PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2267 ~ Lunes 3
de Febrero de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Normalmente encontramos dos clases de personas en la
vida: las que siempre esperan lo peor en cualquier situación, y las que
imaginan lo mejor y esperan lo positivo. ¿En cuál grupo estás? ¿Con los
pesimistas o con los optimistas? Ojalá seas de aquellos que, cuando se propone
algo bueno, comienzan a generar ideas para ver cómo se puede hacer. En efecto,
es desesperante tratar a los que buscan razones y sinrazones para mostrar que
algo no se puede hacer. Que un día lluvioso sea para ti un día diferente y no
un día terrible, que veas en cada obstáculo un desafío y no un problema. Está
demostrado que atraemos lo que pensamos. De ahí que si esperas lo peor vas a
encontrarlo. Elige concentrarte en lo positivo. Pobre de ti si en cada heridita
ves ya una hinchazón, en cada resfriado una pulmonía y en cada llovizna una
tempestad. Ten presente que el optimista siempre gana, ya que él nunca anticipa
dolores ni angustias posibles o probables. Tú también elige contemplar la cara
risueña de la existencia.
¡Buenos días!
Prodigios de misericordia
Los salmos te
ofrecen la oportunidad de descubrir pensamientos que impactan con fuerza. Son
como perlas que encuentras. Puedes subrayarlos y coleccionarlos. Cuando tengas
un conjunto apreciable, intenta unirlos con cierta lógica, y tendrás un
precioso collar de frases luminosas para guía, consuelo y animación en tu
camino. Es lo que aquí te presento: un bello collage.
En medio de tu templo, Señor, medito en tu
misericordia (48). Recuerdo las proezas del Señor, sí, recuerdo tus antiguos
portentos, medito todas tus obras, considero tus hazañas. ¡Oh Dios!, tus
caminos son santos. ¿Qué Dios es grande como nuestro Dios? (77). Bendito seas,
Señor, que has hecho por mí prodigios de misericordia. (31). Gustad y ved qué
bueno es el Señor (34). ¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo?
(116). Bendice, alma mía al Señor y no olvides nunca sus beneficios (103). El
poderoso ha hecho obras grandes por mí, su nombre es santo y su misericordia
llega a sus fieles de generación en generación (Lc 1, 49-50).
Tener fe es haber
descubierto el inmenso amor que Dios tiene por ti; y, ante tan enorme y
fascinante hallazgo, organizar toda tu vida como una respuesta fiel y
coherente. El Espíritu de Dios, Espíritu de amor, te ayude a interiorizar este
pensamiento en la meditación, porque está en el centro de la auténtica relación
con el Señor. Que él te asista y te bendiga.
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron al otro
lado del mar, a la región de los gerasenos. Apenas saltó de la barca, vino a su
encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo que moraba en
los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerle atado ni siquiera con cadenas,
pues muchas veces le habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las
cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarle. Y siempre, noche y
día, andaba entre los sepulcros y por los montes, dando gritos e hiriéndose con
piedras. Al ver de lejos a Jesús, corrió y se postró ante Él y gritó con gran
voz: «¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te conjuro por Dios
que no me atormentes». Es que Él le había dicho: «Espíritu inmundo, sal de este
hombre». Y le preguntó: «¿Cuál es tu nombre?». Le contesta: «Mi nombre es
Legión, porque somos muchos». Y le suplicaba con insistencia que no los echara
fuera de la región.
Había allí una gran piara de puercos que pacían al pie
del monte; y le suplicaron: «Envíanos a los puercos para que entremos en
ellos». Y se lo permitió. Entonces los espíritus inmundos salieron y entraron
en los puercos, y la piara -unos dos mil- se arrojó al mar de lo alto del
precipicio y se fueron ahogando en el mar. Los porqueros huyeron y lo contaron
por la ciudad y por las aldeas; y salió la gente a ver qué era lo que había
ocurrido. Llegan donde Jesús y ven al endemoniado, al que había tenido la
Legión, sentado, vestido y en su sano juicio, y se llenaron de temor. Los que
lo habían visto les contaron lo ocurrido al endemoniado y lo de los puercos.
Entonces comenzaron a rogarle que se alejara de su término.
Y al subir a la barca, el que había estado endemoniado le
pedía estar con Él. Pero no se lo concedió, sino que le dijo: «Vete a tu casa,
donde los tuyos, y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido
compasión de ti». Él se fue y empezó a proclamar por la Decápolis todo lo que
Jesús había hecho con él, y todos quedaban maravillados. (Mc 5,1-20)
Comentario
Hoy encontramos un fragmento del Evangelio que puede
provocar la sonrisa a más de uno. Imaginarse unos dos mil puercos
precipitándose monte abajo, no deja de ser una imagen un poco cómica. Pero la
verdad es que a aquellos porqueros no les hizo ninguna gracia, se enfadaron
mucho y le pidieron a Jesús que se marchara de su territorio.
La actitud de los porqueros, aunque humanamente podría
parecer lógica, no deja de ser francamente recriminable: preferirían haber
salvado sus cerdos antes que la curación del endemoniado. Es decir, antes los
bienes materiales, que nos proporcionan dinero y bienestar, que la vida en
dignidad de un hombre que no es de los “nuestros”. Porque el que estaba poseído
por un espíritu maligno sólo era una persona que «siempre, noche y día, andaba
entre los sepulcros y por los montes, dando gritos e hiriéndose con piedras»
(Mc 5,5).
Nosotros tenemos muchas veces este peligro de aferrarnos
a aquello que es nuestro, y desesperarnos cuando perdemos aquello que sólo es
material. Así, por ejemplo, el campesino se desespera cuando pierde una cosecha
incluso cuando la tiene asegurada, o el jugador de bolsa hace lo mismo cuando
sus acciones pierden parte de su valor. En cambio, muy pocos se desesperan
viendo el hambre o la precariedad de tantos seres humanos, algunos de los
cuales viven a nuestro lado.
Jesús siempre puso por delante a las personas, incluso
antes que las leyes y los poderosos de su tiempo. Pero nosotros, demasiadas
veces, pensamos sólo en nosotros mismos y en aquello que creemos que nos
procura felicidad, aunque el egoísmo nunca trae felicidad. Como diría el obispo
brasileño Helder Cámara: «El egoísmo es la fuente más infalible de infelicidad
para uno mismo y para los que le rodean».
Rev. D. Ramon Octavi SÁNCHEZ i Valero (Viladecans,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Blas
Obispo y Mártir
Blas, obispo de Sebaste de Armenia, es un personaje
bastante incierto desde el punto de vista histórico, pero todavía goza de mucha
popularidad por un milagro que se le atribuye y que ha perpetuado la conocida
bendición contra el mal de la garganta. En efecto, se conoce en su Pasión que
mientras llevaban al santo al martirio, una mujer se abrió paso entre la
muchedumbre y colocó a los pies del santo obispo a su hijo que estaba muriendo
sofocado por una espina de pescado que se le había atravesado en la garganta.
San Blas puso sus manos sobre la cabeza del niño y permaneció en oración. Un
instante después el niño estaba completamente sano. Este episodio lo hizo famoso
como taumaturgo en el transcurso de los siglos, y sobre todo para la curación
de las enfermedades de la garganta.
San Blas fue obispo de Sebaste a comienzos del siglo IV,
y sufrió la persecución de Licinio, el colega del emperador Constantino. Puede,
pues, considerarse como uno de los últimos mártires cristianos de esa época.
Era el año 316. Parece que San Blas, siguiendo la advertencia del Evangelio,
huyó de la persecución y se refugió en una gruta.
La leyenda, como de costumbre, abunda en particulares
amenos y nos presenta al anciano obispo rodeado de animales salvajes que lo
visitan y le llevan alimento; pero como los cazadores van detrás de estos
animales, el santo fue descubierto y llevado amarrado como un malhechor a la
cárcel de la ciudad. A pesar de los prodigios que el santo hacía en la cárcel,
lo llevaron a juicio y como no quiso renegar de Cristo y sacrificar a los
ídolos, fue condenado al martirio: primero lo torturaron y después le cortaron
la cabeza con una espada.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
“No digas: es
imposible.
Dí: no lo he hecho
todavía”
Proverbio japonés
Tema del día:
Llamado del Papa Francisco
El Papa Francisco pide a los sacerdotes abrir las puertas
de sus iglesias e invitar a la gente a rezar el Rosario y rezar intensamente
ante el Sagrario.
Acudan a sus parroquias o Iglesia más cercana.
"La guerra en el Oriente Medio se convertirá en algo
muy serio y se extenderá". Para
detenerla, debemos orar a Dios para que derrame su Misericordia sobre el mundo
y que el Espíritu Santo ilumine a los gobernantes a tener conciencia del bien y
del mal y luchen unidos por la paz y el amor.
Le pide a los sacerdotes ser más humildes, y atender el
llamado de sus feligreses cuando lo necesiten.
También le pide a los sacerdotes que la Eucaristía sea
sencilla y con amor.
Oren, oren, oren. "Todos nos uniremos en oración
todos los días a las 6:30 PM. Donde quiera que estés en el mundo, deja todo y
reza 3 veces el Ave María y 3 veces el
Padre Nuestro”
Oración para que
Dios envíe su Espíritu Santo sobre la tierra:
“Señor Jesucristo, Hijo del Padre, manda ahora tu
Espíritu sobre la tierra. Haz que el Espíritu Santo habite en el corazón de
todos los pueblos para que sean preservados de la corrupción, de las
calamidades y de la guerra. Que la Señora de todos los pueblos, la Santísima
Virgen María -Reina de la Paz- sea nuestra abogada. Amén.”
Material enviado por el Padre Félix Bruno sdb
Mensaje de María Reina de la
Paz
Mensaje de María Reina de la Paz del 2 de Febrero de 2014
¡Queridos hijos! con amor materno deseo enseñarles sinceridad
porque deseo que en vuestro obrar como apóstoles míos sean correctos, decididos
y sobre todo sinceros. Deseo que por la gracia de Dios estén abiertos a una
bendición. Deseo que por el ayuno y la oración obtengan del Padre Celestial el
conocimiento de aquello que es natural y santo, divino. Colmados de
conocimiento, bajo la protección de mi Hijo y mía serán mis apóstoles, aquellos
que sabrán difundir la Palabra de Dios a todos los que no la conocen y sabrán
superar todos los obstáculos que encontrarán en el camino. Hijos míos, por medio
de una bendición, la gracia de Dios descenderá sobre ustedes y ustedes la podrán
conservar a través del ayuno y la oración, la purificación y la reconciliación.
Poseerán la eficacia que busco en ustedes. Oren por sus pastores para que el
rayo de la gracia de Dios ilumine sus caminos. Gracias.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la
Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los
jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Daniela,
40 años, de Chile, mamá de dos niños pequeños, afectada de cáncer de mama. Que
el Señor, con su infinito amor y misericordia, le conceda sus gracias de
sanación.
Pedimos oración por Guadalupe
R. N., de México, que es una niña de 17 años, afectada de neumonía, que no
está respondiendo al tratamiento. La ponemos bajo la protección de la Virgen
cuyo nombre lleva, para que Ella interceda por su pronta curación.
Pedimos oración por Elisardo
Raúl L., de Buenos Aires, Argentina, en el día en que cumpliría 52 años,
para que su alma esté en la paz y en el amor del Padre celestial, a casi seis
años de su partida al encuentro del Señor.
Pedimos oración por Mónica
M., perteneciente a la Comunidad de María Inmaculada de Las Tunas, Cuba, a
quien deben operar por un nódulo de mama, para que el Señor extienda su mano
misericordiosa sobre ella y todo resulte bien.
Al cumplirse hoy 7 años de su pascua al cielo, ruego una
oración por el alma de mi papá, Felipe.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Un estímulo todos los días
Febrero 3
Somos verdadero instrumentos de Dios cuando realmente nos
preocupa el bien de los demás. Si nuestro corazón es indiferente y en realidad
no nos interesan sinceramente los problemas ajenos, entonces sólo trataremos de
hacer cosas grandes para alimentar nuestro orgullo. Pero así no podremos
esperar que Dios cambie las coas.
Mejor pidamos la ayuda de Dios e intentemos cambiar
nuestro interior y nuestras actitudes, porque si nuestro corazón no es sincero,
Dios no podrá utilizarnos como instrumentos y finalmente nos sentiremos
inútiles egoístas. Recuerda que “él escapa del engaño y se aleja de los
pensamientos vacíos” (Sab 1,5).
Por eso, si en realidad no deseas buscar el bien de los
demás, no vale la pena que le digas a Dios: “Tómame, Señor, para hacer el bien
a los demás”. Son palabras vacías y al Señor no podemos engañarlo. Mejor pídele
que coloque en tu corazón ese deseo que no tienes, que te regale las ganas de
ser más generoso, que te toque con su gracia y te haga sensible y compasivo.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.