miércoles, 25 de enero de 2017

Pequeñas Semillitas 3251

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3251 ~ Miércoles 25 de Enero de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Señor Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, rostro humano de Dios y rostro divino del hombre, enciende en nuestros corazones el amor al Padre que está en el cielo y la alegría de ser cristianos.
Ven a nuestro encuentro y guía nuestros pasos para seguirte y amarte en la comunión de tu Iglesia, celebrando y viviendo el don de la Eucaristía, cargando con nuestra cruz, y urgidos por tu envío.
Danos siempre el fuego de tu Santo Espíritu, que ilumine nuestras mentes y despierte entre nosotros el deseo de contemplarte, el amor a los hermanos, sobre todo a los afligidos, y el ardor por anunciarte al inicio de este año.
Discípulos y misioneros tuyos, queremos remar mar adentro, para que nuestros pueblos tengan en Ti vida abundante, y con solidaridad construyan la fraternidad y la paz.  (Benedicto XVI)

¡Buenos días!

Antes de que sea tarde
Con frecuencia nos damos cuenta de lo que tenemos, sólo cuando lo perdemos. Muchas veces esperamos demasiado para decir: "Tú significas mucho para mí”. A  veces dañamos a las personas que más amamos permitiendo que una tontería nos separe. Muchas veces dejamos que las cosas menos importantes acaparen nuestra mente, y nos perjudiquen.

Una chica le preguntó a un chico, si pensaba que ella era bonita. Él dijo que no. Ella le preguntó si él quería estar con ella para siempre, y él dijo que no. Entonces ella le preguntó que si ella se fuera, él lloraría; y él dijo que no. Ya había escuchado suficiente. Ella comenzó a caminar, y las lágrimas comenzaron a brotar. El chico la agarró de un brazo, y le dijo: Tú no eres linda, eres hermosa. No quiero estar contigo por siempre, necesito estar contigo por siempre. Y si te vas, no lloraría, simplemente moriría...

Por lo tanto… asegúrate de dejarle saber a las personas más importantes en tu vida, cuánto las quieres y cuánto ellas significan para ti. Tómate tiempo de decir las palabras adecuadas, antes de que tu tiempo se acabe. Asegúrate de apreciar todo lo que has obtenido, y sé agradecido por todo lo que significa mucho para ti. (Sitio “María luz divina”).
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Éstas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien». (Mc 16,15-18)

Comentario:
Hoy, la Iglesia celebra la fiesta de la Conversión de san Pablo, apóstol. El breve fragmento del Evangelio según san Marcos recoge una parte del discurso acerca de la misión que confiere el Señor resucitado. Con la exhortación a predicar por todo el mundo va unida la tesis de que la fe y el bautismo son requisitos necesarios para la salvación: «El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará» (Mc 16,16). Además, Cristo garantiza que a los predicadores se les dará la facultad de hacer prodigios o milagros que habrán de apoyar y confirmar su predicación misionera (cf. Mc 16,17-18). La misión es grande —«Id por todo el mundo»—, pero no faltará el acompañamiento del Señor: «Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20).
La oración colecta de hoy, propia de la fiesta, nos dice: «Oh Dios, que con la predicación del Apóstol san Pablo llevaste a todos lo pueblos al conocimiento de la verdad, concédenos, al celebrar hoy su conversión, que, siguiendo su ejemplo, caminemos hacia Ti como testigos de tu verdad». Una verdad que Dios nos ha concedido conocer y que tantas y tantas almas desearían poseer: tenemos la responsabilidad de transmitir hasta donde podamos este maravilloso patrimonio.
La Conversión de san Pablo es un gran acontecimiento: él pasa de perseguidor a convertido, es decir, a servidor y defensor de la causa de Cristo. Muchas veces, quizá, también nosotros mismos hacemos de “perseguidores”: como san Pablo, tenemos que convertirnos de “perseguidores” a servidores y defensores de Jesucristo.
Con Santa María, reconozcamos que el Altísimo también se ha fijado en nosotros y nos ha escogido para participar de la misión sacerdotal y redentora de su Hijo divino: Regina apostolorum, Reina de los apóstoles, ¡ruega por nosotros!; haznos valientes para dar testimonio de nuestra fe cristiana en el mundo que nos toca vivir.
* Rev. D. Josep GASSÓ i Lécera (Ripollet, Barcelona, España)

Santoral Católico:
La Conversión de San Pablo
Fiesta
Saulo de Tarso, fariseo fanático, discípulo de Gamaliel, fue desde muy joven perseguidor de la Iglesia naciente. Pero, cuando iba camino de Damasco para traerse presos a Jerusalén a los cristianos, se le apareció Cristo, lo derribó del caballo y le dijo: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» Saulo acabó respondiendo: «¿Señor, qué quieres que haga?» Entró en Damasco y allí lo bautizó Ananías. Ya convertido, volvió a Jerusalén para conocer a Pedro y luego marchó a Tarso, donde permaneció hasta que Bernabé fue a buscarlo y lo integró en la comunidad de Antioquía. Algún tiempo después comenzó su carrera de Apóstol de las Gentes.
Oración: Señor, Dios nuestro, tú que has instruido a todos los pueblos con la predicación del apóstol san Pablo, concede a cuantos celebramos su conversión caminar hacia ti, siguiendo su ejemplo, y ser ante el mundo testigos de tu verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano

Pensamiento del día

“Todo el mundo busca la felicidad,
Y hay un medio seguro para encontrarla.
Consiste en controlar nuestros pensamientos.
La felicidad no depende de condiciones externas,
depende de condiciones que están dentro de nosotros”

Tema del día:
¿De verdad hay infierno?
Habitualmente, cuando la respuesta a una consulta se puede encontrar en el Catecismo de la Iglesia Católica, suelo utilizarlo para contestar. En este caso, bastaría con decir que la doctrina católica sobre el infierno se encuentra en los números 1033-1037, y quedaría así zanjada la cuestión.

Pero cuando se pregunta algo tan elemental, la cosa es diferente. Lo que dice el Catecismo, al menos en lo fundamental, ya se sabe, y la verdadera cuestión es que no se entiende cómo puede ser compatible la existencia del infierno con la misericordia divina. Añadiendo, quizás, que ahora que tanto se habla de misericordia no se entiende cómo la Iglesia sigue sosteniendo que existe el infierno.

Podría intentar responder a este planteamiento, pero sería un error por mi parte, pues supondría aceptar implícitamente un desenfoque: el que la Iglesia es dueña y señora de la doctrina que predica.

La fe cristiana –pues de eso se trata, de una fe y no de una opinión– se basa en aceptar la Revelación divina, la Palabra divina que quiere transmitir algo. Y para verla hay que acudir a lo que predicó Jesucristo, a los Evangelios.

Hay alguna cosa de los Evangelios que puede suscitar dudas o discusiones sobre su significado. En este caso, no. Si uno los lee, podrá comprobar que son muchas las referencias a ese castigo eterno.

Aquí me limitaré a citar la que resulta más clara: la última parte del capítulo 25 del Evangelio de San Mateo (versículos 31 al 46). Trata del juicio final, que describe a grandes rasgos. El último versículo, el 46, indica la ejecución de la sentencia con estas palabras: E irán éstos (los condenados) al suplicio eterno; los justos, en cambio, a la vida eterna.

A la vista de lo cual no queda más remedio que decir que sí, que sí existe el infierno. Sólo a partir de aceptarlo se puede intentar comprender cómo son compatibles la infinita justicia con la infinita misericordia.

Para la teología, ésta es una de las numerosas paradojas a las que debe dar respuesta, o darla en la medida de lo que puede la razón humana, pues estamos ante misterios divinos que no podemos comprender del todo. En cualquier caso, ninguna de estas paradojas se soluciona suprimiendo uno de los términos.

En lo que aquí se plantea, la misericordia divina se manifiesta en que Dios envió a su Hijo a morir en la cruz para salvarnos, y en que hasta el último momento de esta vida la está dispuesto a perdonar a quien acude a su misericordia. Pero quien se empeña en no querer acudir…
© Julio de la Vega-Hazas

Meditación

Te damos gracias, Padre, por Jesús, tu Hijo querido, por quien te hemos conocido, por quien sabemos vivir, por quien mantenemos la esperanza, por quien podemos vivir como hermanos.
Te damos gracias porque hace muchos años que le conocemos, le queremos, le seguimos. Te damos gracias porque es para nosotros luz para el camino, alimento para el trabajo, esperanza para el futuro.
Te damos gracias porque la fuerza de tu Espíritu le hizo Pastor, Semilla, Agua, Fuego, Pan. Te damos gracias porque la fuerza de tu Espíritu le hizo pobre, humilde, valeroso, compasivo. Te damos gracias porque gracias a Él nuestra vida de tierra se transforma y nos hacemos Hijos, trabajamos en tu Reino, y sabemos esperar y perdonar.
Te damos gracias, Padre, por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor. Amén
José Enrique Galarreta

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por la unión del matrimonio de Germán y Claudia, que viven en Chiquinquirá, Colombia, tienen dos hijas y están atravesando por un momento de crisis. Que Sagrada Familia de Nazaret derrame en ellos muchas bendiciones y se puedan encontrar consigo mismos y reavivar la llama del amor.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de María
Enero 25
Impacta la humildad de la jovencita de Nazaret. Ningún ser humano recibió jamás un embajador tan honorable como ella: un arcángel, de parte de Dios mismo, le transmite a María un saludo jamás escuchado por oídos humanos, y un mensaje que excede en honor y dignidad a cuanto el hombre pudiera imaginar.
Sin embargo, ella se juzga pequeña, indigna de tan alta dignidad y, en su profunda humildad, se titula “la esclava”, “la servidora del Señor”.
Con un corazón humilde como el de María, reconozcamos cada día los dones que recibimos de Dios y hagámoslos fecundar.
María, que precedes con tu luz al Pueblo de Dios peregrinante, tú eres el signo de nuestra esperanza y consuelo (LG 68).
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos- 

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