martes, 29 de noviembre de 2016

Pequeñas Semillitas 3200

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 3200 ~ Martes 29 de Noviembre de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Quiero que mi Adviento sea una vivencia profunda que cambie mi vida. De la noche a la luz. Del dolor a la esperanza. En medio de la oscuridad buscando la estrella. En medio la noche encontrando a Dios escondido en mi alma.
Un tiempo para tocar a Dios en el camino. En mi camino a Belén. Quiero alegrarme con Jesús que camina a mi lado. En esa espera radiante del que no teme el futuro. El Adviento tiene mucho de velar en medio de la noche.
Nos ponemos en camino. En vela. Quiero acompañar a José y María en su senda a Belén. Guardar silencio. Rezar más. Contemplar más.
Pienso en cómo José contemplaría a María en esos meses de embarazo. Con qué ternura la miraría. Mientras dormía. Mientras caminaba. Me gustaría mirar así a María en este tiempo. Vivir muy cerca de Ella estas semanas en que las velas se van encendiendo en la noche. Una cada semana. Se van abriendo las ventanas del calendario interior.
Jesús ya está tocando la tierra en María. Se acerca. Ya está de camino. Y yo le preparo un lugar para que nazca en mí. Dentro de mi alma. Y me abro. Y miro hacia dentro del alma. Y lo espero. Y contemplo a María.
Carlos Padilla Esteban

¡Buenos días!

Rejuvenecer 
“El Señor perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa, y te colma de gracia y de ternura; el sacia de bienes tus anhelos, y como un águila se renueva tu juventud”. (Salmo 103). Qué maravillosa es la oportunidad de rejuvenecer. El hombre bíblico sabía que las águilas pueden rejuvenecer.

El águila a los 40 años está casi ciega, las plumas pesadas y feas, el pico se curva hacia dentro lo mismo que las garras y no puede cazar para sobrevivir. Es cuando el águila debe tomar una decisión radical: se somete a una renovación o se deja morir. La que decide seguir viviendo, se retira a lo alto de una roca en donde construye un nido. Estando allí, ella misma se arranca el pico viejo golpeándolo contra la roca, y sale uno nuevo, con el cual arranca y destroza una por una sus viejas garras. Luego le salen garras nuevas con las cuales arranca sus plumas, hasta quedar pelona. Al mismo tiempo, un aceite le limpia los ojos, devolviéndole la visión. Cuando le crecen estas nuevas plumas, con un pico, garras y nueva visión el águila puede seguir en su vuelo diario por 30 años más. Es un proceso sumamente doloroso de unos 150 días, pero que le ofrece una nueva juventud.

Al orar con los salmos déjate arrebatar por la presencia viva de Dios, envolver por los sentimientos de asombro, exaltación, alabanza, contrición, intimidad, dulzura u otros estados de ánimo que impregnan estos antiguos cánticos (I. Larrañaga). Aprovecha los salmos para rejuvenecer tu oración y tu vida.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel momento, Jesús se llenó de gozo en el Espíritu Santo, y dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar». Volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron». (Lc 10,21-24)

Comentario:
Hoy leemos un extracto del capítulo 10 del Evangelio según san Lucas. El Señor ha enviado a setenta y dos discípulos a los lugares donde Él mismo ha de ir. Y regresan exultantes. Oyéndoles contar sus hechos y gestas, «Jesús se llenó del gozo del Espíritu Santo y dijo: ‘Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra’» (Lc 10,21).
La gratitud es una de las facetas de la humildad. El arrogante considera que no debe nada a nadie. Pero para estar agradecido, primero, hay que ser capaz de descubrir nuestra pequeñez. “Gracias” es una de las primeras palabras que enseñamos a los niños. «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios e inteligentes, y se las has revelado a los pequeños» (Lc 10,21).
Benedicto XVI, al hablar de la actitud de adoración, afirma que ella presupone un «reconocimiento de la presencia de Dios, Creador y Señor del universo. Es un reconocimiento lleno de gratitud, que brota desde lo más hondo del corazón y abarca todo el ser, porque el hombre sólo puede realizarse plenamente a sí mismo adorando y amando a Dios por encima de todas las cosas».
Un alma sensible experimenta la necesidad de manifestar su reconocimiento. Es lo único que los hombres podemos hacer para responder a los favores divinos. «¿Qué tienes que no hayas recibido?» (1Cor 4,7). Desde luego, nos hace falta «dar gracias a Dios Padre, a través de su Hijo, en el Espíritu Santo; con la gran misericordia con la que nos ha amado, ha sentido lástima por nosotros, y cuando estábamos muertos por nuestros pecados, nos ha hecho revivir con Cristo para que seamos en Él una nueva creación» (San León Magno).
* Abbé Jean GOTTIGNY (Bruxelles, Bélgica)

Santoral Católico:
San Gregorio
Taumaturgo
Se llama "taumaturgo" al que hace muchos milagros. A este santo le pusieron ese nombre porque según indica la tradición popular, desde tiempos de Moisés, no se había visto a un hombre conseguir tantos milagros como los que obtuvo San Gregorio.
Cuando era joven tuvo que viajar a Cesarea, en Palestina, a acompañar a una hermana; estando allá, conoció al sabio más grande de su tiempo que era Orígenes quien había puesto una escuela de teología en esa ciudad.
Al estallar la persecución de Decio en 250, San Gregorio aconsejó a los cristianos que se escondieran para que no tuvieran peligro de renegar de su fe cristiana por temor a los tormentos. Se ha hecho célebre en la historia de la Iglesia la frase que dijo este gran santo poco antes de morir. Preguntó: "¿Cuántos infieles quedan aún en la ciudad sin convertirse al cristianismo?" Le respondieron: "Quedan diecisiete", y él exclamó gozoso: "Gracias Señor: ese era el número de cristianos que había en esta ciudad cuando yo llegué a misionar aquí. En ese tiempo no había sino 17 cristianos, y ahora no hay sino 17 paganos".
Las gentes lo invocaban después cuando hubo inundaciones y terremotos, y es que San Gregorio con sus oraciones y sacrificios logró detener terribles inundaciones que amenazaban acabar con toda los cultivos y casas de la ciudad.
© Aciprensa

San Saturnino
Obispo y Mártir 
En Toulouse, de la Galia Narbonense, conmemoración de san Saturnino, obispo y mártir, que, según la tradición, en tiempo del mismo Decio fue detenido por los paganos en el Capitolio de esta ciudad, y arrastrado por las escaleras desde lo alto del edificio, hasta que, destrozados la cabeza y el cuerpo, entregó su alma a Cristo († c. 250).
© Aciprensa

Pensamiento del día

“El demonio se alegra, sobre todo,
cuando logra arrebatar la alegría
del corazón del servidor de Dios.
Llena de polvo las rendijas más pequeñas de la conciencia
que puedan ensuciar el candor del espíritu y la pureza de la vida.
Pero cuando la alegría espiritual llena los corazones,
la serpiente derrama en vano su veneno mortal”
-San Francisco de Asís-

Biblioteca de archivos
Recuerda que en la página (blog) de "Pequeñas Semillitas" y también en "Juan Pablo II inolvidable", en la columna lateral derecha, hay un enlace con la misma imagen que ves arriba de este escrito, desde donde se ingresa a la Biblioteca de archivos. Ingresando allí encontrarás una selección de los mejores artículos publicados en “Pequeñas Semillitas” que podrás leer o descargar a tu computadora.
Entre los archivos de texto (pdf) están en forma completa los documentos papales: "Lumen Fidei", "Evangelii Gaudium", "Misericordiae Vultus" y "Laudato Si". También está el Diario de Santa Faustina y hay enlaces para ver películas con la vida de grandes santos de la Iglesia.

Tema del día:
La Corona de Adviento 2016 
Se denomina corona de Adviento a un adorno hecho con ramas de abeto o pino, con cuatro velas, que es colocada sobre una mesa durante el tiempo de Adviento.

Las cuatro velas suelen tres de color Morado y una Rosa. El Morado representa el espíritu de la vigilia. El Rosa (tercera semana) representa la alegría por la cercanía del nacimiento de Jesús.

El año litúrgico comienza con el Adviento. Se enciende una de las cuatro velas cada domingo de los cuatro que dura el Adviento, para indicar el camino que se recorre hasta la Navidad. El primer domingo de Adviento una, el segundo dos, y así sucesivamente. El orden de encendido es: morado, verde, rosa y blanco.

Además de ser un elemento decorativo, esta corona anuncia que la Navidad está cerca y debemos prepararnos.

Los cristianos, para prepararnos a la venida de nuestra LUZ y VIDA, la Natividad del Señor, aprovechamos esta "Corona de adviento" como medio para esperar a Cristo y rogarle infunda en nuestras almas su luz.

El círculo es una figura geométrica perfecta que no tiene ni principio ni fin. La corona de adviento tiene forma de círculo para recordarnos que Dios no tiene principio ni fin, reflejando su unidad y eternidad. Nos ayuda también a pensar en los miles de años de espera desde Adán hasta Cristo y en la segunda y definitiva venida; nos conciencia que de Dios venimos y a Él vamos a regresar.

Las ramas verdes de pino o abeto representan que Cristo está vivo entre nosotros, además su color verde nos recuerda la vida de gracia, el crecimiento espiritual y la esperanza que debemos cultivar durante el Adviento.

Las manzanas rojas con las que algunas personas adornan la corona, representan los frutos del jardín del Edén, con Adán y Eva, que trajeron el pecado al mundo, pero recibieron también la promesa del Salvador universal.

El lazo rojo representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.

El día de Navidad, las velas  son sustituidas por otras de color rojo que simboliza el espíritu festivo de la reunión familiar. En el centro, se coloca una vela blanca o cirio simbolizando a Cristo como centro de todo cuanto existe.

La luz de las velas simboliza la luz de Cristo que desde pequeños buscamos y que nos permite ver, tanto el mundo como nuestro interior. Como hemos comentado antes, cuatro domingos antes de la Navidad se enciende la primera vela. Cada domingo se enciende una vela más. El hecho de irlas prendiendo poco a poco nos recuerda cómo, conforme se acerca la luz, las tinieblas se van disipando, de la misma forma que conforme se acerca la llegada de Jesucristo, que es luz para nuestra vida, se debe ir esfumando el reinado del pecado sobre la tierra. La luz de la vela blanca o del cirio que se enciende durante la Nochebuena nos recuerda que Cristo es la Luz del mundo. El brillo de la luz de esa vela blanca en Navidad, nos recuerda cómo en la plenitud de los tiempos se cumple el "Adviento del Señor".

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por las víctimas de la tragedia del avión que trasladaba al equipo de fútbol Chapecoense, de Brasil, rumbo a Colombia. Que el Señor reciba a los fallecidos y que se encuentren más sobrevivientes. Que María consuele a las familias de los deportistas, dirigentes y periodistas que viajaban en la máquina siniestrada.

Pedimos oración por Wendy R., de Bogotá, Colombia, joven de 22 años, madre de un niño de 2 años, ya que su estado de salud es preocupante, tiene una masa en la medula afectando le  el movimiento. Que María, la Virgen del Adviento, interceda por ella ante Jesús para conseguir su recuperación.

Pedimos oración para Luis Antonio P., de San Lorenzo, Santa Fe, Argentina, que este jueves será operado del corazón para recambio valvular. Rogamos al Señor que guíe las manos de los cirujanos para que todo se resuelva de la mejor manera. Y de la misma ciudad, rezamos por la pronta recuperación del niño Francisco Ariel, afectado de una virosis, confiando en que el Niño Jesús lo sanará muy pronto. 

Pedimos oración por Norman J., de 74 años, de Canadá, hospitalizado con cáncer y neumonía, en fase terminal… Rogamos a dios que pase el umbral con paz y con la ayuda de la Virgen y de Jesús, y que su esposa Shirley tenga fortaleza para asumirlo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de Dios
Noviembre 29
No pocas veces has tratado de disimularte a ti mismo tus procederes, que advertiste incorrectos, con aquella afirmación: "yo soy así", y te quedaste tranquilo en tu modo de ser.
Pero ése, tu modo de proceder, quizá no sea el que debiera ser: por eso permite Dios que te sucedan ciertas cosas que lleguen a corregirte.
Cada una de esas cosas que te desagradan y te contradicen será como una nota quemante que levante ampollas en tu soberbia, o una chispa que te queme las carnes, o una espina que te pinche y te duela.
No desaproveches todo eso; al contrario, utilízalo para tu purificación, para que no sigas siempre así como eres, sino que vayas cambiando hasta llegar a ser como debes ser, como Dios quiere que seas, como los demás esperan que seas.
Está bien que conozcas cómo eres, pero no está bien que te quedes tranquilo en ser cómo eres. Has de aspirar a más, mucho más.
“Si caminamos en la luz, como Él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado” (1 Jn 1,7). Es la Sangre del Señor la que deberá purificarte de todas tus imperfecciones; es la comunión recibida con amor la que habrá de penetrar en ti, para transformarte en otro Cristo; atiende no sólo al número, sino sobre todo a la intensidad de tus comuniones.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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