlo más, hay que cargar
con ella dulcemente, tomando las cosas con sencillez, como venidas de la mano
de Dios, sin más reflexiones. Desnudez y pura simplicidad de espíritu.
•
Soportad con toda dulzura las
pequeñas ofensas, las ligeras molestias y privaciones que sufrís a diario, pues
con todas estas menudas ocasiones, si las aprovecháis con amor y dilección,
ganaréis enteramente su Corazón y será todo vuestro.
•
En esta vida la paciencia ha
de ser el pan de cada día; pero la necesitamos en particular para nosotros,
porque nadie se nos hace tan pesado como nosotros mismos.
•
Esta vida es breve, la
recompensa por lo que aquí hagamos será eterna. Practiquemos el bien, unámonos
a la voluntad de Dios. Que sea ella la estrella que guíe nuestros ojos en esta
travesía. Es la manera cierta de que lleguemos con bien.
•
Las penas, consideradas en sí
mismas, ciertamente no pueden ser amadas, pero consideradas en su origen, es
decir, en la Providencia y Bondad divina que las ordena, son infinitamente
amables.
•
Nadie llega jamás a la
inmortalidad sino por el camino de la aflicción, y he aquí un gran motivo de
consuelo para todo en nuestras penas.
•
No te detengan los juicios
humanos; descarga tu conciencia y no temas sino a Dios.
Meditación
Si
nos decimos a nosotros mismos que, pase lo que pase, estamos bien y valemos,
podemos cambiar con facilidad nuestra vida. Cada día es un nuevo día y hacemos
las cosas de manera algo diferente a como las hicimos el día anterior. Nuestra
capacidad para adaptarnos y avanzar con el proceso de la vida es nuestro poder.
Tenemos una gran necesidad de fortalecer nuestra propia valía y mérito, porque
cuando pensamos que no valemos lo suficiente encontramos la manera de ser
siempre desgraciados.
Si
descubrimos nuestras aptitudes creativas, nuestra individualidad, y valorarnos
por esas cualidades que nos distinguen de los demás. Tomo consciencia que tengo
un papel único que desempeñar sobre la tierra. Analizo los aspectos de mi vida
en los que no me respeto ni me valoro, y hago afirmaciones de poder.
Soy
una persona poderosa y digna de respeto. Es esencial para mi bienestar que me
ame y me aprecie en todo momento. Veo ante mí un futuro plenamente feliz y
dichoso. Tengo poder sobre mi vida. Tengo el poder de hacerlo. Todos lo
tenemos. Hoy parto del espacio de amor de mi corazón y considero a cada persona
en este planeta alguien que necesita ser amado y valorado.
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración por el eterno descanso del alma de un jovencito de 11 años de Bogotá,
Colombia, de nombre Santiago, que
falleció por una trombosis. Y también pedimos oración por el alma de la
jovencita argentina, Analía Verónica,
que ayer mencionábamos en esta sección. Paz para sus almas y consuelo para sus
familias.
Pedimos oración para María Edilma, de Colombia, a quien se
le practicará el día de mañana una sesión de quimioterapia por su enfermedad.
Le colocamos en las Santas Manos del Señor, siempre con la confianza de la
intercesión de la Santísima Virgen
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Enero 24
El
grito de “¡Crucifícalo!” que resonó en el pretorio del gobernador romano (Lc
23,31) señaló el comienzo de la pasión de Jesucristo, e inició también los
sufrimientos de María. Aquel grito resonó en la profundidad de su corazón de
Madre.
Que
el Señor no permita que seamos irresponsables e indiferentes ante este misterio
de dolor y entrega de Jesús y de su Madre. Unidos a María al pie de la cruz
debemos asumir nuestra cruz como signo de amor al Señor y a nuestros hermanos.
María, ayúdanos a purificar el corazón y crecer en el
amor asumiendo el misterio de la cruz y renovando la esperanza en la
resurrección a una vida siempre nueva.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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