PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2265 ~ Sábado
1 de Febrero de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Como bien ha dicho el Papa Francisco la Iglesia no es una
ONG, tampoco una institución filantrópica como existen tantas otras. Es una
comunidad de creyentes, que se reconocen entre sí como hermanos, que han
experimentado de forma parecida el encuentro con Dios a través de Jesucristo.
La experiencia cristiana no queda reducida a un evento
místico o íntimo entre el creyente y Dios. Dicha experiencia está fundada y
mediada en la vida, muerte y resurrección de Jesús. Ese evento ha sido tan
decisivo que afectó la vida de los primeros discípulos, y sigue transformando
la existencia de los discípulos actuales. De esa comunión espiritual con Dios y
los hermanos, brotan las iniciativas de caridad, reconciliación y solidaridad
que los cristianos organizan en la sociedad donde viven.
("La verdad católica")
("La verdad católica")
¡Buenos días!
Don Bosco te anima
Entre los
múltiples talentos que tuvo san Juan Bosco está el de escritor. Por varios años
cada mes producía un opúsculo popular para una colección llamada “Lecturas
católicas”. Se empeñó en redactar con estilo sencillo y claro para que
cualquiera pudiera entender fácilmente. Con ese fin leía los borradores a su
madre Margarita, y corregía toda palabra que no comprendiera. He aquí algunos pensamientos
simples pero luminosos de este admirable santo.
La vida es demasiado corta. Hay que hacer de
prisa lo poco que se pueda, antes que nos sorprenda la muerte. Los ociosos, al
final de la vida, experimentarán grandes remordimientos por el tiempo perdido.
Las espinas de la vida serán las flores de la eternidad. A la hora de la muerte
se ven las cosas desde otro punto de vista. ¿Quieres llevar contigo el dinero a
la eternidad? Da limosna a los pobres. Hagamos el bien que podamos y no
aguardemos la recompensa del mundo, sino solamente de Dios. Un rinconcito del
paraíso lo arregla todo.
Como los santos,
Don Bosco vivió en la tierra sumergido en múltiples tareas y aspiraciones, en
especial buscaba la promoción de los jóvenes humildes a una vida más digna.
Pero se notaba siempre que su corazón estaba en la eternidad, en los bienes
celestiales que pagarían con creces su dedicación total a sus queridos jóvenes.
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos:
«Pasemos a la otra orilla». Despiden a la gente y le llevan en la barca, como
estaba; e iban otras barcas con Él. En esto, se levantó una fuerte borrasca y
las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca. Él estaba
en popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: «Maestro, ¿no te
importa que perezcamos?».
Él, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al
mar: «¡Calla, enmudece!» El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. Y les
dijo: «¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?». Ellos se llenaron
de gran temor y se decían unos a otros: «Pues ¿quién es éste que hasta el
viento y el mar le obedecen?». (Mc 4,35-41)
Comentario
Hoy, el Señor riñe a los discípulos por su falta de fe:
«¿Cómo no tenéis fe?» (Mc 4,40). Jesucristo ya había dado suficientes muestras
de ser el Enviado y todavía no creen. No se dan cuenta de que, teniendo con
ellos al mismo Señor, nada han de temer. Jesús hace un paralelismo claro entre
“fe” y “valentía”.
En otro lugar del Evangelio, ante una situación en la que
los Apóstoles dudan, se dice que todavía no podían creer porque no habían
recibido el Espíritu Santo. Mucha paciencia le será necesaria al Señor para
continuar enseñando a los primeros aquello que ellos mismos nos mostrarán
después, y de lo que serán firmes y valientes testigos.
Estaría muy bien que nosotros también nos sintiéramos
“reñidos”. ¡Con más motivo aun!: hemos recibido el Espíritu Santo que nos hace
capaces de entender cómo realmente el Señor está con nosotros en el camino de
la vida, si de verdad buscamos hacer siempre la voluntad del Padre.
Objetivamente, no tenemos ningún motivo para la cobardía. Él es el único Señor
del Universo, porque «hasta el viento y el mar le obedecen» (Mc 4,41), como
afirman admirados los discípulos.
Entonces, ¿qué es lo que me da miedo? ¿Son motivos tan
graves como para poner en entredicho el poder infinitamente grande como es el
del Amor que el Señor nos tiene? Ésta es la pregunta que nuestros hermanos
mártires supieron responder, no ya con palabras, sino con su propia vida. Como
tantos hermanos nuestros que, con la gracia de Dios, cada día hacen de cada
contradicción un paso más en el crecimiento de la fe y de la esperanza.
Nosotros, ¿por qué no? ¿Es que no sentimos dentro de nosotros el deseo de amar
al Señor con todo el pensamiento, con todas las fuerzas, con toda el alma?
Uno de los grandes ejemplos de valentía y de fe, lo
tenemos en María, Auxilio de los cristianos, Reina de los confesores. Al pie de
la Cruz supo mantener en pie la luz de la fe... ¡que se hizo resplandeciente en
el día de la Resurrección!
Rev. D. Joaquim FLURIACH i Domínguez (St. Esteve de P.,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
Santa Brígida
Patrona de Irlanda
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net
Palabras del Papa Francisco
“En particular, Internet puede ofrecer mayores
posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; y esto es algo bueno,
es un don de Dios. Y las calles del mundo son el lugar donde la gente vive,
donde es accesible efectiva y afectivamente. Entre estas calles también se
encuentran las digitales, pobladas de humanidad, a menudo herida: hombres y
mujeres que buscan una salvación o una esperanza. Gracias también a las redes,
el mensaje cristiano puede viajar hasta los confines de la tierra”
Papa Francisco
Tema del día:
Creer a Dios es razonable
1) Para saber
Hemos reflexionado sobre la necesidad y el nacimiento de
la fe a partir del encuentro con Dios que nos revela su amor. A continuación el
Papa Francisco en su encíclica pone en relación la fe con la escucha. Como
ejemplo nos recuerda cómo Dios habló a Abrahán quien supo escucharlo, aun sin
verlo.
Así se nos muestra que la fe es la respuesta de quien
escucha la palabra de Dios. Una palabra que va dirigida a cada uno
personalmente. Hoy esa Palabra también es dirigida personalmente a cada uno de
nosotros y hemos de saber responder.
Dice el Papa que lo que se “pide a Abrahán es que se fíe
de esta Palabra”. Porque si el hombre no cree a Dios, entonces dirige su
creencia a otro “ídolo” construido por el mismo hombre. Pero ese “ídolo es un
pretexto para ponerse a sí mismo en el centro de la realidad” (n. 13). En esta
vida, a fin de cuentas, o escogemos a Dios o nos escogemos a nosotros mismos.
2) Para pensar
Un ateo argumentaba que no creía porque no había visto a
Dios. Pero alguien le sugirió: Con esa lógica tampoco habría que aceptar la
existencia de la inteligencia, pues nunca la hemos visto. Pero así como vemos
los efectos de la inteligencia, como los inventos y artefactos, así también
vemos los efectos de Dios, como la creación de mundo y las estrellas.
Hablando de la fe, en una intervención, decía el papa
Juan Pablo I: “Mi madre me decía cuando yo era mayor: «De pequeño estuviste muy
enfermo; tuve que llevarte de un médico a otro y velar noches enteras: ¿me
crees?» ¿Cómo habría yo podido decir: «Madre, no te creo»? Pero sí que creo,
creo lo que me dices, más te creo especialmente a ti. Y así ocurre con la fe.
No se trata sólo de creer lo que Dios ha revelado, sino a Él, que merece
nuestra fe, que nos ha amado tanto y tanto ha hecho por nuestro amor”.
3) Para vivir
“La fe es un don gratuito de Dios que exige la humildad y
el valor de fiarse y confiarse” (n.14). Y si nos podemos fiar de Dios es porque
sabemos cuánto amor nos tiene. Tanto que nos envió a su Hijo para ser salvados.
Por eso la fe cristiana está centrada en Cristo, en confesar que es Dios y ha
resucitado. Dice el Papa Francisco que “la fe cristiana es, por tanto, fe en el
Amor pleno… la fe reconoce el amor de Dios manifestado en Jesús como el
fundamento sobre el que se asienta la realidad y su destino último” (n.15).
Y la prueba de que podemos fiarnos del amor de Cristo se
encuentra en que dio su vida por nosotros. Por eso al ver un crucifijo nuestra
fe se refuerza.
Ojalá que no falte en nuestros hogares una cruz que nos
recuerde el amor de Dios y cada vez que la veamos en la casa o en el templo
fortalezca nuestra fe y le agradezcamos su sacrificio.
Pbro. José Martínez Colín
Humor:
Los 10 mandamientos del
haragán
1. Se nace cansado y se vive para descansar.
2. Ama a tu cama como a ti mismo.
3. Si ves a alguien descansando, ayúdalo.
4. Descansa de día para que puedas dormir de noche.
5. El trabajo es sagrado, no lo toques.
6. Aquello que puedes hacer mañana, no lo hagas hoy.
7. Trabaja lo menos que puedas, lo que tengas que hacer
que lo haga otro.
8. ¡Calma! Nunca nadie se murió por descansar.
9. Cuando sientas deseos de trabajar, siéntate y espera
que se te pase.
10. Si el trabajo es salud, que trabajen los enfermos.
Nuevo artículo
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo
II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la
Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los
jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Pedro
T., de Resistencia, Argentina, que empezó un largo tratamiento médico y
necesita reforzar su fé y tranquilizarse porque Dios todo lo puede.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Estadísticas
El siguiente es el estado demostrativo de la cantidad de
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Esta información se publica el primer día de cada mes.
Debe recordarse que las visitas se cuentan desde el
inicio de cada uno de ellos que ha sido en fechas distintas:
Desde el 1º de
Marzo de 2007 hasta hoy ha sido visitado por 1.969.452 lectores. Durante el último mes (diciembre 2013) registró
11.323 nuevas visitas.
Desde el 25 de
Diciembre de 2009 hasta hoy ha sido visitado por 380.923 lectores. Durante el
último mes (diciembre 2013) registró 2.610 nuevas visitas.
Un estímulo todos los días
Febrero 1
¡Esa cabeza que da vueltas y vueltas! ¡Esa mente
desenfrenada que se llena de pensamientos dañinos! ¡Cuántos recuerdos e
imágenes que sólo producen inquietud y melancolía! Muchas veces nos hemos
enfermado por dentro por no ponerle un freno a nuestra mente y a nuestra loca
imaginación.
Lo peor es que cometemos algunos errores porque nos
dejamos llevar por nuestras suposiciones, nuestros prejuicios, nuestras ideas
fijas. Así, algunos problemas, que eran simples, se nos hicieron demasiado
grandes.
La vida que Dios nos regaló nos ha dado muchas cosas
bellas, pero, en lugar de disfrutarlas y agradecerlas con ternura, nos dejamos
llevar por pensamientos tontos que nos tuvieron demasiado ocupados y no nos
dejaron vivir en paz.
Los animales no sufren como nosotros porque están libres
de tantos pensamientos inútiles.
Esto no significa que nuestra mente no tenga valor. Es un
regalo precioso de Dios. Pero hay que aprender a utilizarla para resolver
nuestras dificultades, no para que nos domine y nos inquiete con pensamientos
que nos hacen mal.
Para eso hay que pedirle al Señor que purifique nuestra
mente y nuestra imaginación, que aplaque los pensamientos y las imágenes
interiores que nos perturban. Él nos puede ayudar a liberarnos de ese remolino
mental que nos quita la serenidad del corazón. Pídele insistentemente: “Señor,
pacifica mi mente”.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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