jueves, 19 de enero de 2017

Pequeñas Semillitas 3245

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3245 ~ Jueves 19 de Enero de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Dios, dame el día de hoy Fe para seguir adelante. Dame grandeza de espíritu para perdonar. Dame paciencia para comprender y esperar. Dame voluntad para no caer. Dame fuerza para levantarme si caído estoy. Dame amor para dar. Dame lo que necesito y no lo que quiero. Dame elocuencia para decir lo que debo decir. Haz que yo sea el mejor ejemplo para mis hijos, para mi familia. Has que yo sea el mejor amigo de todos mis amigos. Hazme fuerte para recibir los golpes de la vida. Déjame saber qué es lo que tú quieres de mí. Déjame tu Paz para que la comparta con quien no la tenga. Por último, anda conmigo y déjame saber que es así. Amén

¡Buenos días!

El buey y el mosquito
La gente tiene a menudo una imagen inflada de sí mismo: desea con ardor que los resultados de su actuación estén a la altura de la efigie que tienen de su persona. Y, como es raro que se dé esa adecuación, la gente reacciona entre frustrada y resentida. Estamos al borde de la locura, metidos en la neblina de la alucinación (Larrañaga).

En el cuerno de un buey se posó un mosquito. Luego de permanecer allí largo rato, al irse a su vuelo preguntó al buey si se alegraba de que por fin se marchase. El buey le respondió: —Ni supe que habías venido, ni lo notaré cuando te vayas. Esopo.

Según santo Tomás de Aquino, Cristo nos recomendó por encima de todo la humildad, por esta razón: porque con ella se anula el principal impedimento para nuestra santificación. Todas las demás virtudes derivan de ella su valor. Sólo a ella le concede Dios sus gracias, y las retira cuando ella desaparece.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos hacia el mar, y le siguió una gran muchedumbre de Galilea. También de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, de los alrededores de Tiro y Sidón, una gran muchedumbre, al oír lo que hacía, acudió a Él. Entonces, a causa de la multitud, dijo a sus discípulos que le prepararan una pequeña barca, para que no le aplastaran. Pues curó a muchos, de suerte que cuantos padecían dolencias se le echaban encima para tocarle. Y los espíritus inmundos, al verle, se arrojaban a sus pies y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios». Pero Él les mandaba enérgicamente que no le descubrieran. (Mc 3,7-12)

Comentario:
Hoy, todavía reciente el bautismo de Juan en las aguas del río Jordán, deberíamos recordar el talante de conversión de nuestro propio bautismo. Todos fuimos bautizados en un solo Señor, una sola fe, «en un solo Espíritu para formar un solo cuerpo» (1Cor 12,13). He aquí el ideal de unidad: formar un solo cuerpo, ser en Cristo una sola cosa, para que el mundo crea.
En el Evangelio de hoy vemos cómo «una gran muchedumbre de Galilea» y también otra mucha gente procedente de otros lugares (cf. Mc 3,7-8) se acercan al Señor. Y Él acoge y procura el bien para todos, sin excepción. Esto lo hemos de tener muy presente durante el octavario de oración para la unidad de los cristianos.
Démonos cuenta de cómo, a lo largo de los siglos, los cristianos nos hemos dividido en católicos, ortodoxos, anglicanos, luteranos, y un largo etcétera de confesiones cristianas. Pecado histórico contra una de las notas esenciales de la Iglesia: la unidad.
Pero aterricemos en nuestra realidad eclesial de hoy. La de nuestro obispado, la de nuestra parroquia. La de nuestro grupo cristiano. ¿Somos realmente una sola cosa? ¿Realmente nuestra relación de unidad es motivo de conversión para los alejados de la Iglesia? «Que todos sean uno, para que el mundo crea» (Jn 17,21), ruega Jesús al Padre. Éste es el reto. Que los paganos vean cómo se relaciona un grupo de creyentes, que congregados por el Espíritu Santo en la Iglesia de Cristo tienen un solo corazón y una sola alma (cf. Hch 4,32-34).
Recordemos que, como fruto de la Eucaristía —a la vez que la unión de cada uno con Jesús— se ha de manifestar la unidad de la Asamblea, ya que nos alimentamos del mismo Pan para ser un solo cuerpo. Por tanto, lo que los sacramentos significan, y la gracia que contienen, exigen de nosotros gestos de comunión hacia los otros. Nuestra conversión es a la unidad trinitaria (lo cual es un don que viene de lo alto) y nuestra tarea santificadora no puede obviar los gestos de comunión, de comprensión, de acogida y de perdón hacia los demás.
* Rev. D. Melcior QUEROL i Solà (Ribes de Freser, Girona, España)

Santoral Católico:
San José Sebastián Pelczar
Fundador
Nació en 1842 en Korczyna (Polonia), cerca de Krosno. Desde niño mostró aptitudes extraordinarias para el estudio. Ordenado de sacerdote en Przemysl, completó sus estudios en Roma. Al regresar a su patria, fue profesor de teología en el seminario de su diócesis y en la Universidad Jaguellónica de Cracovia, de la que llegó a ser rector. Además, trabajó de forma incansable en la difusión de la cultura en su pueblo y en obras sociales. El 18 de abril de 1893 hizo la profesión de terciario franciscano ante la tumba de San Francisco en Asís. En 1894 fundó la congregación de Esclavas del Sagrado Corazón, con el fin de proclamar su Reino mediante el amor a las jóvenes, los enfermos y todos los necesitados. En 1899 fue nombrado obispo de Przemysl y, durante 25 años, actuó como un valiente y celoso pastor en obras apostólicas y sociales. Fue autor de numerosos escritos. Murió en Przemysl el 28 de marzo de 1924. Su memoria se celebra el 19 de enero. Lo canonizó Juan Pablo II el año 2003.
© Directorio Franciscano     

Pensamiento del día

"Dentro de 20 años lamentarás más
las cosas que no hiciste, que las que hiciste.
Así que suelta amarras y abandona puerto seguro.
Atrapa el viento en tus velas. Sueña. Explora. Descubre”
-Mark Twain-

Temas Médicos:
Propiedades del limón
Hoy me gustaría tratar sobre las numerosas virtudes medicinales del limonero (lat., Citrus limonum), un árbol que fue descrito así por los antiguos frailes: “És un arbre semblant al taronger que fa’l fruyt en forma oval d’un groch baix quan está madur, y conté un such agre” siendo, este zumo, “agre”, agrio y muy ácido.

Es un excelente protector del hígado y, al mismo tiempo, muy eficaz para ayudar a cuajar la leche destinada a hacer requesón y queso fresco.

Los botánicos afirman que el limonero es un árbol subtropical de origen asiático que se ha adaptado muy bien al clima mediterráneo.

La limonada, o zumo de limón, es muy rica en minerales y disfruta de numerosas propiedades refrescantes y antisépticas.

En la tradición medicinal popular la limonada ha sido utilizada, con notable eficacia, como desinfectante de las heridas, para bajar la fiebre y la aliviar las afecciones de las vías respiratorias, las afonías y las inflamaciones de la garganta.

Además, el limón regulariza las malas digestiones y diversas alteraciones del organismo ya que promueve la formación y secreción de la bilis y ayuda enormemente a metabolizar las grasas, neutraliza y elimina las toxinas.

El limón es, sobre todo, uno de los mejores antiescorbúticos y se mostró particularmente eficaz durante las epidemias de la fiebre amarilla.

Además, el limón es de gran utilidad para desinfectar y cicatrizar las heridas.

A pesar de sus numerosas propiedades, no se puede abusar de él como remedio, ni en la mesa.

Con todo, la piel del limón es ideal para aromatizar postres y hacer mermeladas, y su zumo es un buen sustitutivo del vinagre en las marinadas y ensaladas.

De la flor del limón y del naranjo agrio (lat., Citrus aurantium) se elabora el agua de azahar y, mezclada dicha flor con hojas de melisa o toronjil, se prepara la llamada Agua del Carmen, que es muy eficaz para los desfallecimientos y el mareo.

El limonero es un árbol de hoja perenne de floración continua a lo largo de todo el año; los limones nacen sobre las ramas mixtas y, aunque sea autofértil, conviene plantar distintas variedades para garantizar la polinización. Es un árbol que agradece el clima templado y no resiste bien las heladas fuertes.

Los antiguos capuchinos también solían preparar una excelente confitura con la piel de la naranja agria y con la flor de esta variante del naranjo.

Los estamentos rurales preparaban un tónico aperitivo que, por su eficacia, disfrutó de gran acogida entre los desganados.

En la tradición medicinal de los capuchinos, el zumo de limón también era utilizado en las enfermedades biliares: “Una copa de caldo de limón es magnífico remedio para la bilis” (BHC, Pócimas de capuchino, 60).

Y a propósito del cultivo del limonero, los frailes experimentaron que “el limonero alcanza un desarrollo parecido al naranjo y es muy sensible a los vientos secos. El limonero prospera en los suelos algo sueltos y sustanciosos, bien abonados con estiércol repodrido. Le conviene humedad, pero no exagerada”, escribían los antiguos hortelanos.
Fray Valentí Serra de Manresa, capuchino.

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Meditación

La libertad, como el baño, es algo que debe practicarse todos los días.
Nada permanece fijo. El cambio es la ley de la vida.
Quizás algunas veces sintamos que nuestras victorias personales deben ser ganadas una y otra vez. Paro si lo vemos desde otro punto de vista, no es así en absoluto; nuestras sólidas victorias personales son aquellas que nada ni nadie puede arrebatarnos.
Dichas victorias son las herramientas de nuestro crecimiento continuo. Los trabajos, las relaciones y las casas pueden cambiar, pero la serenidad y la libertad de espíritu están entre las cosas que a voluntad podemos lograr, conservar o dejar.
La libertad implica decidir lo que hacemos con nuestro cuerpo, con nuestro dinero y con nuestra vid. Si renunciamos a esta decisión, alguien la tomará por nosotros. Si no usamos o reclamamos nuestra libertad, renunciaremos a ella. Nuestras vidas exigen nuestra participación activa y creativa en cada momento.
Flo Kennedy

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por José Joaquín L., de Colombia, quien fue intervenido por un fuerte dolor abdominal (posiblemente apendicitis), y se encuentra hospitalizado, muy delicado. Rogamos al Señor, con la intercesión hoy de la Santísima Virgen, le dé la tranquilidad de la salud y, a su familia, la confianza de su franca y pronta recuperación.

Pedimos oración por la sanación espiritual y emocional de Alejandro y su familia, de Centro América, quien fue secuestrado y rescatado, pero que han quedado grandes daños, espiritual y emocionalmente, por lo que rogamos a Jesús que lo consuele con la intercesión de la Virgen María y el poder del Espíritu Santo.

Pedimos oración por las siguientes personas de Argentina: Ángela D., con diagnóstico incierto; Estefanía P., operada del corazón; Ramón G., en recuperación por operación de cáncer de pulmón; María Luisa C., con cáncer de útero; Sor Rainelda, en recuperación de ACV; María Gloria C., que será operada; Pascuala I. y Miriam C. ambas afectadas de cáncer. Que Dios misericordioso les conceda todas sus gracias a estas hermanas y hermanos.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de María
Enero 19
María Santísima, como Jesús, su hijo, fue mansa y humilde de corazón. Su interior estuvo siempre en calma, aun en los momentos más atribulados. Al pie de la cruz, como la imagen de la fortaleza más grande, se mantuvo firme, sin desmayar.
Acudamos a la Virgen, mansa y serena, buena, amable y bondadosa, sabiendo que seremos bien recibidos y escuchados.
María, Madre nuestra, a ti recurrimos confiados como hijos pequeños para recibir de tus manos la paz del corazón.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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