martes, 31 de mayo de 2016

Pequeñas Semillitas 3024

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 3024 ~ Martes 31 de Mayo de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Unos  científicos exploraban un rincón desconocido de los Alpes, en busca de nuevas especies de flores. Un día notaron con sus binoculares una flor muy rara y bella, de gran valor para la ciencia. Pero la flor se hallaba en un profundo precipicio. Sólo sostenido de una cuerda se podía bajar por el despeñadero. Un muchacho curioso observaba la escena. Los científicos le propusieron pagarle bien si se dejaba bajar por el despeñadero, para cortar la flor que había en el fondo. El muchacho miró el peligroso precipicio, y luego dijo: -Regreso en un minuto. Al poco rato volvió seguido de un hombre de pelo canoso, se acercó al botánico y le dijo: -Bajaré por el despeñadero, y les traeré la flor, si este hombre sostiene la cuerda. Es mi papá. Si alguna otra persona sostiene la cuerda, no me atreveré”.
“No temas, yo estoy contigo”, es un maravilloso tema bíblico que puedes profundizar en el libro de Josué, capítulo 1, 1-10. Allí Dios una y otra vez repite al héroe, antes de su gesta guerrera en la tierra que mana leche y miel: “Sé valiente, no temas, porque yo estaré siempre contigo, adonde quiera que vayas”. Que estas palabras fortalezcan nuestra confianza y ahuyenten los temores. 

¡Buenos días!

Corta y decídete a volar
Vivimos creyendo que un montón de cosas son imposibles para nosotros simplemente porque no lo intentamos, trabados por miedos oscuros. Con el paso del tiempo los temores se hacen más firmes y es arduo recuperar la libertad. Anímate a intentarlo de nuevo poniendo en el intento todo tu corazón.

Un rey recibió de regalo  dos pequeños halcones, y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara. Luego de varios meses, el maestro informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero el otro permanecía donde lo dejó el primer día. A la mañana siguiente el monarca observó que, en efecto, el ave estaba inmóvil en la misma rama. Entonces comunicó a su pueblo que ofrecía un valioso premio a quien hiciera volar al halcón. Pasado sólo un día, con sorpresa vio al halcón volando por los jardines del palacio. El rey hizo buscar al autor del milagro. Le trajeron un campesino. El rey le preguntó: — ¿Cómo pudiste hacerlo volar? —Fue fácil, mi rey – dijo con timidez –  sólo corté la rama, y el halcón voló. Sintió que tenía alas y se largó a volar…

¿A qué te estás aferrando para no desplegar las alas del espíritu? Con un poco de coraje y de ilusión, tú puedes realizar el sueño que Dios tuvo al crearte… Él puede llamarte a una misión de insospechadas resonancias en cualquier momento de tu vida. Que sepas responder como tantos con generosidad, y decir como san Pablo: “Sé en quien he puesto mi confianza”.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!».
Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como había anunciado a nuestros padres- en favor de Abraham y de su linaje por los siglos». María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa. (Lc 1,39-56)

Comentario:
Hoy contemplamos el hecho de la Visitación de la Virgen María a su prima Isabel. Tan pronto como le ha sido comunicado que ha sido escogida por Dios Padre para ser la Madre del Hijo de Dios y que su prima Isabel ha recibido también el don de la maternidad, marcha decididamente hacia la montaña para felicitar a su prima, para compartir con ella el gozo de haber sido agraciadas con el don de la maternidad y para servirla.
El saludo de la Madre de Dios provoca que el niño, que Isabel lleva en su seno, salte de entusiasmo dentro de las entrañas de su madre. La Madre de Dios, que lleva a Jesús en su seno, es causa de alegría. La maternidad es un don de Dios que genera alegría. Las familias se alegran cuando hay un anuncio de una nueva vida. El nacimiento de Cristo produce ciertamente «una gran alegría» (Lc 2,10).
A pesar de todo, hoy día, la maternidad no es valorada debidamente. Frecuentemente se le anteponen otros intereses superficiales, que son manifestación de comodidad y de egoísmo. Las posibles renuncias que comporta el amor paternal y maternal, asustan a muchos matrimonios que, quizá por los medios que han recibido de Dios, debieran ser más generosos y decir “sí” más responsablemente a nuevas vidas. Muchas familias dejan de ser “santuarios de la vida”. El Papa San Juan Pablo II constata que la anticoncepción y el aborto «tienen sus raíces en una mentalidad hedonista e irresponsable respecto a la sexualidad y presuponen un concepto egoísta de la libertad, que ve en la procreación un obstáculo al desarrollo de la propia personalidad».
Isabel, durante cinco meses, no salía de casa, y pensaba: «Esto es lo que ha hecho por mí el Señor» (Lc 1,25). Y María decía: «Engrandece mi alma al Señor (...) porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava» (Lc 1,46.48). La Virgen María e Isabel valoran y agradecen la obra de Dios en ellas: ¡la maternidad! Es necesario que los católicos reencuentren el significado de la vida como un don sagrado de Dios a los seres humanos.
* Mons. F. Xavier CIURANETA i Aymí Obispo Emérito de Lleida (Lleida, España)

Santoral Católico:
La Visitación de la Virgen María 
Esta fiesta mariana celebra el episodio narrado por el evangelista san Lucas: Lc 1,39-56. En la Anunciación, el ángel dijo a María que su pariente Isabel estaba en el sexto mes de embarazo. Días después, María marchó presurosa de Nazaret a una ciudad de la montaña de Judá, Ain Karem, entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando ésta oyó el saludo de María, saltó de gozo el hijo que llevaba en su seno y, llena de Espíritu Santo, dijo a María: «Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre. Dichosa tú que has creído». María le respondió con las palabras que conocemos como el Magníficat: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador...». María permaneció con Isabel unos tres meses y luego se volvió a Nazaret.
Oración: Dios todopoderoso, tú que inspiraste a la Virgen María, cuando llevaba en su seno a tu Hijo, el deseo de visitar a su prima Isabel, concédenos, te rogamos, que, dóciles al soplo del Espíritu, podamos, con María, cantar tus maravillas durante toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano    

Palabras del Papa Francisco
"Quienes acumulan riquezas a causa de la explotación de las personas cometen un pecado mortal, y son como sanguijuelas. La tentación de la mundanidad es una de las principales que sufre todo cristiano y contra la que debe luchar. Que Jesús nos enseñe a tener con el corazón, una gran adhesión a la verdad, y también con el corazón una gran comprensión y acompañamiento a todos nuestros hermanos que están en dificultad. La misericordia de Dios hacia nosotros está vinculada a nuestra misericordia hacia el prójimo; cuando falta esta, también aquella no encuentra espacio en nuestro corazón cerrado, no puede entrar”

Tema del día:
El poder de la oración
No dejemos que nuestra vida espiritual se debilite, sino recemos todos los días, porque de la oración depende no sólo nuestra vida espiritual sino también nuestra vida material, y las vidas de quienes amamos.

Dios quiere ayudarnos, pero ha puesto una condición para hacerlo, y es que le pidamos ayuda por medio de la oración.

Si no rezamos, entonces pronto estaremos perdidos, en el tiempo y en la eternidad, pues si no recibimos lo que pedimos en la oración, al menos algo recibimos, y además obtenemos la paz del alma, que nos hace tanta falta para sobrellevar las pruebas y reveses de la vida.

La oración nunca vuelve a nosotros vacía, sino que si la hacemos con humildad, entonces el Señor vuelca sobre nosotros y sobre quienes amamos, un mar de consuelos y gracias, que son las que nos hacen falta.

Lo que sucede a veces es que nos alelamos por el gran sufrimiento o las desgracias, y dejamos la oración, siendo que es en los momentos más difíciles cuando no hay que dejar la oración.

Jesús nos mostró en el Huerto de los Olivos, que cuando mayor es la tentación y la angustia, tanto más hay que rezar.

Así que no nos desanimemos, porque Dios quiere que seamos constantes y premiará nuestra buena voluntad y perseverancia en la oración.

Todo se puede conseguir con la oración. En cambio sin oración no se obtiene nada.

Habrá veces en las que estemos muy dolidos o desanimados, y ni siquiera podremos articular palabras para rezar. Pues bien, en estos casos recemos con el corazón, con suspiros y mentalmente, y entonces el Señor escuchará nuestros ruegos.

Si dejamos la oración estamos perdidos, porque la vida tiene muchas pruebas, y es necesario que estemos bien apertrechados para superarlas, y eso lo logrará quien se apegue frecuentemente a la oración.
* Sitio Santísima Virgen.

Mes de María
Flor del 31 de mayo:
María Reina del Cielo
- Meditación: “Apareció en el cielo una gran señal: una Mujer vestida de Sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza” (Apocalipsis 12,1). Ha sido coronada Reina del Cielo la Madre del Señor de cielos y tierras. Esposa de Dios y Madre del Redentor, quien aquí en la tierra Le demostró obediencia y siempre Su consejo contempló, ¿cómo no podremos nosotros no ser sus esclavos y servirle junto a ángeles y santos?. “En la Iglesia todos están llamados a la santidad, pues ésta es la Voluntad de Dios: vuestra santificación (conforme Primera Tesalonienses 4,3 y Efesios 1,4). María se entregó a ésta Voluntad Divina y será verdaderamente Madre y Reina nuestra si buscamos responder a su llamado de santidad. No la hagamos llorar más por los pecados que en el mundo hay, sino que entreguemos nuestra voluntad para sólo por Ella trabajar.
- Oración: ¡Oh María, Reina del Cielo y de nuestro corazón! Haznos esclavos de tu amor para hacer la Santa Voluntad y llegar a la Patria Celestial. Que tengamos la humildad de la violeta, y estemos vestidos como ella, de penitencia. Amén.
- Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
- Florecilla para este día: Recitar el Regina Coeli (Reina del Cielo):
Reina del cielo, alégrate, aleluya,
porque El que mereciste engendrar, aleluya,
resucitó como lo había dicho, aleluya.
Ruega por nosotros a Dios, aleluya.
Regocíjate y alégrate, Virgen María, aleluya,
porque verdaderamente resucitó el Señor, aleluya.

Los cinco minutos de Dios
Mayo 31
Al hombre le gusta asomarse a los umbrales del infinito.
Saber ver la huella de la trascendencia de cada cosa y experimentar el temblor estremecido de quien roza lo infinito. El soplo permanente del espíritu lleva a una toma de conciencia de lo humano y de lo divino.
Por lo mismo, ya no se admite un creyente insensible a los abusos y a las injusticias del mundo; ya no se quiere una religión extraña al hombre y al mundo, ajena a la construcción de un mundo nuevo y mejor.
Se experimenta con fuerza el sentido del hombre, y esto es bueno; pero puede no abrirse lo bastante al sentido de Dios, y esto sucede con frecuencia en el mundo de hoy: de tanto buscar al hombre por el hombre, hemos terminado perdiendo a Dios y no hallando al hombre; mientras que si buscáramos a Dios lo hallaríamos a Él y entonces en Él nos encontraríamos con el hombre.
“Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías” (Lc 1,53). Dios se sirve de los hombres; en consecuencia, Dios dará pan a los hambrientos a través de los otros hombres que no están hambrientos, este es el plan de Dios; no lo frustres en cuanto está de tu parte; asume tu responsabilidad.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

lunes, 30 de mayo de 2016

Pequeñas Semillitas 3023

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 3023 ~ Lunes 30 de Mayo de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
El momento de la comunión es el momento más sublime para nosotros, porque es el momento de mayor cercanía y encuentro con Dios trino por medio de Jesús, el hombre Dios. Es el momento de mayor identificación con Jesucristo. Durante los momentos en que las especies eucarísticas están presentes en nosotros, hay entre Jesús y nosotros una identificación plena.
Jesús nos invita a su fiesta cada domingo, nos invita a su cena, a la cena del Señor, que es la Eucaristía. Por ello, nos dice: “He aquí que estoy a la puerta y  llamo. Si alguno me abre, entraré a él y cenaré con él y él conmigo” (Ap 3, 20) ¿Le diremos que estamos demasiado ocupados o que tenemos cosas más importantes que Él? En la Didascalia, escrito del siglo III, se dice: Dejen todo el día del Señor y corran con diligencia a sus asambleas. ¿Qué disculpa tendrán ante Dios aquellos que no se reúnen en el día del Señor para escuchar la palabra de vida y nutrirse con el alimento divino, que es eterno?
Cuando comulgues, mira a Jesús con los ojos del alma. Es el mismo Jesús de Nazaret que hace dos mil años perdonaba a los pecadores, bendecía a los niños y sanaba a los enfermos. Por eso, es el mejor momento para pedir, para adorar, alabar… y amar. Es el momento clave de tu vida. No te acostumbres a comulgar, ni lo hagas por rutina y sin preparación.
* P. Ángel Peña

¡Buenos días!

Salvado del abismo
Suceden cosas en la vida que te hacen sufrir mucho, pero después de poco o de mucho tiempo adviertes que fue lo mejor que te pudo pasar. Como aquel señor que llegó tarde al aeropuerto por un embotellamiento del tráfico. Estaba todavía lamentándolo con un amigo, cuando se propaló la noticia de que el avión apenas remontado se precipitó fatalmente a tierra.

El pintor inglés Thornbill recibió el honroso encargo de pintar el interior de la cúpula de la catedral de San Pablo. Luego de muchos meses de arduo trabajo terminó este importante compromiso. Para mirar bien su obra de arte retrocedió poco a poco sobre el andamio para  apreciarla en su conjunto. Sin darse cuenta estaba llegando al borde del andamio en lo alto de la cúpula. Medio paso más y hubiera caído fatalmente. Uno de sus ayudantes de inmediato tomó un pincel y empezó a pintar una raya horrible a través del cuadro. Indignado el pintor se lanzó hacia el culpable para arrancarle el pincel. Pero su ira se convirtió en gratitud cuando éste le dijo: "Te salvé la vida, pues corriste hacia delante y te alejaste del abismo".

A veces Dios hace lo mismo con nosotros: para salvarnos de desgracias irreparables dispone algún acontecimiento que nos duele, pero que en su designio de amor nos hará crecer en madurez, o superar un vicio que nos esclaviza, o prescindir de una amistad peligrosa, o abrir la mente a enfoques más generosos y altruistas… Confía en el Señor que te ama.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús comenzó a hablarles en parábolas: «Un hombre plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores, y se ausentó.
»Envió un siervo a los labradores a su debido tiempo para recibir de ellos una parte de los frutos de la viña. Ellos le agarraron, le golpearon y le despacharon con las manos vacías. De nuevo les envió a otro siervo; también a éste le descalabraron y le insultaron. Y envió a otro y a éste le mataron; y también a otros muchos, hiriendo a unos, matando a otros. Todavía le quedaba un hijo querido; les envió a éste, el último, diciendo: ‘A mi hijo le respetarán’. Pero aquellos labradores dijeron entre sí: ‘Éste es el heredero. Vamos, matémosle, y será nuestra la herencia’. Le agarraron, le mataron y le echaron fuera de la viña.
»¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y dará muerte a los labradores y entregará la viña a otros. ¿No habéis leído esta Escritura: ‘La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos?’».
Trataban de detenerle —pero tuvieron miedo a la gente— porque habían comprendido que la parábola la había dicho por ellos. Y dejándole, se fueron. (Mc 12,1-12)

Comentario:
Hoy, el Señor nos invita a pasear por su viña: «Un hombre plantó una viña (...) y la arrendó a unos labradores» (Mc 12,1). Todos somos arrendatarios de esa viña. La viña es nuestro propio espíritu, la Iglesia y el mundo entero. Dios quiere frutos de nosotros. Primero, nuestra santidad personal; luego, un constante apostolado entre nuestros amigos, a quienes nuestro ejemplo y nuestra palabra les anime a acercarse cada día más a Cristo; finalmente, el mundo, que se convertirá en un mejor sitio para vivir, si santificamos nuestro trabajo profesional, nuestras relaciones sociales y nuestro deber hacia el bien común.
¿Qué clase de arrendatarios somos? ¿De los que trabajan duro, o de los que se irritan cuando el dueño envía a sus siervos a cobrarnos el alquiler? Podemos oponernos a los que tienen la responsabilidad de ayudarnos a proporcionar los frutos que Dios espera de nosotros. Podemos poner objeciones a las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia y del Papa, los obispos, o quizás, más modestamente, de nuestros padres, nuestro director espiritual, o de aquel buen amigo que está tratando de ayudarnos. Podemos, incluso, volvernos agresivos, y tratar de herirles o, hasta “matarlos” mediante nuestra crítica y comentarios negativos. Deberíamos examinarnos a nosotros mismos acerca de los motivos reales de dicha postura. Quizás necesitamos un conocimiento más profundo de nuestra fe; quizás debemos aprender a conocernos mejor, a efectuar un mejor examen de conciencia, para poder descubrir las razones por las que no queremos producir frutos.
Pidamos a Nuestra Madre María su ayuda para que podamos trabajar con amor, bajo la guía del Papa. Todos podemos ser “buenos pastores” y “pescadores” de hombres. «Entonces, vayamos y pidamos al Señor que nos ayude a llevar fruto, un fruto que permanezca. Sólo así este valle de lágrimas se transformará en jardín de Dios» (Benedicto XVI). Nosotros podríamos acercar a Jesucristo nuestro espíritu, el de nuestros amigos, o el del mundo entero, si tan sólo leyéramos y meditáramos las enseñanzas del Santo Padre, y tratásemos de ponerlas en práctica.
* Fr. Alphonse DIAZ (Nairobi, Kenia)

Santoral Católico:
Santa Juana de Arco
Virgen – Patrona de Francia
En Rouen, en la región de Normandía, Francia, santa Juana de Arco, virgen, conocida como la doncella de Orleans, que después de luchar firmemente por su patria, al final fue entregada al poder de los enemigos, quienes la condenaron en un juicio injusto a ser quemada en la hoguera. († 1431)
Información más amplia haciendo clic acá.
© Catholic.net

La frase de hoy

“Según se aproximaba el momento, mi corazón latía más deprisa en la espera de la visita del gran Dios, que iba a descender del cielo para unirse a mi pobre alma; pero, luego que se posó sobre mis labios la hostia divina, sentí una serenidad y una paz inalterable, sentí que me envolvía en una atmósfera tan sobrenatural que la presencia de nuestro buen Dios se me hacía tan sensible, como si lo viese o lo oyese con mis sentidos corporales. Le dirigí entonces mis súplicas: Señor, hazme una santa, guarda mi corazón siempre puro para Ti solo… Me sentía transformada en Dios… Me sentía tan saciada con el pan de los ángeles que me fue imposible entonces tomar alimento alguno. Perdí, desde entonces, el gusto y atractivo que comenzaba a sentir por las cosas del mundo y sólo me encontraba bien en algún lugar solitario, donde pudiese recordar sola las delicias de mi primera comunión”
~ Lucía de Fátima ~

Tema del día:
“El amor es amable”
1)  Para saber
Una cualidad que San Pablo señala es que “el amor no obra con rudeza”, lo cual, dicho de modo afirmativo, significa que el “amor es amable”, como señala el Papa Francisco. Sus modos, sus palabras, sus gestos no pueden ser ásperos ni rígidos, es más, el amor detesta hacer sufrir a los demás.
Como escribe Octavio Paz, a quien cita el Papa, “la cortesía es una escuela de sensibilidad y desinterés”, en que hay que aprender a sentir, hablar y, en ciertos momentos, a callar”.
El Papa nos recuerda que el amor amable genera vínculos, cultiva lazos, crea nuevas redes de integración, construye una trama social firme.

2) Para pensar
Se cuenta que un pobre joven cumplía en la cárcel los años de la condena por haber cometido un grave delito. Un día visitó la cárcel un sacerdote. Le dio mucha pena ver a ese joven muchacho entre criminales de oficio. Así que se acercó a él cariñosamente, le puso la mano sobre el hombre con gesto paternal y le preguntó: “Pero hijo, ¿tú también aquí?”. El joven se conmovió sinceramente ante ese gesto, brillaron lágrimas en sus ojos y respondió en voz baja: “¡Oh, señor, yo no estaría aquí si antes alguien me hubiera puesto la mano así sobre el hombro!”
Y para aprender desde la familia a ser amables, podemos aprender del lenguaje amable de Jesús. En el Evangelio encontramos diversas expresiones que reconfortan y dan aliento, como cuando se dirige a un paralítico: “¡Ánimo, hijo!” (Mt 9,2); o cuando se encuentra a una madre que pide por su hija: “¡Qué grande es tu fe!”; en otras ocasiones consuela: “¡No temáis!”; en otras alienta y estimula “¡Levántate!”; otras anima: “¡Sígueme!” No son palabras que humillan o entristecen, sino que estimulan.
Podemos pensar cómo es nuestro lenguaje, si acaso no le faltará amabilidad. Lo podemos descubrir en los rostros de quienes nos escuchan, o podemos preguntar con quienes conviven con nosotros.

3) Para vivir
En un artículo sobre la amabilidad firmado por Alfonso Zermeño, recomendaba seis reglas para practicarlas en nuestra convivencia familiar y social, pues como dice Santo Tomás de Aquino, citado por el Papa: “Todo ser humano está obligado a ser afable con los que lo rodean”.
1ª Saludemos a los demás con entusiasmo.
2ª Interesémonos por el nombre de los demás. Hagamos un esfuerzo para aprender los nombres hasta que lo logremos. Incluso a todas las personas, también de quien nos atiende en un comercio un servicio.
3ª Conocer la fecha del cumpleaños de las personas para felicitarlas en su día.
4ª Prestar atención a lo que la otra persona dice o cuenta, aunque ya lo sepamos. Ser siempre un buen oyente.
5ª Si se va a visitar a una persona, especialmente a un enfermo, averiguar qué temas le agradan más, para hablar de ello.
6ª Hacer una lista de las cualidades que tiene alguien que nos es antipático, y al pensar en ellas aumentará la simpatía.
* Pbro. José Martínez Colín

Mes de María
Flor del 30 de mayo:
María Reina de la Paz
- Meditación: “Reina de la Paz,…da al mundo la Paz en verdad, en la Justicia y en la Caridad de Cristo” (Pío XII, 1942, Consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María). “Ella dio a Luz al Príncipe de la Paz” (Isaías 9,5). La Paz, bendición del Salvador, no es la del mundo, pues el seguirle es persecución (conforme a Mateo 10,34-39). Es la Paz del corazón que quita la angustia y el temor, es fruto del Espíritu de Dios que habita en nuestro corazón y nos anticipa la alegría de la esperanza de quien a Dios da su alma (conforme a Juan 14,26-28). En Fátima, María nos prometió que “al final mi Corazón Inmaculado triunfará y vendrá un tiempo de Paz”. Todo está cercano, pero Dios está esperando al hombre, para que vuelva a Su lado, para que haga la paz con El. Sometiéndose a Su Santa Voluntad, haciendo penitencia por los pecados de ésta pobre tierra que está desierta, y oración para reparar y volver todos al Padre Celestial. Confesemos nuestros pecados para tener un corazón sano y ofrezcamos la Santa Comunión por la conversión.
- Oración: ¡Oh María, Reina de la Paz!. Enséñanos a orar y reparar a través de tu Inmaculado Corazón, para así alcanzar la Redención, trayendo a la tierra el Reino de Dios. Amén.
- Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
- Florecilla para este día: Ayuno en reparación de los pecados y las ofensas al Santísimo Sacramento del Altar.

Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas

Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir el power point y los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com 
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por la salud del Padre Carlos Mesa Acosta de Sabaneta, Antioquia, Colombia que está enfermo. Que Jesús Eucaristía le conceda sus gracias de sanación y la Santísima Virgen lo proteja y lo fortalezca con su amor.

El autor de esta página pide oraciones por una intención particular que el Señor Jesús conoce.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de Dios
Mayo 30
El hombre de fe es una roca inconmovible, una fortaleza inexpugnable. La fe es una luz que surge en las tinieblas; da dimensión exacta a todo y lo cromatiza con colores auténticos: los colores de la gracia.
La fe es saber que Cristo vendrá para decir la palabra definitiva en la historia del hombre y del mundo. Es una búsqueda continua, que alienta con sus hallazgos a seguir buscando.
La fe es una seguridad humilde y temblorosa; un sumergirse dulce y escalofriante en el regazo invisible de un gran Padre, que es Dios. La fe es un trasplante de ojos, por el que penetra, en nuestra débil mirada, la comprensiva visión de un Dios de bondad.
El Papa Pablo VI dijo: "La fe vivida se transforma en luz; amada, se convierte en fuerza; meditada, se vuelve espíritu".
No olvides: de nada te sirve tener fe si no te comprometes con ella; y comprometerse con la fe es comprometerse con las nuevas y honestas transformaciones del mundo de hoy.
“Su enemigo, el diablo, ronda como león rugiente, buscando a quien devorar, resístanlo, firmes en la fe” (1 Pe 5,8). Fe es fortaleza, es firmeza, es seguridad, es fundamento de roca inconmovible; la fe es lo único que te va a dar en la vida orientación y seguridad.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

domingo, 29 de mayo de 2016

Pequeñas Semillitas 3022

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 3022 ~ Domingo 29 de Mayo de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy celebramos el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Es la fiesta en honor de la Eucaristía. Esta fiesta la instituyó el Papa Urbano IV en el siglo XIII con ocasión del milagro de Bolsena (Italia).
Fue así: el sacerdote alemán Pedro de Praga peregrinaba a Roma, y se detuvo en la ciudad de Bolsena. Mientras celebraba misa, en el momento de la consagración, le entró la tentación de dudar de la realidad de la transubstanciación. En aquel momento la HOSTIA CONSAGRADA sangró manchando el corporal. El sacerdote, confundido, fue a Orvieto, donde estaba el Papa Urbano IV a contarle lo sucedido. El Papa mandó investigar el caso, y ante la certeza del acontecimiento, instituyó la fiesta del Corpus Christi. El corporal manchado aún se conserva en Orvieto.
Un milagro similar ocurrió en Lanciano (Italia). Estando celebrando un sacerdote la Santa Misa, también le entró la tentación de dudar que realmente el pan y el vino se hubieran transustanciado en el Cuerpo y Sangre de Cristo con sus palabras. En aquel momento sobre su patena apareció un trozo de carne. Él, atónito, se lo dijo a sus feligreses que subieron al altar a comprobar lo ocurrido. Hoy en Lanciano se conserva en un relicario este trozo de esa carne que recientemente ha sido examinado por los doctores Linolli y Bertelli y han afirmado que se trata de carne humana, tejido fibroso, con lóbulos adiposos, y grupo sanguíneo AB. El grupo sanguíneo AB es el mismo de la sangre de la Sábana Santa que se encuentra en Turín.
Señor Jesús: "Tú, que lo sabes y lo puedes todo, Tú que nos alimentas en este mundo, conviértenos en tus comensales del cielo, en tus coherederos y amigos, junto con todos los santos" (Secuencia)

¡Buenos días!

Lo que puede la paciencia
Santa Mónica había comprendido que la paz es un don de Dios tan valioso, que vale la pena hacer cualquier sacrificio para no perderla por ningún motivo. El precio era una imperturbable paciencia con su hijo Agustín y con su esposo, irascibles por demás. San Vicente Ferrer daba una recomendación especial a las esposas cuando eran insultadas por sus maridos.

San Vicente Ferrer regalaba a las señoras que peleaban mucho con su marido, un frasquito con agua bendita y les recomendaba: "Cuando su esposo empiece a insultarla, échese un poco de esta agua a la boca y no se la trague mientras el otro no deje de ofenderla". Y esta famosa "agua de Fray Vicente" producía efectos maravillosos porque, como la mujer no le podía contestar al marido, no había peleas. 

La paciencia es una madurez. Presupone virtudes tan sólidas como la humildad y la fe en Dios. Conseguirás la paciencia meditando en Jesús bondadoso, sufrido, servicial, y suplicándole vuelva tu corazón a semejanza del suyo, manso y humilde. Que el Señor te ayude a dar pasos para crecer en esta virtud tan necesaria.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús les hablaba acerca del Reino de Dios, y curaba a los que tenían necesidad de ser curados. Pero el día había comenzado a declinar, y acercándose los Doce, le dijeron: «Despide a la gente para que vayan a los pueblos y aldeas del contorno y busquen alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar deshabitado». Él les dijo: «Dadles vosotros de comer». Pero ellos respondieron: «No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente».
Pues había como cinco mil hombres. Él dijo a sus discípulos: «Haced que se acomoden por grupos de unos cincuenta». Hicieron acomodarse a todos. Tomó entonces los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición y los partió, y los iba dando a los discípulos para que los fueran sirviendo a la gente. Comieron todos hasta saciarse. Se recogieron los trozos que les habían sobrado: doce canastos. (Lc 9,11b-17)

Comentario:
Hoy es el día más grande para el corazón de un cristiano, porque la Iglesia, después de festejar el Jueves Santo la institución de la Eucaristía, busca ahora la exaltación de este augusto Sacramento, tratando de que todos lo adoremos ilimitadamente. «Quantum potes, tantum aude...», «atrévete todo lo que puedas»: ésta es la invitación que nos hace santo Tomás de Aquino en un maravilloso himno de alabanza a la Eucaristía. Y esta invitación resume admirablemente cuáles tienen que ser los sentimientos de nuestro corazón ante la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Todo lo que podamos hacer es poco para intentar corresponder a una entrega tan humilde, tan escondida, tan impresionante. El Creador de cielos y tierra se esconde en las especies sacramentales y se nos ofrece como alimento de nuestras almas. Es el pan de los ángeles y el alimento de los que estamos en camino. Y es un pan que se nos da en abundancia, como se distribuyó sin tasa el pan milagrosamente multiplicado por Jesús para evitar el desfallecimiento de los que le seguían: «Comieron todos hasta saciarse. Se recogieron los trozos que les habían sobrado: doce canastos» (Lc 9,17).
Ante esa sobreabundancia de amor, debería ser imposible una respuesta remisa. Una mirada de fe, atenta y profunda, a este divino Sacramento, deja paso necesariamente a una oración agradecida y a un encendimiento del corazón. San Josemaría solía hacerse eco en su predicación de las palabras que un anciano y piadoso prelado dirigía a sus sacerdotes: «Tratádmelo bien».
Un rápido examen de conciencia nos ayudará a advertir qué debemos hacer para tratar con más delicadeza a Jesús Sacramentado: la limpieza de nuestra alma —siempre debe estar en gracia para recibirle—, la corrección en el modo de vestir —como señal exterior de amor y reverencia—, la frecuencia con la que nos acercamos a recibirlo, las veces que vamos a visitarlo en el Sagrario... Deberían ser incontables los detalles con el Señor en la Eucaristía. Luchemos por recibir y por tratar a Jesús Sacramentado con la pureza, humildad y devoción de su Santísima Madre, con el espíritu y fervor de los santos.
* Rvdo. D. Manuel COCIÑA Abella (Madrid, España)

Palabras de San Juan Pablo II
“La Eucaristía es el triunfo del amor sobre el odio. Cada Eucaristía es más fuerte que todo el mal del mundo, es, es una realización de la redención y reconciliación cada vez más profunda de la humanidad de Dios. Es el sacramento del amor más fuerte que la muerte. El Sacramento de las especies pobres que se convierte en nuestra mayor riqueza. En la Hostia Santa está la respuesta a todos los interrogantes, consuelo al dolor, prenda de la satisfacción de la sed abrasadora de felicidad y de amor que cada uno lleva dentro de sí en el secreto del corazón. Lleva el sabor y el perfume de la Virgen Madre”   

Predicación del Evangelio
Jesús entre nosotros
Hoy es la fiesta del Corpus o de la Eucaristía. Decir Eucaristía es decir algo importantísimo y central en nuestra religión. Se llama del “Corpus” o “del Cuerpo y la Sangre” de Cristo, porque en el lenguaje semita del tiempo de Jesús solían decir “el cuerpo y la sangre” para significar toda la persona. Jesús, al instituir la Eucaristía, consagró primero el pan y luego el vino, como significando su muerte, realidad que representamos en la Misa, aunque Cristo está vivo resucitado. Así nos lo narra hoy san Pablo en la 2ª lectura, unos 20 años después, diciendo que era algo muy precioso que había recibido en tradición desde Jesús por medio de los apóstoles.

De hecho la fiesta principal de la Eucaristía es el Jueves Santo, día de la Institución; pero ese día tiene sombras de tristeza porque está inminente la muerte de Jesús en el Viernes santo. Por eso surgió esta fiesta, al terminar el tiempo de Pascua, tiempo de alegría, para honrar la presencia permanente de Cristo en la Eucaristía. En este día se saca a Cristo sacramentado en procesión por las calles o junto al templo para que todos le podamos honrar y celebrar con nuestros cantos y actos de fe.

La Eucaristía tiene muchas realidades importantes; pero en esta fiesta celebramos sobre todo la permanencia de Jesús, no sólo en la Misa y cuando comulgamos, sino después cuando permanece en el sagrario para que le visitemos y adoremos. Nuestra fe nos dice que allí está Jesús, no sólo por lo que hizo el Jueves Santo, sino por el don que les dio a sus apóstoles y sucesores. Así lo ha creído siempre nuestra Iglesia, habiendo muchos que han dado su fe proclamándolo, y Dios ha hecho muchos milagros para confirmarlo.

El Evangelio de este año correspondiente al ciclo C, nos habla del milagro de la multiplicación de panes y peces. Siempre se ha visto este milagro como un símbolo de la Eucaristía. San Juan narra el discurso que tiene Jesús anunciando la Eucaristía al día siguiente del milagro. Jesús se quedó entre nosotros, no sólo para que le visitemos, sino principalmente para ser alimento especial para nuestra vida en el espíritu. Desgraciadamente muchos le reciben, siendo enemigos suyos, y en algunos lugares ha sido vilmente ultrajado, habiendo sido derramadas por el suelo y pisoteadas las Sagradas Hostias. Jesús respeta la libertad; pero esta fiesta debe servirnos, en la comunión y en la procesión, para que le desagraviemos. Uniéndonos a Jesús, debemos reparar esos ultrajes, con nuestra fe y sobre todo con nuestro amor.

Este milagro de la multiplicación de panes y peces tiene también un signo comunitario, como lo tiene la Eucaristía. Jesús les dice a los apóstoles que ellos den de comer a la gente. Ellos tienen sólo unos pocos panes y peces; pero lo dan a Jesús. Es su colaboración; pero con ello Jesús alimenta a la multitud. El día del Corpus es día también de la caridad. Por la Eucaristía adquirimos el compromiso de compartir. Y no sólo el de compartir, sino el de reconocer en el otro la dignidad de la persona humana.

En la Misa hay varios momentos especiales en que podemos expresar nuestra fe en la presencia de Cristo. Después de la Consagración, en la elevación miramos a la Hostia Sagrada y miramos al cáliz donde está la Sangre de Cristo, junto con su Cuerpo y Divinidad, y proclamamos que Él es nuestro Señor, que significa estar a sus órdenes en todo, ya que ello es al mismo tiempo nuestra mayor felicidad. Cuando Le recibimos en la Comunión, el sacerdote nos dice: “El Cuerpo de Cristo”, a lo cual nosotros respondemos con el “Amén”, que significa un acto de fe en la presencia de Cristo.

Asistamos este día con dignidad y entusiasmo a la veneración de Cristo presente en la Eucaristía para que un día le veneremos más visiblemente en el Cielo.
* P. Silverio Velasco

Mes de María
Flor del 29 de mayo:
María, Reina del Santísimo Rosario
- Meditación: “Dios te salve, llena eres de gracia, el Señor es contigo” (Lucas 1,28). El Arcángel San Gabriel fue quien comenzó el Rosario, pero el Espíritu Santo nos ha manifestado a través de los místicos que todo lo que proviene de la boca de los enviados celestiales (ángeles, santos y la misma Virgen) viene de la Voz de Dios, de tal modo que el mismo Dios fue quien lo inició. A María, la Reina de nuestro corazón, la Reina de las rosas, presentémosle como regalo un ramo de Avemarías. La oración a María, Medianera e Intercesora, va dirigida por su medio a Dios; le pedimos “ruega por nosotros pecadores” para que su oración se una a la nuestra y le de valor. Ella siempre responde ”ruego por vosotros pecadores”, ya que la oración es el diálogo sublime de la pobre criatura con su Señor. Nuestra oración, en manos de María, es presentada ante el Trono de Dios como un delicado perfume, entregado por la criatura más perfecta que existió, ¿y qué no puede obtener ése Purísimo Corazón del Corazón del Amor…?.
- Oración: ¡Oh María, Reina del Santo Rosario! Enséñanos a rezar de corazón como lo hiciste vos, y a prestar eterna alabanza a nuestro Señor. Amén.
- Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
- Florecilla para este día: Rezar un Rosario pidiendo se derrame sobre nosotros el Espíritu Santo, y por las intenciones de la Virgen.

Nuevo vídeo y artículo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página.

Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:

Agradecimientos
Dicen que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

Ya que hoy ningún lector ha enviado nada para su publicación en esta sección, hago uso de este espacio en este día tan especial de Corpus Christi para expresar mi agradecimiento a Jesús, que, luego de su paso por el mundo hace dos mil años, se ha quedado para siempre con nosotros en el Sacramento de la Eucaristía, cumpliendo su promesa expresada en los Evangelios: “Yo estaré con vosotros siempre hasta el fin del mundo” (Mt 28,20)

Los cinco minutos de Dios
Mayo 29
Cuando uno cree en Dios, forzosamente siente la necesidad de hablar con Él; y hablar con Dios se llama "orar". El alma tiene necesidades tan urgentes como el cuerpo; tiene necesidad de orar; no es un lujo; cuando más abrumados estemos por el trabajo, tanto mayor será nuestra necesidad de ser aliviados.
Es necesario rehacer al hombre desde adentro; no nos equivocamos al descubrir en el mundo de hoy una profunda insatisfacción, una infelicidad exasperada, a causa de las falsas recetas de felicidad.
La oración es la fuerza de los hombres y la debilidad de Dios; se pretende vivir obedeciendo a Dios; pero es completamente ilógico pretender obedecerlo sin comenzar por escucharlo. De todos modos, tengamos presente que la oración no consiste en pensar mucho sino en amar mucho; y amar es algo que todos sabemos y podemos hacer.
“Sean perseverantes en la oración, velando en ella con acción de gracias” (Col 4,2). Sabemos que nosotros solos nada podemos; es preciso, por lo tanto, recabar la ayuda del Señor por medio de la oración. El que se aparte de la oración no tardará en sentirse alejado de Dios. “El que ora, se salva; el que no ora, se pierde”, dice San Alfonso.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-