PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2283 ~
Miércoles 19 de Febrero de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Leemos en la Biblia que la desobediencia es castigada por
el Señor. Si bien Dios perdona la desobediencia, ésta trae aparejada una
punición que habrá que pagar. Por eso dice también la Escritura que el hombre
obediente cantará victoria, pues quien obedece se hace semejante a Dios, y
quien desobedece es como que realiza un pecado de magia, y se emparenta con el
demonio, el primer desobediente de la historia.
Por suerte, gracias a Dios, el Señor tuvo misericordia de
los hombres, que en Adán y Eva desobedecieron, y nos dio la oportunidad de
reparar el error, con la promesa de un Salvador. Pero los ángeles caídos no
tuvieron esa posibilidad, y al desobedecer ellos, hubo el Infierno.
Tengamos horror a la desobediencia, porque quien quiere
guiarse por sí mismo, sin escuchar los consejos de Dios, de su director
espiritual o de personas espirituales, se hace discípulo de un tonto, es decir,
de sí mismo, y en última instancia obedece al demonio.
Trabajemos todos los días esta virtud de la obediencia,
que fue la principal virtud de Jesús y de María, junto con la humildad.
Obedezcamos, sobre todo, los Diez Mandamientos. Y
tengamos siempre presente cuál es la astucia del demonio para llevarnos a la
desobediencia: El diablo nos sugiere siempre que es muy justo desobedecer a
Dios y sus leyes, por uno u otro motivo “aparentemente” justo. No le hagamos
caso y sigamos impertérritos y obedientes a Dios y su Ley, que dan Vida eterna.
Aunque no entendamos, obedezcamos a Dios, y cantaremos victoria, en el tiempo y
en la eternidad. www.santisimavirgen.com.ar
¡Buenos días!
Entre truenos y relámpagos
Un niño es el
regalo de Dios para tus días tristes. Es el movimiento y el torbellino de la
vida que se agita, que salta, que corre, que sueña, que sonríe y se duerme. Un
niño es siempre una esperanza, un por qué vivimos y trabajamos sin dar lugar a
la fatiga. Un niño es un misterio impenetrable; ¿qué será de él en el futuro?
Una nena, como todos los días fue caminando a
la escuela, a pesar del mal tiempo y de las nubes oscuras. A los pocos minutos
el viento arreció y empezaron los rayos y los truenos. La madre pensó que su
hijita podría tener miedo en el camino, pues ella misma estaba asustada por la
tormenta. Preocupada, la madre entró a su auto, y se dirigió a la escuela. En
el camino encontró a su hija caminando, y notó que a cada relámpago la niña se
detenía, miraba hacia arriba y sonreía. Cuando la niña subió al auto, la madre
le preguntó muy curiosa: —¿Qué estabas haciendo? La niña le respondió: —Estaba
sonriendo, porque Dios no paraba de sacarme fotos.
Un niño es el
interrogante permanente sobre el mundo que hemos construido, sobre los valores
que nos movilizan, sobre el destino de nuestra humanidad... ¿Saldría el sol
cada mañana si ellos no iluminaran nuestras noches? ¿Podríamos vivir sin su
bullicio, sin sus sonrisas, sin la abismante profundidad de sus preguntas?
(Anónimo). Agradezcamos este don del Cielo.
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegan a Betsaida.
Le presentan un ciego y le suplican que le toque. Tomando al ciego de la mano,
le sacó fuera del pueblo, y habiéndole puesto saliva en los ojos, le impuso las
manos y le preguntaba: «¿Ves algo?». Él, alzando la vista, dijo: «Veo a los
hombres, pues los veo como árboles, pero que andan». Después, le volvió a poner
las manos en los ojos y comenzó a ver perfectamente y quedó curado, de suerte
que veía claramente todas las cosas. Y le envió a su casa, diciéndole: «Ni
siquiera entres en el pueblo». (Mc 8,22-26)
Comentario
Hoy a través de un milagro, Jesús nos habla del proceso
de la fe. La curación del ciego en dos etapas muestra que no siempre es la fe
una iluminación instantánea, sino que, frecuentemente requiere un itinerario
que nos acerque a la luz y nos haga ver claro. No obstante, el primer paso de
la fe —empezar a ver la realidad a la luz de Dios— ya es motivo de alegría,
como dice san Agustín: «Una vez sanados los ojos, ¿qué podemos tener de más
valor, hermanos? Gozan los que ven esta luz que ha sido hecha, la que refulge
desde el cielo o la que procede de una antorcha. ¡Y cuán desgraciados se
sienten los que no pueden verla!».
Al llegar a Betsaida traen un ciego a Jesús para que le
imponga las manos. Es significativo que Jesús se lo lleve fuera; ¿no nos
indicará esto que para escuchar la Palabra de Dios, para descubrir la fe y ver
la realidad en Cristo, debemos salir de nosotros mismos, de espacios y tiempos
ruidosos que nos ahogan y deslumbran para recibir la auténtica iluminación?
Una vez fuera de la aldea, Jesús «le untó saliva en los
ojos, le impuso las manos y le preguntó: ‘¿Ves algo?’» (Lc 8,23). Este gesto
recuerda al Bautismo: Jesús ya no nos unta saliva, sino que baña todo nuestro
ser con el agua de la salvación y, a lo largo de la vida, nos interroga sobre
lo que vemos a la luz de la fe. «Le puso otra vez las manos en los ojos; el
hombre miró: estaba curado, y veía todo con claridad» (Lc 8,25); este segundo
momento recuerda el sacramento de la Confirmación, en el que recibimos la
plenitud del Espíritu Santo para llegar a la madurez de la fe y ver más claro.
Recibir el Bautismo, pero olvidar la Confirmación nos lleva a ver, sí, pero
sólo a medias.
Rev. D. Joaquim MESEGUER García (Sant Quirze del
Vallès, Barcelona, España)
San Conrado de Piacenza
Confalonieri
Eremita Franciscano
Beato Álvaro de Zamora de
Córdoba
Predicador Dominico
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
“Los consejos son ayuda, no cabe duda... Pero no olvides
que la solución de nuestros problemas está dentro de nosotros mismos, en la
palabra silenciosa que nace de nuestra conciencia, que es la voz de Dios en
nuestro interior. No te engañes: sólo tú puedes ser responsable del camino que
elijas. Nadie responderá por ti. Por eso, vive realmente de acuerdo con tu
conciencia” C. Torres Pastorino
Tema del día:
La fe que salva
1) Para saber
San Pablo nos dice que nuestra salvación viene de nuestra
fe. Esta afirmación en ocasiones ha sido mal entendida. El Papa Francisco en su
encíclica sobre la fe aclara su verdadera interpretación.
Ciertamente para la salvación de los hombres se requiere
de la fe. Pero no es en sí el acto del hombre el que lo transforma y lo
convierte haciéndolo adecuado para la vida eterna. No es el acto del hombre,
sino el poder de Dios el que lo salva: “El
que cree, aceptando el don de la fe, es transformado en una creatura nueva,
recibe un nuevo ser, un ser filial” (Luz de la fe, n. 19).
Aceptar el don de la fe viene a ser como el abrir la
ventana de la casa para que entre la luz del sol. La habitación es iluminada
por el sol, aunque requiera para ello que la ventana esté abierta. Al aceptar
la fe libremente nos ponemos en condiciones de recibir los dones de Dios.
2) Para pensar
El Papa nos recuerda que la polémica de San Pablo con los
fariseos era porque éstos defendían y fundaban la salvación en el cumplimiento
de las obras de la ley mosaica. Sería como si el hombre alcanzara la salvación
por sus propias fuerzas, incluso sin requerir ni necesitar de Dios. Sería
asignarle la salvación al mismo hombre. Pero como dice san Pablo: “¿Qué tienes que no hayas recibido?” (I
Cor 4,7).
Es preciso reconocer que cualquier obra buena que
hagamos, tiene su origen en Dios, Él nos la inspira y nos ayuda a llevarla a
cabo. Por ello hemos de dar gracias cuando obramos el bien. Es preciso
reconocer que el origen de toda bondad es Dios.
Se cuenta que el gran escritor danés Hans Christian
Andersen, autor de cuentos universalmente famosos como Pulgarcito o El Patito
Feo, era muy humilde. No obstante que había triunfado y haber conocido a
grandes artistas, compositores, reyes y duques, permanecía sin vanidad. Un día
escribió: “Cierto es, en efecto, que he
llegado a ser el danés más famoso de estos tiempos… pero puedo decir que hay
momentos en que me humillo y lloro. Al ser ensalzado, me doy cuenta cuán
indigno soy de las gracias que Nuestro Señor me ha concedido”.
3) Para vivir
La salvación viene, dice el Papa, con la apertura al don
de Dios: “Solo abriéndonos a este origen
y reconociéndolo, es posible ser transformados, dejando que la salvación obre
en nosotros y haga fecunda la vida” (n. 19).
La gracia concedida por Dios es la que nos transforma en
hijos de Dios y nos hace merecedores del Cielo. Así, es Dios quien nos salva de
modo radical y total. La fe sabe que “Cristo
se nos ha dado como un gran don que nos transforma interiormente, que habita en
nosotros, y así nos da la luz que ilumina el origen y el final de la vida”
(Luz de la fe, n. 20). Esto no quita importancia a las obras, pues con ellas
mostramos que la fe es la que ilumina nuestra existencia, pero sabiendo siempre
que la luz viene de Dios.
San Josemaría nos da un consejo para tenerlo presente en
nuestra vida: “Es muy grande cosa saberse
nada delante de Dios, porque así es” (Surco, n. 260).
Pbro. José Martínez Colín
Nuevo video
Hay un nuevo video subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la
Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los
jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Rezamos a María, Reina de la Paz, por la paz social y la libertad en Venezuela.
Pedimos oración por tres personas de la provincia del Chaco, Argentina, que se encuentran con graves enfermedades. Ellas son: Sandra, Patricio y Mirta Susana, para quienes rogamos que lleguen las manos sanadoras de Jesús.
Pedimos oración por Cassie Ch., de California, gravemente enferma del aparato digestivo con una importante pérdida de peso y mucho dolor. Que la Santísima Virgen la fortalezca y el Buen Jesús le conceda todas sus gracias.
Seguimos rezando por Eric Daniel, el niño de Cuba que cursa un pos operatorio largo y complejo luego de una peritonitis que lo tuvo al borde de la muerte. Que Dios Misericordioso lo siga acompañando hasta su curación definitiva.
Rezamos a María, Reina de la Paz, por la paz social y la libertad en Venezuela.
Pedimos oración por tres personas de la provincia del Chaco, Argentina, que se encuentran con graves enfermedades. Ellas son: Sandra, Patricio y Mirta Susana, para quienes rogamos que lleguen las manos sanadoras de Jesús.
Pedimos oración por Cassie Ch., de California, gravemente enferma del aparato digestivo con una importante pérdida de peso y mucho dolor. Que la Santísima Virgen la fortalezca y el Buen Jesús le conceda todas sus gracias.
Seguimos rezando por Eric Daniel, el niño de Cuba que cursa un pos operatorio largo y complejo luego de una peritonitis que lo tuvo al borde de la muerte. Que Dios Misericordioso lo siga acompañando hasta su curación definitiva.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Un estímulo todos los días
Febrero 19
“Señor, derrama en mí tu vida, intensa y armoniosa, para
que no me resista al cansancio, al desgaste, a los cambios, y para que no
busque falsas seguridades. Enséñame a aceptar con serenidad y fortaleza los
límites variados de cada día y las cosas imprevistas. Libérame de toda
resistencia interior contra la realidad. Aplaca mi interior inquieto, cura mis
nerviosismos y tensiones, para que enfrente con calma y seguridad interior todo
lo que me suceda. Destruye toda desconfianza, porque deseo descansar en tu presencia,
entregarme en tus brazos, sin pretender escapar de tu mirada de amor. Vive
conmigo, Señor, enfrente conmigo los desafíos y las dificultades que tendré que
resolver, porque contigo todo terminará bien. Amén”
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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