PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3249 ~ Lunes 23 de Enero de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Jesús
invitó a Pedro y a su hermano Andrés, a Santiago y a Juan a seguirlo porque iba
a hacer de ellos pescadores de hombres, apóstoles del Reino que venía a
instaurar en el mundo.
En
esta pesca de hombres, los apóstoles deberán poner al servicio del Evangelio,
casi las mismas cualidades que tenían al trabajar en el lago:
-
deberán ser pacientes y esperar que los hombres se abran al mensaje;
-
tendrán necesidad de perseverancia, estando siempre dispuestos a volver a
probar;
-
elegirán el momento adecuado para arrojar la red de la Palabra de Dios;
-
adaptarán el mensaje a cada corazón, como el pescador usa la carnada apropiada
para cada pez; y
-
permanecerán ocultos para que los hombres sólo fijen su mirada en Cristo, el
Señor.
Cada
bautizado está llamado a llevar el mensaje de Jesús a los demás. Perfecciona
tus habilidades de pescador de hombres para llevarlos a un encuentro personal
con el Señor Resucitado.
¡Buenos días!
Sé luz en el mundo
El
Señor te ha regalado la luz de la fe para que la irradies a tu alrededor, con
el ejemplo y con la palabra. Jesús te anima a hacer brillar ante los ojos de
los hombres la luz que hay en ti (Mateo 5, 13-15). Cada uno tiene posibilidades
distintas, pero no menos importantes aunque parezcan restringidas. Dios ha
dispuesto que las almas vayan iluminando otras almas, como si fueran antorchas.
Si puedes ser una estrella en el cielo, sé una
estrella en el cielo.
Si no puedes ser una estrella en el cielo, sé una
hoguera en la montaña.
Si no puedes ser una hoguera en la montaña, sé una
lámpara en tu casa.
Esto
me hace recordar un aviso para cierta celebración, cuya ambigüedad hizo sonreír a todos los presentes: “El
párroco encenderá su vela en la del altar. El diácono encenderá la suya en la
del párroco, y luego encenderá uno por uno a todos los fieles de la primera
fila”. Ojalá que todos fuéramos antorchas vivientes de Cristo Jesús “luz del
mundo”, para iluminar a tantos que todavía “yacen en tinieblas y en sombras de
muerte”. Que Dios, que “es luz y en quien no hay tiniebla alguna”, te bendiga e
impulse a tu misión.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Está poseído
por Beelzebul» y «por el príncipe de los demonios expulsa los demonios».
Entonces Jesús, llamándoles junto a sí, les decía en parábolas: «¿Cómo puede
Satanás expulsar a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, ese
reino no puede subsistir. Si una casa está dividida contra sí misma, esa casa
no podrá subsistir. Y si Satanás se ha alzado contra sí mismo y está dividido,
no puede subsistir, pues ha llegado su fin. Pero nadie puede entrar en la casa
del fuerte y saquear su ajuar, si no ata primero al fuerte; entonces podrá
saquear su casa. Yo os aseguro que se perdonará todo a los hijos de los
hombres, los pecados y las blasfemias, por muchas que éstas sean. Pero el que
blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca, antes bien, será reo
de pecado eterno». Es que decían: «Está poseído por un espíritu inmundo». (Mc 3,22-30)
Comentario:
Hoy,
al leer el Evangelio del día, uno no sale de su asombro —“alucina”, como se
dice en el lenguaje de la calle—. «Los escribas que habían bajado de Jerusalén»
ven la compasión de Jesús por las gentes y su poder que obra en favor de los
oprimidos, y —a pesar de todo— le dicen que «está poseído por Beelzebul» y «por
el príncipe de los demonios expulsa los demonios» (Mc 3,22). Realmente uno
queda sorprendido de hasta dónde pueden llegar la ceguera y la malicia humanas,
en este caso de unos letrados. Tienen delante la Bondad en persona, Jesús, el
humilde de corazón, el único Inocente y no se enteran. Se supone que ellos son
los entendidos, los que conocen las cosas de Dios para ayudar al pueblo, y
resulta que no sólo no lo reconocen sino que lo acusan de diabólico.
Con
este panorama es como para darse media vuelta y decir: «¡Ahí os quedáis!». Pero
el Señor sufre con paciencia ese juicio temerario sobre su persona. Como ha
afirmado Juan Pablo II, Él «es un testimonio insuperable de amor paciente y de
humilde mansedumbre». Su condescendencia sin límites le lleva, incluso, a
tratar de remover sus corazones argumentándoles con parábolas y consideraciones
razonables. Aunque, al final, advierte con su autoridad divina que esa cerrazón
de corazón, que es rebeldía ante el Espíritu Santo, quedará sin perdón (cf. Mc
3,29). Y no porque Dios no quiera perdonar, sino porque para ser perdonado,
primero, uno ha de reconocer su pecado.
Como
anunció el Maestro, es larga la lista de discípulos que también han sufrido la
incomprensión cuando obraban con toda la buena intención. Pensemos, por
ejemplo, en santa Teresa de Jesús cuando intentaba llevar a más perfección a
sus hermanas.
No
nos extrañe, por tanto, si en nuestro caminar aparecen esas contradicciones.
Serán indicio de que vamos por buen camino. Recemos por esas personas y pidamos
al Señor que nos dé aguante.
* Rev. D. Vicenç GUINOT i Gómez (Sitges, Barcelona,
España)
Santoral Católico:
San Ildefonso
Obispo
Este
santo ha sido considerado como una de las mayores glorias de la Iglesia de
España, la cual le honra como Doctor de la Iglesia. Nació en Toledo, de noble
familia, sobre el año 606. De joven estuvo en Sevilla estudiando junto a san
Isidoro. Vuelto a su ciudad natal, profesó pronto en el monasterio de Agalí, en
las afueras de Toledo, uno de los más insignes de la España visigoda, del que
llegó a ser abad. El año 657, a la muerte de su tío san Eugenio, lo eligieron
para sucederle en la silla metropolitana como Obispo de Toledo.
Pastor
celoso, reformador, lleno de espíritu de sabiduría y prudencia, desarrolló una
gran labor catequética. Escribió magníficos tratados de teología y libros
litúrgicos; su obra "De viris
illustribus" es como una continuación de las "Etimologías"
de san Isidoro. Destacó por su devoción a la Virgen María, cuya virginidad
perpetua defendió. Según la tradición, la Virgen se le apareció en la catedral,
alabó su labor y le regaló una casulla preciosa. Murió el 23 de enero del año
667. Su cuerpo fue trasladado a Zamora.
Oración: Dios todopoderoso, que hiciste a san
Ildefonso insigne defensor de la virginidad de María, concede a los que creemos
en este privilegio de la Madre de tu Hijo sentirnos amparados por su poderosa y
materna intercesión. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
© Directorio Franciscano
Pensamientos del día
“Mi profesión principal,
mi deber principal
y mi oración principal,
es y seguirá siendo:
¡Amar!”
“Adorar significa,
en el sentido más amplio,
cumplir por amor la voluntad de Dios”.
“Dios es amor y
por eso alegría eterna.
Por lo tanto quien vive en Dios
o quien quiere reflejarlo,
debe ser al mismo tiempo
un reflejo de
la alegría eterna…”
“El que mantiene siempre abiertos
el corazón y los sentidos
para lo que le agrada a Dios,
permanece joven hasta edad avanzada,
porque nunca le falta la fuerza del amor”
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P. José Kentenich
Tema del día:
Llamados a ser apóstoles
Por:
Padre Nicolás Schwizer (Instituto de los Padres de Schoenstatt)
La
santificación es el fundamento del apostolado. El grado de auto santificación
debe corresponder al grado de la actividad apostólica y viceversa. Entonces,
“aquel que quiere ser apóstol hasta las raíces, ha de alcanzar el grado más
alto posible de auto santificación” (Principios Generales, pág. 91). Y este es
el caso de los miembros de Schoenstatt.
Pero
no se trata solamente de educarnos y santificarnos para el apostolado
universal, sino también de educarnos y santificarnos a través del apostolado.
Es decir: el apostolado es también un medio poderoso en el camino hacia la
santidad. En conclusión podemos decir que el mejor apóstol y el mejor preparado
para el apostolado, es el más santo.
Como
miembros de Schoenstatt, todos estamos llamados a ser apóstoles y a tener un
espíritu marcadamente apostólico. Es nuestra vocación al apostolado universal.
En
el año 1928, el Padre dio una definición del hombre apostólico. Decía: “El
apóstol es un hombre que, partiendo de una profunda vinculación a Dios, se
empeña permanentemente y con todos los medios, por la salvación de las almas
inmortales” (Principios Generales, pág. 86).
Dios, fuente de nuestro apostolado
En
esta definición hay algo esencial para el apostolado cristiano y
schoenstattiano: la vinculación con Dios. Todo apostolado debe tener su fuente
en el amor a Dios. El amor al prójimo debe encenderse en el amor a Dios, es
proyección, es prolongación del amor a Dios.
Esto
me recuerda un suceso que he leído alguna vez: El abad Pierre, famoso sacerdote
francés, que había fundado una organización para ayudar a los más pobres -los
traperos de Emaús- visitó la Argentina en los años 60. Y sucedió que viajando
desde Buenos Aires a Montevideo se hundió su barco en un gran accidente. Él
consiguió salvarse porque una señora le tendió un palo que flotaba, y
permaneció así unas horas a la deriva. Al día siguiente, los periodistas le
preguntaron que había pensado ante la inminente posibilidad de la muerte:
“Miren -les dijo- yo creo haber pasado mi vida con una mano tendida hacia los
demás y yo estaba seguro que teniendo una mano tendida a los demás, la otra
mano me la sostenía Dios”.
Me
parece una respuesta maravillosa de parte de uno de los grandes apóstoles de
nuestro tiempo. Y a la vez es como un símbolo de lo que estamos hablando: el
verdadero apóstol tiene una mano tendida hacia Dios y la otra hacia los
hermanos. Debemos preguntarnos si la fuente de nuestro apostolado es realmente
Dios. O si hacemos apostolado más bien por una tendencia natural a la
actividad, o por un afán de lucir, o tal vez por puro activismo. En tales casos
estaríamos construyendo sobre arena, y no sobre fundamento firme.
La salvación de las almas inmortales
El
apóstol se empeña por la salvación de las almas inmortales. Este celo por las
almas caracterizaba a los grandes apóstoles de todos los tiempos. San Ignacio
decía: “Si pudiera morir mil veces al día, moriría con gusto por salvar una
sola alma”. Y también su gran discípulo, San Francisco Javier, cuando una vez
bautizó a un niño moribundo, comentaba: “Esto ya me recompensa del largo y
penoso viaje que tuve que hacer para llegar a las Indias”. Santa Catalina de
Siena, que por su actividad apostólica hizo un bien extraordinario para el
Reino de Dios, decía de sí misma: “Mi naturaleza es de fuego”.
Eso
me recuerda unas palabras que el Padre solía decirnos en este contexto: “Con un
pedazo de hielo no es posible hacer fuego”. ¿Llevamos nosotros un fuego adentro
que quiere encender a otros corazones? El Padre Kentenich tenía, sin duda, esta
naturaleza de fuego. Una vez aseguraba: “Durante toda mi vida me ha guiado un
único gran ideal: Dios y las almas. Todo lo demás es secundario para mí, es
subordinado consecuentemente a esta única gran idea de mi vida… Día y noche
-así se puede decir con razón- he vivido y trabajado en mi taller secreto
exclusivamente para las almas…”
Preguntas
para la reflexión
1.
¿Soy una persona apostólica?
2.
¿Puedo enumerar mis apostolados?
Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas
Formulo
el siguiente ofrecimiento únicamente
para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas
Semillitas" por e-mail: Si desean recibir el power point y los comentarios
del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para
tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales
sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com
Sólo
deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia
y a qué comunidad religiosa pertenecen.
Aviso
Desde Madrid, España, nuestro amigo, hermano y compañero de
evangelización a través de internet, José
Luis Domínguez Pascual, nos escribe para informarnos que, por efectos de un
virus, ha perdido toda su lista de contactos, a los cuales hace llegar sus publicaciones
católicas. Por lo tanto, a quienes estaban en contacto con él, les pide que le
envíen un mail para volver a registrarlos en su libreta de direcciones.
El mail debe dirigirse a: dompas55@hotmail.com
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración por el alma de Juan Alfredo L.,
de Córdoba, Argentina, al cumplirse hoy ocho años de su pascua a la casa del
Padre.
Pedimos
oración para Analía Verónica, una
jovencita de Argentina, afectada de una enfermedad oncológica diseminada en
estado terminal, rogando a Jesús que la fortalezca en estos momentos, que
alivie sus dolores y prepare su alma para el abrazo eterno. Que la Santísima
Virgen la acompañe en todo momento, como acompañó a su Hijo al pie de la cruz.
Pedimos
oración por la salud de María Rosa y
Emilio, tíos del corazón del autor
de esta página, que viven en Buenos Aires, Argentina. Que encuentren en Jesús
el médico divino, y en la Santísima Virgen de Lourdes la compañía y el sostén
en todo momento.
Pedimos
oración para las siguientes personas: Alicia
D., de Argentina, internada en terapia intensiva luego de una operación y
complicada por infección; Julieta,
50 años, colombiana radicada en Toronto, afectada de ataques de pánico; Gisela, con cáncer y quimioterapia,
terminando el tratamiento, rezamos por su completa recuperación; Joaquín, de México, por salud general y
cardiovascular; Carola C., 73 años,
de Lima, Perú, que ha terminado la primera fase de quimioterapia debiendo luego
continuar en marzo; Rosita L., 43
años, colombiana, con múltiples afecciones de pulmones, corazón, riñones y
artritis; Espe, 76 años, de USA, con
lesión severa en una uña; Violeta,
69 años, de USA, con afección gastrointestinal y hepática grava; y por todas
las familias que piden oraciones en todo el mundo, para que la luz de Jesús les
alcance y los cure.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Enero 23
El
Concilio nos dice que la Madre excelsa del Redentor y humilde servidora del
Señor, padeciendo con su Hijo cuando moría en la cruz, cooperó en forma
extraordinaria a la obra del Salvador con la obediencia, la fe, la esperanza y
la ardiente caridad con el fin de restaurar la vida de amistad con Dios en sus
hijos. Por eso es nuestra Madre en el orden de la gracia (LG 61).
Si
hemos tenido la desgracia de ofender a Dios acudamos a María y roguémosle que
nos consiga el perdón que necesitamos.
Y
así como Dios nos perdona a nosotros, así nosotros debemos perdonar, entender y
justificar a los demás.
Madre, cuida con amor de tus hijos para que no
pierdan la vida que brota de la muerte y resurrección de Jesús.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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